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Entrevista a Pedro Urra, director de INFOMED, red del Sistema Nacional de Información de Salud Cubano

La tecnología como razón liberadora

Fuentes: Exclusivo/Cuba Ahora

Las tecnologías y redes informáticas pueden estar al servicio de la dignificación humana y Cuba, con sus modestas posibilidades y optando por poco antes que nada, financió la creación de Infomed, la gran red que hoy identifica al Sistema Nacional de Información de Salud Cubano. Mantener y desarrollar este proyecto fue un trabajo difícil que […]

Las tecnologías y redes informáticas pueden estar al servicio de la dignificación humana y Cuba, con sus modestas posibilidades y optando por poco antes que nada, financió la creación de Infomed, la gran red que hoy identifica al Sistema Nacional de Información de Salud Cubano. Mantener y desarrollar este proyecto fue un trabajo difícil que involucró a soñadores voluntariosos, entre ellos Pedro Urra, su director, hombre y nombre para muchos desconocido, pero que ha estado desde el inicio al frente del complejo proceso de creación, consolidación y manutención de Infomed.

-INFOMED es conocida como una gran red que ofrece múltiples servicios a cientos de miles de usuarios. Pero para llegar a lo que es hoy ha tenido que pasar por varios obstáculos ¿Cómo surge y en qué contexto?

-INFOMED surge como un proyecto del Centro Nacional de Ciencias Médicas con el objetivo de facilitar el acceso a la información para los médicos y demás trabajadores de la salud. Siempre tomamos como referente oficial el año 1992 porque fue cuando iniciamos la prestación de servicios, pero realmente la idea y el grupo de trabajo vienen desde 1991.

«El Centro tenía una red de unidades que se había ido desarrollando en todo el país, ya en 1992 tenía centros provinciales de información en todas las provincias que funcionaban con el modelo tradicional de publicaciones impresas y estaba respaldado, aproximadamente, por un millón de dólares anuales. Pero en aquella época se empezaban a vislumbrar las tecnologías de la información y las comunicaciones como herramientas importantes, y el director del Centro, con su equipo de dirección, tenía la misión de tratar de usarlas más intensivamente. Entonces, el Centro, en coordinación con el Viceministerio de Docencia del Ministerio de Salud Pública, comenzó una primera exploración que consistió en ubicar XT (computadoras personales equipadas con lectores de CD-ROM) en cada uno de los Centros Provinciales y en la Biblioteca Médica Nacional. Estas máquinas adquirieron la base de datos biomédica de Medline (ahora Pubmed), como parte del trabajo hacia la incursión y uso de las redes como un camino para poder extender, masificar, ampliar el acceso a la información, lo cual era un gran reto porque faltaba equipamiento».

– ¿Con qué presupuesto se desarrolla Infomed?

-El centro tenía algunos recursos en la década de 1980, pero se produjo un corte abrupto cuando, además, empezaban los apagones, las dificultades y el Período Especial. En aquel momento el ministro de Salud Publica, doctor Julio Tejas, autorizó diez mil dólares del cobro de una traducción que se había hecho de un libro de medicina, para comprar los primeros servidores del proyecto. Comenzó así como un intento de explorar las tecnologías de la información y las comunicaciones, particularmente de las redes, para poder facilitar el acceso a estas.

«En esa época, el Centro Nacional de Intercambio Automatizado de Información (CENIAI) del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, había encontrado una forma de tener correo electrónico internacional, y como nuestro centro tenía una cuenta con ellos, por esa vía empezó la conexión. Se contó con el apoyo de varios proyectos internacionales, impulsados por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), también con la ayuda de la Academia de Ciencias y de la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (ETECSA).

«Ocurrió también algo muy interesante: el Centro de Inmunología Molecular tenía una red de laboratorios monoclonales que se usaban en las provincias en las facultades de Medicina; como en esas instituciones estaban ubicados los centros de información provinciales, interconectamos a todas esas facultades en una red nacional que permitiera apoyar las redes de los laboratorios, pero también a todos los centros de información y a todo el sistema de información de salud, básicamente para literatura y acceso a documentación actualizada».

-Las tendencias actuales de las redes, específicamente en Internet, se inclinan hacia un cambio, una mejoría en las interfaces, muchas veces llamado Web 2.0 ¿Cómo se integra Infomed a estos cambios?

-Lo que ahora se ha puesto de moda, la Web 2.0, es una nueva arquitectura que plantea un paradigma de inclinación hacia los usuarios; se visualiza a partir de los avances tecnológicos y la maduración de la red en cuanto a cantidad y capacidad de usuarios que participen a la vez. Es una visión social de la red, en la cual la participación activa de comunidades que se dan en ese espacio no son ya meramente consumidores, sino, además, productores de información.

«Tiene factores tecnológicos relacionados con la maduración de una arquitectura orientada a servicios, abierta; la maduración de los sistemas llamados de software libre, software abiertos y la propia consolidación tecnológica de Internet. Se trata de interoperabilidad, de arquitectura basada en servicios, más descentralizado. Es un proceso que se da en la red a partir del desarrollo de las redes sociales. Es decir, infinidad de personas comunicándose de uno a muchos, como es el caso de los blogs, que permiten que las propias personas actualicen y produzcan la información.

«Infomed ha empezado tempranamente a utilizar estas herramientas Web 2.0 a partir, precisamente, del uso de lo blogs, del fenómeno de la Wikipedia y consolidando otras vías de participación que ya tenían nuestro portal y nuestro sistema.

«Hay quien se pregunta cómo nuestra página siempre está actualizada. El punto está en que muchas personas agregan información, participan en esos procesos, comparten metas y herramientas, aportan su diversidad y riqueza, a partir de las especialidades, objetivos específicos y el mismo fin, que es facilitar la información y el acceso al conocimiento para mejorar la salud. Lo que nosotros estamos promoviendo, y reconociendo, es una red de personas e instituciones que comparten propósitos comunes y que desencadenan sus posibilidades para resolver problemas, utilizando intensamente las tecnologías de información y comunicación y parte, naturalmente, del desarrollo de la red».

– ¿Cómo valora usted los niveles de conocimiento que tienen los usuarios de INFOMED? ¿Qué importancia le atribuye a la alfabetización informacional?

-Hoy todavía faltan recursos y niveles de conexión más altos, pero estamos en un momento superior de nuestra red, pues ha crecido, ya tiene conexiones en todas las provincias, prácticamente cubre todos los municipios del país, miles de instituciones se conectan en línea, decenas de miles de usuarios se conectan a través de líneas conmutadas; sin embargo, falta desarrollar las capacidades de las competencias de las personas para usar más intensivamente esa red. Competencias entendidas como conocimientos, habilidades, actitudes que definen a sus miembros, y ese es el proceso más difícil. Por eso también estamos hablando de un programa de alfabetización informacional, pues con intencionalidad y recursos que nos apoyen, podríamos lograr esos «mínimos» que nos permiten trabajar como red.

«No debía haber un trabajador de la salud que no sepa qué es Medline, COMED (base de datos con bibliografía médica cubana), DINAMEP (base de datos médica); que no sepa cómo buscar en las revistas médicas. Reconocemos que los procesos de salud son complejos y que no basta solo la información, sino también la experiencia, el conocimiento del entorno. Pero cuando las personas saben identificar el momento en que necesitan información, dónde encontrarla, cómo utilizarla éticamente, incluso cómo publicar, entonces tenemos el componente articulador de la nueva etapa del desarrollo de la red».

-En anteriores entrevistas usted ha hecho énfasis en la importancia del software libre. ¿De qué depende el uso masivo del software libre en nuestro país. ¿Qué ventajas cree que pueda traer?

-Software libre no quiere decir gratis, sino que hay libre disposición de su código fuente. Por lo tanto, uno puede adaptarlo, modificarlo, usarlo libremente, entregarlo a otro.

«El tema es complejo y tiene que reconocer el contexto en que pretende desarrollarse. En Cuba, cuando empezamos a crear Infomed, para poder desarrollar la plataforma de los servicios estábamos ante la disyuntiva de comprar los sistemas. Teóricamente había que pagar el software. Entonces, por razones económicas y de desarrollo, la opción de usar software propietario era una mutilación y como ya el movimiento del software libre empezaba a tener productos concretos, a partir de 1994 distribuimos todos los servidores utilizando Linux (sistema operativo de código abierto), que tenía disponible una versión todavía muy primitiva, pero permitía resolver problemas esenciales como correo electrónico y acceso a la información que era, y sigue siendo, lo que más nos interesa. Por tanto, el software libre como concepto se adecua mucho mejor a la realidad de un país en vías de desarrollo, socialista, que propone una sociedad basada en el conocimiento, en la agregación de valores, en la creación de nuevas soluciones. Sin embargo, creo que todavía no hemos avanzado lo suficiente en eso.

«Cuba, debido al bloqueo norteamericano, no tiene las presiones de pagar los derechos de propiedad del software de tipo privado procedentes de Estados Unidos, y a veces, cuando no tienes presiones te acomodas. En ese sentido, nos hemos permitido cierto acomodamiento que no es bueno.

Hoy en día, el software libre está presente en numerosas aplicaciones: los principales gestores de bases de datos que se están usando tienen un gran exponente, como MySQL o Apache, uno de los principales servidores Web del mundo, también de software libre.

Esta filosofía supone una pléyade de soluciones que permiten que uno las utilice, les añada valor y además aproveche las buenas prácticas de construcción colectiva que se avienen al sistema del software libre.»

-Infomed ofrece información, no solo sobre medicina cubana, también internacional que se encuentra disponible en Internet y permite a sus usuarios hacer uso de ella ¿Qué toma Infomed de Internet?

-La función esencial de nosotros es ser proveedores de información de ciencias de la salud, de herramientas, metodologías. En ese sentido, nosotros tenemos un conjunto de bases de datos con recursos nacionales que están en la Biblioteca Nacional de Salud, pero precisamente por el carácter abierto de una red, muchos de esos recursos están estrechamente relacionados con los recursos que están en Internet.

«Esto quiere decir que, independientemente de que nuestros usuarios tengan acceso pleno a Internet o no, nosotros fuimos desarrollando un conjunto de vínculos que dan acceso a sitios en Internet de calidad y que responden a las necesidades de la salud pública. Como estamos hablando de un ancho de banda altamente limitado, se prioriza el correo electrónico nacional e internacional -lo tienen todos los usuarios de Infomed-, más la navegación por la base de datos Pubmed, además de un conjunto de bases de datos que empezamos a incorporar. Esto fue creciendo y creciendo, porque teníamos un grupo de personas dedicadas a la selección e inclusión de recursos relevantes que se empezaron a integrar y que hoy día son miles.

«Se construyó un modelo de accesibilidad para que todos nuestros usuarios tuvieran acceso a Internet, que mediante una serie de filtros aseguran que las búsquedas den resultados de búsquedas sobre temas de salud. Otra de las ventajas del servicio es la contratación de bases de datos y servicios de información a tiempo completo en Internet, en temas de la salud y la medicina, hecho que solo es válido para el dominio nuestro, pues normalmente son pagados, como es el caso de EBSCO. Esto significa que nuestros usuarios tienen acceso a los textos completos de las revistas que los usuarios normales de Internet tienen que pagar a precios muy altos. Esto se debe a una iniciativa de la Organización Mundial de la Salud para acceder, desde países en desarrollo, al texto completo de casi todas las revistas médicas y biomédicas por un precio relativamente bajo.

«Eso puede sostenerse desde este tipo de arquitectura que hoy funciona con apenas 16 megabits para cientos de miles de usuarios. De otra manera es imposible, ya que si no ejerciéramos esa diferenciación entre los recursos, el que tuviera acceso pleno competiría con los otros usuarios, sobre todo si se le dan malos usos como bajar películas y ese tipo de cosas (aunque lo ideal es que hubiera acceso pleno). De esa manera se bloquea todo el sistema y entonces la navegación en todas esas bases de datos, que son las que tienen las prioridades de la salud, no se pudiera realizar por el escaso ancho de banda».

-Al sistema capitalista muchas veces se le critica la dependencia de las tecnologías y la enajenación del hombre que esto supone. Infomed ha demostrado cuántas soluciones, a partir de un uso razonable, se le puede dar a las tecnologías ¿En qué dirección considera que deben ser conducidos los usos de las tecnologías?

-Por su esencia, el capitalismo lleva a un proceso de enajenación de los individuos y a una especie de desvinculación entre las metas esenciales de la vida y la vida misma. Creo que eso es una contradicción individual que también se da en la tecnología. Incluso la tecnología pudiera plantearse que tiene una función instrumental, como expresaron los pensadores de la Escuela de Frankfurt, pero también puede tener una razón liberadora.

«Creo que en el caso del capitalismo, en general, la tecnología funciona como una razón instrumental para aumentar la propia ganancia.

«Es cierto que existen movimientos sociales y personas que se articulan y defienden derechos, poniendo límites al capital. Pero, indiscutiblemente, por el medio está la tendencia del capitalismo de incrementar la ganancia y las tecnologías se convierten en un fin en sí mismas, y no creo que ese sea el camino. En el caso nuestro, ha sido precisamente la razón liberadora la que ha movido la construcción de intereses de los que estamos hablando. Cuba, a pesar de todas las limitaciones e insuficiencias, cuando hablamos de salud pública estamos hablando de un proceso liberador, es la condición básica para que el individuo pueda ser libre y pueda entonces construir su propio destino. Nuestra misión es facilitar el acceso a la información y al conocimiento para que ese proceso de asegurar la salud de las personas esté más basado en la ciencia, pero también en la conciencia. Eso explica por qué, a pesar de las limitaciones de recursos, las tecnologías se pueden usar más intensamente e intencionalmente y se pueden ajustar más a la razón liberadora, porque es una razón liberadora la que hace sostenibles los procesos.

«Usar la tecnología más concientemente y más en función de la nación es una meta. No es una cosa terminada, pero ha sido la divisa fundamental de Infomed. Tenemos que ponernos al servicio de nuestras metas y no al revés: no detractores de las tecnologías, pero sí teniendo la idea de que las tecnologías no son neutrales. Ellas pueden embeber en sí mismas procesos sociales o elementos enajenadores que debemos tener en cuenta. Como tal refleja sociedades, refleja intenciones, mecanismos y, por supuesto, tenemos que ser conscientes de eso».

Noticia original:
http://cubahora.co.cu/index.php?tpl=principal/ver-noticias/ver-not_ptda.tpl.html&newsid_obj_id=1024020