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El primado que vuelve

Fuentes: Il Manifesto

Hace dos días Joseph Ratzinger celebró misa en la capilla Sixtina, vuelto de espaldas a los feligreses. Liturgia que el Vaticano ll había sustituido por la celebración cara a cara, para que ésta no fuese un diálogo del sacerdote con Dios, con los fieles a sus espaldas, sino una celebración en común. Ahora se vuelve […]

Hace dos días Joseph Ratzinger celebró misa en la capilla Sixtina, vuelto de espaldas a los feligreses. Liturgia que el Vaticano ll había sustituido por la celebración cara a cara, para que ésta no fuese un diálogo del sacerdote con Dios, con los fieles a sus espaldas, sino una celebración en común. Ahora se vuelve atrás. Desde que es papa, se ha aproximado a los lefebvrianos, //1 ha cancelado el diálogo ecuménico en el seno mismo del cristianismo, ha negado con su no casual lapsus cultural de Ratisbona, cualquier tipo de espiritualidad al islam, ha cortado en seco el avance de un sacerdocio femenino, ha confirmado la obligación del celibato para los sacerdotes, ha negado los sacramentos a los divorciados que se vuelven a casar, ha arrojado a las tinieblas a los homosexuales, ha condenado no sólo el aborto y la eutanasia , sino también cualquier forma de fecundación asistida, ha prohibido la investigación con embriones, y ha intervenido cotidianamente ya sea directamente ya sea mediante los obispos, en las políticas del estado italiano. Falta poco para que volvamos al Syllabus. //2

Son decisiones meditadas, que significan un paso atrás respecto al Concilio Vaticano ll, que había abierto los brazos a toda la comunidad cristiana y, aún más allá, al «pueblo de Dios» en toda su amplitud, que estaba formado por el clero más ilustrado y también por los laicos. En resumen, al igual que Cristo, la iglesia volvía a bajar entre las gentes, y no salía obligatoriamente con él en la cruz. Había sido Juan XXlll -un papa que no alardeaba de grandes méritos teológicos- a quien le cupo el mérito de mirar con generosidad la crisis del catolicismo moderno y de volver a tender puentes. Y sobrevino un gran fervor, la crisis pareció por un tiempo diluirse durante los años sesenta . Ahora se gangrena de nuevo, basta leer las alarmadas informaciones de Filippo Gentiloni sobre el lugar que ocupa hoy la práctica del catolicismo entre los italianos, y la crisis de vocaciones que de ello se deriva. Y es con este papa con quien la totalidad de la esfera política italiana, desde la derecha a la izquierda, con la excepción de los radicales, dialoga y acuerda, cediendo cada día un poco más. Ya había comenzado Luigi Berlinguer eludiendo la prohibición constitucional , al financiar las escuelas confesionales, pero si aquello era una concesión no era al menos la aceptación de una perpetua interferencia. Que fue acentuando por el contrario, con Karol Woityla allí donde las opciones políticas dejaban abandonado el terreno de la conciencia. Como si ésta fuese un dominio reservado a la religión, católica por más señas, y no existiese una conciencia laica, o fuese de orden inferior

Y así, ayer Juan pablo ll fue invitado a visitar esa sede eminentemente política que es el Parlamento, algo que a Alcide de Gasperi //3 no se le hubiera pasado por las mientes, y hoy, Walter Veltroni encuentra que, al ser Roma la sede del solio pontificio, no resulta apropiado celebrar en ella las uniones civiles entre personas del mismo sexo, y esperemos que no encuentre maleducado continuar celebrando las otras entre sexos diversos, pero maleducadamente civiles. Y la universidad de la capital olvida que en los ateneos ninguna autoridad extraña, ni tan siquiera los ocupantes alemanes, había puesto nunca el pie, e invita a Ratzinger -que ayer renunció sabiamente- no sé si a prodigar palabras o bendiciones, y alguno ha llegado a sostener que sería un teólogo sublime el autor de las dos modestas encíclicas sobre la caridad (o amor depurado de cualquier traza de éros) y esperanza (en la salvación) , y de un libro sobre Cristo que no ha causado ningún asombro. Que la derecha vaticana desee la reconquista del estado es comprensible. Que éste le abra las puertas de par en par no. Yo invitaría a Veltroni y a la constituyente del PD a releer el debate de 1905 sobre la separación entre el estado y la iglesia. En ella, Jaurès argumentaba que constituía la única garantía de libertad para el uno y para la otra. ¿O es que, en una democracia postmoderna, postcomunista, reformista, hay más propensión a inspirarse en el Opus Dei de la señora Binetti?

NOTAS del TRADUCTOR.:

1 Grupo de católicos integristas, o de extrema derecha, que se opusieron a las directrices del concilio Vaticano ll y siguieron al obispo reaccionario monseñor Lefbvre, heresiarca que encabezó la contestación y creó una nueva iglesia.

2 Encíclica publicada en 1864 por Pío nono (lX) en laque se condena los principios fundamentales de la modernidad: libertad religiosa, separación iglesia estado, democracia, etc. 

3 Alcide de Gasperi, 1881, 1954. Fundador de la Democracia Cristina italiana y la Internacional Demócrata Cristiana. Procedente del Partido Popular fundado por Dom Sturzo, pertenecía a la minoría católica sinceramente comprometida con la democracia. Fue encarcelado por Mussolini durante cuatro años. Al finalizar la segunda guerra mundial, fundó, como se ha dicho, la Democracia Cristiana italiana, partido que dirigió y del que formó sin embargo, nuevamente, parte de una minoría: la de los demócratas o personas no comprometidas con el régimen fascista, pues este partido pasó a ser el paraguas bajo el que se reciclaron los fascistas y los miembros de la Mafia que, aunque enfrentados con el fascismo, no se puede decir que fuesen demócratas. Como estadista desempeñó los cargos de primer ministro y ministro de asuntos exteriores de Italia.

Rossana Rossanda es una escritora y analista política italiana, cofundadora del cotidiano comunista italiano Il Manifesto. Acaban de aparecer en Italia sus muy recomendables memorias políticas: La ragazza del secolo scorso [La muchacha del siglo pasado], Einaudi, Roma 2005. El lector interesado puede escuchar una entrevista radiofónica (25 de enero de 2006) a Rossanda sobre su libro de memorias en Radio Popolare: parte 1 : siglo XX; octubre de 1917, mayo 1968, Berlinguer, el imperdonable suicidio del PCI, movimiento antiglobalización, feminismo; una generación derrotada; y parte 2 : zapatismo; clase obrera de postguerra; el discurso político de la memoria; Castro y Trotsky; estalinismo; elogio de una generación que quiso cambiar el mundo.

Traducción para www.sinpermiso.info: Joaquín Miras

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