Molleindustria es un colectivo cuyo lema es «Videojuegos políticos contra la industria del entretenimiento«. Entre sus creaciones anteriores sobresale el videojuego on line «McDonalds«, en el cual el jugador se convierte en el jefe de una hamburguesería de la conocida franquicia. Para que la empresa tenga éxito el jugador deberá deforestar la selva de Brasil con el […]
Molleindustria es un colectivo cuyo lema es «Videojuegos políticos contra la industria del entretenimiento«. Entre sus creaciones anteriores sobresale el videojuego on line «McDonalds«, en el cual el jugador se convierte en el jefe de una hamburguesería de la conocida franquicia. Para que la empresa tenga éxito el jugador deberá deforestar la selva de Brasil con el fin de dedicarla al pastoreo, suministrar hormonas al ganado y explotar a los trabajadores.
El último juego publicado se llama «Operazione Preofilia», que se introduce con el siguiente texto: «Una vez más el clero se
encuentra en el centro de la polémica por los abusos cometidos contra menores. El Vaticano ha creado una fuerza especial que debe garantizar la impunidad de los curas pederastas«. En las instrucciones para el jugador se dice que éste debe «asumir el comando de las operaciones ‘pretófilas’: Intimidar a las víctimas, entorpecer las investigaciones, encubrir a los culpables, evitar el escándalo para desviar la atención mediática. No dejes que la justicia mundana se entrometa en los asuntos de la Iglesia«.
Los programadores presentaron el videojuego como respuesta al llamado «Boy Love Day», la jornada internacional del orgullo pedófilo celebrado el 23 de junio, con el objetivo de plantear una «discusión racional sobre la expresión sexual entre jóvenes y adultos», según declararon sus organizadores. En tono sarcástico también afirmaron que el objetivo de «Operazione Pretofilia» es «apoyar a la institución más empecinada en defender a los pederastas: la Iglesia Católica».
Rápidamente se produjo la denuncia de la Liga Católica Antidifamación ante la Procuradoria de Catania y la Policía italiana. Antes que se decidiera la legalidad del juego por vía judicial, los democristianos italianos han conseguido que el parlamento italiano presione para que sea censurado y se retiren todas las copias del videojuego en servidores dentro y fuera de su jurisdicción. En la misma intervención parlamentaria la diputada democristiana pidió también la censura de un espectáculo de Ballet que se representa en la Bienal de Arte de Venecia.
En la misma línea, la iglesia Anglicana ha pedido la retirada de un videojuego porque uno de los escenarios donde se desarrolla es en el interior de la catedral de Mánchester. En un universo digital donde proliferan los juegos violentos o machistas, en los que se reproducen la guerra de Iraq, la matanza de Columbine, una violación o una supuesta invasión militar usamericana de Venezuela, sólo son censurables aquellos en los que aparece una iglesia o alguien con sotana.