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Entrevista a Joseba Macías, sociólogo y periodista

«La nacionalización de la esperanza es hoy ya una realidad desde el Río Grande hasta el Cabo de Hornos»

Fuentes: Rebelión

  Joseba Macías (1961) es Sociólogo, periodista y profesor en la Facultad de Comunicación Audiovisual de la Universidad del País Vasco, EHU-UPV y de la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños (Cuba). P1: Pasados los fastos de celebración de las 50 primaveras de la UE, vamos de crisis en […]

 

Joseba Macías (1961) es Sociólogo, periodista y profesor en la Facultad de Comunicación Audiovisual de la Universidad del País Vasco, EHU-UPV y de la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños (Cuba).

P1: Pasados los fastos de celebración de las 50 primaveras de la UE, vamos de crisis en crisis y tiro a la casilla 27. ¿No será más difícil llegar a acuerdos entre tantos? ¿Quizá le falte alma a Europa?

Creo que el problema fundamental radica precisamente en que ese concepto de «Europa» que trata de imponerse como elemento uniformizador, es una entelequia. Hablamos de estados y de intereses políticos con muchos años de distancias y enfrentamientos entre sí como para tratar de imaginar ese «destino común en lo universal» que nos venden vía decreto-ley en aras a una supraunidad sustentada única y exclusivamente en claves mercantiles y sus mecanismos, reales o simbólicos, de control social. ¿De qué Europa estamos hablando? Pues evidentemente de un modelo esencialmente antidemocrático, autosostenido por una élite política que legitima un gran mercado neoliberal absolutamente alejado de los ciudadanos-as y retroalimentado por una clase funcionarial «comunitaria» que defiende con uñas y dientes sus ventajas sociales. Es tan sencillo como eso. Una gran «Europa-supermercado», como señala Costa-Gavras. Frente a esto, claro, se puede enfrentar un modelo totalmente distinto: el de una Europa sustentada verdaderamente en sus pueblos y ciudadanos-as, que respete y proteja su diversidad y a la vez establezca elementos comunes de justicia social, solidaridad (interna y externa) y equilibrio social. Y créeme que no estamos hablando de ningún proyecto irrealizable. Es cuestión de voluntades, de dar la voz a los ciudadanos-as (de verdad) y de potenciar auténticos mecanismos democráticos de participación social. Es decir, de plantear unas bases de articulación comunitaria sobre una postulados totalmente distintos.

P2: ¿Qué está ocurriendo en estos Estados Unidos de Europa, que hasta en Dinamarca se está destruyendo la simbología alternativa? ¿Nos dirigimos hacía una Lepenización de las sociedades europeas?

Sí, el ejemplo que propones es verdaderamente ilustrativo: el derribo de Ungdomhuset en Copenaghe, símbolo de los movimientos sociales alternativos y lugar donde en 1910 se estableció el 8 de mazo como Día Internacional de la Mujer Trabajadora, es una clara muestra de esta derechización que señalas. Pero no es un fenómeno nuevo: las actitudes represivas han sido una constante siempre que, de una forma u otra, se han alzado voces críticas contra este sistema, su modelo o sus valores. Es cierto que en estos últimos años los aires neoconservadores soplan con especial virulencia por todo el continente. Pero yo no hablaría de «lepenización» sino de un fenómeno que va mucho más allá de la esfera de lo político y penetra en los usos y las costumbres de la ciudadanía entre variables como «miedo al otro», «seguridad», «sacralización de la propiedad privada», «sociedad del espectáculo»… Ese es, en mi opinión, el verdadero ámbito de transformación social y política en el que se debe incidir desde los postulados del cambio. Y, como señala la consigna, «pensando globalmente para actuar localmente».

P3: Rígidos parece que se están poniendo los países de norte ante una América latina que quiere administrar, por fin, sus propios recursos…

Sí, parece que es así. Yo hablaba en algún artículo de esta nueva «nacionalización de la esperanza» que recorre el continente haciendo real por primera vez en muchos años el sueño de Salvador Allende… Es la ruptura de ese viejo postulado expuesto en la llamada «doctrina Monroe» en 1823: «América para los americanos», lo que en el lenguaje actual podría traducirse como «América para las multinacionales y las grandes corporaciones». Pues bien. Siguiendo con las evocaciones, los latinoamericanos-as «han dicho basta y echado a andar». Frente a ello, claro, empresas como Endesa, el BBVA, el Banco Santander, Gas Natural, Telefónica, Iberdrola o Repsol, por citar las más cercanas a nosotros-as, ponen el grito en el cielo y demandan de sus responsables políticos «mano dura» contra unos gobiernos que tienen el atrevimiento, por primera vez en muchos años, de querer controlar sus propios recursos para beneficio social de sus ciudadanos-as. El «altruismo occidental» entra así en bancarrota. Realmente sí, están muy nerviosos viendo cómo les van las cosas.

P4: Los populismos políticos que están surgiendo en Latinoamérica dan prueba del fracaso del neoliberalismo en una tierra de tanta miseria social. ¿No se debería mirar hacia la postglobalización, como afirma el ex ministro de cultura del gobierno de Lula, Cristovam Buarque?

La globalización, entendida en su concepto macroeconómico, es una enfermedad planetaria auspiciada por intereses oscuros y perversos. Y, sin duda, los pueblos del Sur especialmente los latinoamericanos en este período están al frente de la denuncia y la potenciación de vías alternativas. Los caminos son diversos: desde la revitalización del antiimperialismo representado por primera vez por tres generaciones de gobernantes (Fidel Castro, Hugo Chávez, Evo Morales – Rafael Correa) hasta la visión más contemporizadora de nombres como Lula, Kirchner, Ortega, Tabaré Vázquez o Bachelet. Todos ellos, de una forma u otra, plantean establecer parámetros distintos ante una nueva realidad cambiante en las estructuras de dominio. Como podemos ver, la respuesta es continental, se extiende por todas las geografías latinoamericanas por primera vez en las últimas décadas y yo diría en siglos. Creo que estamos asistiendo a la derrota progresiva de un miedo secular. Y aunque sin duda viviremos flujos y reflujos de esta marea, la nacionalización de la esperanza es hoy ya una realidad desde el Río Grande hasta el Cabo de Hornos. Es un momento excepcional en el que nuestra principal aportación debe de ser, una vez más, seguir apoyándoles desde la retaguardia de la complicidad.

P5: De reportajes castristas ha calificado Iñaki Anasagasti su labor como enviado especial del periódico DEIA a La Habana, informando de manera sesgada y poco democrática. ¿qué le responde al respecto?

Yo creo que esta pequeña historia es realmente muy sintomática para entender el concepto de «democracia» que manejan determinados próceres de la política. Yo vengo colaborando en la sección de opinión de Deia de modo estable, a petición de su equipo de dirección, desde el 2004. Lo hago también en otros medios. Antes había estado viviendo en Cuba durante varios años trabajando como profesor en la Escuela Internacional de Cine y Televisión. Ante la inesperada enfermedad de Fidel, el periódico me propone trasladarme a la Isla, situación que se repite un mes después con motivo de la celebración en La Habana de la Cumbre de Países No Alineados. A lo largo de estas semanas, envío al diario diversas crónicas, reportajes, entrevistas políticas y culturales… (desde Silvio Rodriguez a Gutierrez Menoyo, para entendernos). Deia lleva en los últimos meses planteando una política informativa más abierta, superando los manifiestos sesgos y limitaciones que derivaban de una línea editorial absolutamente sujeta a los designios y necesidades del PNV. Pues bien: determinados prohombres del partido, como el propio Anasagasti, luchan denodadamente contra esta decisión. Y yo, sencillamente, he sido uno de los elegidos por sus «dardos» a la hora de arremeter contra este nuevo Deia, en el que únicamente colaboro puntualmente . Eso es todo. Claro, únele a eso una larga lista de mentiras y descalificaciones, acusaciones ridículas… En fin, lo imaginable. ¿El por qué de esta actitud? Es sencillo: Iñaki Anasagasti, amante de la Venezuela pre-Chávez de acuerdo a su ideología ultraconservadora, no puede entender la complejidad de procesos sociales como el cubano o el venezolano sin arrogarse el monopolio de la verdad y la «democracia». Esa «democracia» que ha sembrado América Latina de desigualdades sociales, represión, injusticia, corrupción institucionalizada, precariedad y «favelas». Ante todo eso, el ahora «flamante senador» no ha dicho absolutamente nada. Y ataca mis artículos por «defender la Cuba castrista». En fin… Ese es el verdadero trasfondo de esta polémica.

P6: Algunos intelectuales vienen afirmando que la batalla política a la que se ha llegado hoy se da entre una derecha liderada por neocons ex comunistas y una izquierda liberal, cada día más sorprendida de las malas artes de su rival.

Yo no estoy de acuerdo con esta valoración. Es más, creo que en sí misma responde precisamente a la trivialización de la realidad que nos impone esta particular «sociedad del espectáculo» que nos toca vivir y padecer. Si el eje real se establece únicamente en el binomio PP-PSOE como conceptualización de «izquierda-derecha» imagínate dónde estamos. La vida política del Estado español creo que es mucho más rica y heterogénea que todo eso… Y no me refiero sólo a la existencia de «nacionalismos periféricos» con sus ámbitos políticos propios. Te planteo, si me lo permites, una lectura más sociológica que tiene que ver con una ciudadanía preocupada también por su realidad cotidiana y otros modos de funcionamiento social más allá del papel «sedante» del universo mediático. Y ese ejercicio de supervivencia es mucho más cercano a la realidad que el supuesto «termómetro democrático» de las urnas que se pone en marcha cada cierto tiempo con unos intereses que buscan mucho más el autosostenimiento y la retroalimentación de los partidos políticos que los de los ciudadanos-as que dicen defender. Es curioso: nuestra experiencia «democrática» se circunscribe a un período de sólo treinta años y tiene ya todos los déficits y vicios de las «partitocracias» más antiguas de nuestro entorno geográfico y cultural. Sería bueno reflexionar de vez en cuando sobre esta cuestión…

P7: Siguiendo la estela de la anterior pregunta me parece que vivimos una gallinácea algarabía en la política española. El ex comunista (un tanto sorprendente, formando lo que se llama derecha leninista) Jiménez Losantes tacha a Rajoy de maricomplejines, por no tener garra suficiente y representar a una derecha muy blandita. ¿Parecen blanditas las pataletas que se pillan convocando manifestación semanal?

Me gustaría conocer el verdadero «pasado comunista» de Jiménez Losantos pero en fin… Déjame decirte que no me gusta especialmente ese concepto de «derecha leninista» que me parece una gracia semántica recurrente y ya. Y no precisamente porque yo haya creído mucho en otros tiempos en el «papel vanguardia del partido». Mi cultura política se ha formado más en el ámbito de los movimientos sociales. Pero volviendo a tu pregunta, no deja de ser curioso que en este Estado que nos ocupa supuestos «popes mediáticos» se conviertan en los nuevos «tribunales de orden público» repartiendo bendiciones o condenas eternas. Establecen líneas de partido, plantean revisionismos perversos y llaman a la movilización de las «banderas victoriosas» que nunca se fueron. Y todo ello, además, con la cobertura institucional de una Iglesia católica que retorna con sus delirios de cruzada… Es decir, puro y duro fascismo para evitar figuras retóricas. Supongo que los sectores liberales, que los hay claro en el seno del PP, estarán más que preocupados por este giro a los orígenes de los herederos de Alianza Popular… Me encantaría que pudiera realizarse un debate intelectual en profundidad con estos nuevos «salvapatrtias» que olvidan, interesadamente, que una cosa es morirse de dolor y otra de vergüenza, como decía Benedetti. Son, en definitiva estimado todos Losantos, las tesis de siempre pero ahora con la camisa nueva de diseño que tú bordaste azul ayer.

P8: «El franquismo, hay que recordarlo, ha tenido una continuidad directa y sin traumas para sus principales protagonista.» es una de sus afirmaciones. En la transición que vivimos no hubo jamás una petición de responsabilidades en el ámbito represivo-policial, en la judicatura, en la Iglesia, en la clase política, en el ejercito, o en la banca…¿Cree que si la hubiera habido habríamos llegado hasta aquí?

Estoy absolutamente convencido de que no. Y no se trata de un acto de venganza sino de estricta justicia. La continuidad del franquismo fue una realidad manifiesta en todos los ámbitos sociales bajo una supuesta apuesta de aperturismo en la esfera de lo político. Y muchos de los problemas actuales provienen precisamente de una Transición interesadamente mitificada como forma de legitimación pero que no fue capaz de cerrar un ciclo histórico. En Euskal Herria lo sabemos especialmente bien. Y fíjate que existían condiciones para ello. Pero, una vez más, primaron los intereses de las estructuras de control social (las que tú señalabas que pasaron inmaculadamente la frontera de un tiempo nuevo) sobre los de los ciudadanos-as. En estos meses de aniversarios y evocaciones no se suele recordar, por ejemplo, que hubo centenares de muertos en todo el Estado (manifestaciones, controles de carretera, interrogatorios, atentados ultraderechistas…) cuyas víctimas son invisibles, no existen. Y los responsables (directos o intelectuales) siguen en muchos casos ejerciendo puestos de responsabilidad pública… Es realmente increíble el silencio y la manipulación que rodea todos esos años. Y, mientras tanto, no hubo ni una sola investigación por el pasado represivo y franquista de buena parte de los ahora «responsables democráticos» de la Iglesia, la banca, la prensa, la judicatura, la cultura… Conviene tenerlo muy en cuenta para entender muchas cosas del presente.

P9: Los ciudadanos (de todas las comunidades, pero especialmente la vasca) deseamos encaminarnos a un proceso de paz definitivo en el País Vasco. ¿Es posible emprender el camino, visto del rearme de grupos armados durante la supuesta tregua?. ¿O es que todo este proceso va a tener siempre planes B, C, y D?

El deseo de paz y normalización es evidentemente mayoritario en el seno de la sociedad vasca. Son muchos años de sufrimiento, de dolor compartido, de cansancio… Pero también de distancias e incomprensiones. Hay fenómenos que exigen una reflexión mucho más pausada y rigurosa, evitando siempre la «criminalización del otro» como método de trabajo. Eso no se cumple hoy en nuestro País. Déjame plantearte una cuestión sobre la que seguro que no has reflexionado mucho: ¿Cómo se explica que a lo largo de cinco décadas miles y miles de ciudadanos vascos-as hayan asumido un compromiso al límite que les ha llevado a morir o matar por la defensa de la autodeterminación o un modelo social diferente? ¿Será acaso un problema único fruto de unas «generaciones patológicamente irrecuperables» y esencialmente «violentas» por razones antropológicas? Te hablo de miles de personas a los que hay que unir sus entornos directos: familiares, amigos… Y todo ello en una población que, en conjunto, no supera hoy los tres millones de habitantes. Una comunidad para algunos-as (la mayoría de los vascos-as según diversos estudios) dividida territorialmente sin que se hayan planteado nunca plebiscitos democráticos para establecer su articulación, que no aceptó en referéndum la Constitución española de 1978, con un rechazo mayoritario también a la OTAN, con una decisión institucional a favor del derecho a decidir su futuro paralizada en Madrid… Son cuestiones que hay que tener en cuenta a la hora de entender qué pasa hoy en Euskal Herria. Fíjate qué paradoja: plantear en voz alta estos temas esencialmente democráticos y de respeto a la voluntad popular, te sitúan «de facto» en «uno de los bandos», sin tener derecho a nada y sujeto a todo tipo de criminalizaciones, incluida tu «invisibilidad» como ciudadano-a al que se le impide, por ejemplo, el derecho a ejercer libremente su voto… La lucha armada, la violencia política, el terrorismo (utiliza el término que consideres) no tiene hoy ningún sentido en Euskal Herria, está bien. Asumamos pues el dolor causado. TODO el dolor. El propio y el ajeno. Realicemos la necesaria catarsis, abierta, plural y colectiva para demostrar que otra historia es posible. Y a partir de ahí, sin mentiras ni manipulaciones, asumiendo las responsabilidades de cada uno-a y mirándonos a los ojos, comencemos a construir un verdadero marco de convivencia desde el respeto a los derechos individuales y colectivos.

P10: En 1997 hubo una movilización unitaria del pueblo de Ermua contra ETA y sus cómplices. ¿por qué no se da más esa unión, vista la moción por la que el Ayuntamiento pide el Foro de Ermua que deje de usar el nombre del pueblo?

Fíjate: con toda tu buena voluntad y un espíritu constructivo del que no tengo la más mínima duda, planteas una cuestión manifiestamente sesgada. ¿Quiénes son los «cómplices» de ETA? ¿Te refieres a los más de 200.000 vascos-as (una horquilla electoral que se ha situado entre el 10 y el 18% de los votantes en las últimas décadas en una comunidad, no lo olvidemos, en la que el partido mayoritario, el PNV se sitúa en torno al 28%) que se estructuran sociológicamente en el ámbito de la «izquierda abertzale» y en el que, además, habría que incluir otras opciones como Aralar ? Fíjate cómo se impone entre nosotros-as también este lenguaje claramente intencionado… Respecto a lo que planteas, creo que la respuesta es evidente: porque hay intereses manifiestos más allá de una verdadera voluntad por superar el conflicto. Déjame decirte una cosa: yo entiendo perfectamente muchas de las valoraciones que se realizan desde el dolor extremo que significa la pérdida de un ser querido. Creo que no es justo descalificar esas reflexiones marcadas siempre por esa terrible experiencia por la que han pasado. Me refiero a que jamás haré una crítica a personas como Maite Pagazaurtundua, el hermano de Fernando Buesa o los padres de Lasa y Zabala, más allá de que siempre escuchemos a los partícipes de un solo dolor… Pero creo que lo que está pasando entre nosotros-as con las víctimas es absolutamente injusto. Y la manipulación permanente a la que están siendo sujetas, todavía más. Yo, con todo el respeto, considero que en absoluto deben ser una voz política en todo este proceso. Imagínate, por ejemplo, qué hubiera pasado en una situación similar en Irlanda o en Sudáfrica…

P11: A pesar de las últimas detenciones y el goteo destructivo de la kale borroka, creo sinceramente (o tal vez quiero creer) que la banda terrorista está más muerta que viva. ¿Se puede vislumbrar un cese de ETA previo a cualquier acuerdo político?

A mí me gustaría que así fuera. Pero creo, sinceramente, que el problema va mucho más allá de la necesaria desaparición de ETA. Una desaparición, por cierto, que estoy absolutamente convencido que también desean y muy especialmente todos sus militantes, además de los presos-as y los refugiados-as. La cuestión estriba, en mi opinión, en trabajar entre todos-as para que se den las verdaderas condiciones que impidan que dentro de unos años vuelva a surgir una nueva ETA, se llame como se llame. Porque ese el verdadero problema. Una nueva generación que el día de mañana decida utilizar la violencia porque considera que no existen mecanismos de articulación democrática para defender lo que ellos-as, equivocadamente o no, consideran como justo. Las medidas policiales, en definitiva, no consiguen otra cosa que postergar la verdadera solución de fondo. No hace falta más que observar la historia en las últimas décadas. Por eso me preocupa la ceguera de una clase política que no se da cuenta de que el cierre en falso de páginas como la de la llamada Transición, sólo posterga los problemas dimensionándolos en el futuro. Es lo que puede pasar en un momento histórico como el actual en el que , por primera vez en mucho tiempo, parecen confluir voluntades diversas… Ojalá todo el mundo sea consciente de ello por encima de calendarios electorales e intereses cortoplazistas.

 

P12: Centrando la mirada en otra paz, la de Oriente Próximo. ¿Tiene el pueblo palestino una vía de salida a su mísera condición territorial en ese territorio polvorín ?

Yo, sinceramente, soy muy pesimista. Creo que el problema fundamental radica en el Estado de Israel: mientras siga estableciendo como elementos centrales de su articulación política el sionismo y el militarismo, no hay ninguna posibilidad de imaginar un cambio de escenario en la región. A eso únele la difícil situación interna y las divisiones en el seno del pueblo palestino, la limitación de recursos y ayudas internacionales, el mantenimiento de una represión que no cesa… Creo que los palestinos-as lo han intentado todo y la desesperación se extiende, cuando no un «modus vivendi» que se basa en una mera necesidad de supervivencia sin mayores pretensiones (lo que no es poco) después de haber pasado por todo tipo de proyectos, desde los laicos a los seculares. Seguiremos viviendo momentos de «aparente calma» (es decir, con el mantenimiento de la ocupación, los controles, los asentamientos, los muros, las vejaciones permanentes…) con otros de especial virulencia. Pero mientras no se transformen los principios simbólicos que establecen la cohesión del actual estado de Israel, creo que no hay muchas razones para el optimismo.

P13: La autopsia a tres presos suicidas de Guantánamo, realizada por forenses suizos independientes, mostró cadáveres sin faringe, laringe ni tráquea. «Irregularidades injustificadas» afirman. ¿Cómo es todavía posible algo así en pleno siglo XXI, auspiciado por una sociedad que presume de su Estatua de la Libertad?

Creo que estamos viviendo uno de los momentos más severos en la restricción de libertades y derechos que ha sufrido la humanidad en los últimos doscientos años. El retroceso en el ámbito de los derechos humanos, por ejemplo, es absoluto después de décadas y décadas de avances siempre lentos y difíciles. Estamos, por ejemplo, viviendo situaciones anteriores a las que en la década de los sesenta del siglo pasado arrancaron los derechos civiles de los ciudadanos afroamericanos en los Estados Unidos… El fin de la Guerra Fría, el establecimiento de un nuevo viejo orden unipolar, ha tenido como consecuencia este recorte permanente de libertades y derechos con carácter universal. Hoy en día es posible la existencia de «limbos jurídicos» entre el silencio más absoluto de la mayoría de la comunidad internacional. O el establecimiento de «interrogatorios volantes» en cualquier punto del planeta violando cualquier principio de soberanía territorial. Son los usos y las costumbres de este Imperio omnipresente que es capaz de violar su propio ordenamiento constitucional en función del «bien superior». Quiero creer, con todo, que no va resultar tan sencillo para la actual administración norteamericana salir indemne después de toda esta etapa de permanentes violaciones de los derechos y las libertades en el mundo. El gobierno de Georges W. Bush tendrá que rendir cuentas, tarde o temprano, por esta larga lista de crímenes cometidos, como tú señalas, a la sombra de la Estatua de la Libertad.

P14: Hablemos del medio en el que estamos, Internet. ¿Pueden llegar a tener algún peso la opinión de los ciudadanos a través de los blogs o weblogs políticos, siguiendo la estela de Estados Unidos o la más cercana de Francia?

La aparición de estos nuevos medios de expresión es sin duda saludable desde un punto de vista de democratización de la comunicación. Es indudable que abre la ventana a otras voces y reflexiones fuera de los controlados marcos comunicativos de las grandes corporaciones que están sujetos a los grupos multimedia estandarizados. Pero también tienen mucho, no podemos olvidarlo, de autovaloración y de narcisismo. Al fin y al cabo, son marcos de expresión en los que nosotros mismos-as filtramos sus contenidos y establecemos las fronteras de la crítica de acuerdo a nuestros propios intereses potenciando espacios individuales de expresión que lanzamos a la red con cierto espíritu presuntuoso… Por eso creo que es mucho más plural y enriquecedor potenciar la creación de espacios colectivos de debate e intercambio de opiniones. Con todo, una última cuestión que no querría obviar en este debate: citas como ejemplos a Estados Unidos, Francia… Es cierto. La absoluta mayoría de estas nuevas experiencias se desarrollan en el mundo occidental. Una vez más, el flujo mundial de información (como el de las mercancías) nos remite a los parámetros Norte-Sur. Internet no hace más que reafirmar la lógica del desequilibrio mundial.

P15: Acaba de hacerse público un dramático informe de la ONU sobre el cambio climático. O cambiamos o convertimos esto en un infierno. ¿No es terrorismo el que se aplica a nuestro planeta provocando su calentamiento?

Está claro que sí. Y todo ello, es increíble, entre el silencio o la complicidad manifiesta de los principales estados del planeta que defienden los intereses de sus corporaciones… Esta vez la denuncia internacional no proviene de los «sospechosos» movimientos antiglobalización o de grupos de «ecologistas airados». Se trata de 1.300 expertos de 95 países auspiciados por la ONU que llegan a una conclusión que debería convertirse en un axioma para todos y cada uno de los habitantes del planeta: «La actividad humana ha degradado de forma irremediable el medio ambiente». Son las consecuencias de un desarrollismo salvaje y de una mentalidad basada en la obtención permanente de beneficios a corto plazo. Ahora lo pagamos todos-as y, muy especialmente, las generaciones venideras. Creo que la necesaria toma de conciencia de cada uno de nosotros-as, no debe eximir de responsabilidades a los principales causantes de este desastre planetario: un modelo social y económico en el que las ganancias han estado siempre por encima de los pueblos.

P16: Usted es también periodista. ¿Cree de veras que el periodismo se está convirtiendo en una de las malas artes?

Así he titulado un artículo en el que me refería al papel de la información en la llamada «cuestión vasca». Está claro que la «experiencia doméstica» es extrapolable. El papel de los medios merece una reflexión detenida. Definitivamente se han convertido, en mi opinión, en una herramienta insustituible en la manipulación de conciencias y voluntades. Y no es un fenómeno nuevo, claro está. Habría que preguntarse precisamente por las posibilidades de hacer retornar la profesión a ese espíritu libre, a la crítica con rigor o a la independencia de criterio de las que tanto hablamos en las facultades. No es tarea fácil. Las empresas tienen sus intereses y exigen, a cambio del sueldo mensual (cuando existe porque no podemos olvidarnos tampoco de esa increíble figura llamada «becario-a») la asunción absoluta de su «libro de estilo ideológico», elevado a la categoría de catecismo incuestionable. Eso produce en la mayoría de los casos una «identificación no crítica» con la mano que le da de comer y, en otros casos, un proceso de frustración y agonía profesional gradual que acaba con el «espíritu emprendedor» del joven redactor-a. Hay miles de ejemplos y todos-as los conocemos. El problema es que esa visión del mundo (desde lo local a lo universal) está sujeta a un doctrinario esencialmente conservador tanto en el fondo como en la forma. Desde la selección del tema hasta cómo analizarlo. Por eso las noticias ocurren, se desarrollan y se producen esencialmente en las redacciones de los medios. Lo demás no existe. A eso me refería cuando hablaba del periodismo como una de las malas artes. Pero ya ves que no dejo de abrir una ventana a la esperanza: sigo considerando al periodismo como un arte, lo cual no deja de ser arriesgado viendo cómo van las cosas…

P17: Siendo esencialmente breve, ¿qué opinión le merecen los siguientes actores de la escena política actual?

Mahmud Ahmadineyad : Tuve la oportunidad de entrevistarle en La Habana. Creo que es un hombre muy inteligente con fuertes convicciones políticas e ideológicas. El problema es su «sujeción religiosa» y los problemas que eso conlleva para el ejercicio de las libertades en Irán.

Ian Pasley : Un retrógrado con sotana que en su última etapa vital ha comenzado a conjugar términos como posibilismo, respeto al contrario o superación de dogmas inquebrantables. Cuando muchos-as claman por descubrir en la izquierda abertzale un Gerry Adams, a mí me gustaría encontrar entre los ultraconservadores españoles un Ian Pasley. Cuestión de miradas

Angela Merkel : Una conservadora proestadounidense a la que se le nota demasiado su ascendencia luterana

Jaroslaw Kaczynski : Estamos hablando de políticos-as, no? No entiendo qué hace aquí este personaje

Joseph Kabila : Una perfecta simbiosis de un hombre construido a imagen y semejanza de Occidente (como tantos otros políticos africanos) y de su padre. Para conocer mejor sus ascendentes nada mejor que repasar el diario del Ché en Africa.

Ehud Olmert : Un representante de la «Vieja guardia israelí» que pese a liderar un partido de reciente creación, conserva todos los tics del sionismo tradicional».

Nancy Pelosi : Un aire freso en la Cámara de Representantes. Esperemos que sea capaz de usar su poder y convicciones para situar en el banquillo de los acusados a una de las administraciones norteamericanas más peligrosas en la historia de Estados Unidos.

Luis Inácio Lula da Silva : Un presidente pequeño en un país continente que se le escapa

Ban Ki-moon : Un nuevo Secretario General sin personalidad para una institución que tampoco la tiene (hace ya mucho tiempo) y exige una urgente remodelación en profundidad

Entrevista realizada por Zuriñe Vázquez, www.zuria.blogspot.com