La agencia noticiosa Argenpress, citando como fuentes a la revista «El Soldado» y declaraciones del coronel ® del ejército argentino Horacio Ballester, a quien conocí en el exilio, informó del encuentro en las sombras celebrado esta semana en Buenos Aires de los jefes militares del continente en el marco de la Conferencia de Ejércitos Americanos […]
La agencia noticiosa Argenpress, citando como fuentes a la revista «El Soldado» y declaraciones del coronel ® del ejército argentino Horacio Ballester, a quien conocí en el exilio, informó del encuentro en las sombras celebrado esta semana en Buenos Aires de los jefes militares del continente en el marco de la Conferencia de Ejércitos Americanos (CEA). El llamado, como siempre, fue de EEUU. De soberanía no hablemos. ¿Porqué diablos deben seguirse juntando los comandantes en jefe al conjuro del Norte?
La historia de estas relaciones, iniciada en Fuerte Amador en 1960, allá en la zona entonces ocupada por los yankis del Canal de Panamá, ha sido larga y dramática para nuestros pueblos. En el centro sigue estando la doctrina de la llamada»Seguridad Nacional», en cuyo nombre se han cometido los peores crímenes. A su alero nació la «Operación Cóndor» que tantas vidas costó en la década del 70. Pinochet, Manuel Contreras y los mandos militares de la época, bajo la atenta mirada del Pentágono y la CIA, coordinaron el encuentro en Santiago que dio origen a esa nueva forma de genocidio a manos de las fuerzas represivas latinoamericanas. Es más, recordemos que todavía hoy existen la Junta Interamericana de Defensa y el Tratado de Asistencia Recíproca, los programas de ayuda militar y los «ejercicios conjuntos».
El militarismo, aliado natural de la derecha política, instalado desde hace mucho en nuestra escena política sigue siendo responsable de atrocidades en nuestro tiempo. Crímenes, violencia, robos, contrabandos, fraudes, forman parte de su esencia. Desde Londres llega una noticia, publicada hace sólo unos días en el periódico The Independent acerca de multimillonarias multas por sobornos de la fábrica británica BAE para vender sus armas, repuestos, helicópteros, etc.. a distintos países y, entre ellos, depósitos millonarios de libras en las cuentas de Pinochet y otros jerarcas. Por los mismos días ante el Ministro Valderrama siguen desfilando altos mandos militares acá en Santiago por sus fraudes millonarios.
Pero no es todo : en la cruel represión al pueblo mapuche esté presente el autoritarismo militar y la complacencia de los gobernantes. La ilegítima aplicación de la justicia militar y de las leyes de Seguridad del Estado y Antiterrorista son una verdadera infamia. Con razón desde la iglesia católica en el sur surge la quemante acusación : «las únicas manos manchadas con sangre son las de los carabineros«. Encubriendo con burdos montajes y mentiras sus abusos, la policía uniformada con el visto bueno del Ministerio del Interior ha cometido barbaridades contra niños y ancianos. Los hieren con balines, les suben a helicópteros desde donde amenazan lanzarlos al vacío. Todo como en dictadura. Los mismos pacos brutales cuidando billeteras de ricos.
Aquí en la capital la Contraloría da cuenta en «informe confidencial» que el alcalde RN de Vitacura, Raúl Torrealba, es investigado por desviar 4 millones para financiar becas de la «Fundación Pinochet». Es decir, plata de los ciudadanos para pagarle, entre otros, a Sebastián Pinochet, nieto del dictador e hijo de Augusto Pinochet Hiriart. Ninguno de los afortunados necesitaba de esas becas, pagadas además de modo ilegal.
Lo grave es que de estos temas, como de derechos humanos, como de las luchas de los trabajadores por sus conquistas, se habla muy poco. Y se les apoya menos. Salvo a Jorge Arrate, la candidatura de la izquierda, al resto, todas del mismo modelo, pareciera no preocuparles. Como una afortunada excepción, hay que declarar bienvenida la propuesta de ley de la presidente Bachelet para poner fin a la aplicación de procesos militares a los civiles. Debió ocurrir hace muchos años, pero más vale tarde que nunca. ¿Aprobará la derecha esta ley? Dudoso, más si consideramos que los males del conservadurismo y la prepotencia de los poderes fácticos están representados en la candidatura de Piñera. Razones hay para rechazar esa candidatura y a todos los que le hacen el juego. Es tiempo de cerrar filas con Arrate y las luchas del pueblo. No hay de otra.