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O nos salvamos juntos o nos hundimos todos

Fuentes: Rebelión

            Con el año 2025 entramos en 8 años de desgracias y de desgracias crecientes. Al tener en febrero elecciones presidenciales y legislativas, tenemos la posibilidad de cambiar de rumbo a nivel personal y a nivel nacional o de hundirnos más. Para encontrar los remedios a nuestra catastrófica situación actual, tenemos que reconocer las causas y los responsables que han producido tal situación, los que han colaborado para eso y los que han sido cómplices de tal tragedia.

            La peor desgracia que sufrimos es la falta de empleo: 3 personas sobre 4 en edad de trabajar no tienen empleo. Allí está la causa mayor de la situación actual. El responsable principal de tal desempleo es el sistema capitalista neoliberal que hemos implementada en el país. Digo ‘hemos implementado’ porque, por una parte, hemos dejado que el presidente Moreno traicione su campaña electoral, traicione el partido político que le permitió ser elegido y traicione el voto mayoritario de los ecuatorianos. No hemos sido capaces de regresarlo a su casa… más bien hemos confirmado en un referéndum “6 veces 6” que revirtió las garantías que nos protegían como ciudadanos: el colmo de nuestra ceguera. Luego con las elecciones presidenciales de un banquero y luego de un empresario, hemos seguido confirmando nuestras desgracias: el colmo de los colmos. No hemos querido ver el saqueo de nuestro país dejando a los más ricos llevar su dinero a los paraísos fiscales. Hemos dejado que el gobierno de Moreno pacte con los grupos de delincuencia organizada. Hemos dejado que el gobierno de Lasso haga alianza con las mafias internacionales de la droga. Y dejamos que el gobierno de Noboa haga lo que le da la gana con la constitución, con los distintos poderes del Estado y con la matanza indiscriminada de jóvenes y niños. Durante estos 3 últimos gobiernos hemos permitido también que los grandes medios de comunicación nos mienten, nos manipulen y nos maltraten…

            Esto pasa porque 2 ecuatorianos sobre 3 sufren la pobreza, mientras una tercera parte logramos salir adelante más mal que bien. La sobrevivencia impide conocer la realidad y luchar contra la opresión: Destruye los cuerpos y las mentas. Somos esta tercera parte los principales responsables de las desgracias actuales, porque egoístamente hemos aplicado el “sálvese quien pueda” y hemos dejado de las dos terceras partes de los ecuatorianos caigan en la peor situación que puede sufrir una nación. Ahora se trata de rescatar estas 2 terceras partes, porque si no lo hacemos vamos a seguir de mal en peor. Hemos apoyado que el 1% nos gobierne no en función de todos, ni siquiera a favor de la tercera parte del país que somos más conscientes. De eso tenemos que darnos cuenta: Somos responsables de la pobreza física y mental de las dos terceras partes de los ecuatorianos, por omisión, por egoísmo, indiferencia, desprecio, pasividad, conformismo…

            Todos somos la nación: las dos terceras partes no son conscientes de eso porque los hemos abandonado a su suerte y a su muerte. Si son ignorantes es porque nosotros no lo hemos ayudado a abrir los ojos, a ir a la escuela y la universidad. Si son ignorantes es porque nosotros no les hemos ayudado a comprender que los que nos gobiernan, nos quieren ignorantes, enfermos, sin empleo, sin casa propia, sin derechos básicos. Eso es lo que hay que desterrar. Mientras no emprendamos el camino de un Ecuador diferente, más inclusivo de todos sus ciudadanos, más participativo en las decisiones, más equitativo en la repartición de las riquezas, crecerán nuestras desgracias. Juntos tenemos que empoderarnos de lo que nos pertenece, eso es la organización de nuestro país.

            Busquemos un gobierno que nos devuelva no sólo la salud, la educación, la vivienda, el empleo, sino sobre todo el empoderamiento de la organización de nuestro país. Pongamos en marcha la organización en nuestra familia, entre vecinos, con compañeros de trabajo y de luchas, del compartir de nuestro ‘saber, poder y hacer’ para construir el Ecuador que queremos y nos merecemos. No hay tiempo que perder:  O avancemos por estos caminos o seguiremos todos contra todos, hasta desaparecer como país… tal como lo que está sucediendo en Haití. O nos salvamos juntos o nos perdemos todos. Ese es el desafío de los tiempos actuales y de las próximas elecciones.

            El papa Francisco invita a los católicos y a los hombres y mujeres de buena voluntad a hacer de 2025 un ‘año de esperanza’. La transformación radical del Ecuador es una tarea urgente para hacer realidad la esperanza de una vida mejor para todas y todos.

Pedro Pierre: Sacerdote diocesano francés, acompaña las Comunidades Eclesiales de Base (CEB ) urbanas y campesinas de Ecuador, país adonde llegó en 1976.

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