Dirigentes políticos oficialistas han señalado que el indiscutible triunfo de Michelle Bachelet (PS), -por un 53,5% contra un 46,5%-, es más amplio del que esperaba la Concertación de Partidos por la Democracia, tras 16 años de gobierno. «Este respaldo es indispensable para la nueva etapa del 2010, que es un país, una economía y una […]
Dirigentes políticos oficialistas han señalado que el indiscutible triunfo de Michelle Bachelet (PS), -por un 53,5% contra un 46,5%-, es más amplio del que esperaba la Concertación de Partidos por la Democracia, tras 16 años de gobierno. «Este respaldo es indispensable para la nueva etapa del 2010, que es un país, una economía y una sociedad con un rostro humano que cuida a los más débiles», señaló Sergio Bitar (PPD), a minutos de haberse conocido el cómputo. Diversos analistas políticos señalan que esta elección tiene proyección internacional, pues es la primera vez que una mujer en Chile y Sudamérica es elegida presidenta. Sin lugar a dudas, será la primera vez que las regresivas y nefastas políticas neoliberales serán aplicadas por una mujer en nuestro país.
Serán cuatro años más de negación, discriminación y represión para el pueblo mapuche, que esta semana ha visto incrementada su lista de presos políticos: Juana Calfunao, Enzo Linco y Juan Colihuinca.
Serán otros cuatro años de aplicación de la Ley Antiterrorista y otras legislaciones represivas -here! dadas de la dictadura de Augusto Pinochet- contra los luchadores sociales y todo aquel que ose levantar su voz y organizarse por la lucha de sus derechos. Cuatro años más de privatizaciones y un gobierno digitado por los grandes consorcios y transnacionales. Cuatro años más de políticas depredadoras del medio ambiente, de los recursos naturales, y de más y más Tratados de Libre Comercio en beneficio del imperio del Fondo Monetario Internacional (FMI), la Organización Mundial de Comercio (OMC) y el Banco Mundial (BM).
Serán cuatro años más de Fiscalías Militares, «Seguridad Ciudadana» y Estado Policial. Otros cuatro años de salud, seguridad social y educación privatizadas.
Serán cuatro años más de pobreza y cesantía para la inmensa mayoría de los trabajadores. Cuatro años más de flexibilización laboral y nulo respeto a los derechos de la clase obrera.
Serán cuatro años más de corrupción, grandes «negociados» y oportunidades para la clase política, el clientelismo y quienes vegetan de ello. Otros cuatro años de impunidad para los violadores de los derechos humanos.
