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Algunas consideraciones sobre las problemáticas de la migración desde la lucha vasca por el socialismo y la independencia

Fuentes: PT (México)

Ponencia para el 14avo Seminario del PT / México DF 19-22 de marzo 2009

A – Introducción:

1) Para la élite capitalista la migración no es un «problema» sino una «solución». No quiere decir esto que el sistema capitalista no se encuentre con algunos problemas cuando trata de exprimir hasta su última gota la rentabilidad de la migración. De hecho y por el bien de todos, se encuentra con muchos más problemas y resistencias de lo que desearía y que no logra resolver. Sin embargo, la migración es un «fenómeno» que el capital provoca, promueve, impulsa porque significa una solución para sus problemas (que no son los nuestros). Con la migración soluciona, aunque sea parcialmente, la disminución relativa de la rentabilidad en la explotación de la plusvalía y el robo de riquezas ajenas.

2) Los migrantes emigran de su país pero la causa de fondo no es la miseria económica sino la necesidad de crecimiento económico de los capitalistas. Los migrantes no huyen sino que «son migrados» hacia el mundo «desarrollado». Lo que llaman asépticamente «causas económicas» como si fueran naturales e inevitables son los efectos causadas por la explotación y expoliación. En muchos casos los poderes estatales y empresariales llevan a cabo políticas e inversiones – algunas enmascaradas como ayuda al desarrollo, ayuda humanitaria o 0,7% – cuyos objetivos son controlar el nivel de la migración, evitar la muerte de una sociedad – porque a un pueblo muerto no se le puede sangrar -, mantener cubiertas las futuras e hipotéticas necesidades de mano de obra, hacer imposible el desarrollo autóctono.

3) La migración no es, por tanto, un «fenómeno», sino una política para conseguir concentrar aún más riquezas en sus manos y, por lo tanto, siempre empobrece. No existe ninguna política de un país capitalista desarrollado que tenga otro objetivo distinto al de enriquecer más y mejor (con seguridad y garantías a corto, medio y cada vez menos a largo plazo) a su élite. Sus políticas de migración tienen estos mismos objetivos. Lo que sí es un «fenómeno» es que la izquierda no ha conseguido analizar con suficiente acierto cuáles son las causas de alienación que evitan la revuelta de las masas que viven en la más absoluta miseria y la alienación ética de aquellos que viven bien y aceptan ser cómplices de este crimen masivo.

4) Como pueblo vasco tenemos una amplia experiencia en migración. Recuperar la memoria histórica de la diáspora vasca nos ayudará a entender mejor la problemática de la migración por los errores cometidos y por las acciones obviadas, tanto por parte de las instituciones y sociedades que recibieron a la diáspora vasca como por ella misma. En general, la diáspora que ha sobrevivido como tal diáspora (aunque muy folclórica) se ha trabajado un lugar respetable en la media-alta burguesía y se ha transformado mayoritariamente en sub-colonialistas. Las vascas y vascos que se han integrado en la lucha local por la liberación del pueblo que los acogió no han tenido tiempo ni recursos para mantener su lengua y su cultura originaria, ni su identidad. Desde ya debemos trabajar en EH para que esto no ocurra con los migrantes en nuestro país.

B – Coyunturas actuales de las políticas de migración

1) Las políticas reales oficiales de migración de los Estados europeos son, en general, bastante acertadas considerando que el objetivo prioritario es la obtención de rentabilidades o plusvalías del trabajo ajeno y con un coste de inversión mínimos. La aportación que realiza la comunidad migrante al desarrollo o crecimiento económico es positiva comparado con los problemas que ocasionan con la deslegitimación del ideal aparente por la violación de sus derechos individuales y colectivos, la miseria que no se puede esconder, la delincuencia y exigencias que traen, las dificultades que ocasionan al no poder esconder el racismo inherente y necesario, etc. …

2) Sin embargo, sus políticas no son perfectas y requieren un continuo engrase, la solución de las pequeñas trabas y la prevención de las cada día mayores resistencias para lograr el objetivo de más y mejor explotación de forma más eficiente y rentable. En algunos casos, como el del Reino español, la propia administración asume que existen bastantes deficiencias y como consecuencia la migración que recibe es «de mala calidad», desproporcionada, no adecuada, mal utilizada y su ilegalidad (=descontrol) causa cada día más problemas cuya solución se hace cada vez más costosa. En la República francesa la diferencia entre problemas no resueltos y rentabilidad sigue siendo bastante positiva. En ambos Estados se promociona la autocomplaciente idea de la apertura, el antiracismo, la mezcla inter-pluri-multicultural como valor de sus democracias.

3) Desde la progresía y la izquierda socialdemócrata se mira generalmente hacia los países escandinavos como ejemplo. Sin embargo, nada indica ninguna solución de fondo y, muy al contrario, en tiempos de crisis aflora un racismo que se creía superado en Europa.

4) Las expectativas que tienen los empresarios, políticos y técnicos en migración en España, en la Comunidad Vasca y la Comunidad Navarra con respecto a la rentabilidad media que hay que sacar por migrante son irrazonablemente altas y poco pragmáticas y realistas por no considerar las realidades mencionadas. Esto nos puede dar una ventaja en el momento de plantear las tácticas con las que enfrentar sus propuestas.

C – La política de «la mejora de la calidad» del migrante y sus efectos reales

1) Desde la derecha franquista y neofranquista, incluida la de talante «socialista», se pretende mejorar la calidad de la migración y para ello proponen controlar el número de migrantes. Mediante muros, aduanas, visas, tarjetas azules, contratación en origen, inversión de ayuda al desarrollo de los ejércitos y policías de los «países puente» y algunos de origen, pretenden ajustar la migración exactamente a su demanda, a las necesidades de la industria y servicios, y a la coyuntura de crecimiento o crisis (evidentemente, consideran la actual crisis como coyuntural y no estructural).

2) Las opciones y oposiciones más progresistas, social-demócratas e izquierdistas le añaden una especie de keynesianismo para migrantes y una fachada humanitarista dirigida, más que otra cosa, a convencer o engañar a su propio potencial electorado, que tiene buenos sentimientos humanitarios con respecto a los y las migrantes. Es decir, utiliza la reivindicación de «papeles para todos y todas» y los derechos humanos (en algunos casos incluso políticos) del migrante como marketing electoral contrario a lo que hace la derecha, que utiliza el sentimiento racista como baza electoral.

3) Ambos coinciden, sin embargo, en la necesidad de regular y controlar la migración ilegal y mejorar su calidad. Para ello plantean la contratación en origen, carta azul y, por lo tanto, la transformación de los consulados españoles en ETTs (empresas de trabajo temporal) en el extranjero. Este control de calidad y la temporalidad aumentaría considerablemente la rentabilidad al poder mantener los gastos de educación, bienestar, salud, seguridad laboral, pensiones, etc., en cuotas mínimas de forma legal. Esto se hace ahora de forma alegal o ilegal, lo cual supone una imposibilidad de control general a nivel de Estado.

4) Mientras que las campañas para azuzar el racismo individual suelen dar buenos resultados a la extrema derecha, las campañas de sensibilización antirracistas con los vecinos de países pobres suelen ser muy caras y contraproducentes, y crean en la sociedad contradictoriamente más racismo que sensibilización antirracista. Por cada 10 personas que suele sensibilizar una campaña antirracista 100 personas que no se habían percatado de la existencia del problema adoptan posiciones más racistas y se acercan a los planteamientos y a la propaganda de la extrema derecha. La razón básica de este fenómeno es, por un lado, que las campañas de sensibilización antirracista idealizan al migrante. Por otro lado, nos encontramos con la negación de un amplio espectro de problemas. Todo ello choca contra la realidad perfectamente perceptible y percibida por la sociedad. Así se polariza a la ciudadanía con el resultado mencionado de aumento de racismo generalizado de todos los niveles y en todos los sectores.

5) La idealización del «buen migrante» por miedo a ser tachados de racistas y coincidir con la derecha en el discurso, y la negación de otros dos espacios de problemáticas (que se definirán más adelante) tiene el objetivo de impedir que la sociedad capitalista se dé cuenta de que la única solución del problema de la migración es su eliminación y que su eliminación sólo es posible mediante la eliminación del capitalismo, lo cual puede llegar a ser considerado una «opinión terrorista». Sin embargo, si no expresamos seriamente y sin ambigüedades esta relación entre capitalismo y migración la idealización del «buen migrante» nos imposibilita plantear una estrategia política que al menos no empeore la problemática.

6) El vaivén equilibrado entre antirracismo y racismo individual es una forma ideal para controlar y adecuar el racismo de la sociedad a las necesidades de racismo estructural, intrínseco al sistema capitalista.

2 7) Tanto la derecha como la izquierda asocia exclusivamente al término «migrante» las personas provenientes del llamado «tercer mundo», «del Sur», de «la periferia», «de países en vías de desarrollo», y demás denominaciones manipuladoras. Aunque tiene un discurso opuesto, la finalidad política es idéntica: los unos criminalizan al migrante pobre y azuzan el racismo en la sociedad para aumentar así su potencial electoral y los otros idealizan al «buen migrante» para conseguir electores entre la gente de buen corazón y sensibilidad humanitaria. En ambos casos se excluye a las personas migrantes de países de origen considerados como «desarrollados», no «pobres», porque no sirven para sus intereses políticos.

8) En el caso del Estado español esta diferenciación llega al extremo de considerar como co-nacionales y no migrantes a todos los migrantes originarios de otras naciones del Estado español. Con ello se refuerza la negación de la existencia del pueblo vasco como nación y se refuerza la concepción de un solo «pueblo español multinacional», único, grande e indivisible como sujeto de decisión democrática. Análogamente sucede con el chauvinismo de la sociedad en la República francesa. El resultado es que las comunidades de migrantes franceses y españoles en territorio vasco son mucho más racistas con respecto a terceros (especialmente los llamados «del Sur») que la población que se considera vasca. Por otro lado, esta última ha asimilado esta ideología y no considera a los españoles y franceses como migrantes sin como co-nacionales.

9) Las ONGs son idóneas para mantener este statu quo al dedicarse exclusivamente a la problemática de los derechos individuales de los «migrantes del Sur» y negar crónicamente tanto la existencia del espacio de problemáticas que importa la migración a la sociedad receptora como la problemática que deja la migración en sus países de origen. Al negar la existencia del problema de la migración española, gallega, catalana, francesa, bretona, occitana, etc., en el país vasco, que es una condición para que puedan seguir recibiendo subvenciones para su trabajo con las personas migrantes de países empobrecidos, son utilizados y estos utilizan a los migrantes como herramientas en el choque a favor del estado unionista y centralista español y francés en contra de la población vasca y, por ende, contra la lucha por el derecho de autodeterminación de ésta.

D – Estrategia de la Izquierda Independentista Vasca

1. Es imprescindible considerar como sujeto migratorio a toda persona originaria de cualquier lugar fuera del territorio de Euskal Herria. Sin embargo, todas ellas conforman la sociedad y siempre y cuando estas personas se consideren parte de la nación vasca, serán sujetos de pleno derecho, de todos los derechos individuales y colectivos, independientemente de su origen, etnia, credo religioso, etc. Y esto incluye el derecho de autodeterminación como pueblo y como tal el derecho democrático de definir la relación política con las demás naciones, lo cual puede significar desde la plena integración en otra nación (la española o la francesa, por ejemplo) hasta la total independencia como Estado propio. La independencia no es sinónimo de autodeterminación.

2. Es cierto que existen diferencias considerables entre unos y otros desde el punto de vista cultural, económico o político. Sin embargo, si queremos evitar los engaños y la utilización del migrante para fines políticos de índole imperialista, si queremos superar el eurocentrismo, trabajar la igualdad en derechos y oportunidades entre todos, no podemos hacer diferencias artificiales según intereses políticos sino que hay que trabajar la garantía del derecho a las diferencias identitarias de cada comunidad. Si no vamos a aceptar diferencias en derechos y oportunidades entre el pueblo vasco y los migrantes no podemos hacer diferencias entre distintos pueblos de migrantes.

3. Si cuando se pretende solucionar los problemas de la migración sólo se actúa sobre y se parchean los problemas del primero de tres espacios de problemáticas (el particular de los migrantes en la sociedad receptora) y se niegan o ignoran los otros dos espacios (el de la sociedad receptora al recibir la migración y el de la sociedad que han dejado atrás los migrantes) el resultado es forzosamente negativo. La ausencia de soluciones en cualquiera de los espacios no sólo imposibilita sino que empeora la problemática en todos.

4. El primer espacio (a), el de los derechos humanos («todos nacemos iguales independientemente de nuestro lugar de origen»), administrativos («papeles para todos», «ninguna persona es ilegal»), laborales («todos y todas tenemos derecho al trabajo», «los inmigrantes hacen el trabajo que nosotros ya no

queremos hacer», «la migración hace un aporte esencial a nuestro crecimiento económico», «los necesitamos»), y la ayuda y garantía a bienestar y salud y educación («pobrecitos») es el más conocido, analizado por todas las instancias de forma casi exclusiva. El bombardeo de análisis y propuestas recurrentes sobre este tema conlleva el enmascaramiento de los otros dos espacios, tan importantes o más que éste, pero más difíciles de utilizar para manipular a la sociedad. Casi todo lo que se hace en este espacio para solucionar problemas tiene el efecto contraproducente de polarizar a la sociedad entre antirracistas y racistas con predominio de estos últimos. Y esto es así porque ignoran o niegan los otros dos espacios.

5. Ignorar la problemática (b) que la migración carga sobre la sociedad receptora por idealización del migrante para poder utilizarlo como proselitismo político aumenta el racismo y repercutirá negativamente sobre cualquier intento de garantizar de forma efectiva los derechos individuales de los migrantes. Con respecto al fenómeno de la prostitución, narcotráfico, delincuencia, criminalidad, etc., entre las personas migrantes debemos constatar varias cuestiones :

i. Sí es algo mayor porcentualmente que en la comunidad autóctona aunque mucho menor de lo que aparentan los medios de comunicación; es sensiblemente menor si lo comparamos dentro del mismo nivel de adquisitivo y de educación.

ii. Considerando que muchas de las personas migrantes han dejado atrás el marco social, familiar y, por tanto, moral y ético atraídos por una idea de «paraíso terrenal» del cual, sin embargo, son excluidos, y considernado que no obtienen un marco ético nuevo donde integrarse, es notable la poca tasa de delincuencia que muestran. Esto demuestra, en todo caso, una superioridad en salud ética comparado con la sociedad vasca que padece los males de una sociedad europea, capitalista, desarrollada y envenenada (aunque, a su vez, en comparación con otras sociedades europeas todavía mantiene una salud mental y ética considerable).

iii. Esto no justifica ningún acto delincuente de ninguna persona migrante. Sin embargo, conocer y socializar esta realidad puede ayudarnos a no caer ni en la generalización ni en la idealización. Ambas incrementan el racismo, del cual se aprovecha política y policialmente el sistema de los Estados español y francés atacando a lo vasco como racista a la vez que aumenta el control policial sobre la disidencia vasca justificándose con la incidencia generalizada de la delincuencia migrante.

6. Ambos espacios (a) y (b) empeorarán irremediablemente por mucho que invirtamos en ellos si no conseguimos solucionar el problema que dejan los migrantes en su país de origen con su emigración (c). La migración supone un círculo vicioso. Los migrantes alimentan a la bestia capitalistaque, cuanto más poderosa sea, más los explotará a ellos y a los recursos de sus países de origen. Esto significa que la bestia necesitará más migrantes (excepto en tiempos de crisis coyuntural y/o cambio de fórmula para el aumento de acumulación de riquezas). Los migrantes, por tanto, significan un aumento del robo de recursos siendo ellos mismos el recurso más valioso, el que crea riqueza adicional al botín. Ni la inversión extranjera ni los créditos condicionados pueden suplir la disminución de acumulación de capital en los países proveedores de migrantes por parte de la élite. Con ello se transformarán en países superfluos e imposibilitados para un desarrollo propio.

• No sólo existe un robo llamado eufemísticamente «fuga de cerebros», sino también un robo de mano de obra llamado «migración de calidad».

• El sacrificio que realizan al enviar una parte de su mísero sueldo como remesas a sus familiares es justo pero desgraciadamente, la mayor parte de la remesa vuelve al país de origen ya que las familias utilizan estas remesas para comprar productos que son principalmente de importación puesto que la producción local carece de productores ya que están produciendo en el extranjero como mano de obra migrante.

• La devolución de la mano de obra migratoria a través de la «directiva de retorno» en época de crisis capitalista sólo ahorra gastos a las economías desarrolladas y supone un problema adicional a las de origen de la migración al recibir a las personas migrantes sin haber tenido ni tiempo ni recursos para preparar su recepción. Esto aumenta más todavía la diferencia entre ricos y pobres.

• Si un gobierno utiliza sus recursos para invertirlos en la preparación de condiciones dignas y justas para recibir a los migrantes que las economías desarrolladas escupen de vuelta es automáticamente chantajeado política y económicamente para que lo invierta en dar facilidades al «libre comercio», «las inversiones extranjeras» y el pago de los intereses de la deuda eterna. Si no lo hacen estos gobiernos formarán parte del «eje del mal».

7. Actualmente la Izquierda Independentista Vasca no tiene recursos ni políticos ni económicos para afrontar la solución equilibrada en los tres espacios. De hecho, ni siquiera podría cometer el error de buscar una solución en el primer espacio. No podemos ofrecer a los migrantes nada más que «contaminación abertzale y terrorista» y problemas legales con las instituciones y los poderes fácticos españoles y franceses.

8. Por ello y de forma pragmática se está promoviendo una organización entre algunos migrantes que ofrece una luz distinta, un análisis propio, sin idealizaciones. La socialización de este análisis y sus propuestas tienen como objetivo, por un lado, sensibilizar, concienciar y formar a las bases sociales de la Izquierda Independentista Vasca y por otro lado conseguir que los migrantes utilizados por las ONGs e instituciones gubernamentales conozcan esta alternativa en el discurso. Con ello prevenimos tanto caer en la trampa del paternalismo como en el racismo. A la comunidad de migrantes esto le apoyará y motivará para enfrentarse a los engaños institucionales y ONG-ísticos y buscar su propio camino. Será a través de esta organización de migrantes de la Izquierda Independentista Vasca a través de la cual se establecerá la estrategia más correcta en cada uno de los frentes y sectores del movimiento para que la migración no sea un problema para sus objetivos de Independencia y Socialismo sino un aporte y la independencia y el Socialismo sean la solución para los problemas de la migración y un verdadero problema para el capital.

9. Para todo ello se ha dado el primer paso con el planteamiento de «Migrantes por la Resolución Negociada del Conflicto y por la Autodeterminación» hace ya dos años. El siguiente paso es integrarse en la estrategia de la «Construcción Nacional y Social» de la Independencia y el Socialismo como migrantes que formamos parte de este pueblo vasco sin ser asimilados y sin perder nuestra propia idiosincrasia e identidad.

E – Consideraciones Finales :

1) La migración puede ser un factor positivo para el desarrollo de la cultura propia (en su más amplio sentido: musical, artística, social, económica, científica, …) por la fusión y renovación que permite una multi o pluri- culturalidad. Sin embargo, las causas de fondo que la empujan, las políticas migratorias que se llevan a cabo, los intereses que las promueven y también las respuestas erradas y las reacciones a las resistencias nos conducen a unos resultados diametralmente opuestos: todo ello – que no los y las migrantes – supone un factor que promueve la desaparición de la cultura tanto del migrante como la cultura local originaria. Tampoco posibilita la creación de una cultura nueva diferente porque para que esto suceda han de darse ciertas condiciones y facilidades que no se dan. La tendencia de la política oficial y de las propuestas supuestamente alternativas de la progresía, las ONGs y la mayoría de izquierdas es tan insuficiente y «posibilista» que tiene el efecto contrario. Con ello se deja espacio y vía libre para la «des-cultura» homogenizada que requiere la economía capitalista del imperialismo (y se promueve a través de los sub- imperialismos correspondientes). No es responsable promover la «multi-pluri-culturalidad» si lo que está en peligro es la CULTURA en mayúscula y la cultura de cada pueblo, que son arrasadas por el «McDonalds- Coca Cola way of life».

2) Si no conseguimos controlar la migración, con todos los problemas que supone, el RACISMO será una condición sine qua non, será la única forma para sobrevivir como pueblo. Pero el pueblo vasco, su idiosincrasia identitaria, no puede ser racista y por tanto sucumbiría como tal pueblo vasco. Por eso es mejor luchar ahora, de pie, conjuntamente y con dignidad antes que arrodillarse como sub-racista ante el fascismo, tenga el talante que tenga. La lucha por controlar y solucionar los problemas de la migración no puede esperar, ni puede hacerse desde un solo sector. Hay que hacerlo desde ya y entre todos y todas y cada uno y una de nosotras. 5