Basse-Pointe, Martinica, 26 de junio de 1913 – Fort-de-France, ibídem, 17 de abril de 2008) poeta surrealista y político francés. Ideólogo del concepto de la negritud y su obra ha estado marcada por la defensa de sus raíces africanas. Considerado el apóstol de la «negritud» junto al senegalés Léopold Sédar Senghor y el guayanés Léon-Gontran […]
Basse-Pointe, Martinica, 26 de junio de 1913 – Fort-de-France, ibídem, 17 de abril de 2008) poeta surrealista y político francés. Ideólogo del concepto de la negritud y su obra ha estado marcada por la defensa de sus raíces africanas. Considerado el apóstol de la «negritud» junto al senegalés Léopold Sédar Senghor y el guayanés Léon-Gontran Damas, Césaire fue durante años diputado de la isla caribeña de Martinica y primer edil de su capital, de la que hasta su muerte fue alcalde de honor. Senghor precisamente dijo que Césaire había escrito «le plus beau poème de la négritude» con su libro «Cahier d’un retour au pays natal». El poeta ingresó el pasado 9 de abril por problemas cardiacos en el hospital universitario de Fort-de-France y enseguida fue trasladado a la unidad de cuidados intensivos dado su grave estado. En 1945, Aimé Césaire se afilia al Partido Comunista Francés, y a la cabeza de ese partido es elegido alcalde de la capital de la isla, Fort-de-France. También se presenta y sale elegido diputado a la Asamblea Nacional por Martinica, escaño que conservará sin interrupción hasta 1993. Aunque durante mucho tiempo se declaró independentista sus aspiraciones una vez elegido eran más modestas, teniendo en cuenta la situación económica y social de la Martinica, muy deteriorada tras años de bloqueo y tras el desplome de la industria azucarera, y trató de conseguir el estatus de departamento para la Martinica, cosa que se produce en 1946. Era esta una reivindicación que databa de finales del siglo XIX y que se había consolidado en 1935, en el tricentenario de la unión de la Martinica a Francia que llevó a cabo Belain d’Esnambuc. La postura de Césaire no fue bien entendida entre los muchos movimientos de izquierda martiniqueses, que se eran más favorables a la independencia, e iba a contracorriente de los movimientos de liberación de Indochina, India o el Maghreb. La medida tenía como objetivo, según Césaire, luchar contra la preponderancia béké en la política martiniquesa, contra el clientelismo, la corrupción y el conservadurismo estructural que llevaban aparejados. Según Césaire fue para conseguir un saneamiento, una modernización, y para permitir el desarrollo económico y social de Martinica por lo que adoptó dicha decisión. En 1947 Césaire crea junto a Alioune Diop la revista «Présence africaine». En 1948 aparece la «Anthologie de la nouvelle poésie nègre et malgache», con prólogo de Jean-Paul Sartre que consagra el movimiento de la negritud. Opuesto a las valoraciones que el PCF hizo con respecto a la revolución de Hungría, Aimé Cesaire abandona el PCF en 1956, y funda dos años después el Partido Progresista Martiniqués (PPM), desde el que reivindicará la autonomía de Martinica. Alineado con los «no inscritos» de la Asamblea Nacional entre 1958 y 1978, y en el grupo socialista de 1978 a 1993. Césaire seguirá siendo alcalde de Fort-de-France hasta en 2001. El desarrollo de la capital de Martinica a partir de la Segunda Guerra Mundial se caracterizó por un masivo éxodo rural, provocado por el declive de la industria azucarera y la explosión demográfica provocada por la mejora de las condiciones sanitarias de la población. La política social llevada a cabo favoreció la creación de una base electoral estable para el PPM. La política cultural de Aimé Césaire se simboliza con la creación del Servicio Municipal de Acción Cultural (SERMAC), que a través de talleres de arte popular (baile, artesanía, música) y el prestigioso festival de Fort-de-France. Aimé Césaire se retiró de la vida política (en especial de la alcaldía de Fort-de-France, dejando el puesto en manos de Serge Letchimy), pero sigue siendo un personaje imprescindible para entender la historia de Martinica. Tras la muerte de su compañero y amigo Senghor, permanece como uno de los últimos fundadores del pensamiento de la negritud. Una anécdota lo pinta de cuerpo entero: En 2005 expresó de forma pública su oposición a una ley que reconocía el papel positivo de la presencia francesa en Ultramar, por considerarlo colonialista y, por ello, se negó a reunirse con el entonces ministro del Interior, Nicolas Sarkozy. Un poeta que afirmaba que «Los hombres no me han decepcionado jamás ellos tienen miradas que los desbordan». En Argentina su difusión se debió especialmente al trabajo de traducción del gran Aldo Pellegrini.(NGV)
Poesía selecta:
Survie
Je t’évoque
bananier pathétique agitant mon cœur nu
dans le jour psalmodiant
je t’évoque
vieux bougan des montagnes sourdes la nuit
juste la nuit qui précède la dernière
et ses roulements d’ennui frappant à la poterne folle des villes enfouies
mais ce n’est que le prélude des forêts en marche au cou sanglant du monde
c’est ma haine singulière
dérivant ses icebergs dans l’haleine des vraies flammes
donnez-moi
ah donnez-moi l’œil immortel de l’ambre
et des ombres et des tombes en granit équarri
car l’idéale barrière des plans moites et les herbes aquatiques
écouteront aux zones vertes
les truchements de l’oubli se nouant et se dénouant
et les racines de la montagne
levant la race royale des amandiers de l’eepérance
fleuriront par les sentiers de la chair
(le mal de vivre passant comme un orage)
cependant qu’à l’enseigne du ciel
un feu d’or sourira
un chant ardent des flammes de mon corps.
Supervivencia
Te evoco
bananero patético que agitas mi desnudo corazón
en el día salmodiante
te evoco
viejo hechicero de las montañas sordas por la noche
justamente la noche que precede a la última
y sus redobles de tedio golpeando en la poterna loca de las ciudades enterradas
pero no es sino el preludio de las selvas en marcha sobre el cuello sangrante del
mundo
es mi odio singular
llevando a la deriva sus témpanos de hielo en el aliento de las verdaderas llamas
dadme
ah dadme el ojo inmortal del ámbar
y sombras y tumbas de granito cuadriculado
pues la barrera ideal de los planos húmedos y de las hierbas acuáticas
escucharán en las zonas verdes
los intérpretes del olvidos anudándose y desanudándose
y las raíces de la montaña
exaltando la estirpe real de los almendros de la esperanza
florecerán por los senderos de la carne
(la penuria de vivir pasando como una tempestad)
mientras que bajo el cartel del cielo
un fuego de oro sonreirá
al canto ardiente de las llamas de mi cuerpo
Versión de Lizandro Z.D.Galtier
Poème pour l’aube
les fougues de chair vive
aux étés de l’écorce cérébrale
ont flagellé les contours de la terre
les ramphorinques dans le sarcasme de leur queue
prennent le vent
le vent qui n’a plus d’épée
le vent qui n’est plus qu’une gaule à cueillir les fruits de toutes les saisons du ciel
mains ouvertes
mains vertes
pour les fêtes belles des fonctions anhydrides
il neigera d’adorables crépuscules sur les mains coupées des mémoires respirantes
et voici
sur les rhagades de nos lèvres d’Orénoque désespéré
l’heureuse tendresse des îles bercées par la poitrine adolescente des sources de la mer
et dans l’air et le pain toujours renaissant des efforts musculaires
l’aube irrésistible ouverte sous la feuille
telle clarteux l’élan épineux des belladones
Poema para el alba
Arrebatos de carne viva
en los estíos explayados de la corteza cerebral
han flagelado los contornos de la tierra
los ranforinquios en el sarcasmo de sus colas
captan el viento
el viento que ya no tiene espada
el viento que ya no es sino una caña de pescar los frutos de todas las estaciones del cielo
manos abiertas
manos verdes
para las bellas fiestas de las funciones anhídridas
nevarán adorables crepúsculos sobre las manos tronchadas de las memorias respirantes
y de ahí
sobre las grietas de nuestros labios de Orinoco desesperado
la feliz ternura de las islas mecidas por el pecho adolescente de las fuentes del mar
y en el aire y en el pan siempre renaciente de los esfuerzos musculares
el alba irresistible abierta bajo la hoja
cual claror el impulso espinoso de las belladonas
Versión de Lizandro Z.D.Galtier
Bleus de la pluie
Aguacero
beau musicien
au pied d’un arbre dévêtu
parmi les harmonies perdues
près de nos mémoires défaites
parmi nos mains de défaite
et des peuples de force étrange
nous laissions pendre nos yeux
et natale
dénourant la longe d’une douleur
nous pleurions.
Blues de la lluvia
Aguacero
bello músico
al pie de un árbol desvestido
entre las armonías perdidas
cerca de nuestras desencuadernadas memorias
entre nuestras manos de derrota
y pueblos de extraña fuerza
dejamos colgar nuestros ojos
y naciente
desenrollando el cordón de un dolor
sollozamos.
Versión de José Luis Rivas
Entre autres massacres
De toutes leurs forces le soleil et la lune s’entrechoquent
les étoiles tombent comme des témoins trop mûrs
et comme une portée de souris grises
ne crains rien apprête tes grosses eaux
qui si bien emportent la berge des miroirs
ils ont mis de la boue sur mes yeux
et vois je vois terriblement je vois
des toutes les montagnes de toutes les îles
il ne reste plus rien que les quelques mauvais chicots
de l’impénitente salive de la mer
Entre otras matanzas
Con todas sus fuerzas el sol y la luna se estrellan
los luceros caen como testigos demasiado maduros
y como una lechigada de ratones grises
no temas nada prevé tus crecidas aguas
que si bien se llevan la ribera de los espejos
han salpicado lodo en mis ojos
y veo veo terriblemente yo veo
que de todas las montañas de todas las islas
sólo restan los pocos dientes cariados
de la impenitente saliva de la mar
Versión de José Luis Rivas
Cérémonie vaudou pour Saint John Perse
celui qui balise l’aire d’atterissage des colibris
celui qui plante en terre une hampe d’asclépias de Curaçao
pour fournir le gîte aux plus grands monarques du monde
qui sont en noblesse d’exil et papillons de pasage
celui pour qui les burseras de la sierra
suant sang et eau et plus de sang que d’eau et pelés
n’en finissent pas de se tordre les bras
grotesques dans leur parade de damnés
celui qui contemple chaque jour la première leerte
génétique
qu’il est superflu de nommer
jusqu’à parfait rougeoiement
avec à recueillir le surplus de forces hors du vide historique
le chercheur de sources perdues
le demèleur de laves cordées
celui qui calcule l’étiage de la colère
dans les terres de labour et de mainbour
celui quid u sang reencontré la roue du temps et du
contretemps
mille fois plus gémissante que norias sur l’Oronte
celui qui remplace l’asphodèle des prairies infernales
par -sacrale- la belle coiffure afro de l’haemanthus
-Angela Davies de ces Linux- riche de totues les éphingles
de nos sangs hérissés
(le vit-il le vit-il l’Etranger
Plus rouge pourtant que le sang de Tammouz
et nos faces décebales
le vit-il le vit-il l’Etranger?)
phlégréennes
oiseaux profonds
tourterelles de l’ombre et du grief
et que l’arc s’embrase
et que l’un à l’autre océan
les magmas fastueux en volcans se répondent pour
de toutes gueules de tous fumants sabores honorer
en route pour le grand large
l’ultime Conquistador en son dernier voyage
Ceremonia vudú para Saint John Perse…
aquel que baliza la superficie de aterrizaje de los colibríes
aquel que hinca en tierra una alabarda de Asclepios de Curazao
para albergar a los más grands monarcas del mundo
que son nobleza de exilio y mariposas de paso
aquel para el que los copales de la sierra
sudan sangre y agua y más sangre que agua y descortezados
no acaban de torcer los brazos
grotescos en su farsa de condenados
aquel que contempla cada día la primera letra genética
que superfluo es nombrar
hasta el perfecto enrojecimiento
con un resto de fuerzas que recoger fuera del vacío histórico
el buscador de fuentes perdidas
el alfarero de lavas cordiformes
aquel que calcula el estiaje de la cólera
en las tierras de cultivo y de tutela
aquel que de la sangre encuentra la rueda del tiempo y del contratiempo
mil veces más rechinante que las norias a orillas del Oronte
aquel que reemplaza el asfódelo de las praderas infernales
con la -sacra- belleza de peinado afro de la hermanto
-la Ángela Davis de estos lares- rica de todos los alfileres
de nuestras sangres erizadas
(¿lo vio lo vio el Extranjero
más rojo sin embargo que la sangre de Tanus
y nuestros rostros decébalos
lo vio lo vio el Extranjero?)
fregreos
pájaros hondos
tórtolas de la sombra y de la queja
y que el arco se abrace
y que de un océano al otro
los magmas fastuosos como volcanes se respondan
para honrar con todas las bocas con todas la humeantes portas
camino de la gran mar alta
al último Conquistador en su postrer viaje
Versión de José Luis Rivas
Les pur-sang
Et voici par mon ouïe tramée de crissements
et de fusees syncoper des laideurs reches
les cent pur-sang hennissant du soleil
armi la stagnation.
Ah! Je sens l’enfer des délices
floches
chevelures-respirations touffues de vieillards
imberbes-la tiédeur mille fois féroce
de la folie hurlante et de la mort.
Mais comment comment ne pas bénir,
telle que ne l’ont point rêvée mes logiques
dure à contre-fil lézardant leur pouacre ramas
et leur saburre et plus pathétique
que la fleur fructifiante
la gerce lucide des déraisons?
Et j’entends l’eau que monte
la nouvelle l’intouchée, l’éternelle,
vers l’air renouvelé
Ai-je dit l’air ?
Une flueur de cadmium avec géantes élevures
expalmées de céruse de blanches mèches
de tourmente.
Taillés à même la lumière de fulgurants nopals
des aurores poussantes, d’inouies blanchoiements
d’enracinées stalagmites porteases de jour
O ardentes lactescentes prés hyalins
neigeuses glanes
vers les rivières de neroli docile des haies
incorruptibles mûrissent de mica lointain
leur longue incadescence.
La paupière des brisants se referme -Prélude-
audiblemente des youcas tintent
dans une lavando d’arcs-en-ciel tièdes
des huettes picorent des mordorures.
Qui
Rifle,
Rifle
le vacarme par delà le coeur brouillé de ce troisième jour?
Qui se perd et se déchire et se noie
dans les ondes rougies du Siloé?
Rafale.
Les lumières fanchent. Les bruits rhizulent
La rhizule
Fume
Silence.
Le ciel bâille d’abscence noire
et voici passer
vagabondage sans nom
vers les sûres necropolis du couchant
les soleils les pluies les galaxias
fondus en fraternal magma
et la terre oubliée la morgue des orages
qui dans son roulis ourle des déchirures
perdue patiente debout
durcifiant sauvagemente l’invisible falun
s’éteignit.
et la mer fait à la terre un colier de silence
la mer humant la paix sacrificielle
où s’étranges perles et des muets mûrissements
d’abysse
la terre fait à la mer un bombement de silence
dans le silence
et voici la terre seule
sans tremblement et sans trémulement
sans fouaillement de racine
et sans perforation d’insecte
vide
vide comme au jour d’avant le jour…
-Grâce! grâce!
Qu’est-ce qui crie grâce?
Poings avortés amassements tacitures jeûnes
Hurrah por le depart lyrique
Brûlantes métamorphoses
Dispenses foudroyantes
feu, ô feu
éclair des beiges absolues
cavalerie de steppe chimique
retiré de mer à la marée d’ibis
le sémaphore anéanti
sonne aux amígales du cocotier
et vingt mille baleines soufflant
à travers l’évantail liquide
un lamantain nubile mâche la braise des orients
(…)
Los de raza pura
He aquí a través de mi oído tramado de rechinamientos
de dientes
y de cohetes sincopar de rudas fealdades
los cien caballos de raza pura relinchantes del Sol
en medio del marasmo.
¡Ah! Siento el infierno de las delicias
y por las brumas olorosas a huecos podridos imitando
desgreñadas
cabelleras -esperas respiraciones de ancianos
imberbes- la tibieza mil veces feroz
de la locura aullante y de la muerte.
Mas cómo, cómo no bendecir,
tal como no lo han soñado mis lógicas,
dura, agrietando a contrapelo su nauseabundo
hacinamiento
y su saburra y más patética
que la flor fructificante,
cómo no bendecir la polilla lúcida de las sinrazones.
Y oigo el agua que brota,
la nueva, la intocada, la eterna,
hacia el aire renovado.
¿Dije el aire?
Un menstruo de cadmio con gigantescas vejigas
expalmadas de albayalde de blancas mechas
de tormenta.
Paisaje esencial.
Tallados en la propia luz fulgurantes nopales
auroras crecientes inauditos blanqueos
enraizadas estalagmitas portadoras de luz
Oh ardientes latescencias prados hialinos
nevados haces
hacia los ríos del neroli dócil de los setos
maduran incorruptibles de lejana mica
su dilatada incandescencia.
El párpado de los rompientes vuelve a cerrarse -Preludio-
tintinean las yucas audiblemente
¿Quién
rapa
y arrapa
el rebumbio, más allá del corazón embarullado de este
tercer día?
¿Quién se pierde y se desgarra y se ahoga
en las enrojecidas olas de Siloé?
Ráfaga.
Las luces flaquean. Los ruidos rizoforan
y la rizófora
humea
silencio.
Bosteza el cielo de ausencia negra.
y he aquí que van
vagabundaje anónimo
hacia las seguras necrópolis del poniente
soles lluvias galaxias
fundidos en fraterno magma
y la tierra olvidada ya la soberbia de las tormentas
que en su vaivén orla desgarrones
perdida paciente en pie
endureciendo salvajemente la invisible marga de las conchas
fósiles
se extingue
y la mar pone a la tierra un collar de silencio
la mar que fuma la paz sacrificial
en que se entreveran nuestros estertores inmóvil con
extrañas perlas y mudas maduraciones
abisales
la tierra bota a la mar una comba de silencio
en el silencio
y he aquí la tierra sola
sin temblor ni contracción brusca de los músculos
sin azote de raíz
ni perforación de insecto
vacía
vacía como el día antes amanecida…
-¡Gracia!,¡gracia!
¿Quién clama gracia?
Puños abortados aglomeraciones taciturnas ayunos
hurra por la partida lírica
ardientes metamorfosis
licencias fulminantes
fuego, oh fuego
relámpago de nieves absolutas
caballería de química estepa
sacada de la mar con la marea de ibis
el semáforo aniquilado
suena en las amígdalas del cocotero
y veinte mil ballenas soplando
a través del líquido abanico
un núbil manatí mastica la brasa de los orientes.
(…)
Versión de José Luis Rivas
Les armes miraculeuses
Le grand coup de machette du plaisir rouge en plein front il y avait du sang et cet arbre qui s’apellait le flamboyant et qui ne merite jamais mieux ce nom la que les veilles de cyclone et de villes mises a sac le nouveau sang la raison rouge tous les mots de toutes les langues qui signifient mourir de soif et seul quand mourir avait le gout du pain et la terre et la mer un gout d’ancetre et cet oiseau qui me crie de ne pas me rendre et la patience des hurlements a chaque detour de ma langue
la plus belle arche et qui est un jet de sang
la plus belle arche et qui est un cerne lilas
la plus belle arche et qui s’appelle la nuit
et la beaute anarchiste de tes bras mis en croix
et la beaute eucharistique qui flambe de ton sexe
au nom duquel je saluais le barrage de mes
levre violentes
Il y avait la beaute des minutes qui sont les bijoux au rabais du bazar de la cruaute le soleil des minutes et leur joli museau de loup que la faim fait sortir du bois de la croix-rouge des minutes qui sont les murenes en marche vers les viviers et les saisons et les fragilites immenses de la mer qui est un oiseau fou cloue feu sur la porte des terres cocheres il y avait jusqu’a la peur telles que le recit de juillet des crapauds de l’espoir et du desespoir elagues d’astres au desuus des eaux la ou la fusion des jours qu’as-sure le borax fait raison des veilleuses gestantes les fornications de l’herbe a ne pas contempler sans precaution les copulations de l’eau refletes par le miroir des mages les betes marines a prendre dans le creux du plaisir les assauts de vocables tous sabord fumants pour feter la naissance de l’heritier male en instance parallele avec l’apparition des prairies siderales au flanc de la bourse aux volcans
(…)
scolopendre scolopendre
jusqu’à la paupière des dunes sur les villes interdits frappés de la colère de Dieu
scolopendre scolopendre
jusqu’à la débâcle crépitante et grave qui jette les villes naines à la tête des chevaux les plus fougueux quand en plein sable elles lèvent
leer herse sur les forces inconnues du déluge
scolopendre scolopendre
crête crête cimaise déferle en sabre en crique en village
endormi sur ses jambes de pilotis et des saphènes d’eau lasse
dans un moment il y aura la déroute des silos flairés de près
le hasard face de puits de condottière à cheval avec pour armure les flaques artésiennes et les petites cuillers des routes libertines
face de vent
face utérine et lémure avec des doights creusés dans les monnaies et la nomenclature chimique
et la chair retournera ses grandes feuiiles bananières que le vent des bouges hors les étoiles qui signalent la marche à reculons des blessures de la nuit vers les déserts de l’enfance feindra de lire
dans un instrant il y aura le sang versé où les vers luisants tirent les chaînettes des lampes électriques por la célébration des compitales
et les enfantillages de l’alphabet des spasmes qui fair les grandes ramures de l’hérésie ou de la convence
il y aura le désintéressement des paquebots du silence qui sillonnent
jour et nuit les cataractes de la catastrophe aux environs des tempes savantes en transhumance
et la mer ventrera ses petites paupières de faucon et tu tâcheras de saisir le moment le grand feudataire parcourra son fief à la vitesse d’or fin du désir sur les routes à neuronas regarde bien le petit oiseau s’il n’a pas avalé l’étole le grand roi ahuri dans la salle pleine d’histoires adorera ses mains très nettes ses mains dressées au coin du desastre alors la mer ventrera dans ses petits souliers prends bien garde de chanter por ne pas éteindre la morale que es la monnaie obsidionale des villes privées d’eau et de sommeil alors la mer se mettra à table tout doucement et les oiseaux chanteront tout doucement dans les bascules du sel la berceuse congolaise que les soudards m’ont désapprise mais que la mer très pieuse des boîtes crâniennes conserve sur ses feuillets rituels
scolopendre scolopendre
jusqu’à que les chevauchées courent la prétentaine aux prés salés d’abîmes avec aux oreilles riche de préhistoire le bourdonnement humain
scolopendre scolopendre
tant que nous n´aurons pas atteint la Pierre sans dialecto la feuille sans donjon l´eau frêle sans fémur le péritoine séreux des soirs de source.
(…)
Las armas milagrosas
El gran machetazo del placer rojo en plena frente había sangre y ese árbol que llaman flamígero y que nunca merece tanto ese nombre como en las vísperas de ciclones y de ciudades saqueadas la sangre nueva la razón roja todas las palabras de todas las lenguas que significan morir de sed y solamente cuando morir tenía el sabor del pan y la tierra y el mar un gusto de antepasado y ese pájaro que me grita que no me entregue y la paciencia de los alaridos en cada rodeo de mi lengua
la arcada más bella es un chorro de sangre
la arcada más bella es una ojera lila
la arcada más bella se llama noche
y la belleza anarquista de tus brazos en cruz
y la belleza eucarística y llameante de tu sexo en
cuyo nombre saludaba la barrera de mis
labios violentos
había la belleza de los minutos que son las joyas en liquidación del bazar de la crueldad el sol de los minutos y su bonito hocico de lobo que el hambre hace salir del bosque la cruz roja de los minutos que son lampreas en marcha hacia los viveros y las estaciones y las fragilidades inmensas del mar que es un pájaro loco clavado muerto en la puerta de las tierras cocheras había hasta el terror tales como el relato de julio de los sapos de la esperanza y de la desesperanza podados de astros por encima de las aguas allí donde la fusión de los días que permite el bórax da cuenta de las lamparillas gestantes las fornicaciones de la hierba que no se deben presenciar sin precauciones las cópulas del agua reflejadas por el espejo de los magos las bestias marinas para ser tomadas en el hueco del placer los asaltos de vocablos todas troneras humeantes para festejar el nacimiento del heredero varón simultáneamente con la aparición de las praderas siderales en el flanco de la bolsa con volcanes de agaves de despojos de silencio el gran parque mudo con el agrandamiento silúrico de juegos mudos con las angustias imperdonables de la carne de batalla según la dosificación siempre por rectificar de los gérmenes que deben destruirse
(…)
escolopendra escolopendra
hasta el párpado de las dunas sobre las ciudades prohibidas castigadas por la cólera de Dios
escolopendra escolopendra
hasta el desastre crepitante y grave que arroja las ciudades enanas delante de los
caballos más fogosos cuando en plena arena levantan
su portón de rejas sobre las fuerzas desconocidas del diluvio
escolopendra escolopendra
cresta cresta moldura rompe rompe en sable caleta pelambres en aldea
dormidos sobre sus piernas de pilotes y safenas de agua cansada
dentro de un instante se producirá la derrota de los silos olfateados de cerca
el azar rostro de pozo de condotiero ecuestre con charcos artesianos y las cucharillas de los senderos libertinos por armadura
rostro de viento
rostro uterino y lémur con dedos excavados en las monedas y la nomenclatura química
y la carne dará vuelta sus grandes hojas de banano que el viento de los tugurios fuera de
las estrellas que señalan la marcha hacia atrás de las heridas de la noche hacia los
desiertos de la infancia fingirá leer
en un instante se tendrá la sangre vertida donde las luciérnagas tiran de las cadenillas de las lámparas eléctricas para la celebración de los compitales
y el infantilismo del alfabeto de los espasmos que hacen los grandes ramajes de la herejía o de la connivencia
habrá el desinterés de los transatlánticos del silencio que surcan día y noche las cataratas de la catástrofe alrededor de las sienes sabias en migración
y el mar retraerá sus pequeños párpados de halcón y tú intentarás apoderarte del instante el gran feudatario recorrió su feudo a la velocidad de oro fino del deseo por los senderos de neuronas observa bien si el pajarillo no ha ingerido la estola el gran rey atónito en la sala llena de historias adorará sus manos pulquérrimas sus manos levantadas en el rincón del desastre entonces el mar retornará a su incómodo lecho apretado cuídate de cantar para no apagar la moral que es la moneda obsidional de las ciudades privadas de agua y de sueño entonces el mar se sentará a la mesa muy suavemente y los pájaros cantarán muy suavemente en las básculas de la sal la canción de cuna congolesa que la soldadesca me ha hecho olvidar pero que el mar piadosísimo de las cajas craneanas conserva sobre su láminas rituales
escolopendra escolopendra
hasta que las cabalgatas vagabundeen por los prados salinos de abismos con el murmullo humano rico de prehistoria en las orejas
escolopendra escolopendra
hasta que no hayamos alcanzado la piedra sin dialecto la hoja sin torreón el agua frágil sin fémur el peritoneo seroso de los anocheceres de manantial
(…)
Versión de José Luis Rivas
Soleil serpent
Soleil serpent oeil fascinant mon oeil
et la mer pouilleuse d’îles craquant aux doigts de roses
lance-flamme et mon corps intact de foudroyé
l’eau exhausse les carcasses de lumière perdues dans le couloir
sans pompe
des tourbillons de glaçons auréolent le coeur fumant des
corbeaux nos coeurs
c’est la voix des foudres apprivoisées tournant sur leurs gonds de lézarde
transmission d’anolis au paysage de verres cassés
c’est les fleurs vampires montant à la relève des orchidées
élixir du feu central
feu juste feu manguier de nuit couvert d’abeilles
mon désir un hasard de tigres surpris aux soufres
mais l’éveil stanneux se dore des gisements enfantins
et mon corps de galet mangeant poisson mangeant
colombes et sommeils
le sucre du mot Brésil au fond du marécage.
Sol serpiente
Sol serpiente ojo fascinado a mi ojo
y la mar piojenta de islas chascando los dedos de rosas
lanzallamas y mi cuerpo intacto de fulminado
el agua exalta los cascos de buques de luz perdidos
en la garganta sin gloria
de los torbellinos de témpanos que aureolan el corazón
humeante de los cuervos
nuestros corazones
es la voz de los rayos amansados girando en sus goznes
de hendijas
transmisión de anolis al paisaje de vidrios quebrados
son las flores vampiros en relevo de orquídeas
elixir del fuego central
fuego justo mando de noche henchido de abejas
mi deseo un azar de tigres sorprendidos en los azufres
pero el despertar estañoso se dora con los infantiles
yacimientos
y mi cuerpo de guijarro comiendo pescado comiendo
palomas y sueños.
el azúcar de la palabra Brasil en el fondo de la ciénaga.
Versión de José Luis Rivas