La decisión de Fidel de retirarse de la vida política creo que es una decisión que ha reflexionado bastante, que ha pensado mucho y que ha tomado en conocimiento de causa, ahora la pregunta es: ¿Va a cambiar algo en Cuba? Yo creo que no porque el proceso revolucionario cubano es un proceso que está […]
La decisión de Fidel de retirarse de la vida política creo que es una decisión que ha reflexionado bastante, que ha pensado mucho y que ha tomado en conocimiento de causa, ahora la pregunta es: ¿Va a cambiar algo en Cuba? Yo creo que no porque el proceso revolucionario cubano es un proceso que está profundamente arraigado en el seno de la sociedad cubana, es un proceso que ha sido construido por tres, casi cuatro generaciones de cubanos, y es un proceso a mi parecer irreversible.
Ahora, es cierto que Fidel Castro es una figura política única en la historia de Cuba, jamás nadie tendrá la importancia de Fidel en la historia de Cuba, creo que después de Martí, la persona que se puede destacar en esto de la historia de Cuba es Fidel.
Hoy, como es un líder no solo político, sino también revolucionario y espiritual de todo un pueblo, la mayor parte de los cubanos han vivido bajo su dirección, puede haber un sentimiento un poco de tristeza de que se retire de la vida política; pero Fidel Castro es el arquetipo de revolucionario, y los revolucionarios nunca se retiran, se retira de la vida política, pero va a seguir luchando a su modo, con sus escritos, sus pensamientos, sus ideas, a favor de un mundo mejor, a favor de un mundo menos cruel, y a favor de las ideas justas.
La reacción internacional: He leído algunas reacciones de EE.UU. y de Europa, reacciones que tienen cierto rasgo colonial, pidiendo una transición en Cuba, pidiendo más libertad, mejor respeto de los derechos humanos. Creo que EE.UU. y la Unión Europea no tienen ninguna autoridad moral para decirle a Cuba lo que tiene que hacer, no tienen ninguna autoridad moral para hablar de derechos humanos porque primero habría que ocuparse de las violaciones de derechos humanos que hay en EE.UU., que hay en Guantánamo, que hay en Abu Ghraib y que hay en el seno de la Unión Europea, que deberían aceptar la realidad de que Cuba es un país soberano e independiente, que no tiene ninguna lección que recibir de nadie, que es el pueblo cubano el que tiene que decidir su propio destino, de construir su propio camino hacia la autodeterminación, hacia la construcción de una sociedad mejor.