Alligator Alcatraz: nuevo recurso del terrorismo de Estado del gobierno fascista de los Estados Unidos contra la nación cubana
Lo que ocurre con los cubanos presos por migrantes en los Estados Unidos, y en particular en el campo de concentración de Alligator Alcatraz en los Everglades floridanos, nos ofende a todos los cubanos y cubanas. Los hijos de esta tierra, tenemos muy dentro el sentido de la dignificación humana. Mi solidaridad también con el pesar de sus familiares y seres queridos en el Norte, y en el archipiélago que los vio nacer y crecer.
En los comentarios y las aprobaciones que se les han hecho a las publicaciones de denuncia que he realizado en las redes sociales por este genocida comportamiento de los autores del bloqueo, ha estado la mortificación criolla de reclamo: “¡Te lo dije! Los yanquis que gobierna ese país son unos…” No ha faltado la crítica por el apoyo que dieron a la candidatura del presidente fascista, no pocos de quienes ahora son maltratados con persecuciones y cárceles. Y tal como nos caracteriza es unánime la denuncia y el repudio.
Nada escapa de la ideología y a la política, pero la ideología y la política no mandan los principios civilizatorios del ser en bien y buen vivir, no mandan la dignidad humana, no mandan el sentido de la justicia, la fraternidad y la solidaridad. Muchísimo menos determina las identidades familiares, genéricas, étnicas, culturales, grupales, los cariños y los amores. Es todo lo contrario: Desde los principios y las filosofías de vida y destino, se construye la ideología y la política. Y sobre todo los revolucionarios, hacemos ideología y política a partir de la eticidad, los afectos y las ternuras. Lo aprendimos los cubanos y cubanas con los padres de la nación, nos sistematizó ese sentir, pensar y hacer el Héroe Nacional José Martí Pérez.
«El revolucionario verdadero está guiado por grandes sentimientos de amor». “El verdadero revolucionario tiene que fomentar el amor a los pueblos y a las causas más sagradas” -definió el Guerrillero Heroico Ernesto Che Guevara-en su magistral carta-ensayo “El Socialismo y el hombre en Cuba”, del 12 de marzo de 1965. En: https://www.marxists.org/espanol/guevara/escritos/op/libros/presente/16.htm
Nadie
merece un trato denigrante. Ningún cubano merece que contemplemos
impasible sus dolores de espíritu y cuerpo, más si son intencional
y desfachatadamente provocados, hoy, por el fascista que gobierna los
Estados Unidos y su cohorte de represores.
La realidad y
el debate sobre nuestra migración han sido asuntos arteramente
colocados en el campo de las operaciones anticubanas, en la guerra
del imperio estadounidense contra la Revolución Cubana. En estos
momentos es asunto bien complejo. Pero la defensa de la honorabilidad
y los derechos humanos de los migrantes, primero que asuntos
ideológicos o políticos, resulta en causa de ética humanista, de
sentimiento nacional en fraternidad martiana.
En
los últimos años en Miami, Madrid y en algunas otras ciudades, ha
hecho trinchera de odio una pequeña claque de mercenarios y
oportunistas -una “nueva” ciber contrarrevolución en competencia
con la ya acreditada-, en rapiña por las migajas del imperio. Con un
alto protagonismo mediático en las redes llamadas sociales, estos
esperpentos, con el beneplácito apoyo político y financiero de la
derecha fascista en los gobiernos metropolitanos, han tenido “éxitos”
de odio y maltrato, éxitos en molestar y fracturar intercambios y
amistades…. ¡Pero esa no es la migración cubana!
Piensen
como piensen en filosofía, ideología y política, me da orgullo y
paz espiritual saber que, la inmensa mayoría de los cubanos y
cubanas que viven en el exterior son gente trabajadora. Cubanos y
cubanas laboriosos y honestos. Familias que construyen y reconstruyen
sus entornos ¿en busca del “sueño americano”? En busca de la
vida que aquí el bloqueo les ha impedido, aunque muchos piensen -y
pensar es su legítimo derecho-, que la “culpa es del socialismo”.
Y son mayoría los que aman su terruño, los que no se separan de sus amores de familia, los que nos desean paz y prosperidad a quienes vivimos dentro del país, colaboran, nos respetan y estiman, aunque seamos “comunistas”.
Nunca en mis tránsitos por Miami, en conocimiento de quien soy, como pienso y actúo, me ha faltado techo, mano amiga y mucha fraternidad cubana. La misma cubanidad respetuosa y fraternal que he disfrutado en otras urbes del imperio, entre cubanos y cubanas residentes por el mundo. De parte de quienes están relativamente “bien” en su economía, y también entre aquellos que no lo están.
No
me olvido como experiencia cuasi surrealista, de aquellos cubanos
pobladores marginales, en uno de los círculos más crudos de pobreza
en los cerros de Lima. Que llegaron “al Perú” en 1980, como me
dijeron: “Embarcados” !: Hace unos años en trabajo de campo con
mis camaradas de EDUCAP y de la educación popular, casualmente
tropecé con ellos, y nos reconocimos compatriotas, y una tarde subí
al cerro y los visité. Solo entre cubanos, no faltó de inmediato el
buen café “cubano”, la chicharrita y hasta un buen aguardiente
“Chispa de tren”. Por entonces solicitaban a nuestra Embajada,
que sus hijos pudieran integrar los planes de becas que Cuba ofertaba
para jóvenes de familias de bajos ingresos.
La comunidad
cubana que vive en el exterior es parte de la nación: Cuando los
comunistas y patriotas cubanos dentro del país resistimos, y no nos
doblegamos, estamos también defendiendo el país, la cultura, el
entorno, la patria de los que migraron.
La
inmerecida apropiación de la efeméride del 20 de Mayo de 1902, como
símbolo de “su” república, tal como recién lo criticamos,
condiciona el interés de sustentar el imaginario de “otra” cuba,
que quieren colocar contra la nación. En: https://www.facebook.
com/story .php ?story_fbid=2138995139847018&id=1000 120965 793
71&rdid=GOogzCj5neYwNWmH
La
imposición de la categoría de “represores”, para todo el que
haya participado en militancia dentro de Cuba, las listas, los
insultos y las presiones dentro de la comunidad cubana en los Estados
Unidos, constituye precisamente una operación fascista contra la
unidad identitaria, contra la cultura de amores y tolerancias de la
familia cubana, de la nación y su emigración.
La criminalidad de la prisión en los Everglades, bien cercana a los asentamientos cubanos en la Florida, compulsa el terror, y pretende congelar las relaciones de los migrantes con la nación. El golpe ya en ejecución está en lograr entorpecer, congelar y cortar las remesas, los envíos de alimentos y los viajes familiares. Alligator Alcatraz es un nuevo recurso del terrorismo de Estado contra la nación y la Revolución Cubana.
Quienes resistimos no pedimos tregua, ni nos rendimos. Cuanta ayuda y colaboración sincera llegue en estos momentos de carencias terribles y humores groseramente provocados, la recibimos con la frente en alto del gladiador que está dispuesto a seguir en pelea.
Bien la solidaridad militante de las y los patriotas cubanos que hoy viven y trabajan en otras tierras. Bien los recursos que procedan de la filantropía de quienes piensan en los niños y ancianos, en los enfermos que hoy sufren carencias, en nuestras madres heroicas que hacen milagros para alimentar a sus familias, en medio de la superinflación, la carencia de productos, combustibles domésticos y electricidad. Bien los que se sienten en la obligación de apoyar a sus familias… Todo acto de colaboración, es hoy una respuesta al fascismo, un hecho concreto de apoyo a la nación en peligro.
Defendamos junto con la dignificación humana de los migrantes presos, el respeto a la familia cubana, el espacio siempre fértil de unidad de lo cubano. Denunciemos los atropellos, la criminalidad fascista del gobierno de Donald Trump, y sus edecanes de la mafia cubano americana, de sus voceros del ciberterrorismo.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.