El juez Juan Guzmán Tapia resolvió ayer procesar y arrestar en su domicilio al ex dictador chileno Augusto Pinochet, como autor de nueve secuestros permanentes y un homicidio calificado en el caso Operación Cóndor
Guzmán dijo a la prensa que «la resolución, cuando estudié bien todas las declaraciones y todos los elementos de juicio que tenía a la vista y las percepciones personales que yo tuve de él, no fue difícil… fue bastante fácil. Lo que fue difícil, naturalmente, fue analizar y estudiar todo».
Pinochet también es sindicado como el responsable de coordinar con los regímenes militares de Sudamérica, en los años 70 del siglo pasado, para reprimir a los opositores.
El ministro, informó que el ex militar lo declaró «apto mentalmente para estar sujeto a un juicio. Con todas sus etapas, declaración indagatoria, careos, entre otros», y agregó que Pinochet será notificado lo antes posible.
Aclaró que uno de los elementos que tomo en cuenta para decidir sobre el futuro de Pinochet, fue la entrevista concedida a una televisora de Miami en noviembre del año pasado.
Guzmán no quiso referirse a la decisión que puedan tomar la Corte Suprema, ya que la defensa del gobernante de facto anunció que elevará esta misma tarde un recurso de amparo que busca revertir da medida.
El ex dictador fue sometido a pruebas neurológicas en septiembre para determinar si podía enfrentarse a un juicio.
Pese a que dos de los tres especialistas que lo examinaron dijeron que no estaba apto, Guzmán optó por enjuiciarlo. Ésta es la segunda vez que Pinochet es procesado. En el año 2000, Guzmán procesó a Pinochet como encubridor de 57 homicidios y 18 secuestros en el proceso por la «Caravana de la Muerte», una comitiva militar que en 1973 ejecutó sin juicio a decenas de presos políticos en diversas localidades de Chile.
En ese caso, Pinochet fue absuelto por la Corte Suprema, con base en exámenes médicos que determinaron que padecía una demencia vascular subcortical de leve a moderada.