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Denuncian la existencia de osamentas de desaparecidos en un retén de Carabineros en las Termas de Catillo

Fuentes: Rebelión

En el Retén de la Policía de las Termas de Catillo (Carabineros) a 350 kilómetros de Santiago se encuentran «presuntas» (como diría el dictador) osamentas de personas que fueron sepultadas bajo el propio Retén en los dos meses a seguir al golpe de estado en Chile el 11 de Setiembre de 1973. Este hallazgo se […]

En el Retén de la Policía de las Termas de Catillo (Carabineros) a 350 kilómetros de Santiago se encuentran «presuntas» (como diría el dictador) osamentas de personas que fueron sepultadas bajo el propio Retén en los dos meses a seguir al golpe de estado en Chile el 11 de Setiembre de 1973.

Este hallazgo se produjo cuando Carabineros de Chile decide agrandar su cuartel, los trabajadores fueron mandados a hacer excavaciones para un radier junto al cuartel y así poder agrandar las instalaciones, cual no sería la sorpresa de estos trabajadores cuando al excavar comienzan a aparecer huesos y osamentas de personas.

Carabineros de Chile no hiso ninguna investigación pero la información se filtro a través de los obreros y luego por sus esposas al oír estos comentarios. La familia dio información a la Fiscal del distrito y ella, pidió absoluta reserva durante el tiempo en que se realizara la investigación, fue así como algunos días mas tarde se apersonaron algunos detectives de la Policía Civil y estuvieron interrogando a las personas del lugar, dígase de paso que todos los habitantes de esta aldea llamada las Termas de Catillo han sabido del hallazgo.

Después de 15 días de investigación entregaron su informe a la Fiscal del Distrito, «casualmente» esta fiscal no da cuenta a las familias del resultado de la investigación y aunque uno de sus hijos Gustavo Torres Castillo se apersonó para saber los resultados, fue informado que la Fiscal había sido trasladada para otra investigación fuera de la zona, de esta forma el gobierno vuelve a repetir la situación y la justificación que se ha dado a los Detenidos y Desaparecidos de Chile, es decir «olvidemos los asesinatos cometidos por la dictadura»

Al parecer, el gobierno del señor Sebastián Piñera Echeñique tiene compromisos con la dictadura o con las Fuerzas Armadas de nuestro país ya que esta información ha sido prácticamente ignorada, no olvidemos que él es o ha sido dueño de una gran parte de las empresas informativas de Chile

Nosotros, la familia directa, sus hijos y sobrinos, exigimos una respuesta ya que tenemos casi absoluta seguridad que es allí donde se encuentran los restos de Ruperto Oriol Torres Aravena.

Entretanto, en el lugar donde presumiblemente se encontraron las osamentas de los cadáveres les ha sido negado el acceso a los familiares de Ruperto Torres y por la información dada por los trabajadores de la obra, se continuó haciendo el radier para esa construcción dejando sepultado bajo cemento las pruebas que posiblemente involucran a los Carabineros de Chile.

Sobre RUPERTO ORIOL TORRES ARAVENA Desaparecido el 13 de Octubre de 1973

La verdad es que Ruperto fue presuntamente secuestrado por los Carabineros de Chile en el retén de las Termas de Catillo, a veintitrés Kilómetros de la ciudad de Parral y a 350 kilómetros al sur de Santiago (Capital de Chile), como también otras personas del mismo sitio.

A Ruperto le mandaron decir con dos Carabineros (Policías chilenos) que por mando del sargento Hermógenes Toledo, debería presentarse en el cuartel de esa aldea distante de unos tres kilómetros de su domicilio lugar denominado «Bajo de los Torres».

Quien nada hace nada teme dice el refrán, Ruperto se fue a presentar esa misma tarde casi anocheciendo, solo devolvieron su manta y el caballo.

Doña Paulina Castillo (su esposa) desde aquel momento comenzó a buscarlo, cobardemente los Carabineros decían que había sido trasladado a otro lugar, para allá partía a buscarlo doña Paulina, de ese lugar la mandaban a otro y así sucesivamente, en pocos años envejeció buscándolo y murió.

Doña Gala Torres Aravena, hermana de Ruperto Torres Aravena comienza también desde el primer día la búsqueda de Ruperto y es de las primeras a fundar el movimiento de los desaparecidos chilenos (Agrupación de Familiares de Detenidos y Desaparecidos) AFDD junto a la antigua Vicaría de la Solidaridad. Gala Torres Aravena murió en 2002 sin dejar de trabajar en la busca de su hermano, tarea que hoy recae en sus hijos y sobrinos.