0. Introducción El proceso de integración de la izquierda institucional europea en el bloque dominante, marcando el paso que los imperialismos de EE.UU. y de la UE ordenan, ha tenido una nueva vuelta de tuerca con las votaciones parlamentarias para el envío de tropas a Líbano. Refundación Comunista, el Partido Comunista Francés e IU (de […]
0. Introducción
El proceso de integración de la izquierda institucional europea en el bloque dominante, marcando el paso que los imperialismos de EE.UU. y de la UE ordenan, ha tenido una nueva vuelta de tuerca con las votaciones parlamentarias para el envío de tropas a Líbano.
Refundación Comunista, el Partido Comunista Francés e IU (de acuerdo con el PCE)1 han apoyado el envío de importantes contingentes militares para consolidar una estrategia en la que la OTAN, la UE y la ONU se intercambian los papeles de un mismo drama de saqueo y dominación.
La opinión de los pueblos, desinformada e intoxicada por falsimedia, sucumbió ante la enésima ocultación de los verdaderos intereses en juego y ante el horror de los 34 días de bombardeos israelíes sobre la población civil libanesa que ocasionaron 1.200 muertos, en su mayoría niños y mujeres. Comulgó con las ruedas de molino de las «intervenciones humanitarias» y «las fuerzas de interposición para la paz», sin que preguntas obvias como las siguientes2, tuvieran respuesta en los medios oficiales:
¿Por qué la ONU envía tropas para obligar a cumplir esta Resolución del Consejo de Seguridad y no las decenas de ellas, la mayor parte de la Asamblea General, que obligan al estado de Israel a retirarse de los territorios palestinos, libaneses y sirios ocupados desde 1967? ¿Por qué tras intentar sin éxito que el despliegue fuera mandado por la OTAN – porque se notaba demasiado que se trataba de ocupar otro país árabe – el 95% de las tropas son de la Alianza Atlántica y se ha consentido al país agresor imponer vetos a tropas de determinados países? ¿Por qué las tropas de la ONU, se supone que de interposición, se ubican en territorio libanés, el país atacado, y no en Israel, el país invasor? ¿Cómo se explica que ni se nombre la ocupación por el estado sionista, de las granjas de la Chebá, ni de los Altos de Golán? Después de 34 días de bombardeos sobre población e infraestructuras civiles que han asolado Líbano, ¿puede admitirse que no se imponga ningún tipo de pago a la potencia económica que lo ha destruido? ¿Puede aceptarse que se imponga un embargo de armas a la resistencia libanesa, y no se haga lo propio con el país agresor que es una de las mayores potencias armamentísticas del mundo – incluido el armamento nuclear – que recibe anualmente 3000 millones de dólares en ayuda militar de EE.UU. y que lo emplea a diario para asesinar población civil en Palestina?
Estas preguntas desenmascaran por sí mismas el discurso de la «imposición de la paz» o de la «ayuda humanitaria», realizada por militares y no por personal sanitario o educativo, como hace Cuba.
Las respuestas adecuadas no pueden encontrarse si contemplamos exclusivamente las relaciones israelo-libanesas y/o tenemos en cuenta sólo los antecedentes más inmediatos, que es lo que se hace sistemáticamente desde las multinacionales de la «información «.
Los dos grandes requisitos del método científico, el análisis del fenómeno a estudiar, en sus relaciones y en su desarrollo, se hacen imprescindibles para entender los sucesos de esta convulsa región, en la que Iraq, Afganistán y Palestina continúan ardiendo y todo hace presagiar nuevos escenarios bélicos3, otra vez en Líbano, Siria e Irán.
Este trabajo se propone, dieciséis años después de la primera guerra imperial contra Iraq, realizar un breve recorrido por los acontecimientos más destacados, dedicando especial atención a aquellos que sin ser menos significativos hayan tenido poca trascendencia pública, para poder valorar el desarrollo de la estrategia del imperialismo – y dentro de ella el papel privilegiado y creciente de la OTAN – y poder situar mejor las necesidades actuales del internacionalismo.
1.1991, escenario geoestratégico del primer intento de aniquilar Iraq
Tras el hundimiento de la URSS, la devastación producida en Iraq entre enero y febrero de 1991 por 109.876 misiones de bombardeo4, una cada 34 segundos, durante 42 días, en el marco de un embargo genocida que asesinó 5.700 niños menores de 5 años al mes, durante 12 años, según UNICEF5, inaugura la estrategia del imperialismo estadounidense de imponer un «Nuevo Orden» a escala planetaria.
El ataque fue realizado por una coalición multinacional liderada por EE.UU. y Gran Bretaña, en la que participaron Arabia Saudita, Egipto, Siria y Francia. Japón y Alemania contribuyeron generosamente a su financiación. La Comunidad Económica Europea calló otorgando, mientras los países miembros reafirmaban con el envío de tropas y el apoyo logístico su compromiso con la OTAN. La implicación directa de la OTAN fue impedida por la oposición decidida de Francia y Alemania, países que, no obstante, apoyaron en diferente medida el ataque. Turquía, país miembro de la OTAN, tampoco envió tropas, aunque su participación fue decisiva facilitando el uso de la base estadounidense de Incerlik, cercana a la frontera turco-iraquí, y auténtico portaviones desde el que despegaban y al que volvían los bombarderos.
El Ministerio de Defensa del gobierno PSOE describe así la participación española en el marco de la OTAN 6 :
«10 de septiembre/25 de marzo de 1991: La OTAN pone en marcha un conjunto de acciones y medidas militares de precaución y disuasión en la operación Southern Guard , con motivo del conflicto del Golfo Pérsico, con objeto de proteger la seguridad del tráfico marítimo, la libertad de navegación en el Mediterráneo y reforzar la capacidad de defensa aérea en la Región Suroriental de la Alianza, ante las amenazas del presidente de Irak, Sadam Hussein, de efectuar acciones hostiles en dicha zona.
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España mantiene una fragata en la Fuerza Naval no permanente de la OTAN en el Mediterráneo (NAVOCFORMED), que prolonga indefinidamente su activación al efecto. Durante el período de crisis pasan tres buques en el turno de rotación para cubrir ese puesto, que se basan principalmente en Antalya (Turquía).
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La Fuerza Naval Permanente de la OTAN del Atlántico (STANAVFORLANT) patrulla la entrada al Mediterráneo.
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Una Fuerza de Aviones de Patrulla Marítima vuela permanentemente sobre el Mediterráneo para el control del tráfico marítimo durante la crisis. España aporta cuatro aviones P-3B Orión del Ala 22 con base en Jerez.
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Los grupos de combate de las flotas británica, francesa, española, italiana y alemana cubren el Mediterráneo, junto con aviación basada en tierra, en una operación aeronaval denominada Cadex ’91-1 , que tiene su punto culminante los días 26, 27 y 28 de febrero de 1991, coincidiendo con el contraataque terrestre de la Coalición en Kuwait e Iraq. Por parte española participa el Grupo Alfa de la Flota, compuesto por el portaaviones Príncipe de Asturias , un destructor, tres fragatas y dos submarinos, que terminan las operaciones en Nápoles el 4 de marzo.
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Entre las diversas facetas de la operación aliada en el Mediterráneo, España se encarga de asegurar el Estrecho de Gibraltar con el Mando de Artillería de Costa del Estrecho (MACTAE), dos destructores, dos patrulleros y un avión de patrulla marítima.
Israel no participó, al menos públicamente, en ninguna operación militar a pesar de que recibió en su territorio el impacto de 39 misiles Scud, disparados desde Iraq. La pasividad aparente del estado sionista era clave para lograr lo que poco tiempo atrás parecía imposible: la presencia de tropas de tres países árabes en un ataque militar dirigido por EE.UU. contra otro. La participación de Egipto, que ocupa el tercer lugar del mundo entre los mayores receptores de ayuda militar de EE.UU. (detrás de Israel y Colombia) a partir de la firma bilateral del acuerdo de paz con Israel en 1979, era previsible. No obstante Mubarak enfrentó una altísima tensión interna fruto de la masiva oposición popular al ataque a Iraq.
Siria por su parte jugó su baza en un tablero mucho más pequeño: el de su influencia en Líbano. A cambio de cumplir la función estratégica para EE.UU. de contribuir decisivamente a dar fachada árabe al ataque a Iraq, consiguió que EE.UU: y Francia retiraron su apoyo al gobierno anti-sirio del general M. Aoun, que inmediatamente cayó.
El Consejo de Seguridad de la ONU, desaparecido ya el contrapeso de la URSS, jugaba por primera vez desde su creación tras la II Guerra Mundial el vergonzante papel7 de legitimador de intervenciones militares8.
El debilitamiento de Iraq mediante la acción combinada de la guerra y el embargo iniciaba un proceso de dominación regional mucho más amplio. Pretendía el control in situ de los yacimientos de petróleo y gas, la presencia militar directa para «proteger los oleoductos, todo ello en el marco de un ambicioso plan destinado a forzar una inserción integral (económica, militar, social y cultural) de los países árabes de la zona en el capitalismo neoliberal, bajo la hegemonía de Israel.
El primer objetivo era destruir el estado árabe que con un nivel de desarrollo más alto posibilitado por una exitosa mezcla de recursos económicos, demográficos y científicos, era el más firme baluarte de nacionalismo panarabista y por ello símbolo, junto a Palestina, de la identidad árabe. James Baker, ex Secretario de estado norteamericano habló claro: el objetivo era «devolver a Iraq a la Edad Media».
El segundo, romper cualquier vestigio de unidad árabe. La participación militar directa de Arabia Saudita y, sobre todo, de Siria y Egipto, marca un hito en el sometimiento de los gobiernos árabes a los planes de EE.UU. e Israel y enciende la mecha del polvorín del enfrentamiento de los primeros con una «calle árabe» de bien acreditada rebeldía.
El tercero, domesticar la OLP, destruirla como referente de liberación de su pueblo y, en el convincente escenario de la destrucción de Iraq, reconducir el conflicto árabe israelí y transformándolo en israelo-palestino, inaugurar un «proceso de paz»9, abierto desde entonces, que niega una por una, todas las reivindicaciones nacionales palestinas, además de la liberación de los presos y el regreso de los refugiados.
2.El Diálogo Mediterráneo de la OTAN
En 1994, la División de Diplomacia Pública de la Alianza que tan bien había jugado su papel promoviendo la Alianza Para la Paz, suavizando resistencias y comprando dirigentes en los países del extinto Pacto de Varsovia para engrasar su ingreso en la OTAN, decide declarar Al Norte de África y Oriente Medio objetivo prioritario. Se lanza la iniciativa del Diálogo Mediterráneo, que desde el primer momento es apoyada por Egipto, Israel, Mauritania, Marruecos y Túnez, incorporándose después Jordania (1995) y Argelia (2000).
Su finalidad es promover una asociación militar de los estados implicados, entre sí y teniendo a Israel como un socio más, sometida a los designios de la OTAN. Ello incluye un trabajo sistemático y sostenido dirigido a altos cargos militares, políticos, académicos, expertos, líderes de opinión, periodistas, etc, para cambiar radicalmente una opinión pública árabe que había impedido la participación directa de Israel y de la OTAN, en el ataque a Iraq.
En palabras de Nicola de Santis, Coordinador para los países del Diálogo Mediterráneo y la ICI [Iniciativa de Cooperación de Estambul] en la División de Diplomacia Pública de la OTAN:
«El Diálogo Mediterráneo nació para promover la seguridad y estabilidad regionales, mejorar la comprensión mutua entre la OTAN y sus Socios mediterráneos, corregir la imagen distorsionada que algunos de los países participantes tenían de la Alianza, y fomentar unas buenas relaciones de amistad en toda la región. Además pretende complementar otras iniciativas internacionales relativas a esta región, como el Proceso de Barcelona de la Unión Europea y la Iniciativa Mediterránea de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE)»10.
Estos amables propósitos encubren realidades más pragmáticas como son: la participación de estos países en maniobras de la OTAN, la planificación «conjunta» de la reforma de sus fuerzas armadas, incluida la compra masiva de armamento a EE.UU. y otros países de la OTAN11, la formación de militares, la estrecha vinculación en materia de servicios secretos, el apoyo mutuo en la lucha antiterrorista, etc.
Como símbolo palpable del nivel de integración alcanzado, sirve la siguiente información proporcionada por Nicola de Santis: «Dentro del contexto de estas operaciones cabe reseñar que uno de los países del Diálogo Mediterráneo, Marruecos, participa en la Fuerza de Estabilización de Bosnia-Herzegovina y en la Fuerza para Kosovo, y que otros dos, Egipto y Jordania, aportaron en el pasado tropas a las operaciones de la OTAN en Bosnia-Herzegovina. Y es posible que los países del Diálogo Mediterráneo quieran participar en la Operación Active Endeavour, la misión marítima de la Alianza que debe detectar, disuadir y desarticular cualquier posible actividad terrorista en el Mediterráneo»12.
3. El eje EE.UU., Turquía e Israel
El mismo año 1994 EE.UU. patrocina otra iniciativa en la región de gran trascendencia y destinada a caminar a gran velocidad. Se trata del llamado Acuerdo de Seguridad y Secreto entre Turquía e Israel que además de acercar decisivamente a Israel a la OTAN, tiene importantes consecuencias en el ámbito regional. El acuerdo se dirige sistemáticamente contra Iraq, Iran y Siria, países todos ellos fronterizos con Turquía y enfrentados a Israel por sus conexiones con la resistencia palestina y libanesa.
La alianza militar entre Israel y Turquía, primer y cuarto país del mundo, respectivamente, en el ranking de receptores de ayuda militar de EE.UU, responde, además de a fuertes intereses comunes vinculados al control del transporte de hidrocarburos como se verá más adelante, al objetivo estratégico de Israel de apropiarse de las riquezas hídricas de la zona. La asociación del estado sionista con Turquía facilita enormemente la tarea, al tiempo que refuerza el enfrentamiento con Siria y Líbano.
Ignacio Gutierrez de Terán informa en un interesante artículo13 que: Israel.. «controla parcial o totalmente la ribera occidental del Jordán, el lago Tiberíades, los altos del Golán (ricos en manantiales), el Yarmuk y los ríos Litani y Hasbani en Líbano, disponiendo en algunos casos de plena potestad para decidir las cuotas de racionamiento a países vecinos, como Jordania, obligada a regatear los cupos en las conversaciones de paz. O también puede utilizar el agua como soga gruesa con la que atenazar los territorios autónomos palestinos que, en este aspecto y en casi todos los demás, no tienen plena autonomía sobre sus propios recursos hídricos. Si las aguas ya bajaban turbias para Siria y los países árabes de la región entre el aluvión israelí y las últimas obras hidráulicas turcas en los ríos Éufrates y Tigris (que afectan especialmente a Siria e Iraq), el acuerdo militar de 1996 ha encendido todas las luces de alarma. Y es que tras el tratado firmado por Israel y Turquía, que mantienen desde hace años diversos programas de colaboración hidráulica y de técnicas de regadío, el eje Tel Aviv-Ankara se convierte no sólo en una formidable tenaza militar sino también en el aguador de Oriente Medio».
Uno de los proyectos más ambiciosos es, efectivamente, captar el agua del Tigres y el Eúfrates en Turquía, en detrimento de Siria e Iraq y trasladarlo mediante un acueducto al estado sionista.
En el caso de Siria, también es cierto que «Roma no paga a traidores». Pese a haber formado parte de la coalición multinacional que atacó Iraq en 1991 ha terminado formando parte del eje del mal y pasando por lo tanto a situarse en el punto de mira de un próximo ataque de EE.UU. la OTAN o Israel.
El alto grado de cooperación militar entre Turquía e Israel, alcanzado en tiempo récord, se refleja dos años más tarde, en 1998, en al Acuerdo de Capacitación y Cooperación Militares que incluye producción conjunta de armamento. Poco después ambos países inician conversaciones para lograr un acuerdo de libre comercia que se hace efectivo en el año 200014.
En febrero de 2003, un mes antes de que comenzara la invasión de Iraq, EE.UU. propuso en la OTAN15 un plan para incrementar espectacularmente la dotación de armamento a Turquía, para contrarrestar la posible respuesta iraquí a la participación directa de los turcos en el ataque. La diferencia de criterios entre la UE y EE.UU, en relación con la forma de controlar Iraq, se expresó en la oposición inicial a la propuesta por parte Francia, Alemania y Bélgica que daba cuenta del complejo contencioso de la UE con Turquía e impedía la participación directa de la OTAN en la invasión de Iraq. Finalmente EE.UU. ganó el pulso y se llevó a cabo la operación de la OTAN Display Deterrence de «protección» de Turquía, tras invocar este país el artículo 4 del Tratado Atlántico.
4. El Gran Oriente Medio
En junio de 2004, mientras se configura el nuevo escenario militar de alianzas militares se presenta el gran proyecto del capitalismo imperialista al que sirven. EE.UU. propone en la cumbre del G8, a la que asiste un curioso grupo de representantes de los gobiernos de Afganistán, Argelia, Bahrein, Jordania, Túnez, Turquía y Yemen, además del nuevo presidente de Iraq, su Iniciativa para un Amplio Oriente Medio y Norte de África.
Como analiza Loles Oliván16, se trata de un programa multisectorial de remodelación integral que tiene su epicentro en el Iraq ocupado. Bajo títulos tales como «democracia», «derechos humanos», «estado de derecho», «sociedad civil», «avance de la mujer», pretende hacer de la región entera, incluyendo a Israel y Turquía, un todo homogéneo económica, social y culturalmente.
Los instrumentos para la implementación del plan se pusieron rápidamente en marcha: Un Foro para el Futuro integrado por el G8, gobiernos, empresas y la «sociedad civil» definiría las reformas globales, un Plan de Apoyo proporcionaría «ayudas» para llevarlas a cabo, un Servicio de Desarrollo Empresarial Privado para mejorar negocios e inversiones dotado con 100.000 millones de dólares, una Fuerza Especial sobre Inversión, un Consejo Empresarial Árabe, etc.
Por cierto como señala la citada autora, en cada apartado aparece una gran preocupación por la participación de las mujeres.
El gran premio final a los esfuerzos será el ingreso del país correspondiente en la Organización Mundial del Comercio.
5. La Iniciativa de Cooperación de Estambul (ICE)
El mismo mes de junio de 2004 se reúne una trascendental Cumbre de la OTAN, significativamente en Estambul, en la que además de incorporar 7 nuevos países, ex miembros del Pacto de Varsovia, aceptar el control de la ISAF en Afganistán, poner en marcha la Misión de Adiestramiento del ejército y las fuerzas de seguridad iraquíes, etc declara: «La OTAN puede contribuir a la reforma y la democracia en esta región realzando el Diálogo Mediterráneo en el que participan actualmente Argelia, Egipto, Israel, Jordania, Mauritania, Marruecos y Tunisia. La OTAN puede crear también una conjunto más amplio de relaciones con naciones seleccionadas del Gran Medio Oriente, colaborando con ellas en los aspectos del antiterrorismo, la oposición a las ADM, la interceptación y las operaciones de estabilidad».
El Director de Planificación Política J. Patrick Shea, analizando el marco de la ICE, vinculaba directamente los avances de la OTAN en la construcción de alianzas con los países del sur del Mediterráneo con los cambios producidos tras el 11-S, si bien sitúa la presencia de la Alianza en la zona, en el marco de intereses comunes estratégicos, es decir, el control de los recursos de la zona17.
La ICE se lanza de manera complementaria y paralela al Diálogo Mediterráneo (DM) para dirigirse a los países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG). El éxito es fulminante. En junio de 2005 cuatro de los seis países que lo integran, Bahrein, Qatar, Kuwait y los Emiratos Árabes Unidos(EAU), se habían unido a la Iniciativa.
El objetivo declarado es semejante al del DM. Mediante reuniones de estos países con los 26 miembros de la OTAN o de los 26 con cada uno de ellos: «busca reforzarla seguridad y la estabilidad..(…) en particular en el contexto de la lucha contra el terrorismo y la proliferación de las armas de destrucción masiva»18.
La actividad ha sido vertiginosa. A lo largo de 2005, el Secretario general de la OTAN ha visitado: Jordania, Marruecos, Israel, Túnez, Mauritania, EAU, Egipto, Argelia y Qatar. En marzo de ese año tuvo lugar en Roma una importante conferencia titulada: la OTAN y las fronteras en Oriente Medio. En ella participaron un centenar de altos oficiales, parlamentarios, académicos y expertos en materia de seguridad de la OTAN y de los países del CCG destinada evaluar la puesta en marcha de la ICE19.
Durante el año pasado se continuó dando pasos para la integración de los países árabes del DM e Israel en actividades de la OTAN en la zona. Los datos públicos más relevantes fueron los siguientes: en febrero de 2006 tuvo lugar el primer encuentro de ministros de defensa de los países del Diálogo Mediterráneo20, el 9 y 10 de mayo de ese mismo año se reunieron por primera vez en Bruselas los jefes de los servicios de inteligencia de los 26 países miembros de la OTAN más los siete del Diálogo Mediterráneo21 y tres meses más tarde se anuncia la participación de Israel y Argelia en la operación Active Endeavour, «apoyando desde la costa las labores de inteligencia y de interrupción del tráfico de mercancías, personas y armas»22.
El papel que juega la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y sus enfrentamientos con el legítimo gobierno de Hamás pueden entenderse mejor si se tiene en cuenta el grado de alineamiento de la primera con la estrategia imperial. No se trata sólo de la escandalosa extorsión a que EE.UU. y la UE están sometiendo al pueblo palestino por haber votado «mal», con la complicidad de la ANP, sino de los pasos dados encaminados a integrarse en la misma Alianza militar que la potencia sionista ocupante. Así, tras un primer encuentro informal y discreto entre Saeb Erakat y Mohamed Dahlan en representación de la ANP y Hoop Sheffer – preparado por el Secretario General de la Alianza y apoyado por España – en la Cumbre de Madrid de marzo de 2005, en el otoño de 2006 el embajador español ante la OTAN informaba que «ya se han establecido los primeros contactos informativos entre la ANP y la Alianza», al tiempo que proponía ampliar los actuales socios a otros países: Líbano, Libia, Siria…23
Finalmente, el 21 de enero de 2007 ha tenido lugar, significativamente en Riad, dado que Arabia Saudita hasta ahora sólo había manifestado «interés» por la ICE, un Simposium entre la OTAN y el Consejo de Cooperación del Golfo en el marco de la Iniciativa de Cooperación de Estambul, copatrocinado por la División de Diplomacia Pública de la OTAN, el Instituto Diplomático del Ministerio de Asuntos Exteriores de Arabia Saudí y el Centro de Investigaciones del Golfo, de Dubai. Contó con la presencia del Secretario General de la Alianza que manifestó: «Quiero dejar claro aquí que la OTAN apreciaría mucho la participación de Arabia Saudita en la ICE. Arabia Saudita es un país clave en esta región y más allá»24
6.El guante de seda y la complementariedad de las iniciativas
La ofensiva por la penetración del mercado capitalista hasta los últimos rincones de la zona y por el control neocolonial de Oriente Medio tiene variados instrumentos que se complementan y coordinan. La jerarquía viene determinada por el poder real de cada país en función de su potencia económica y militar: la mano invisible del mercado y el puño de hierro que la protege.
Tanto Nicola de Santis25 Coordinador de Diplomacia Pública de la OTAN, como el embajador de España ante la OTAN Pablo Benavides26 insisten el carácter complementario de estas iniciativas, con respecto a las que en la zona desarrolla la UE, el Proceso de Barcelona o la Iniciativa Mediterránea de la OSCE.
Como en un gigantesco drama hay multitud de actores y, aunque hay papeles de diferente importancia, todos son necesarios para el éxito de la obra. Los dirigentes de la Alianza son conscientes de que «los países de esta región aún tienen una imagen negativa de la OTAN»27 y aunque la labor de «engrase» de las élites y las clases políticas – no digamos las militares – camina a buen paso, saben que las clases populares mantienen bien identificados los verdaderos intereses en juego.
A intentar desactivar las resistencias a los objetivos imperiales va dirigida una curiosa maniobra protagonizada por quién a los pocos días de ser elegido Presidente del Gobierno tomó la decisión de retirar las tropas españolas de Iraq, mientras doblada la presencia militar en Afganistán para cubrir la retaguardia de EE.UU. La aureola pacifista de uno de los socios más leales de la OTAN28 es una buena herramienta para presentar exactamente el mismo proyecto de dominación desde una cara más suave: la Alianza de Civilizaciones29 propuesta por Rodriguez Zapatero y copatrocinada por Turquía.
La evidente utilidad general para el proyecto de dominación de la zona de la propuesta de Zapatero es analizada así por el Director de Planificación Política de la OTAN, J. Patrick Shea: «…los esfuerzos de la OTAN no pueden darse en un vacío conceptual. En la medida en que la iniciativa de EE.UU. en el Gran Medio Oriente y la del primer ministro Zapatero quien apela a una Alianza de Civilizaciones, asumen formas concretas en términos de diálogo y de programas de la sociedad civil, se logra la construcción de puentes y de confianza …»30.
Un ejemplo más del carácter complementario de iniciativas e instituciones es esta valoración acerca de la posibilidad de que si la «Comunidad Internacional» refuerza su presencia en Afganistán, la OTAN podría liberar recursos y jugar un papel militar directo sobre el terreno en el mantenimiento de un futuro acuerdo de paz «palestino-israelí»: Si la comunidad internacional es capaz de aportar los recursos necesarios para la estabilización de Afganistán, el papel de la OTAN en la Fuerza Internacional de Apoyo a la Seguridad podría resultar un modelo aplicable a Iraq e incluso llegar a contribuir a una futura solución para el conflicto palestino-israelí. El problema de Israel es que cuanto mayor es su capacidad militar menos segura se siente su población. Se necesita un mediador honrado, que goce de la confianza de las dos partes y que pueda ayudar durante las negociaciones y en la posterior implementación de un complejo paquete de medidas de seguridad. Ni Estados Unidos ni Europa pueden desempeñar ese papel al no ser considerados como agentes imparciales. Y por muy inverosímil que pueda parecer ahora, en los próximos años la OTAN será probablemente la única institución que pueda hacerse cargo de este problema con éxito».
Un objetivo clave de esta estrategia, con multitud de tentáculos y actores, es someter a todos y cada uno de los países del conjunto regional árabe a los planes del imperialismo, cuyo gendarme y máximo representante en la zona es el estado de Israel, a su vez estrechamente ligado por una compleja red de alianzas económicas y militares a Turquía.
La tupida tela de araña de chantajes, amenazas y sobornos, tejida por los diferentes instrumentos imperiales dirigidos por la OTAN alrededor de cada estado árabe, tiene por finalidad impedir que ninguno de ellos intervenga en un conflicto protagonizado por Israel, al tiempo que alimenta el polvorín del abismo entre cada gobierno y sus pueblos respectivos.
El último ejemplo ha sido el ataque devastador de Israel sobre Líbano
7. Líbano, una etapa inconclusa en la geoestrategia imperial
Como informa Michel Chossudovsky en su imprescindible artículo «La guerra de Líbano y la batalla por el petróleo»31 , el día antes del comienzo de los bombardeos de Israel sobre Líbano tenía lugar no lejos del escenario de la masacre un acontecimiento que, de haber saltado a los grandes medios de comunicación, hubiera permitido a la opinión pública hacerse con las claves de un ataque de ferocidad inusitada y que se pretendía justificar por el secuestro de un soldado israelí realizado por Hezbollah.
El 13 de julio de 2006 se inauguraba el oleoducto mayor del mundo que transporta petróleo del mar Caspio al mediterráneo oriental. En un recorrido de 1.600 km, une Baku (Azerbaiján), Tiflis (Georgia) y desemboca en el puerto turco de Ceyhan, situado junto a la frontera con Siria y próximo también a la costa libanesa. Tiene una significación especial que el oleoducto fuera inaugurado precisamente en Estambul y contara con la presencia del presidente de Turquía y del ministro de Energía e Infraestructuras de Israel.
El oleoducto conocido como BTC (Baku, Tiflis, Ceyhan) es propiedad de un consorcio cuyo principal propietaria es la British Petroleum – controlada por los banqueros Rohschild, de origen hebreo – y del que forman parte también Chevron (EE:UU), Conoco-Philips (EE.UU.), Unocal (EE.UU.), Statoil (Noruega), TotalFinaElf (Francia) y Eni (Italia). Su construcción ha costado 3.500 millones de dólares y ha obtenido préstamos públicos del Banco Mundial y del Banco Europeo para la reconstrucción y el Desarrollo (BERD), a pesar de las múltiples denuncias por su negativo impacto medioambiental y social para los pueblos de la zona32.
Se trata del mayor oleoducto del mundo, capaz de transportar 50 millones de toneladas de petróleo crudo al año – un millón de barriles de petróleo al día -. El BTC, también llamado Terminal Petrolera Caspio Mediterránea, asegura el control de los hidrocarburos del Caspio a las grandes multinacionales de EE.UU y la UE y su transporte hacia el mediterráneo, hace posible su derivación hacia el Mar Rojo y el Golfo Pérsico camino de India y de Japón, en una importante victoria estratégica por el control del petróleo frente a Rusia y China. Se delimita así uno de los aspectos esenciales del gran Oriente Medio: es la región del mundo que va del Yemen al Mar Caspio y desde el mediterráneo oriental al Golfo Pérsico en la que se concentra más del 60% de las reservas mundiales de petróleo.
Una infraestructura de tamaña trascendencia económica, requiere un férreo control militar. Efectivamente Georgia y Azerbaiján actúan como «protectorados de EE.UU., firmemente integrados en una alianza militar con el país del norte y con la OTAN. Más aún ambas repúblicas tienen acuerdos de cooperación militar de larga data con Israel»33.
Es fácil comprender que los bombardeos israelíes sobre Líbano forman parte de la estrategia perfectamente planificada, de una larga guerra por el control de aquéllos países – Líbano, Siria e Irán – , cuyos gobiernos son reacios a colaborar en los objetivos imperiales, como es el caso de los dos últimos, o están bloqueados en sus deseos de alineamiento por una potente resistencia popular, como es el caso del «país de los cedros».
El control militar, naval y aéreo, del Mediterráneo Oriental corre fundamentalmente a cargo de la OTAN, en coordinación con Israel y con la complicidad de los países árabes, socios menores de la Alianza. En el Golfo Pérsico, sin embargo, la flota está bajo control directo de EE.UU. con la participación de Canadá.
Desde el año 2001 se mantiene la Operación de la OTAN para la «guerra antiterrorista» en el Mediterráneo, Active Endeavour, que incluye tropas y navíos de Italia, España, Francia, Turquía, Alemania y Holanda. Según el Vicealmirante Roberto Cesaretti, Comandante en Jefe de la citada Operación: «La Operación Active Endeavour depende totalmente del apoyo logístico de los Aliados mediterráneos, utilizando dos bases logísticas -Souda en Grecia y Aksaz en Turquía- y otros puertos de este mar»34.
Estas fuerzas de la OTAN son las que se encargan de ejecutar el escandaloso e ilegal embargo naval a Líbano para impedir la llegada de armas y suministros militares, así como del embargo aéreo del país bombardeado, mientras el país atacante no ha sido objeto de sanción alguna.
En un importante estudio de la escalada militar en Oriente Medio, realizada por Mahdi Darius Nazemroaya para Global Research, se cita una fuente israelí35 para desenmascarar los verdaderos objetivos del descomunal despliegue militar, naval y terrestre, en Líbano e ilustrar el papel de la OTAN en el Mediterráneo Oriental como parte de los planes de guerra contra Siria e Irán. : «Esta expectativa [de una guerra lanzada contra Irán y Siria] ha reunido la mayor armada naval y aérea que Europa [la OTAN] haya juntado nunca en algún punto del globo desde la Segunda Guerra Mundial: dos portaaviones con 75 caza bombarderos, aviones espía y helicópteros sobre sus cubiertas; 15 barcos de guerra de varios tipos, 7 franceses, 5 italianos, 2-3 griegos, 3-5 alemanes y 5 usamericanos; miles de marines franceses, italianos y alemanes, así como 1.800 marines usamericanos. Se presenta como apoyo para sólo 7.000 [anticipados] soldados europeos que se desplegarán en Líbano para impedir que la fuerza decreciente de 4.000-5.000 soldados israelíes y unos 15.000 a 16.000 milicianos de Hezbolá se enfrenten, así como para una variedad de trabajos humanitarios (…) Así que si no es para Líbano, ¿para qué este tremendo despliegue de poderío naval? Primero, según nuestras fuentes militares [en Israel], los participantes europeos sienten la necesidad de una fuerte presencia naval en el Mediterráneo Oriental para impedir que una posible guerra iraní-USA-israelí provoque un ataque iraní con misiles Shahab contra [Bases Usamericanas-OTAN utilizadas contra Irán desde] Europa [oriental]. Segundo, para disuadir a Siria y a Hezbolá de abrir un segundo frente contra USA e Israel desde sus costas del Mediterráneo Oriental.» 36
8. El gobierno del PSOE y sus acólitos, cómplices directos en la escalada militar
El PSOE de Rodriguez Zapatero que ganó – contra todo pronóstico – las elecciones en 2004 porque encarnó el instrumento que los pueblos eligieron para deshacerse de un PP insoportablemente comprometido con la estrategia de guerra permanente de EE.UU., está emulando al de Felipe González que consiguió la mayoría absoluta con el slogan «OTAN, de entrada NO» para pasar a ser el máximo abanderado del atlantismo, con Secretario General de la OTAN incluido.
Camuflado tras la decisión de retirar las tropas de Iraq, esgrimiendo el talante como cortina de humo tras la que ocultar el mantenimiento de todos los compromisos militares del gobierno anterior, ejecutando su papel de «policía bueno» con la iniciativa de la Alianza de Civilizaciones, el gobierno PSOE, con el apoyo general y el voto específico a los Presupuestos Generales del Estado de IU, ERC y BNG, está jugando un doble papel en el tablero geoestratégico mundial.
Por un lado continúa siendo el aliado estratégico de fidelidad inquebrantable a EE.UU. manteniendo la operación «Blanket Clearance SPAIN 01» para los aviones de las Fuerzas de los EEUU en apoyo a las Operaciones «Iraqui Freedom» y «Enduring Freedom», así como ofertando el uso de la Base Aérea de Morón37, en apoyo a la misión de adiestramiento de fuerzas de seguridad iraquíes, para Fuerzas de la OTAN. Todo ello en el marco del el ominoso Convenio de Cooperación para la Defensa firmado por Aznar en 2002 y que permanecerá vigente hasta 2011, que no ha sido denunciado, y que alcanza las más altas cotas de hipoteca de la soberanía nacional y vasallaje a una potencia extranjera. El caso de la utilización de las bases de Morón, Rota y Torrejón para los vuelos de la CIA es paradigmático. Efectivamente no se ha vulnerado la legalidad, como dice el gobierno; están amparados por el Convenio bilateral.
Por otro lado actúa como «potencia europea» y miembro destacado de la OTAN, participando de lleno en la escalada armamentista de la UE y enviando tropas a todos los escenarios en los que se juegan grandes intereses económicos que requieren control militar.
El Ministerio de Defensa informa en enero de 2007 de la participación militar española en los siguientes países: Bosnia-Herzegovina, Kosovo, Afganistán, Líbano, ex Yugoslavia, Darfur, Etiopía-Eritrea y República Democrática del Congo38.
En la reciente Cumbre de Ministros de defensa de la OTAN celebrada en Sevilla, para intentar eludir de momento el envío de más tropas a Afganistán, el gobierno se ha comprometido a formar y a financiar dos batallones del ejército afgano y estudia el envío a Kabul de 150 oficiales del Cuartel de Alta Disponibilidad de la OTAN en Bétera (Valencia), de los cuales 130 serán españoles.
Semejante despliegue e implicación militarista han llevado al gobierno del PSOE romper todos los records en % de gasto militar en 2006, llegando a suponer el 12 % de los Presupuestos Generales del Estado, 32 veces más que el gasto de cultura. Especial mención merece el gasto en investigación militar que ha sido el de mayor crecimiento de la OCDE, solamente por detrás del de EE.UU. 39.
En este escenario estratégico de Oriente Medio, en el que se desenvuelven a diario los dramas de las ocupaciones de Palestina, Iraq y Afganistán40, las masacres de Líbano, la desvergüenza del saqueo, la recolonización económica y cultural, la escalada militar comandada por EE.UU. e Israel y ejecutada por la OTAN, quienes afirman y reiteran estar capacitados y preparados para operaciones prolongadas en el Mediterráneo Oriental, cuando cada día que pasa son más claros los preparativos de guerra contra Siria e Irán, la colaboración desde posiciones de izquierda para legitimar el envío 1.100 soldados a Líbano, además de dos barcos de guerra, en lo que supone el tercer mayor contingente desplegado por un país de la UE., tiene mucho más trascendencia que el voto de unos pocos diputados.
Para mantener oculto este escenario de guerra, dominación y expolio, y sobre todo, la importante contribución militar española al mismo, ante un pueblo que reaccionó con la fuerza y la indignación que lo hizo ante la invasión de Iraq, saliendo masivamente a la calle y clamando «No en mi nombre», es de enorme utilidad la legitimidad prestada por organizaciones como ERC o el BNG, y sobre todo por IU que surgió precisamente del movimiento anti-OTAN.
Ese tranquilizador discurso de la «interposición para la paz» o la «intervención humanitaria» que sólo tiene verdadera credibilidad representado desde la «izquierda» y sus «intelectuales progresistas» es clave para conseguir narcotizar las conciencias y debilitar la capacidad de respuesta. Función impagable para quienes saben que las guerras pueden perderse ante la opinión pública, a pesar de la descomunal superioridad militar.
El imperialismo y sus lacayos intentan evitar a toda costa, sobre todo, que los pueblos percibamos que quienes que se oponen a sus planes y a los de sus clases dominantes y resisten con o sin armas en Iraq, Afganistán, Líbano o Palestina, son la vanguardia actual de la lucha general por la emancipación de la humanidad.
A ello va dirigido el mayor esfuerzo de manipulación informativa que se haya realizado nunca, a impedirnos descubrir cómo, mediante una especie de desesperación invencible, en medio del horro, se van construyendo formas nuevas de unidad árabe41 entre formaciones confesionales y laicas, entre fuerzas comunistas y nacionalistas42, con la participación decisiva de los sindicatos y de las mujeres.
Esa es, precisamente, nuestra tarea, aquí y ahora:
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Desvelar la estrategia común de EE.UU., Israel, la OTAN y la UE, de aniquilamiento y rapiña que ha planificado y previsto todo, excepto la resistencia de los pueblos
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Apoyar y/o desarrollar espacios de información, pensamiento y elaboración independientes que impidan que, ante el próximo ataque militar la propaganda de guerra de las clases dominantes nos encuentre inermes e incapaces de hacer frente seriamente a nuestras tareas de solidaridad internacionalista.
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Descubrir la continuidad histórica entre la resistencia popular en Oriente Medio y la lucha antifascista de los pueblos, en la Guerra Civil española y en la II Guerra Mundial, que nos hermana frente al sio-imperialismo.
* Ponencia presentada en la Contracumbre de Sevilla contra la cumbre de ministros de defensa de la OTAN el 3 de febrero de 2007
** Ángeles Maestro es miembro de Corriente Roja. Fue dirigente del PCE y diputada de IU en el Congreso de los Diputados
Madrid, 14 de febrero de 2007
1 El análisis de la posición de IU sobre este asunto ha sido analizada recientemente en Maestro. A (2006) «Izquierda Unida, entre la indigencia intelectual, la complicidad y la palabrería». http://www.insurgente.org/modules.php?name=Content&pa=showpage&pid=794
2 Ibid, páginas 5 y 6
3 Los últimos acontecimientos n Líbano, la huelga general y la toma de las calles por la oposición popular para lograr el derrocamiento del gobierno aliado del sio-imperialismo de Fouad Sanioura son analizados en dos reciente artículos en el sitio web del Partido Comunista Libanés http://www.lcparty.org/080107_11.html
5 Polya Gideon (2004) El coste del imperialismo democrático. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=7555
7 Las resoluciones del Consejo de Seguridad sobre la guerra contra Iraq de 1991 pueden consultarse en http://www.historiasiglo20.org/TEXT/ONUguerragolfo1991.htm
8 Si bien ningún país con derecho a veto, incluyendo a Rusia y a China, se opuso al embargo (Resolución 660) y luego a la guerra (Resolución 670), hay que recordar el dignísimo papel de Cuba y de Yemen, único país árabe en el Consejo de Seguridad, votando en contra.
9 La Conferencia de Paz palestino-israelí se reúne en Madrid en octubre del mismo año 1991.Los Acuerdos de Oslo se firman en 1993 y sus terribles consecuencias, que dieron origen a la segunda Intifada en el año 2000, fueron: la bantustanización de los territorios palestinos, el crecimiento espectacular de los asentamientos israelíes en ellos y el deterioro dramático de las condiciones de vida del pueblo palestino.
10 De Santis, Nicola (2004) «La apertura al mediterráneo y Oriente medio» . Pág. 1http://www.nato.int/docu/review/2004/issue3/spanish/art4.html
11 Desde 1993, cada 2 años tiene lugar en Abu Dhabi (Emiratos Árabes Unidos) la más importante feria internacional de armamento y la única en el mundo que permite exhibiciones con fuego real. En 2003, horas antes de que se iniciara el ataque contra Iraq, el 20 de marzo, a 850 Km de sus costas se clausuraba IDEX 2003 con un éxito sin precedentes de participación y de ventas
12 De Santis, Incola (2004). Documento citado en nota 11. Pág, 2.
13 Gutierrez Terán, Ignacio (1998) «Últimas tendencias del Nuevo Orden Mundial». Nación Árabe, nº 37.
14 Estos temas han sido tratados con gran rigor por Michel Chossudovsky en «la triple alianza: USA, Turquía, Israel y la guerra contra Líbano. http://www.tlaxcala.es/pp.asp?reference=916&lg=es
17. En Shea, J. Patrick (2006) «Una visión desde la OTAN». Ponencia presentada en el IV Seminario Internacional sobre Seguridad y Defensa en el Mediterráneo, puede leerse:
«Mucho después de 1994, el Diálogo Mediterráneo en la Alianza era un tema promovido por los seis (sic) aliados mediterráneos y que no contaba necesariamente con la atención o el pleno apoyo de los otros. El Diálogo estaba allí, pero antes del 11-S no recibió el impulso necesario que se merecía. El contexto del 11-S nos ha dado una segunda oportunidad y, como el embajador Benavides indicó, esto se ha reflejado no sólo en la mejora del viejo Diálogo Mediterráneo, sino también en el lanzamiento de la Iniciativa de Cooperación de Estambul. Personalmente creo que si bien el 11-S puede haber servido como fuerza impulsora, la necesidad de un diálogo OTAN-Mediterráneo se basa en una sólida y estratégica razón y en un interés común que precede, naturalmente al 11-S y que, por supuesto, no puede limitarse simplemente a las percepciones de amenazas del Sur o del terrorismo internacional». www.cidob.org/es/content/download/2935/26764/file/05_shea_cast.pdf –
19 Ibidem.
20 Ibidem
21 Benavides, Pablo (2006). «Hacia una mayor sinergia civil-militar». «. Ponencia presentada en el IV Seminario Internacional sobre Seguridad y Defensa en el Mediterráneo. Pág. 36. www.cidob.org
22 Ibidem
23 Ibid. Pág 38
25 Nicola de Santis (2004). Artículo citado en nota 11. La OTAN.. «además pretende complementar otras iniciativas internacionales relativas a esta región, como el Proceso de Barcelona de la Unión Europea y la Iniciativa Mediterránea de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE)».
26 Benavides, Pablo (2006). » … Es fundamental que trabajemos juntos OTAN, UE y también la OSCE porque creemos que nuestros esfuerzos son complementarios. Ponencia citada en nota 21. Pág 38
27 Shea, J. Patrick (2006). Artículo citado en nota 17, pág 41.
28 En la Cumbre de ministros de defensa de la OTAN celebrada en Sevilla en febrero de 2007, el Secretario General de la Alianza, De Hoop Scheaffer emarcó .. «la importancia de la entrada de España en la OTAN, aseguró que ha tenido y seguirá teniendo ‘un papel central’ en sus operaciones de mantenimiento de la paz. Tras resaltar su importante contribución a misiones como la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad en Afganistán (ISAF), subrayó que España es un aliado ‘fiable e incondicional’.
30 Shea, J. Patrick (2006). Artículo citado en notas 17. Pág. 42
33 Chossudovsky, M (2006) Artículo citado en nota 31, pág 1
36 Mahdi Darius Nazemroaya (2006) «La marcha hacia la guerra: preparativos navales en el Golfo Pérsico y en el Mediterráneo Oriental». http://www.tlaxcala.es/pp.asp?reference=1306&lg=es
39 Miguel Ángel de Lucas (2007). Diagonal. http://www.nodo50.org/casc/spip/article.php3?id_article=213
40 Polya Gideón (2004) «El coste del imperialismo democrático». El autor analiza los datos de la revista The Lancet y de UNICEF la elevada sobremortalidad infantil en Iraq y Afganistán desde la ocupación. http://www.nodo50.org/caminoalternativo/boletin/75-17.htmya
41 Cruz, Alberto (2007) «La revuelta popular libanesa contra el neoliberalismo» http://www.lahaine.org/index.php?blog=3&p=20174
42 Entre otros documentos, puede consultarse la declaración «Por un Iraq democrático e independiente» firmado conjuntamente por el Partido Baaz Arabe Socialista, la Alianza Patriótica Iraquí y la Asociación de Intelectuales contra la Ocupación. http://www.nodo50.org/iraq/2004-2005/docs/ocup_20-09-05.html