Mi nombre es Iris Patricia Panezo Padilla. Vivo en la Isla Trinitaria- Trinipuerto y soy madre de dos hijos. Me casé con mi esposo quien tiene tres hijos: dos niñas y un niño. En total he criado cinco hijos. Llegué a Trinipuerto, a los 10 años, soy una de las fundadoras de esta comunidad.
El crimen
El día jueves 12 de junio del 2025, mientras me encontraba en mi lugar de trabajo, recibí una llamada informándome que mi hijo Josue había sido herido. Al llegar a Trinipuerto, me dijeron que un amigo ya lo había trasladado al hospital del Guasmo Sur. Al llegar al hospital, me informaron que mi hijo había fallecido a causa de múltiples disparos que recibió mientras se encontraba reparando su moto en un taller de motos ubicado en la avenida principal de Trinipuerto.
Regresé a mi casa para esperar realizar los trámites necesarios para su entierro. El era un joven deportista muy conocido por su participación en varios clubes de futbol.
Detenciones arbitrarias
El día del sepelio de Josue, el sabado 14 de junio de 2025 , varios familiares y vecinos alquilamos dos autobuses de la línea 20 para trasladarnos hacia el cementerio Maria Canales, ubicado en el Suburbio, al sur de Guayaquil. Debido a la cantidad de personas, algunos familiares no pudieron abordar esos autobuses y decidieron tomar un tercer autobús corriente de la línea 27 que los dejaba cerca al cementerio. En ese tercer bus iban personas armadas, ajenas a nuestro grupo.
En trayecto al cementerio, por el UPC del Batallón, los policías detuvieron el autobús y solicitaron bajar a los 30 pasajeron aproximadamente de ese autobús, incluido los familiares y amigos de mi hijo Josue. Sin embargo, se procedió a la detención arbitraria de solamente los afrodescendientes, quienes sufrieron insultos y comentarios despectivos por parte de los policías, unicamente por su raza. Todos aquellos de tez blanca fueron liberados.
Entre los siete detenidos están familiares que habían llegado desde Esmeraldas para asistir al sepelio de mi hijo Josue.
La Audiencia
Los llevaron a la UPC del Batallón del Suburbio y fueron ingresados a una oficina. En una rueda de prensa, los policías presentaron como evidencias celulares, armas y dinero que supuestamente era de los detenidos. Aclaro que esos objetos son ajenos, en realidad los celulares habían sido retirados por las familias antes de la detención.
Los detenidos son personas trabajadoras, sin antecedentes penales, ni asociados a ninguna banda delincuencial. Durante la audiencia flagrancia en el Cuartel Modelo, las personas detenidas rindieron su declaración de lo ocurrido, indicando que un joven desconocido estaba dentro del bus amenazando al conductor con un arma.
En el trayecto, al darse cuenta de la presencia policial, ese joven tiró el arma y se bajó del autobús. En la audiencia, el fiscal se negó a revisar las pruebas y no se nos permitió participar. Además no estaba presente el policía que elaboró el informe del incidente. A pesar de esto, los jóvenes fueron detenidos y trasladados a la Penitenciaria del Litoral, donde aun permanecen detenidos injustamente por su color de piel.

Fuente: https://www.cdh.org.ec/testimonios/664-detenciones-arbitrarias-por-racismo.html