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Más allá de la propaganda gubernamental

¿Mayoría para cambios estructurales o coalición para aggiornar el capitalismo neoliberal?

Fuentes: Rebelión

En una columna publicada en Rebelión, el día 3 de abril, J. C. Cartagena y N. Briatte [1] realizan una apología del gobierno de la Nueva Mayoría, hablando de «una amplia mayoría para conducir cambios estructurales». De qué cambios estructurales hablan, no lo sabemos, pues los autores, aparte de repetir profusamente que los hay, no […]

En una columna publicada en Rebelión, el día 3 de abril, J. C. Cartagena y N. Briatte [1] realizan una apología del gobierno de la Nueva Mayoría, hablando de «una amplia mayoría para conducir cambios estructurales». De qué cambios estructurales hablan, no lo sabemos, pues los autores, aparte de repetir profusamente que los hay, no aportan ninguna prueba de ello, repitiendo más bien los slogans de la propaganda gubernamental.

En esta columna demostraremos que en Chile no hay un proceso de cambios estructurales, contrariamente a lo sostenido por Cartagena y Briatte, y que las «reformas» planteadas por Bachelet son sólo ajustes dentro del modelo neoliberal, no una salida a éste. Mostraremos también que la «mayoría» de la que hablan es sólo una coalición política gatopardista cuyo objetivo es restaurar la gobernabilidad del capitalismo neoliberal, no terminar con el neoliberalismo, como parecen creer los autores mencionados. No hay «apoyo social» para las «reformas» de Bachelet.

Iniciaremos este análisis situándolo en el contexto de la crisis política en que se encuentran las dos coaliciones políticas del duopolio, que han cogobernado Chile los últimos 25 años.

La crisis de las instituciones políticas del capitalismo neoliberal revela la naturaleza de la Nueva Mayoría

En los momentos que escribimos estas líneas, se sabe por la prensa que al menos tres ministros de estado, 13 senadores y 37 diputados de las dos principales coaliciones políticas, la Alianza por Chile y la Concertación/Nueva Mayoría, están involucrados en casos de financiamiento ilegal y fraude tributario por parte de la empresa minera SOQUIMICH [2] . SOQUIMICH, uno de los principales actores mundiales de la minería no metálica, era una empresa estatal que mediante procedimientos fraudulentos fue privatizada en los años 80, pasando a propiedad del yerno del dictador Augusto Pinochet, Julio Ponce Lerou. Su directorio está formado por algunos de los más granados cuadros pinochetistas, como el ex ministro de Hacienda de la dictadura Hernán Büchi.

Las investigaciones del Ministerio Público, que empezaron el año pasado tras denuncias contra el grupo Penta, otro grupo económico nacido de las privatizaciones de la dictadura, afectaron primero al partido de extrema derecha Unión Demócrata Independiente, UDI, varios de cuyos parlamentarios y dirigentes aparecieron emitiendo documentos tributarios falsos para recibir financiamiento ilegal para sus campañas. Las indagaciones fueron progresivamente encontrando cabos que llevaron a otras empresas y a otros partidos políticos, siendo SOQUIMICH hoy el principal foco de las pesquisas.

Entre quienes recibieron finamiento ilegal por parte de la empresa reducto del pinochetismo están centros de estudios ligados a la centro-izquierda, como Cambio 21, y hasta encargados de recolección de fondos de la campaña presidencial de la propia Michelle Bachelet, además de los ministros y parlamentarios mencionados.

A esto se ha sumado el escándalo protagonizado por el hijo de la presidenta Bachelet, que en una oscura operación de especulación inmobiliaria consiguió un préstamo por alrededor de 12 millones de dólares de parte del banquero Andrónico Luksic, conocido financista de la Concertación/Nueva Mayoría y el hombre más rico de Chile. Varios de los ministros clave del gobierno de Bachelet fueron hasta hace poco empleados de Luksic, como Alberto Arenas y Nicolás Eyzaguirre. Los descargos de la presidenta, que ha señalado que no sabía de los negocios de su hijo y que se enteró sólo por la prensa, no son creídos por el 71% de los chilenos, según las encuestas. Otra encuesta reciente revela que la aprobación del gobierno ha caído hasta un 31%, con un 61% de rechazo. No sólo el enriquecimiento ilícito de su familia ha afectado a Bachelet; también los intentos del gobierno por obstaculizar las investigaciones sobre SOQUIMICH han recibido un contundente rechazo por parte de la ciudadanía.

El escándalo político por la corrupción y la subordinación financiera de gran parte del espectro político gobiernista y opositor a las grandes empresas ha detonado una grave crisis política, que tiene al gobierno, a las dos coaliciones y a instituciones como el Senado y la Cámara de Diputados con mínimos históricos de respaldo. El recién electo presidente de la DC y líder del sector «bacheletista» de ese partido, Jorge Pizarro, acaba de ser involucrado entre los receptores de financiamiento ilegal y es probable que no pueda asumir su cargo. Hasta la presidenta Bachelet ha mencionado en privado la posibilidad de su renuncia.

Esta crisis ha mostrado ante los ojos de todos los chilenos que la Nueva Mayoría ha mantenido, como continuadora de la Concertación de Partidos por la Democracia, su antecesora, estrechas relaciones con los grandes empresarios, desde pinochetistas como Ponce Lerou hasta cercanos políticamente como Luksic. El cambio de nombre y la incorporación del Partido Comunista a la coalición no han afectado en lo esencial su naturaleza de administradora y profundizadora del capitalismo neoliberal.

El proyecto de la Nueva Mayoría: restauración de la gobernabilidad del capitalismo neoliberal

Estas relaciones estrechas con el gran empresariado explican las limitaciones del proyecto de la Nueva Mayoría, ex Concertación. Su programa de gobierno, muy ambiguo y general, fue supervisado por algunos de los hombres de Luksic, como los mencionados Arenas e Eyzaguirre, y por otros como René Cortázar. El objetivo de este programa es desarmar las movilizaciones sociales que vienen realizándose en Chile desde el 2011, aparentando asumir e incluir sus demandas, y restaurar así la gobernabilidad neoliberal [3] .

Una vez en el gobierno, el programa reveló cada vez más sus limitaciones, así como las limitaciones en la propia voluntad política de la presidenta y los actores decisivos de la coalición en realizar cambios de fondo al capitalismo neoliberal. Esta falta de profundidad de las «reformas» buscó ser compensada con un ritmo legislativo frenético que permitiera mantener el control de la agenda pública y darle sustento a su relato, puramente comunicacional, de «grandes reformas».

Analizadas con detención las «reformas» realizadas hasta ahora, se aprecia inequívocamente su carácter de meros ajustes, no de transformaciones «estructurales», como afirman Cartagena y Briatte.

La reforma tributaria, cuyo principal eje era la eliminación del FUT, un mecanismo que permitía a los empresarios descontar de sus impuestos el 27% pagado por sus empresas, acabó eliminando sólo una parte de este mecanismo. La filosofía del FUT seguirá, bajo otra denominación, en el nuevo código tributario, pues ahora se podrá descontar hasta un 18% del 27% pagado por las empresas de los impuestos personales. Adicionalmente, la «reforma» tributaria otorgó una rebaja del 40% al 35% del impuesto a la renta para los contribuyentes más ricos. ¿Puede alguien sostener seriamente que ésta es una reforma «estructural»?

Otro tanto ha ocurrido con las primeras medidas de la reforma educacional. La «eliminación» del lucro no pasa de ser una prohibición legal que ya existía en el caso de las universidades, extendida ahora a la enseñanza primaria y secundaria. Si en el caso de las universidades privadas, siendo un puñado en comparación con las escuelas, se inventaron una serie de mecanismos para triangular fondos y eludir la prohibición de lucro, es ilusorio creer que una simple prohibición vaya a tener mejores resultados en el resto de la enseñanza.

Respecto de la «eliminación» del copago, medida introducida por la propia Concertación/Nueva Mayoría en los años 90, no se trata en realidad de una «eliminación» sino del cambio del pago desde los apoderados al Estado, manteniendo la «libertad de elegir» de los padres entre el sistema público y el sistema privado, siguiendo la filosofía de subsidio a la demanda, tan cara a Milton Friedman y la escuela neoliberal. No es de extrañar que el Ministro Eyzaguirre, ex empleado de Luksic y ex director del Fondo Monetario Internacional, haya defendido a ultranza este pilar básico del neoliberalismo en educación. Lo verdaderamente extraño es que personas instruidas planteen que esto es una reforma «estructural».

Otro los proyectos que están en tramitación en el Parlamento, la «reforma laboral», no tiene mejor perspectiva. Anunciado con bombos y platillos como el «fin del código laboral de la dictadura», la realidad es que introduce medidas que hacen aún más difícil la sindicalización y la lucha por los derechos de los trabajadores. Una serie de estudiosos, abogados laboralistas y fundaciones dedicadas al tema laboral, así como organizaciones sindicales, han denunciado el proyecto de la ministra Javiera Blanco, ex miembro de la Fundación Paz Ciudadana (fundación perteneciente a Agustín Edwards, uno de los principales «generales civiles» del golpe militar de 1973), como un retroceso para los trabajadores y una consolidación del código laboral de la dictadura. María Ester Feres, ex directora del trabajo y militante PS ha sido una de las críticas, señalando que la reforma laboral «es proempresarial» [4] . Otro crítico es el ex presidente de la Confederación de Trabajadores del Cobre y militante PC, Cristián Cuevas, actual agregado laboral del gobierno en España. Este último manifestó en entrevista a The Clinic que «la reforma laboral, así como está, no va en fortalecimiento del movimiento. Se excluyeron temas que son importantes. Primero, hay una acción punitiva hacia quienes desarrollan una huelga, y se los criminaliza» [5] .

La reforma laboral es una derrota política para el PC y la presidenta de la CUT, Bárbara Figueroa, militante de ese partido, quienes apostaron a que la reforma permitiera fortalecer al movimiento sindical; en función de ese objetivo, llevaron adelante una política muy dañina hacia los trabajadores, que se expresó en reajustes de salarios misérrimos en el caso del sueldo mínimo y de los suelos de los funcionarios públicos y una actitud de permanente defensa del gobierno ante los reclamos laborales [6] . La ministra Blanco, finalmente, pagó la obsecuencia de Figueroa y el PC con un proyecto de ley pro empresarial que, finalmente, ha recibido críticas, muy diplomáticas, del propio PC y el PS, las principales fuerzas políticas sindicales. Cristián Cuevas afirmó en la entrevista mencionada que «no se puede celebrar un día y a los tres días darse cuenta que les metieron un gol de media cancha» [7] .

No es mejor el panorama en materia de «reforma constitucional». La idea de Bachelet, hasta antes de que el caso Caval le estallara en la cara, era que la nueva constitución fuera elaborada por una comisión del parlamento y ratificada mediante plebiscito. Es decir, propone que una nueva constitución sea elaborada por parlamentarios financiados en su mayoría por los grandes empresarios. ¿Alguien medianamente razonable puede esperar una reforma «estructural» cuando la música la paga el empresariado?

Construir una verdadera mayoría política y social por cambios estructurales

Los cambios estructurales no vendrán de la mano de partidos y sectores políticos que profundizaron el modelo neoliberal de la dictadura y que son financiados por los grandes empresarios. Esa es la principal conclusión que las reformas gatopardistas de Bachelet y los escándalos de corrupción y financiamiento ilegal dejan a los chilenos.

Es necesario construir una verdadera mayoría política y social por cambios estructurales que pongan fin al neoliberalismo y permitan retomar la senda política de cambios sociales interrumpida en 1973.

Las fuerzas para ir en esa dirección están creciendo y madurando. El movimiento sindical ha venido dando grandes y pequeñas peleas, legales e ilegales. Ejemplos de ello son el paro portuario del verano de 2013, las luchas de los contratistas del cobre y numerosas huelgas de trabajadores de la construcción, el retail, los servicios financieros, el comercio, la minería, etc.

Otro tanto han hecho los profesores, que protagonizaron una gran huelga en noviembre pasado en protesta contra la pobre oferta del Ministerio de Educación relativa a la agenda corta, a pesar de los intentos de la dirigencia de forzar una aprobación por arriba, con el apoyo de votos de la derecha, a la propuesta del MINEDUC [8] . Este paro mostró que hay posibilidades reales en el Colegio de Profesores de levantar una conducción alternativa a la Nueva Mayoría, cuyo único horizonte es subordinarse al ministro Eyzaguirre, y avanzar en las demandas estratégicas de los profesores.

A los trabajadores y profesores podemos sumar a los estudiantes, mapuches, pobladores urbanos, pobladores rurales y comunidades en lucha contra proyectos medioambientalmente dañinos, en lucha por el agua, etc. En suma, fuerzas crecientes y luchas que se van multiplicando constituyen la base posible de una verdadera mayoría social y política por cambios estructurales.

No se trata, sin embargo, de unir grupos por unir, sino de reunir a quienes tengan de verdad voluntad política de acabar con el neoliberalismo en Chile. Ése es el único camino por el que la palabra unidad tiene sentido y deja de ser un slogan vacío.



[1] Ver «Las ventajas de contar con una amplia mayoría para conducir cambios estructurales», en http://www.rebelion.org/noticia.php?id=197113 (visitada el 4 de abril de 2015)

[2] Ver los siguientes enlaces para mayor información sobre los casos de corrupción:

– «Al menos 3 actuales ministros y 50 parlamentarios recibieron financiamiento de SQM», en http://www.biobiochile.cl/2015/04/02/al-menos-3-actuales-ministros-y-50-parlamentarios-recibieron-financiamiento-de-sqm.shtml, visitada el 4 de abril de 2015.

– «Boletas emitidas por funcionarios de gobierno a SQM suman $154 millones», en http://www.elmostrador.cl/pais/2015/04/04/boletas-emitidas-por-funcionarios-de-gobierno-a-sqm-suman-154-millones, visitada el 4 de abril de 2015.

– «Boletas SQM llegan a La Moneda: recaudador de la campaña de Bachelet facturó a minera de Ponce», en http://www.elmostrador.cl/pais/2015/04/01/boletas-sqm-llegan-a-la-moneda-recaudador-de-la-campana-de-bachelet-facturo-a-minera-de-ponce, visitada el 4 de abril de 2015.

– «Un negocio Caval», en http://www.quepasa.cl/articulo/actualidad/2015/02/1-16218-9-un-negocio-caval.shtml, visitada el 4 de abril de 2015. Este es el reportaje que desató la crisis en La Moneda.

– «Encargado de la agenda legislativa del gobierno es investigado por pagos de SQM», en http://ciperchile.cl/2015/04/02/encargado-de-la-agenda-legislativa-del-gobierno-es-investigado-por-pagos-de-sqm, visitada el 4 de abril de 2015.

[3] Para una mirada más pormenorizada, profunda y extensa de esta cuestión, ver Amtmann, C. (2015). «El gobierno de la Nueva Mayoría: el nuevo ciclo y la restauración». Revista Manifiesto XXI, Año I, Número 1, Primer Semestre. Ed. Andes, Santiago de Chile, y Cabrera, A. «¿Es la Nueva Mayoría idónea para llevar a cabo las transformaciones estructurales que Chile necesita?», El Mostrador, 30 de diciembre de 2014, en http://www.elmostrador.cl/opinion/2014/12/30/es-la-nueva-mayoria-idonea-para-llevar-a-cabo-las-transformaciones-estructurales-que-chile-necesita, visitada el 4 de abril de 2015. Carla Amtmann es directora de Fundación Crea y Andrés Cabrera es investigador de la misma institución.

[4] Diario El Pulso, Miércoles 4 de marzo de 2015, p. 4: «Histórica ex directora del Trabajo cuestiona la reforma laboral. «es pro empresarial»»

[5] The Clinic, Jueves 2 de Abril de 2015, Año 16, N° 588, p. 17.

[6] Ver Walder, P. «Salario mínimo para reafirmar el modelo», Revista Punto Final N° 808, 11 de julio de 2014, en línea en http://www.puntofinal.cl/808/salario808.php, visitada el 4 de abril de 2015. También Vásquez, D. «La CUT al servicio del gobierno», Revista Punto Final N° 808, 11 de julio de 2014, en línea en http://www.puntofinal.cl/808/cut808.php, visitada el 4 de abril de 2015.

[7] The Clinic, Jueves 2 de Abril de 2015, Año 16, N° 588, p. 18.

[8] Ver los siguientes enlaces para mayor información sobre el paro de profesores de noviembre pasado:

– «Movimiento de base de profesores critica agenda corta ofrecida por el gobierno», en http://eldesconcierto.cl/movimiento-de-base-de-profesores-critica-agenda-corta-ofrecida-por-el-gobierno, visitada el 4 de abril de 2015.

– «Profesores disidentes en paro: «no estamos provocando un quiebre»», en http://www.lanacion.cl/noticias/pais/educacion/profesores-disidentes-en-paro-no-estamos-provocando-un-quiebre/2014-11-12/113310.html, visitada el 4 de abril de 2015.

– «Paro de profesores se extiende a todo el país y complica negociaciones con el Mineduc», en http://www.latercera.com/noticia/nacional/2014/11/680-605303-9-paro-de-profesores-se-extiende-a-todo-el-pais-y-complica-negociaciones-con-el.shtml, visitada el 4 de abril de 2015.

– Movimiento por la Unidad Docente: «#EsHoradeDignidadDocente. Las razones del Paro Docente», en http://www.unidaddocente.cl/las-razones-del-paro-docente, visitada el 4 de abril de 2015.

– Movimiento por la Unidad Docente: «El duopolio y sus estrategias contra la Dignidad Docente», en http://www.unidaddocente.cl/el-duopolio-y-sus-estrategias-contra-la-dignidad-docente, visitada el 4 de abril de 2015.

Yvan Vitta es miembro de la Fundación CREA: www.fundacioncrea.cl

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.