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Se incendió la campaña electoral

Fuentes: Rebelión

Generalmente se utiliza esta expresión de manera simbólica. Pero, hoy, las circunstancias nos hacen pensar que dicha expresión es más bien real. Miramos en las calles fuertes preguntas cuestionadoras dirigidas a la alcaldesa de Guayaquil sobre el tan pregonado ‘éxito’ de los 30 años de la gestión municipal por el Partido Social Cristiano.

Las redes sociales están llenas de información y desinformación sobre la misma campaña electoral, sobre la fuga del asesino de María Belén Bernal Otavalo, sobre la guerra de las mafias de las drogas, sobre el asesinato en la cárcel de Latacunga del ‘Patrón Norero’… Al escuchar los noticieros de las televisiones, radios y periódicos, nos perdemos en la cuenta de los asesinados en las cárceles, las calles, las casas y los UPC (Unidad de Policía Comunitaria). Las conversaciones familiares y de vecinos están llenas de miedo, inseguridad, zozobra: “Nadie nos protege de la delincuencia y ahora… ¡ni de la policía!”. El señor presidente acumula informaciones equivocadas. Están los vaivenes de una Asamblea legislativa que funciona según la cantidad de dólares que se les expande a muchos legisladores. Todos nos preguntamos adónde va a para todo esto, adónde va a parar el país, adónde vamos a parar nosotros mismos…

Desde hace 6 años estamos en un sistema neoliberal que ha desbaratado al Estado reduciéndolo a su mínima expresión, es decir, inútil para enfrentar y resolver los problemas, poque el mismo es el causante y el propiciador de los mismos. Nos sentimos más indefensos y desprotegidos que cuando la fase mas aguda de la pandemia…

En esta situación, ¿cuáles van a ser los discursos de los candidatos a las elecciones locales? ¿Quién va a creer en sus promesas, si estamos hartos de promesas incumplidas? ¿Quién los va a escuchar repetir lo que dijeron en campañas anteriores?… ¿Será mejor mirar a los candidatos nuevos, en el sentido que es la primera vez que se presentan? Pero ¿cuál es el partido que los presenta? ¿Tienen algún plan de gobierno? Y los independientes, ¿de quién son independientes cuando rige el cambio de camiseta y se busca beneficios personales?

En cuanto a la consulta popular, parece una farsa más del gobierno. Sobre las preguntas, se las califica a varias de anticonstitucionales… ¿Y qué? También se dijo que la anterior consulta del presidente Moreno -la del 7 veces sí- era inconstitucional, ¡pero no se pronunció la Corte! Y vemos a qué desastre nos ha llevado. La consulta actual “no sirve para nada”, afirma Leonidas Iza, presidente de la CONAIE. Sus preguntas actuales van fortaleciendo el sistema neoliberal y el autoritarismo del presidente de la República. Lastimosamente la gran mayoría de los ciudadanos siguen premiando a sus verdugos para luego lamentarlo o no cuidan que no les roben sus votos en fraudes bien ocultados. ¿Dónde encontrar un poco de luz y de esperanza? Las Iglesias han acallado su voz profética, apoyando el sistema capitalista y ahora más descaradamente las Iglesias evangélicas.

Los movimientos sociales tratan de ganar más gente y de articularse entre sí; los más claros buscan la manera de integrar partidos políticos progresistas para influir en ellos desde dentro. Las organizaciones feministas ganan protagonismo, hacen escuchar su voz sobre todo con ocasión del asesinato de María Belén y cuántas mujeres más. Los sindicatos se encuentran cada vez con menos miembros: “¡90% de obreros no sindicalizados contra 100% de patronos unidos en sus Cámaras de Comercio, de Industria, de Turismo, Marítima, Etc.! Los grupos de Derechos Humanos continúan su labor humanitaria a pesar de sus pocos miembros. Los Movimientos Indígenas están divididos o vendidos a sus explotadores de siempre o se dejan engañar en mesas de diálogos interminables sin compromisos serios de parte del gobierno. Grupos juveniles de música y teatro nos abren a nuevas expresiones de denuncias y anuncios llenos de valores y esperanzas.

¿Y ahora? «Si luchas, puedes perder. Si no luchas, pierdes siempre». Conclusión: La lucha es el camino. Es hora de preguntarnos: ¿Cómo queremos vivir? ¿Cómo volver a lo esencial? Es hora de decidirnos a luchar por lo que nos engrandece. nos hermana con los demás, fortalece nuestra armonía con la naturaleza y nos hace sentir en comunión con Dios. Para confirmarnos por estos senderos necesitamos andar colectivamente tanto en la familia y con las amistades como en grupos sociales y eclesiales que han optado por una vida digna, justa y fraterna. Estas comunidades nos ayudan a entender la realidad, a discernir la mejor opción de vida y mantenernos firmes en la dirección elegida. Tenemos que renovar nuestra fe en nosotros mismos porque somos habitados por el amor que nos hace capaces de apostar por la dignidad, la justicia y la fraternidad. Fe en los pobres organizados porque son los que más luchan por alternativas de una vida mejor y una sociedad más incluyente. Tenemos que profundizar la cosmovisión indígena que porta en sí misma la capacidad secular de resistencia e innovación para la organización social del “Bien vivir y convivir”. Profundizar también en la sabiduría negra que revela sus riquezas cuando nos adentramos a ella con respeto y escucha. Los cristianos, tenemos que reencontrarnos con el Dios amigo de Abraham y Sara, el Dios liberador de Moisés y Miriam, el Dios defensor de los pobres de las y los Profetas, el Dios de la fortaleza y de la esperanza de las y los Sabios, el Dios padre y madre de Jesús de Nazaret, el Dios vencedor la mentira, del odio y de la muerte de las primeras Comunidades cristianas que nos quieren enamorar de su proyecto de vida, de comunidad, de justicia, de liberación. Decidámonos por un camino de vida y nos de muerte, camino de lucha y de felicidad… ¡Encendamos la llama de una transformación profunda que obligue a todos los candidatos!

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.