Ronda esta pregunta entre obreros, profesionales y sectores acomodados, en Europa y Latinoamérica, en varios puntos del mundo… ¿De donde salió tanto pinochetista?. Sin duda, hay más chilenos que no lo son, lo demuestra el plebiscito de 1988, pero aun así no deja de sorprender la alta cantidad de pinochetistas ¿Cómo explicar el fenómeno?. Algunos […]
Ronda esta pregunta entre obreros, profesionales y sectores acomodados, en Europa y Latinoamérica, en varios puntos del mundo… ¿De donde salió tanto pinochetista?.
Sin duda, hay más chilenos que no lo son, lo demuestra el plebiscito de 1988, pero aun así no deja de sorprender la alta cantidad de pinochetistas ¿Cómo explicar el fenómeno?. Algunos plantearán que no son pocas las personas beneficiadas por la Dictadura, el solo hecho que actualmente el 10 por ciento de los habitantes concentre el 42 por ciento del PIB, da cuenta de la fundación de un sistema económico que favorece radicalmente a un porcentaje que, ínfimo en relación al conjunto de la población (1.millon 500 mil aprox. frente a 15 millones), no deja de ser despreciable en cantidad de individuos (1 millón 500 mil de ricos pueden llamar mucho la atención) quienes obviamente desbordan en fanatismo por tan útil gobernante siendo capaces de contratar fanáticos si es necesario (el plebiscito de 1988 dio más de un 40 por ciento de apoyo a Pinochet).
Otros más psicologistas plantearán que hay una gran cantidad de traumatizados que frente al padre autoritario introyectan el autoritarismo, subliminando sus deseos de poder en el Dictador, encontrando reflejo en la imagen dictatorial sus propios deseos frustrados de tiranía (muestra de esto serían las altas tasas de violencia hacia la mujer y niños en Chile), así habrán varias más explicaciones coherentes pero que no dejan de ser parciales.
A nuestro juicio, el problema es más simple ¿Por qué tendrían que haber pocos pinochetistas, si Chile está regido por la constitución política de Estado y sistema económico trasnacional que implementó Pinochet? A la luz de esta constatación ¿habría alguna razón para que en Chile no hubiera tantos pinochetistas?, Alguna voz coherente dirá: Los detenidos desparecidos, los ejecutados, los robos son razones suficientes. Evidentemente son asuntos centrales, por eso quizás se nos desplaza tan fácilmente lo axiomático: murió Pinochet pero ni el pinochetismo, ni el carácter pinochetista del Estado ni de la economía, han fenecido, todo lo contrario se han consolidado, esa es la gran derrota del progresismo chileno.
¿Celebración de qué? ¿Felicidad por qué?
Cuando murió el Dictador, no pasó inadvertido como algunos dirigentes de «izquierda» iniciaban festejos destapando botellas de champagne. El fenómeno de celebración promocionado por estas acciones contrastaban con las opiniones a nivel internacional: Las agrupaciones de DDHH de Argentina exigían a los gobiernos latinoamericanos no permitir que se siguieran muriendo asesinos corruptos sin que cumpliesen condena, el Gobierno venezolano planteaba indignado que la muerte de Pinochet sellaba la impunidad en Chile, hasta la derecha europea como el PP Español manifestaba que era una pena que el dictador haya muerto sin juicio ni sanción. Mientras el mundo estaba enrabiado por la muerte en paz de un dictador, algunos dirigentes de «izquierda» chilena bebían distintos tipos de alcohol y una masa se emborrachaba como si Chile hubiese ganado un mundial de fútbol…Finalmente por fortuna, las horas vieron ganar lógica a las masas y culminaron desplegándose protestas. Si algo debió haber sido el 10 de diciembre, fue haber sido un día de protesta y desagravio, porque lo que esta pasando en Chile es gravísimo, Pinochet esta pasando a la historia como Capitán General (un cargo bastante mayor que el de presidente) y sus crímenes comenzaron a blanquearse en medio de la espuma de una celebración absurda de cara a miles y miles y miles de ciudadanos que se comían la rabia y la impotencia de ver como un dictador asesino y ladrón en vez de terminar como Mussolini descuartizado por la vendetta popular, Hitler suicidado ante el avance del ejercito rojo, Somoza ajusticiado; en vez de aquello, este dictador moría en su hospital, con su gente, sin ninguna gota de arrepentimiento.
Crónica de una muerte anunciada
Para bosquejar el fenómeno de planificación de la muerte de Pinochet practicado por el Gobierno y sus amigos, y arriesgo de sonar inductivo (lo que no quita merito pues levanto hipótesis para develar la dinámica en cuestión).
El hecho de que la Sra. Isabel Allende (y no es que la diputada sea muy progresista , pero seguramente cuando se trata de quien traiciono a su propio padre, los compromisos políticos pasan a segundo orden) llamara por prensa desde España con el PSOE como apoyo, para advertir categóricamente al Gobierno que eran inadmisible funerales de Estado para el dictador, llegando inclusive a interpelar a la presidenta por la transmisión, dice en gran medida que el PS de Chile no estaba dispuesto a perturbar los poderes fácticos, y que de paso la posición de Allende no tenia eco dentro de la esfera gubernamental interna. Fue la presión de un mundo indignado por la cantidad de honores para un funeral a quien cometió tantos horrores, lo que limitó «el juego de piernas» de la Concertación, coalición que paso desde la genuflexión frente a los poderes fácticos a la mimetización con ellos mismos, en tanto revisión histórica de sus casi 17 años de democracia tipo salmón bastante parecida a una dictadura. Con los días, las posiciones de agrupaciones de DDHH y gente de «izquierda» en Chile se fueron corrigiendo, pero el dañó ya estaba hecho… En fin, como siempre dice una sabia amiga «En política no hay casualidades, solo causalidades»…Es probable que el esquema de planificación de contingencia tuviera como objetivo lo que se refería el gobierno de EEUU ante la muerte del dictador: Chile demuestra que es un país democrático, dejando en el pasado la dictadura, no hay nada pendiente y se prospera en todo los ámbitos… como diría el grupo musical Los Prisioneros «lo estamos pasando muy bien».
La responsabilidad de que el pinochetismo pase a la historia como un movimiento reformador exitoso es de la Concertación. Si la Concertación no hubiese consolidado el sistema económico y la constitución de Pinochet, el pinochetismo sin Pinochet no sería tan relevante, hábil y organizado en lo estratégico, como lo es hoy. Nada más probable que el pinochetismo sin Pinochet llegue al gobierno. Si la Concertación hubiese cumplido los puntos que al nacer prometió al país, si en vez de ser tan corrupta y haber ocupado el dinero de todos los chilenos en financiar a zánganos (que van desde matones hasta pseudos intelectuales); el pinochetismo sin Pinochet no sería tan potente y determinante como lo es. Entre Pocker, Truco y Ajedrez, la Concertación apostó a sacar a Pinochet sin derogar la institucionalidad y el andamiaje económico pinochetista…Pero en realidad ganó Pinochet la partida, porque siempre se quedo en el poder. Tener mayor sentido estratégico es entre varias cuestiones, entender que Poder y Gobierno son cosas distintas (se puede tener el poder sin tener el gobierno, así como tener el gobierno sin tener el poder) y Pinochet quedó en una situación de poder privilegiada. Al mantenerse la institucionalidad y el sistema económico la Concertación fue comprada (si es que no venía en esa condición previamente). Ahora los concertacionistas son gerentes u operadores o patrones. El progresismo yace atomizado, desafiliado, expulsado, u opositor a la Concertación.
Que hacer
Abrirse al mundo, aunque sea al continente, para darse cuenta que el monopolismo transnacional llamado Neoliberalismo, es una opción desechada porque causa cesantía, pobreza, precariedad laboral y una pésima distribución del ingreso. «Abrir la mente» y darse cuenta que lo normal, lo lógico, lo sano es que sean los ciudadanos quienes se doten de su Constitución, es anormal que una comisión de unos pocos putifrunsis conservadores impongan una Constitución Política del Estado, y es más anormal que los ciudadanos lo acepten como algo normal por más de 36 años. Pero, ¿Como llevar estas propuestas a los cotidiano, a lo concreto? Por lo menos, apoyando altruistamente toda actividad que por la nacionalización de las riquezas básicas y por una asamblea constituyente se hagan en Chile.
Vivimos en medio del pinochetismo, la sociedad chilena experimenta uno de sus momentos más derechizados. Y es que Pinochet refundo nuestro país en una especie de Puerto Rico posmoderno. El Estado transnacionalizado que junto a sus asesores logro parir, pone a las chilenas y chilenos en una situación de colonizados sin sentirse colonizados, y deja a los pueblos originarios como colonizados de colonizados (y a quien lo le guste allí están las cárceles).
Que importante rescatar el ejemplo de Bernardo OHiggins, despreciado por la oligarquía desde niño, quien hablaba mapudungun, quien estuvo a punto de desarrollar la reforma agraria al intentar abolir los mayorazgos, que distinta muerte tuvo aquel Capitán General, exiliado en Perú y fiel al ideario lautarino y Sur americanista. Hay que recobrar las ansias independentistas ante tanta mediocridad de quienes administran el actual estado de las palabras, las cosas y los hechos, este parece ser el vital significado actual de dignidad…y hay que ser dignos para comenzar a ser libres.
Vicente Painel es Miembro del Comisión Política del MIR