Activistas, personas de la comunidad LGBTIQ, mujeres trans y cubanas y cubanos que abogan por una sociedad inclusiva convirtieron las redes sociales, el pasado 31 de marzo, en un escenario para demandar una Ley de Identidad de Género en Cuba.
A partir de un tuitazo convocado por la activista y trans Kiriam Gutiérrez Pérez, con motivo del Día Internacional de la Visibilidad Trans, numerosos usuarios, así como medios de comunicación y redes de la comunidad LGBTIQ lanzaron mensajes e imágenes en sus perfiles de Facebook y Twitter, en apoyo a la comunidad trans y como reclamo a la garantía de todos sus derechos.
Mientras las mujeres trans no tengan derechos, el resto solo tendremos privilegios, fue una de las ideas remarcadas por varios activistas en Twitter, donde la activista Kiriam Gutiérrez escribió: «Mis derechos: mi cuerpo, mi identidad, mi dignidad, mi libertad. No estoy en el cuerpo equivocado, vivo en una sociedad equivocada».
Alrededor de 3.000 personas trans viven en Cuba, de acuerdo con estimaciones de la Encuesta sobre Indicadores de Prevención de Infección por VIH-2013, y uno de sus reclamos históricos ha sido el derecho a una Ley de Identidad de Género.
Varios participantes en el tuitazo, como el usuario Danielito Triana, consideraron que para la aprobación de una Ley de Identidad de Género en la nación caribeña «se necesita una campaña en los medios como la que se hizo para que se votara Sí a la Constitución», en 2019.
Entre los principales derechos que reclama la comunidad trans, mencionaron la posibilidad de acceder a un cambio de nombre y sexo en los documentos de identidad, sin la obligación de cirugías de adecuación genital. «Las personas trans no deberían tener que escoger entre expresar su identidad de género y continuar sus estudios», tuiteó la Revista Q de Cuir.
«No es sensato que para comprobar nuestra identidad debamos presentar exámenes de ningún tipo, ¿por qué, entonces, imponerle esto a otra persona?», escribió la activista y trans Mel Herrera.
«Al hacer que el acceso a la identidad dependa de un diagnóstico médico o de una cirugía obligatoria, el compromiso con los derechos humanos se debilita. Que se valide o niegue la identidad a alguien quiere decir que el Estado entiende la identidad trans como una enfermedad», opinó la joven.
«¡Los derechos de las personas LGBTIQ+ son derechos humanos! No hay nada de otro mundo. Se pide igualdad, respeto y, por sobre todas las cosas, justicia. Hay dos países que han marcado la diferencia a nivel internacional: Argentina y Dinamarca. Ambos han optado por un enfoque progresista en lo que respecta al reconocimiento del género. Cuba pudiera ser uno de estos países. ¡No queremos menos que la igualdad!», tuiteó Herrera.
Usuarios como Karly tuitearon «por la adecuación del nombre y sexo registral de mis hermanas y hermanos trans. Por su acceso a salud pública integral y digna. Por el fin de los discursos de odio hacia ellxs. Por el cupo laboral y de vivienda. Por una educación sin estigma»; mientras que otros como @Zunzun señalaron la necesidad de «Despatologizar. Ser trans No es una enfermedad ni transtorno. Una sociedad más justa es una sociedad inclusiva», dijo.
Asimismo, activistas como @DanielitoTriana enfatizaron en la necesidad de contar con leyes que tipifiquen los crímenes de odio y educación para niñes y adolescentes que concienticen sobre las disidencias sexogenéricas.
«Lo que pesa un nombre, una letra (F o M) en un carnet. En un banco, en una estación de policía, en el aeropuerto, en una entrevista de trabajo.
Para que las personas trans no tengan que revivir esos momentos difíciles infinitamente, es necesario una #LeyDeIdentidadDeGéneroEnCuba», escribió @GeisyGuiaDelis.
Etiquetas como #LeyDeIdentidadDeGéneroEnCuba, #LeyDeIdentidadDeGéneroYa, #UnCodigoInclusivo, #LosMismosDerechosCuba acompañaron a la mayor parte de los mensajes, en los que se llamó la atención de instituciones como la Fiscalía General de la República, el Parlamento cubano, la Presidencia y el Cenesex.
Historias de una lucha para conquistar derechos
«Son elles quienes nos hacen mejores personas con sus sonrisas, con las batallas ganadas que libran en silencio y no sospechamos, pero sabemos vencen cuando hay más sonrisas que caras tristes», escribió el fotógrafo y activista Claudio Peláez Sordo en su muro de Facebook, junto a imágenes de mujeres y hombres trans portando su actual identificación, en evidente contradicción con su identidad de género.
La iniciativa, replicada entre otros sitios por la plataforma cubana Entre Diversidades, compartía fotografías de «algunos de esos rostros que llevan años venciendo batallas y otros que empiezan a andar esos caminos de dudas y reproches, pero también de certezas y encuentro.
«Ojalá sirvan estas fotos para visibilizar a la comunidad trans y sensibilizar a quienes, desde posiciones de privilegio, gozan de derechos pero los niegan a otres por el simple hecho de ser diferentes. Exigir una Ley de identidad de género no puede ser solo una batalla de la comunidad trans, debe ser también una batalla de todes aquelles que creemos en la justicia», escribió Peláez Sordo.
Así, el activista visibilizó rostros y pequeños relatos como los del joven de 33 años Aarón Figueredo Armenteros, para quien «su mayor sueño es poder operarse y cambiarse el nombre»; o el de Lexa Rodríguez Pupo, una muchacha que apenas cumpla sus 18 años, iniciará el tratamiento hormonal con la asesoría del Cenesex. «Sus padres no entienden lo que le está sucediendo y no pueden acompañarla en esta transición vital».
Las redes sociales se llenaron de las historias e imágenes de Naomi, para «quien la felicidad es ser libre»; Victoria, una joven trans que «se siente mujer sin necesidad de tener una vagina»; París Brown, quien «desea vivir en una sociedad donde haya igualdad de género y se respeten todas las ideas, aunque no coincidan», o Kiriam «una mujer muy fuerte, que lucha por los derechos de una comunidad que continúa siendo ocultada y limitada en sus derechos».
Otras plataformas lanzaron iniciativas, como la Red cubana TransCuba, que defendió la campaña «Todos los días visibles», acompañando imágenes de activistas trans con el texto del artículo 42 de la Constitución de la República.
En el texto se reconoce que «todas las personas son iguales ante la ley, reciben la misma protección y trato de las autoridades y gozan de los mismos derechos, libertades y oportunidades, sin ninguna discriminación por razones de sexo, género, orientación sexual, identidad de género, edad, origen étnico, color de la piel, creencia religiosa, discapacidad, origen nacional o territorial, o cualquier otra condición o circunstancia personal que implique distinción lesiva a la dignidad humana».
«Hoy queremos que nos vean como lo que somos. Personas con sentimientos, capaces. Queremos que se garantice nuestra permanencia en los centros escolares, que las barreras culturales existentes a la hora de buscar un trabajo desaparezcan, queremos unirnos en matrimonio y que sean reconocidas nuestras familias, queremos una Ley de Identidad de Género que complemente a la Constitución y garantice la igualdad de derechos. Sin derecho a la identidad somos invisibles», trascendió en el perfil de Facebook de TransCuba.
Muchas otras historias de mujeres y hombres trans fueron visibilizadas desde páginas como Cimarronas, una iniciativa que busca posicionar un feminismo cubano anticapitalista y subvertir el orden patriarcal.
En una de ellas, Nomi Ramírez, de 44 años y secretaria en el Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex), dice desear «una Cuba más inclusiva, no solo para nosotras, sino para todxs».
«Nuestro mayor reto, desde mi punto vista, sería crecer como mujeres trans, ser capaces de aprender. Es todo un reto ser una persona trans. Creo también en la importancia de la Educación Sexual, de aprender sobre sexualidad y género. Es muy importante conocernos para entender quiénes somos, por ende, si educamos desde una mirada inclusiva creo que nos hará bien a todxs», sostiene.