Xosé Allegue (1960) es Arquitecto por la ETSA de A Coruña y la Ecole de Architecture de Lille (Francia). Ha desarrollado una parte sustantiva de su ejercicio profesional en la Administración en Santiago de Compostela (en el ámbito de la Regeneración Urbana del Centro Histórico y en la rehabilitación de la arquitectura popular). En ambas […]
Xosé Allegue (1960) es Arquitecto por la ETSA de A Coruña y la Ecole de Architecture de Lille (Francia). Ha desarrollado una parte sustantiva de su ejercicio profesional en la Administración en Santiago de Compostela (en el ámbito de la Regeneración Urbana del Centro Histórico y en la rehabilitación de la arquitectura popular). En ambas facetas su trabajo ha recibido numerosos premios, como, entre otros, el premio Gubbio 1996, el Europeo de Urbanismo 1998 o el COAG 2000. Desde 2001 es profesor de proyectos de la escuela de arquitectura de UCD (University College Dublin) en A Coruña. Ha colaborado igualmente en diversos medios de comunicación, ha publicado numerosos artículos y ha participado en múltiples foros estatales e internacionales. Si libro Santiago de Compostela Arquitecturas del siglo XX (2001) va ya por su tercera edición. Colabora con diversos colectivos sociales y ecologistas y ha participado en el movimiento 15 M, en debates relacionados con la regeneración urbana, la defensa del territorio y contra la especulación y la corrupción urbanísticas.
Estábamos hablando de especulaciones ¿Cómo ha repercutido la especulación urbanística en el ámbito de la arquitectura? ¿Se ha especulado mucho en los últimos años? ¿Tienes algún ejemplo destacado a mano?
Desde 2004 a 2009 una comisión europea , presidida por la diputada verde danesa Margrete Auken visitó anualmente España, para, en colaboración con diversas plataformas y colectivos ciudadanos, redactar en 2009 el conocido como Informe Auken. Este informe fue aprobado en el parlamento europeo sólo con los votos en contra del PSOE y el PP españoles (votaron a favor los grupos popular y socialista europeos). En él se hace un diagnóstico demoledor de la situación del urbanismo especulativo en España, instando a las comunidades autónomas a que declaren una moratoria de todos los planes urbanísticas que no respeten los criterios rigurosos de sostenibililidad medioambiental y responsabilidad social.
Recordaba la comisión su facultad para interrumpir la provisión de fondos estructurales y de cohesión criticando el excesivo poder que se había dado a técnicos, urbanistas y promotores por parte de determinadas autoridades locales.
Pero el informe no es vinculante.
Exacto, el informe no es vinculante, por lo que ahí seguimos. Aunque éste informe advertía sobre todo del grado de deterioro de la costa mediterránea, en el frente atlántico podemos igualmente presumir de numerosos ejemplos. Entre ellos, los más recientes, los casos de Fisterra o el de Barreiros en la costa norte de Lugo, donde con sentencias firmes anulando licencias concedidas, la Administración autonómica pretende aportar 14 millones de euros (regalárselos en definitiva a los promotores, en estos tiempos de escasez de recursos públicos) para urbanizar y regularizar situaciones de frontal atentado al medio natural, que no responden a interés social alguno y que tienen una única finalidad: la especulativa.
Parece obvio el tremendo daño que estas situaciones, cercanas sino ya en pleno territorio de la prevaricación, producen al erario público, a la «autoritas» de la propia administración, al medio natural y a la calidad del habitat de los ciudadanos y en definitiva a la calidad democrática.
¿Hemos avanzado o hemos retrocedido en el ámbito de la arquitectura en nuestro país en los últimos años? ¿Está la arquitectura más al servicio del Capital que en otros momentos?
Desde un punto de vista estrictamente disciplinar, la calidad de la arquitectura en el territorio español, siempre ha sido muy reconocida en Europa. Hay magníficos arquitectos, que han construido obras de gran calidad arquitectónica, bien integradas en el lugar aunque no siempre funcionalmente ejemplares y desde luego siempre al servicio del sistema. También se ha avanzado bastante en el campo de la intervención regeneradora de la ciudad existente y particularmente de los centros históricos, donde se ha inyectado mucho dinero público. Ello a pesar de que los procesos rehabilitadores han renunciado casi siempre a objetivos de regeneración social y económica, evitando políticas de vivienda social, y descontrolando las plusvalías ofrecidas a particulares por la subvención pública a la rehabilitación. Esta ausencia de compromiso social ha acabado generando sustitución de la población, sesgando la composición sociológica de los barrios, y destruyendo la diversidad social y económica y los espacios de convivencia .
En definitiva, salvo ejemplos marginales, la arquitectura y, sobre todo el urbanismo, como instrumentos de control de un bien escaso como es el suelo, están más que nunca al servicio del capital.
¿Conoces algún país en el que se hayan realizado innovaciones arquitectónicas que merezcan tu interés?
Refiriéndonos al ámbito europeo, desde las experiencias de vivienda social del programa SAAL en el Portugal de la revolución de los claveles, resaltaría la experiencia en política de vivienda social de la Holanda de los años 80 , con ejemplos de gran interés arquitectónico. También en la España de los 90 ha habido algunos ejemplos de vivienda social y de regeneración del espacio público de gran interés, siempre guiadas por la iniciativa de las distintas administraciones. Igualmente han habido interesantes proyectos de rehabilitación de edificios con valor patrimonial, que han servido para dotar de equipamientos públicos a barrios históricos deficitarios.
En todo caso, no sé si la innovación estrictamente arquitectónica debe considerarse hoy día como un valor. Mas bien diría que lo importante es producir experiencias y operaciones urbanas y territoriales social y económicamente rentables, que produzcan una mayor justicia en la asignación social de los espacios y que reivindiquen el derecho a la ciudad y al paisaje desarrollando iniciativas de solidaridad territorial que huyendo de las economías de escala o aglomeración, reequilibren la distribución de los medios de producción y reubiquen los equipamientos públicos con criterios de mayor equidad.
¿Qué papel juega y qué papel debería jugar la rehabilitación en nuestras ciudades?
La rehabilitación pública o subvencionada ha jugado su papel en los barrios históricos con los errores que ya he comentado. Hoy, habría que hablar de regeneración urbana, con una visión mas global, que implicara la recuperación social, económica, cultural y espacial de la ciudad central consolidada, en el contexto global de la ciudad, su periferia y su territorio circundante.
En un momento de crisis demográfica, de escasez de suelo y con casi 4 millones de primeras viviendas vacías en los centros urbanos, en el ámbito estatal (distingámoslas de las no vendidas de reciente construcción en las periferias urbanas), el trabajo de Arquitectos y administraciones debería consistir en poner en circulación todo ese inmenso parque inmobiliario que, gestionado adecuadamente con los pequeños propietarios, podría subsanar el déficit de vivienda social existente en el estado además de constituir la base de una nueva economía apoyada en su rehabilitación y en la mejora de su eficiencia energética.
Por el contrario, los gobiernos se empeñan en tratar de ayudar a promotores y entidades financieras a colocar las viviendas de su «stock» a las que llaman «no vendidas», favoreciendo que se habiten zonas periféricas que generan graves problemas de acceso a los equipamientos sociales, escolares, comerciales etc, que producen problemas graves de movilidad y de mantenimiento de las redes públicas que contribuyen a la ciudad dispersa, difusa y fragmentaria.
Lo que hemos de hacer hoy es decrecer, o mejor, crecer hacia adentro, ocupándonos de lo que tenemos y olvidándonos del crecimiento periférico para centrar nuestros esfuerzos en mejorar la convivencia en la ciudad consolidada disminuyendo una huella ecológica que ya ha alcanzado hace tiempo límites inadmisibles.
Has hablado ya algo de ello pero el tema es importante. ¿Qué opinión te merece la política de vivienda que se ha seguido en España en los años recientes?
Como sabemos, el artículo 47 de la constitución española recoge el derecho de los ciudadanos a una vivienda digna, aclarando de modo muy pertinente que los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general, para impedir la especulación. Como parece claro, el quid de la cuestión está en el modo de llevar adelante este derecho concretando en políticas activas la propuesta del segundo párrafo del articulo, que de modo evidente se ha incumplido flagrantemente en la mayoría de los casos.
De modo evidente.
Independientemente de que gran parte de las competencias en este ámbito han sido transferidas a los gobiernos autonómicos, la creación del Ministerio de vivienda ha intentado con escaso éxito y en muchas ocasiones demostrando un alto grado de incompetencia, hacer alguna aportación. En los últimos años se han aprobado leyes autonómicas de muy diverso calado, que van desde la valenciana que consagra un urbanismo a la carta que favorece las operaciones especulativas, hasta una ley vasca negociada largamente con los movimientos sociales y que recoge entre otras brillantes iniciativas, la posibilidad de reclamación judicial por parte de los ciudadanos del incumplimiento del mandato constitucional.
La clave está, en mi opinión, en que no se pueden alcanzar objetivos sin una política pública de patrimonialización de suelo y viviendas por parte de los ayuntamientos y comunidades autónomas, sostenida a lo largo de tres o cuatro legislaturas, única manera de iniciar la adquisición de una cierta capacidad de moderación del mercado del suelo y de la vivienda.
Contra lo que sostiene la inmovilista y recalcitrante derecha española, a quién todo lo que no sea liberalizar y privatizar le parece de infernal procedencia estalinista, un Ayuntamiento como el de Viena, gobernado largamente por partidos conservadores, posee ni más ni menos que unas 250.000 viviendas públicas en alquiler, y una sociedad pública que controla prácticamente el mercado urbano de suelo. Lo que, entre otros lustrosos ejemplos europeos, puede demostrar que las instituciones, precisamente por ser públicas, deben de defender el interés general, independientemente de por quién sean gobernadas.
Recuerdo ahora una viñeta de «el roto» que exclamaba: «Pero que aficionados son a gobernar lo público los que todo lo quieren privatizar!!!»
Es que el Roto es todo un filósofo crítico, no como muchos que van presumiendo por ahí. Desde el punto de vista de un arquitecto y profesor como tú, ¿cómo se explica la irrupción y caída de la burbuja inmobiliaria?
Sobre esta cuestión es difícil para mí aportar algo que no haya sido dicho. Pero en todo caso sí me interesa resaltar de los numerosos factores que inciden en la cuestión, el hecho de que en el estado español, desde la primera ley del suelo de 1956 pasando por la liberalizadora del gobierno Aznar de 1996, la legislación del suelo, apostó siempre por un modelo que, desde el inicio, se puso decididamente al servicio del lucro de la propiedad del suelo, reconociéndole un valor no por lo que es sino por lo que puede llegar a ser (asumiendo, en definitiva las expectativas de carácter especulativo del suelo y realizando una capitalización casi exclusivamente privada de los efectos del planeamiento urbanístico público), dañando con ello el derecho de la ciudadanía a acceder a una vivienda digna a un precio razonable.
Se creó así un estado de opinión general que impulsaba a los operadores pero sobre todo a la ciudadanía a creer que el precio del suelo determina el precio de la vivienda.
¿Y no es así?
La realidad es más bien la contraria: el precio de la vivienda determina el precio del suelo. Es decir, las Viviendas Libres van a venderse al precio máximo que este dispuesto a pagar el consumidor y el sistema hipotecario dispuesto a financiar. Es radicalmente falso identificar mayor oferta de suelo con Vivienda Libre a precios más bajos, como lo demuestra la última década, pródiga en urbanización, edificación y Vivienda Libre a precios muy altos. Con los procesos de liberalización los precios de la vivienda son fijados, sin freno, por los oligopolistas de este mercado (sector inmobiliario y financiero) y el crecimiento sin control del suelo urbanizado ha supuesto una degradación de nuestro medio ambiente a un ritmo insostenible.
Hoy sabemos que con la intervención pública puede llegar a moderarse el precio de la Vivienda Libre y, desde luego, ofrecerse mucha más Vivienda Protegida. Lo que hace evidente que ha faltado regularización pública y ha sobrado libertad de acción para los actores privados de los procesos de producción de suelo y vivienda.
Todo esto no sería posible sin la redacción por parte de los ayuntamientos de Planes generales a la medida de los financiadores de partidos y administraciones y de una gestión como ya he dicho «capturada». Gestión urbanística municipal, que se ha producido siempre siguiendo la conocida fórmula de la corrupción de Klitgaard C = M+D-T, que nos explica que la corrupción se da siempre que concurren el Monopolio en la decisión, un alto grado de Discrecionalidad y una total ausencia de Transparencia. Tres condiciones que se han dado siempre en el ámbito de la gestión urbanística municipal (La C de la fórmula es corrupción claro está)
Tú eres y vives en Galicia, ¿me das el nombre de un edificio de construcción reciente que sea de tu gusto? ¿Por qué?
No quisiera citar a ninguno de los arquitectos consagrados por ninguna de sus obras individuales. Me parece más justo reconocer la pequeña obra de tantos jóvenes arquitectos, cuyos nombres no son aún reconocidos, pero que están peleando por dignificar el país y la profesión. Sobre todo porque la capacidad y la posibilidad de modificar en los próximos lustros las dinámicas negativas que han destruido nuestras ciudades y nuestro territorio en los últimos 35 años, está en sus manos.
¿Puedes citarme el nombre de un arquitecto que sea para ti un nombre de referencia? Pueden ser más de uno .
Tengo algunos amigos, que además de buenos arquitectos son gente comprometida y batalladora, pero claro, imagino que me pides un nombre de la historia de la arquitectura reciente.
Eso te pido.
Es difícil no encontrar graves contradicciones en la vida y la obra de los grandes arquitectos de la historia. Pocos de ellos mantuvieron actitudes éticas intachables. Porque los que las mantuvieron, permanecen en el anonimato y no figuran en las páginas de la gran Historia.
Así que quizás podría decirte algunos nombres que, en mi opinión, a pesar de las criticas que puedan hacerse, han ejercido la profesión en tiempos difíciles y con un alto grado de compromiso social, a pesar de estar en la primera línea de las grandes publicaciones internacionales. El arquitecto finés Alvar Aalto, por su compromiso con su país y su territorio, y por hacer una arquitectura honesta, bien relacionada con el lugar y con materiales autóctonos, es un ejemplo. De él me interesa sobre todo su obra en Finlandia. Mucho menos su etapa americana, en la que ya alcanza el estatus de star, y pierde parte de sus valores iniciales.
En segundo lugar Oscar Niemeyer, por su compromiso ideológico, por su atrevimiento y sensibilidad, aunque no debemos olvidar que también trabajó para los poderes establecidos.
Y hablando de Arquitectos más jóvenes ,aunque ya maduros, Peter Zumthor, en la Suiza rural y desde la humildad de lo local, trabajando la pequeña escala, con pocos medios, y con una formación de carpintero, ha sabido construir magníficas obras de arquitectura llenas de oficio y sensibilidad. Si bien la concesión del Premio Pritzker en 2009, le ha llevado al firmamento de los stars, y está por ver como afectará esto a su carrera.
Por último citaré a un australiano nacido en Londres: Glen Murcutt, quién desde la artesanía de un estudio en el que trabaja él solo, haciendo pequeños proyectos magníficamente relacionados con su medio natural, y negándose a trabajar fuera de Australia, ganó igualmente el Pritzker en 2002.
Además de los arquitectos citados, como ya he dicho, hay numerosísimos jóvenes arquitectos, que están dignificando con su trabajo una profesión que lamentablemente se ha visto tan involucrada en la destrucción de nuestras ciudades y nuestro territorio.
Hablabas antes de él. ¿Qué opinión te merece la obra de Oscar Niemeyer?
Su obra arquitectónica más conocida es una obra de gran interés plástico y espacial, además de un gran rigor constructivo y funcional, que sólo podría haber nacido en un país como Brasil. Pero además está toda su colaboración con Lucio Costa en la Fundación y construcción de Brasilia, que es una experiencia única que pocos Arquitectos en la historia han podido desarrollar.
En todo caso, aparte de su obra, me ha interesado siempre más su compromiso político y social con la realidad de su país, que le condujo al exilio europeo a raiz del golpe militar de 1964. Como ya he dicho, creo que la obra de un arquitecto ha de ser parte de su biografía, y la de Niemeyer resulta de una gran coherencia, a la vez que demuestra una desbordante pasión por la vida, pasión que mantiene a día de hoy a sus 103 años.
¿Cómo puede un arquitecto, en la España y en la Galicia actuales, contribuir a que nuestras ciudades y pueblos sean más humanos, más centrados en el bienestar de sus habitantes?
Hoy día los arquitectos han de ser mas conscientes que nunca de la obligación ética de su profesión. Esto implica poner por delante este compromiso colectivo frente al afán de transcendencia de la obra individual. La cercanía a los movimientos sociales parece hoy ineludible, con el esfuerzo pedagógico que conlleva tratar de convertir, por ejemplo la caja negra del Urbanismo en un caja de cristal, ayudando a ejercer sobre la administración la labor de fiscalización ciudadana consustancial a una verdadera democracia. Y también es necesario el papel de generador de opinión crítica cualificada, porque no es sencillo para un no iniciado distinguir la buena de la mala arquitectura.
Creo que debemos reivindicar para el colectivo la necesidad de acción política, sin la cual la aportación profesional sería inviable. Es inevitable también un grado de activismo y sería deseable un cierto afán de ejemplaridad en nuestras actuaciones.
La conciencia ecológica está cada vez más arraigada, igual que la visión de que no debemos construir más, sino mejorar lo que ya tenemos con rigor y austeridad.
Pero esto ha de pasar porque desde las escuelas de Arquitectura se forme a los futuros Arquitectos en estos principios, porque estamos ante una profesión, que lamentablemente, y al igual que nuestra democracia, necesita ser profundamente regenerada.
Nota edición:
[*] La primera parte de esta entrevista fue publicada también www.rebelion.org