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Dis-va-ríos de una india bruta

Fuentes: Página Digital

En Cerro del Loro, en inmediaciones de Santa Fé de Bogotá, actual República de Colombia, a los 11 días del mes de Abril del año Gregoriano 2007. Queridos amigos de mi patroncita, gente linda que dedica su preciosa vida a compartir tan importante información y que invierte tanto esfuerzo en elaborar y distribuir tan valiosos […]

En Cerro del Loro, en inmediaciones de Santa Fé de Bogotá, actual República de Colombia, a los 11 días del mes de Abril del año Gregoriano 2007.

Queridos amigos de mi patroncita, gente linda que dedica su preciosa vida a compartir tan importante información y que invierte tanto esfuerzo en elaborar y distribuir tan valiosos Boletines informáticos: Les ruego que perdonen mi atrevicierto, que a mí misma me asombra, y sean tan generosos de regalarle un poquito de ese valiosísimo tiempo a este texto, quizás no lo merezca, pero esta india bruta que les escribe, me sentiría en la gloria si ustedes lo consideraran digno de ser compartido con sus lectores.

En ese caso, distinguidos e indistinguibles lectores cibernéticos:

Luego de recibir un abrazo solidario, continental y futurista,
Oigan, ( o, mejor, lean), yo no sé si me estaré metiendo en un berenjenal.

Muchas veces he estado leyendo un montón de cosas en este aparato pero, su dueña, mi ama, ni se imagina que yo sea capaz de meterme en esto.

Soy la cocinera. Y ni siquiera sé si alguien llegará a leer esto que escribo ahora. Me he animado a escribir porque es que hoy ha sido un día que UFF!

Claro que nadie creería que yo me he puesto a escribir todo esto, no ve que para la gente que tiene computadoras y que recibe correspondencia e informes de muchos lugares lejanos y hasta hablan en otros idiomas, una es, simplemente, una india bruta? Claro, si no fuera una bruta, no les estaría sirviendo. Supuestamente si una fuera más inteligente que ellos, seguro ellos estarían trabajando para una.

A ver, a ver, a ver, cómo decirlo, por dónde empezar? ¡Ay, Luz! Que vengan todos tus fotones en mi ayuda!

A ver: cuando yo era chiquita, mi padre solía decir que la libertad de un individuo está en proporción inversa a sus propios requericiertos de vivencia o de supervivencia. Por eso yo, desde chiquita, siempre puse mucho cuidado en darme cuenta para eliminar todo lo superfluo y reducir mis requericiertos al mínimo mínimo. Y porque, al mismo tiempo, no sé si como consecuencia, aprendí a valorar todo lo que nos rodea, lo que la vida nos da, lo que la amorosa madre tierra nos entrega. Y también porque mi padre y mis abuelos y, sobre todo mis abuelas, me trasmitieron tantas tradiciones y me enseñaron a tenerlas por la más rica, exquisita e invalorable herencia. Aprendí que, la única manera de ser verdaderamente ricos, es ser coherentes, es decir, saber valorar y disfrutar la común herencia, que es de todos, todos; y para todos y todas, pero que se pierde y se desvaloriza en la medida en que muchos y muchas no tienen esa conciencia. Entonces no se consideran ricos y, desesperadamente, buscan poder temporal y dinero.

De modo que hay, en el mundo, gente tan pobre, pero tan pobre, que sólo tiene dinero. Y que esa es la gente in-co-herente.

Serán tan incoherentes, que son monoteístas y se reivindican democráticos. Son capaces de ser, a un mismo tiempo, cristianos y capitalistas y, como si fuera poco, en este continente, se dicen latinos, es decir, romanos y, a la vez, republicanos, es decir, griegos.

Cómo querrán que una, bruta, los entienda?!

Claro que, como decía mi abuela, por eso, precisamente, son incoherentes. Se desprecian, más bien, se desconocen. Buscan reivindicación en todas las pseudo-cunas de todas las sifilizaciones y desdeñan su propia cuna en «las cumbres» de las culturas. Pobrecitos.

Como dice mi bisabuela cuando, sentada a la orilla del lago Titikaka los ve pasar a 120kmt/h en los buses de turismo internacional: «pobrecitos, no tienen raíces. Sólo pueden correr».

Y pagan tributo a la ignorancia, a la injusticia, a la iniquidad, en el altar de sus falsos dioses con su multitud de imágenes prohibidas en su propia Biblia.

La(s) tarjeta(s) de crédito son una de las principales.
Ante ellas se inclinan todos los porteros uniformados de todos los establecimientos cinco estrellas.

Bueno, no sólo de los establecimientos sino de todos los demás «mientos».
Pobrecitos.

Sus «mientos» serán tan inconsistentes y tan vanos, que necesitan agruparlos a todos en uno bien grandote al que, por nombre, le ponen «Estable». Y lo escriben con mayúscula: Estable-sí-miento.

Y no les da ni vergüenza. O será que, de verdad verdad, no se dan cuenta?

Una puede ser muy bruta pero, clarito no más se me presenta la evidencia y, entonces, puedo entender perfectamente que su sifilización ande como anda; si descansa en un gran «sí miento».

¡Uy, qué horror! Jamás me imaginé que me embalara escribiendo. Y si llegara, de pronto, la patrona?! Capaz le da un ataque. Pero ni modo, ya que agarré impulso, ¡Hágamosle!

Pues estaba hablándoles de que .. Ah, de la in-co-herencia.

Por qué la gente puede preferir la miseria?
Seguro sólo puede ser por lo que dicen mis mayores: por la ignorancia. Entonces, la ignorancia sí es la peor cosa sobre la faz de la tierra, no?

Pues, en estos días he estado leyendo esos temas que le llegan a la patrona. Bueno, leer, leer, lo que se dice leer; y llegarle, llegarle, lo que se dice que le llegan, ni hablar: Ahora que recuerdo, ella los llama «Boletines». Boletines de información. Sí, sí. Por eso debe ser que todo lo que se refiere a estas máquinas de escribir inteligentes, se llama informática.

En fin, Boletines de JUBILEO SUR; ( entre otras cosas, dizque la informática se hizo para globalizar todo porque, el SUR, les quedábamos muy lejos o muy a trasmano y, entonces, para solucionar el problema de apoderarse, sin tanto trabajo, de lo que quedaba de nosotros, se inventaron todo esto). Boletines de SOMOS SUR; de RESUMEN, DIARIO DE URGENCIA; de MEDICINA BIOENERGÉTICA; del CAMINO DEL CAMBIO CLIMÁTICO Y DEL CALENTAMIENTO (y dale con los «mientos») GLOBAL; y de otros temas recontra candentes e interesantes que, por eso es que yo me he aficionado a esta «pantalla».

(Cuando recién la patrona trajo este aparato y hablaba con sus amigas de la «pantalla», yo creía que era para «apantallarlas». Y, ahora, no sé si sentirme «apantallada», porque hasta escribiendo estoy, exponiéndome a darle una rabieta de aquellas, a mi pobre patroncita.

Claro que, para leer, yo aprovecho cuando ella deja abierta la pantalla y se sienta a hablar por teléfono. Entonces yo aprovecho para sacudir el polvo en su escritorio. Pero, ahora, para escribir, es que «se me rebosó la copa» y ya no me aguanté más, entonces, mientras ella hace su siestecita, yo salí disparada de la cocina pa´cá.

Qué les parece, que hay una discusión en la que medio mundo participa y el otro medio también quiere participar: Que por qué se está cambiando el clima. Y ahora la emprendieron con que si es por causa de toda la irracionalidad racional, o es porque el sol también se puso de irracional o, por lo menos, de iracundo.

Como dice el «manito»: «a poco se cree este racional irracional que, él solito, por mucho que le haga, va a cambiar la programación universal».

Cuando leo que Marte, la Luna , Mercurio, Júpiter y hasta Plutón están cambiando, se me ocurre, de pura bruta, que lo que pasa es que, como antes ellos no tenían esas máquinas inverosímiles para mirar de cerca, pues no se daban cuenta. Por lo mismo que todavía no se han dado cuenta de que, el universo, todo, cambia y cambia, con el ritmo de una infinita canción.

Entonces, pues. claro (pero es que eso debe ser claro sólo para nosotros los brutos), no va a ser un ritmo monótono. Tiene que tener una cadencia ¡.
Claro que los científicos hablan de ciclos, pero a mi no me convencen, porque ciclo, debe ser algo cerrado como las ruedas del tri-ciclo o las de la bi-cicleta.

Pero esa no es discusión p´alguien como yo. Quién me pararía bola, para dialogar?

Bueno, entonces, íbamos en que Marte..a propósito: no que era dogma que en Marte no había agua? Y, ahora, dizque si se licúa toda la que está condensada ahí, todo el globeta de Marte, quedaría bajo once (11) metros de agua ! Pues, realmente debo ser muy bruta, pero a mí se me hace que el tal Marte se está no más preparando para albergar población. Y ellos, que sueñan con colonizarlo todo, deberían estar de fiesta.

Precisamente, ese es un punto importante de mis burras observancias: Y es que estos racionales son tan irracionales que, para ellos, todo es un problema. Una preocupación y un problema. ( Si, no más mis patroncitos y sus amigos del Club, cuando hablan de sus varias casas y fincas y autos, sólo hablan de problemas.) Y, pensar que tantos de nosotros somos tan brutos, que siempre estamos pensando que una casita sería una solución.

Bueno, pero no nos perdamos, estamos hablando de la in-co-herencia. Entonces, hoy, a mi patroncito le dio porque la carne del almuerzo (porque, para él, si no hay carne, no es almuerzo), la quería frita. ¡agggchchch! Y claro, él, el inteligente, no más ordena. Y una, la bruta, no más tiene que limpiar. Y ahí fue cuando me entró mi ataque de «racionalizar». O, mejor será decir de «razonar»?

Ay!, perdonen la interrupción, pero es que sonó el celular de mi patroncita y yo, con tal que no se despierte, preferí dejar de escribir para ir a responder. Pero como, además de bruta soy medio cavernícola y todavía me aterran los aparatos inteligentes, entonces me asusto y, en vez de pinchar el verde para contestar, pincho el rojo y, lo que hago es apagarlo. Pero, bueno, así pude regresar para terminar de escribirles.

De verdad, pienso en medio de mi burrera, que si a estos hombres les tocara parir, el aborto sería un sacramento; si les tocara amamantar, la especie se habría extinguido de pura hambre; si tuvieran que lavar pañales. bueno, para eso, cuando vieron que les iba a tocar, inventaron los desechables, que son el epítome de la incoherencia contaminacionante. Y, estoy segura, si a ellos les tocara limpiar la cocina, o se volvían vegetarianos, o terminaban asumiéndose caníbales crudívoros. O quizás, entonces, todas las casas tendrían asadero como todas tienen inodoro.

Lo primero es, que la mugre que deja fritar carne, no la saca nada que no sea supercontaminante. Segundo, le eché agua caliente (hablando de consumo energético) a la sartén y, buscando dónde echar ese «caldo» de grasa y medio residuos quemados, porque el sumidero se va a taponear, entonces me fui al jardín. Y ahí fue que me dije que una cosa bien distinta es ser «bruta» y otra, muy diferente, ser «insensible».

Y no es que quiera justificarme, sino que cómo les podría contar, entonces, la vergüenza que sentí ante la Santa Madre Tierra. Estaba echándole una mezcla de irracionalidad, dolor, sufricierto, injusticia, crueldad, egolatría y sangre de una criatura indefensa, pasada por grasa procesada, refinada, «Light», y fuego y sal.

Saben? Tuve que detenerme a considerar qué estaba haciendo y a preguntarme «por qué?»

El «para qué?» o, mejor dicho el «para quién?», me lo he preguntado desde chiquitica. Y ya me lo he respondido hace mucho rato: Para la «especie superior del planeta» no ven?

Sería comprensible, mientras siguiera siendo «planeta».
Pero ahora, cuando ya es «globeta», «redondeta», pelota y teta. . . .!? Ya no me cabe en la «cabeza dura».

Y, hoy, definitivamente ya no me cupo en el corazón ni en la entraña.

«Especie superior». Ja!. No ven? Es fácil verlo: nos entregaron un jardín y lo volvimos un muladar.

Que quiénes nos lo entregaron?
Pues los mismos que hoy nos lo van a quitar: el iracundo Sol, los iracundos vientos, la iracunda agua, la recalentada luna, los contaminados días y la noche ensangrentada de la irracional furibundia de la ignorante «humananidad», la más cruel e inhumada de todas las especies.

Es que no son ni cinco ni veinte siglos. Son milenios.

Menos mal que a nosotros, los «indios brutos», en cinco siglos larguitos, no lograron sifilizarnos.

Gracias a eso, todavía podemos sentirnos muy agradecidos con muchos humanos, a saber:

Para empezar, damos gracias a varios señores Papas, arzobispos, obispos, curas vicarios y demás especies, porque nos reconocieron «no humanos» y se tomaron la fatiga de dejarlo consignado por escrito y «en blanco y negro» y lo tienen bien guardado en los archivos de Sevilla desde el debate de Valladolid.

Claro, no vamos a desconocer que, muchos de nosotros, por diversas «razones», llegaron a aceptar o a permitir ser «humanizados» cristianizándose. Pero, es que, como no todos somos igual de «brutos» y, a sangre y fuego, con tortura, amenaza, promesa y engaño, siempre es que, para no ceder, hay que ser muy, pero muy bruto.

Bueno, hay que seguir adelante.

Gracias a Don Marx, porque los que nos designaron «no humanos», por lo menos que eran curas, os-cura-ntistas, y fue en el siglo XVI. Pero él, Avatar del raciocinio; Redentor de los «maquinizados»; Exégeta de la economiseria industrialista; preclaro e iluminado producto del Siglo de las Luces, finalizando el siglo XIX o ya entrado el XX, nos otorgó el honroso y salvador Título de «Pueblos ahistóricos». Es decir, eximidos de co-responsabilidad en el historial de la ignominia.

Y mejor no sigo, porque sería interminable: luego de dar gracias una por una a todas las ramas de la ciencio-tecnología investigativa y académica, tendría que entrar a agradecerles, también una por una, a todas las ONGs.

( todavía nadie me puede hacer entender – cómo hacerle entender a una «bruta»- cómo es que se llaman Organizaciones NO Gubernamentales? Hasta donde he visto, parecieran Organizaciones Para-Gubernamentales.

Más bien deberían llamarse OASIS: Organizaciones Asistencialistas Sin Impacto Social.

Y gracias a nuestra «bestialidad», todavía hablamos con la tierra y con las plantas y con los animales. Pedimos permiso a la tierra para tomar el sustento y lo agradecemos. Damos por «seres vivientes» a las montañas, a las corrientes de agua, a los vientos y al fuego; y no nos cuestionamos si son o no senti-pensantes. Simplemente son sagrados.

En fin, hoy quiero dar gracias a la Vida , por haberme hecho tan bruta, rebruta y, encima, terca, reterca.

Gracias a eso, insisto y persisto en que NO SOY humana.
UFF! Menos mal.
Humanos, Gengis Kan; Los Faraones; Los Papas; Los Emperadores, japoneses y de otras latitudes; los Reyes, los católicos, los franceses y los austrohúngaros; los Zares; Hitler, Papá Doc, Trujillo, Somoza, García Meza, Banzer, Pinochet, Fujimori, Bush, Uribush, Castaños, Mancusos y Araújos. Tenemos ya bastante de enumerar humanos. No?

NO SOY «Latina», porque no vengo de Roma.
Además, América Latina es La Tina donde los mencionados humanos se lavan su culo en las lágrimas y muchas veces en la sangre de los «Latinoamericanos»

NO SOY «Democrática», porque la Democracia es el imperio de la opinión de las mayorías. Hasta donde sé, la especie más numerosa sobre la tierra son las moscas y todititas están de acuerdo en que «lo mejor» es comer caca.

NO SOY «Cristiana» porque no soy la «ana» de ningún Cristian. En todo caso seré Crística.

NO SOY «Capitalista», porque la magnificencia de mi opulencia, está definitivamente descapitalizada y, antes de volverla «moneda de cambio», prefiero ser «Decapitada».

Entonces, ante el urgente requericierto de identificarme, la infinita libertad y el magnificiente poderío de mi «bruteza», todavía me permiten reconocerme, declararme y asumirme, como en efecto me declaro, me reconozco y me asumo «BESTIA».

Eso sí, Una Bestia Divina. Y todo lo Divina que puede ser criatura viviente alguna, pero Bestia. A mucho honor. Como dijo el Santo de Asís: «Pues el alma simple de la bestia es pura».

Debe ser por eso, que no logro entender cómo se enzarzan tantos humanos y racionales en tanta preocupación y tanta discusión acerca de un futuro supuestamente Kaótico, si el más remoto pasado
– caso que el tiempo exista- fue Kaos.

Mientras discuten si hay o no futuro y cómo será el tal, siguen comiéndose -entre vivos y fritos- unos a otros a los demás animales, cual verdaderos caníbales; haciéndole la vida inviable a cuanta criatura más débil o más «pobre» encuentran y, de paso, amargándose la vida, agarrotados del temor a la «muerte», algo completamente natural y, al mismo tiempo, algo tan inexistente como «la realidad concreta».

En «La venganza del muerto», ese divino viejo sobrehumano conocido como Clint Eastwood, tuvo una muy linda razón cuando dijo: «es lo que la gente sabe de sí misma, en su interior, lo que los hace temer».

Esta «bruta», por mi parte, digo: «no me importa si el río me lleva pero, lo que haya de ocurrir, quieran todos los dioses, que, en el fondo, son Uno Mismo, que ocurra de una vez por todas. Y lo que ha de venir, que venga, pero YA !.

A ver si así salimos, de una vez por todas, de esta situación que ni merece llamarse Vida. Y nuestros niños vuelven a tener acceso a sus espacios verdes, flores, mariposas y cascadas cristalinas sin que nadie se angustie por la depre . dación; y sin que se les enajene por ningún catálogo de «especies en peligro de extinción», ningún estatus de Reserva Biológica, ni patente alguna de Banco Genético.

Y, desde mi brutedad, veo que así no más ha sido, es y seguirá siendo, mientras el Universo siga viviente, vibrante y suficientemente absoluto, como para desdeñar las «preocupaciones racionales humanas» como algo completamente intrascendente y siga adelante con su bio-programación luminoviviente, eterna, omnisciente y trascendente.

Mejor dicho, para seguir fluyendo con su canción hasta que, quizás, un día, el humano racional entienda que el Reto no es «transformar» el Universo, pues él se transforma a sí mismo, aunque nos asustemos y sin que podamos evitarlo, sino ser capaces de asumirlo y de habitarlo tal cual es. Y realicemos que Todos, humanos racionales y bestias irracionales, piedras, granos de arena, partículas de polvo interestelar, briznas de hierba, estrellas, moléculas, neuronas y pensa-senti-ciertos, somos lo mismo: Iguales, en que somos distintos. Que todos somos TODO y, a un mismo tiempo, nada.
O, por lo menos que, al morirnos -y mientras no realicemos eso, vamos a seguir muriéndonos- no conservaremos nada.
Ni una imagen, ni una tarjeta de crédito, ni una preocupación ni un título ni una calificación. En cambio, sí nos habremos perdido de la invaluable, irrecuperable e irrepetible ocasión de ser ni más ni menos que seres vivientes, trascendentes, autoconcientes.

Qué más dá, si estás en esta, o en otra cualquiera dimensión? No que el «estar» es transitivo y el «Ser», intransitivo?

Cómo puede pre-ocuparnos «dejar de ser», al punto de olvidarnos de Ser a causa de la pre-ocupación?

In-co-herencia.

Pero, qué estoy diciendo?
No importa.

Después de todo, quién va a darle importancia a los disvaríos de una india bruta lavando mugre en una cocina en un cerro?

Fuente: http://www.paginadigital.com/articulos/2007/2007prim/noticias1/disvarios-230407.asp