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Mano a mano con Toni Negri

«En América Latina se está acabando la dependencia de EE.UU.»

Fuentes: Diario Clarin, Buenos Aires

Toni Negri -uno de los pensadores más polémicos de la nueva izquierda- llegó a La Paz para participar, como figura central, del seminario «Pensando el mundo desde Bolivia». En varias presentaciones, en las que debió lidiar con el mal de altura, el autor de Imperio -que acaba de cumplir 74 años- discutió mano a mano […]

Toni Negri -uno de los pensadores más polémicos de la nueva izquierda- llegó a La Paz para participar, como figura central, del seminario «Pensando el mundo desde Bolivia». En varias presentaciones, en las que debió lidiar con el mal de altura, el autor de Imperio -que acaba de cumplir 74 años- discutió mano a mano con el vicepresidente Álvaro García Linera, lector de todos sus libros y simpatizante de sus posiciones políticas. A poco de continuar rumbo a Caracas habló con Clarín de su visión de la actual coyuntura latinoamericana.

Usted apoya a los nuevos gobiernos latinoamericanos como Lula, Chávez, Kirchner o Evo Morales, ¿no cree que hay una vuelta al modelo desarrollista y nacionalista que en sus libros critica de manera radical?

-Quizás en la superficie las cosas podrían verse así pero estoy convencido que lo que ocurrió en América Latina es la caída de un nacionalismo ligado a una concepción de desarrollo nacional. América Latina salió de la dependencia para ingresar a una sociedad de interdependencia en la que está obligada -por el exterior- a actuar como continente. El desarrollismo y la alianza de clases que lo sostuvo fue la cobertura de una situación de dependencia y el desarrollo fue entendido dentro de esa dependencia. Hoy, en el marco de la globalización, es completamente diferente. Es impresionante la política de comercio Sur-Sur de Lula, con China, India, Sudáfrica… Está transformando las jerarquías mundiales imperiales.

¿Cree que hay dos izquierdas en América Latina? Álvaro Vargas Llosa habló de una «izquierda vegetariana» (Lula y Bachelet) y una «izquierda carnívora» (Evo y Chávez).

-Yo no creo que la historia se repita. Estoy convencido que el socialismo científico y el tercermundismo llegaron a su fin. Venezuela no es Cuba. Cuba es un país que admiro por miles de razones, entre ellas su resistencia heroica, pero no es un modelo. Creo que la experiencia de Chávez es extremadamente contradictoria, como la experiencia de Lula o de Kirchner -una izquierda peronista es una contradicción en sí misma. El problema es cuál es la línea que atraviesa esta historia y creo que la primera cosa a resaltar es una democracia cada vez más poderosa y crecientemente irreversible. No es socialista pero puede posibilitar un cambio, por ejemplo respecto a las trágicas diferencias sociales. La segunda cuestión central es que América Latina salió de la dependencia de Estados Unidos que tenía características de colonialismo.

¿Cree que de verdad se está rompiendo la dependencia hacia Estados Unidos?

-Pienso que la política neoconservadora ha acabado, paradójicamente, con la doctrina Monroe que estableció que la única potencia en el continente era EE.UU. Esto se terminó porque EE.UU. perdió su batalla, no sólo en América Latina. El ciclo estadounidense está terminado. El fracaso es militar y todos lo ven. Y también es económico y muchos empiezan a verlo.

¿En qué sentido fracaso económico?

-Las grandes instituciones internacionales que dominaban el mercado mundial de acuerdo al Consenso de Washington están acabadas y lo mismo vales para el americanismo agresivo y generalizado. De todos modos, es una situación difícil en la que no soy ni optimista ni pesimista. Vivimos en un mundo imperial en la cual la capital del imperio, por así decirlo, no es Washington-Nueva York-Hollywood, sino Brasilia-Bruselas-Calcuta, etc. Y no sé que pasará.

Sin embargo, muchos creen que el imperio es EE.UU. y que el jefe imperial es George W. Bush, ¿cómo los convencería de la idea de un imperio sin un centro?

-Puede ser que la mayoría del mundo piense eso, pero ya no la mayoría de los estadounidenses. Es claro que tienen posibilidades enormes en todos los ámbitos pero hoy hay bastante consenso en que habrá cierta hegemonía estadounidense mediante un poder soft (blando). Con un régimen financiero y monetario prácticamente dominado por China y controlado por Europa no pueden hacer cualquier cosa. El problema es que tienen sus «amigos tontos» en todos los países, con un acceso desproporcionado a los medios. El único país de la región donde diría que hay una pequeña luz de libertad de prensa y cierta lucha política en los medios es en Argentina. En Brasil es escandaloso el nivel de monopolio.

Hablando de la libertad de prensa, ¿qué opina del cierre de RCTV en Venezuela?

-Me parece una especie de ataque de rabia más que una política. El gran problema que Chávez aún debe explicar es cómo organizar una democracia en la prensa. Es claro que hoy la prensa venezolana no es democrática pero eso tampoco se consigue con nacionalizaciones o estatizaciones. Hay que salir de la disyuntiva simple privado-estatal.