Acercándose cada día más a la fecha de la reunión que acapara la atención colectiva (esto es, la de noviembre), y ya habiéndose cumplido el plazo en donde según informaciones de los mass-medias (y ratificada por Carabineros) comenzaría a funcionar la CIA en Chile (desbaratando movimientos de oposición al capitalismo), la cumbre económica del Asia […]
Acercándose cada día más a la fecha de la reunión que acapara la atención colectiva (esto es, la de noviembre), y ya habiéndose cumplido el plazo en donde según informaciones de los mass-medias (y ratificada por Carabineros) comenzaría a funcionar la CIA en Chile (desbaratando movimientos de oposición al capitalismo), la cumbre económica del Asia – Pacífico refuerza sus medidas de seguridad llegando al absurdo irracional (aunque, claro, dichas organizaciones de facto jamás se han caracterizado por su carácter racional). Sumado a la ya conocida noticia de que el presidente estadounidense, George W. Bush, se alojará en un buque de la Marina de Guerra de EEUU (frente a las costas de Valparaíso, a 120 kilómetros al oeste de Santiago) y que viajará a diario mientras dure la cumbre -en helicóptero- hasta la Escuela de Suboficiales de Carabineros (policía militarizada) quienes lo custodiaran hasta la sede de las reuniones, aparecen nuevas informaciones sobre el despliegue policial durante los SOMs, en general relacionadas también con las exigencias de seguridad de los representantes, por sobre todo de Japón, China y Rusia.
Además, circulan informaciones de que Alameda será cortada cuatro cuadras a la redonda, desde Plaza Italia hasta Las Rejas, y de que es probable que se concrete la petición de que mientras dure la reunión sea día feriado. Por otra parte, la resistencia a la APEC se manifiesta cada día más: diversos foros de oposición (foro de los pueblos originarios y organizaciones sociales por la determinación de los pueblos en Pucón durante la primera semana de Junio, o el reciente foro contra la APEC en UAHC), y atentados y acciones directas (ataque incendiario a Banco Scotiabank, bombazos en la novena región y en el hotel de una reunión APEC, saqueo a sucursal ESSO en Temuco, manifestaciones, entre otros).
Ahora bien, la oposición a la APEC parece en muchos casos estar consciente de un aspecto sustancial de la composición de dicha cumbre: oponerse a la APEC es oponerse a una de las tantas manifestaciones del capitalismo, y que por tanto, es absurdo oponerse a ella como hecho aislado y no como componente de una arquitectura que invade inclusive la vida cotidiana. Para un número creciente de manifestantes, la oposición a la APEC es una de las manifestaciones de la oposición a la esencia del capitalismo. Adherimos al grito de a poco cada vez menos tímido de las calles: ¡Fuego a la apec!