El ministro chileno del Interior, Andrés Chadwick, reiteró hoy su arrepentimiento por haber apoyado a la dictadura de Augusto Pinochet, en medio de un debate cuando se acerca el 40 aniversario del golpe que en 1973 instauró un régimen que violó gravemente los derechos humanos. «El año pasado ya hice mi declaración, lo que yo […]
El ministro chileno del Interior, Andrés Chadwick, reiteró hoy su arrepentimiento por haber apoyado a la dictadura de Augusto Pinochet, en medio de un debate cuando se acerca el 40 aniversario del golpe que en 1973 instauró un régimen que violó gravemente los derechos humanos.
«El año pasado ya hice mi declaración, lo que yo sentía, lo que yo creía. Vuelvo a reiterarlo en los mismos términos que lo señalé la vez anterior», dijo a radio Cooperativa el ministro, también dirigente de la Unión Demócrata Independiente, que le dio sustento político e ideológico al gobierno de facto.
Chadwick hizo la afirmación al ser preguntado por el gesto del senador de su partido Hernán Larraín, que el pasado lunes abrió este debate al pedir perdón en un acto público, con el objetivo, dijo, e contribuir a la reconciliación y la unidad entre los chilenos.
«Yo respeto mucho lo que ha hecho Hernán Larraín. Creo que es como él lo señaló, que quiere partir por una decisión personal que cree que puede ser más útil para caminar hacia una mayor reconciliación, es muy respetable», comentó Chadwick al respecto.
En junio de 2012, en medio de la gran repercusión social causada por un homenaje a Pinochet organizado por sus partidarios, Chadwick declaró al Canal TVN que «hay una situación (de la) que sí me arrepiento, que es la violación brutal a los derechos humanos que se efectuó en el gobierno militar».
«De eso tengo un profundo arrepentimiento: de haber sido parte de un gobierno, haber sido partidario de un gobierno donde esos hechos sucedían», añadió.
Durante la dictadura, según datos oficiales, unos 3.200 chilenos murieron asesinados a manos de agentes del Estado, de los que unos 1.192 aún figuran como detenidos desaparecidos, mientras unos 33.000 sufrieron tortura y cárcel, y 200.000 el exilio.
Según Chadwick, su actitud y la de Larraín «creo que son situaciones que más que ir colaborando a una reconciliación, en el caso personal mío me van situando personalmente».
«Creo que es lo más sincero en una aproximación a hechos del pasado que, en el transcurso del tiempo uno sí tiene la posibilidad de evaluarlos y situarlos exactamente en el lugar de condena en que uno cree que deben estar», añadió.
La petición de perdón de Hernán Larraín fue elogiada por representantes de la oposición, entre ellos la expresidenta y candidata nuevamente a la Moneda Michelle Bachelet y el expresidente Ricardo Lagos, y valorada como un acierto en el Gobierno.
La excepción fue la candidata presidencial del oficialismo Evelyn Matthei, también militante de la UDI, que preguntada al respecto afirmó que en 1973 ella tenía 20 años y, por lo tanto, no tenía que pedir perdón por nada.
La respuesta provino del propio senador, que señaló al respecto que «nadie debe eximirse de responsabilidades por lo ocurrido antes y después del golpe de Estado, «aunque fuéramos jóvenes».
«Aquí nadie está en condiciones de eximirse de responsabilidad en las generaciones que tuvimos, aunque fuéramos jóvenes, participación en ese tiempo. Espero que este (su petición de perdón) sea un motivo para buscar a través de gestos, estos u otros, nuestro compromiso con la paz y la unidad», precisó.