Argentina: peronismo y marxismo, dos corrientes del campo popular. Coincidencias, diferencias y necesidad de unidad.
El presente artículo tiene por objeto analizar coincidencias y divergencias principales entre dos textos importantes de dos corrientes populares históricas en Argentina, pero que pueden tener similitud con análisis similares para el campo popular de otros países, a saber:
- El Manifiesto Comunista, publicado por primera vez en 1848, escrito por Marx y Engels por encargo de la Liga de los Comunistas, sociedad obrera internacional, para que describieran las ideas teóricas y prácticas de ese espacio comunista.
- La Comunidad Organizada, conferencia de Perón en el cierre del primer Congreso Argentino de Filosofía, en la Universidad Nacional de Cuyo, Mendoza, 1949, donde expuso que “su acción de gobierno no representa un partido político, sino un gran movimiento nacional” y que se proponía ofrecer “una idea sintética de base filosófica, sobre lo que representa sociológicamente nuestra tercera posición”
Marx y Engels que, a partir de conceptos de filósofos anteriores, particularmente Friedrich Hegel (dialéctica) y Ludwig Feuerbach (materialismo), desarrollaron la filosofía denominada materialismo dialéctico, describen la historia, y en particular el sistema capitalista, desde la concepción materialista, utilizando el pensamiento racional, la ciencia, y analizando dialécticamente la evolución de las contradicciones en los sistemas sociales, en particular entre el desarrollo de las fuerzas productivas, de carácter dinámico, y las relaciones de producción y distribución de bienes y servicios, que tienen carácter más estático.
Perón, partiendo de una concepción de idealismo filosófico, y considerando que “la sociedad y el hombre se enfrentan con la crisis de valores más profunda acaso de cuantas su evolución ha registrado”, se propone describir cuales son los valores que nutran a las personas en la “comunidad organizada”, finalidad del espacio creado por su acción de gobierno, el “movimiento justicialista”, y manifiesta encontrar y fundamentar esos valores en el cristianismo.
Si bien esos dos enfoques, al partir de filosofías y, por lo tanto, de metodologías de análisis diferentes, tienen lógicamente entre ellos importantes diferencias, tienen también importantes coincidencias que pueden contribuir a la imprescindible unidad de acción de las mencionadas y demás corrientes históricas del campo popular.
Nota: Al final del artículo indico los enlaces para acceder a los textos completos del Manifiesto Comunista y de La Comunidad Organizada
Como metodología de redacción del presente artículo, para cada temática analizada van primero los párrafos que he seleccionado citar de ambos textos y luego mis comentarios correspondientes.
Al final de cada párrafo citado indico el número de página al que pertenece en el texto correspondiente.
Los párrafos citados de los textos están en cursiva y entre comillas. El texto propio está en caracteres regulares.
ENFOQUE HISTÓRICO
“Las proposiciones teóricas de los comunistas no se fundan de ningún modo en ideas y principios inventados o descubiertos por tal o cual reformador del mundo. No son sino la expresión de conjunto de las condiciones reales de una lucha de clases existente, de un movimiento histórico en constante evolución.” (50)
“La burguesía, desde su advenimiento, apenas hace un siglo, ha creado fuerzas productivas más variadas y colosales que todas las generaciones pasadas tomadas en conjunto.” (34)
“Las condiciones burguesas de producción y de cambio, el régimen burgués de la propiedad, toda esta sociedad burguesa moderna, que ha hecho surgir tan potentes medios de producción y de cambio, semeja al mago que no sabe dominar las potencias infernales que ha evocado. Después de algunas décadas, la historia de la industria y del comercio no es sino la historia de la rebelión de las fuerzas productivas contra las relaciones de propiedad que condicionan la existencia de la burguesía y su dominación.”(35)
“Las fuerzas productivas de que dispone (la sociedad) no favorecen ya el desarrollo de la propiedad burguesa; al contrario, han resultado tan poderosas, que constituyen de hecho un obstáculo, y cada vez que las fuerzas productivas sociales salvan este obstáculo precipitan en el desorden a la sociedad entera y amenazan la existencia de la propiedad burguesa. El sistema burgués resulta demasiado estrecho para contener las riquezas creadas en su seno.”(36)
“Con el desenvolvimiento de la burguesía, es decir, del capital, se desarrolla el proletariado, la clase de los obreros modernos, que no viven sino a condición de encontrar trabajo y que no lo encuentran si su trabajo no acrecienta el capital. Estos obreros, obligados a venderse diariamente, son una mercancía como cualquier artículo de comercio; sufren, por consecuencia, todas las vicisitudes de la competencia, todas las fluctuaciones del mercado.”(37)
“Está en nuestro ánimo la absoluta conciencia del momento trascendental que vivimos. Si la historia de la humanidad es una limitada serie de instantes decisivos, no cabe duda que gran parte de lo que en el futuro se decida a ser, dependerá de los hechos que estamos presenciando.” (2)
“El solo intento de trazar un cuadro comparativo entre las posibilidades culturales de la antigüedad y las actuales resultaría descabellado. El progreso, el incremento de relaciones, la complejidad de las costumbres, han ampliado el paisaje en términos indescriptibles.” (23)
“En 1500 la humanidad concentró sus dispersas energías para empresas gigantescas y nos dio nuevos mundos y formas de civilización. En 1800 reprodujo el intento y creó febrilmente, generosamente, una época. ¿No será el nuestro, acaso, el momento de hacer acopio de las energías humanas para conformar el período supremo de la evolución?” (32)
COMENTARIO:
El Manifiesto plantea la evolución de la contradicción entre el extraordinario desarrollo de las fuerzas productivas, generado por el capitalismo, y las estáticas relaciones de producción del sistema, basado en el régimen capitalista de propiedad privada, que al resultar cada vez más inadecuado para un aprovechamiento social racional de fuerzas productivas cada vez más desarrolladas y sofisticadas, genera tendencia a las crisis, cada vez más generales y profundas. Esto se ve cada vez más claro en la actualidad, por un lado con el exponencial desarrollo simultáneo de las fuerzas productivas, impulsado por el advenimiento de la inteligencia artificial y su vinculación con la robotización y automatización de la economía, con tendencia a que no se requiera más de la fuerza de trabajo humano, física e intelectual, y, por otro lado, con la acelerada concentración y centralización del capital en cada vez menos empresas internacionales oligopólicas.
La Comunidad Organizada coincide en que se ha producido un extraordinario cambio en las condiciones sociales y en que la época requiere de sumar energías humanas para conformar un período superador en la evolución social
LAS CLASES SOCIALES
“La historia de toda sociedad hasta nuestros días no ha sido sino la historia de las luchas de clases. Hombres libres y esclavos, patricios y plebeyos, nobles y siervos, maestros jurados y compañeros; en una palabra, opresores y oprimidos, en lucha constante, mantuvieron una guerra ininterrumpida, ya abierta, ya disimulada; una guerra que termina siempre, bien por una transformación revolucionaria de la sociedad, bien por la destrucción de las dos clases antagónicas.” (25)
“Si la felicidad es el objetivo máximo y su maximación una de las finalidades centrales del afán general, se hace visible que unos han hallado medios y recursos para procurársela y que otros no la han poseído nunca. Aquéllos han tratado de retener indefinidamente esa condición privilegiada, y ello ha conducido al desquiciamiento motivado por la acción reivindicativa, no siempre pacífica, de los peor dotados.” (12)
COMENTARIO:
Aquí veo una importante coincidencia en ambos textos en cuanto a la existencia histórica de clases sociales, unas propietarias, privilegiadas y explotadoras y otras desposeídas y explotadas. Y también en la acción de enfrentamiento de las clases, pacífica y no pacífica, por la acción reivindicativa de las clases desposeídas.
EL INDIVIDUO Y LA COMUNIDAD
PRINCIPIOS, VALORES HUMANOS Y LA RELACIÓN ENTRE LAS CLASES
“El (…) Manifiesto explica que la aplicación de los principios dependerá siempre y en todo caso de las circunstancias históricas existentes…” (8)
“Todas las clases que en el pasado se apoderaron del Poder ensayaron consolidar su adquirida situación sometiendo la sociedad a su propio medio de apropiación. Los proletarios no pueden apoderarse de las fuerzas productivas sociales sino aboliendo el modo de apropiación que les atañe particularmente y, por consecuencia, todo modo de apropiación en vigor hasta nuestros días.” (45)
Para llevar a cabo el objetivo de terminar con “todo modo de apropiación en vigor hasta nuestros días” y, consecuentemente, con la explotación del hombre por el hombre y la división de la sociedad en clases sociales, el Manifiesto finaliza, como principio fundamental, con la siguiente famosa consigna: “¡PROLETARIOS DE TODOS LOS PAISES, UNIOS!” (89)
Para favorecer que ello sea posible, el Manifiesto señala como principio que: “(…) los comunistas trabajan por la unión y la cordialidad de los partidos democráticos de todos los países.” (88)
“La idea griega necesitaba, para ser completada, una nueva contemplación de la unidad humana desde un punto de vista más elevado. Estaba reservada al cristianismo esa aportación.” (25)
Perón, refiriéndose al cristianismo señala lo siguiente: “(…) una fuerza capaz de atribuir al hombre la posesión de un alma sujeta al cumplimiento de fines específicos superiores a la vida material, estaba llamada a revolucionar la existencia de la humanidad.” (25)
“Difundir la virtud inherente a la justicia y alcanzar el placer, no sobre el disfrute privado del bienestar, sino por la difusión de ese disfrute, abriendo sus posibilidades a sectores cada vez mayores de la humanidad; he aquí el camino.” (12)
“El individuo se hace interesante en función de su participación en el movimiento social y son las características evolutivas de éste las que reclaman atención preferente.” (13)
“Nosotros somos colectivistas, pero la base de ese colectivismo es de signo individualista, y su raíz es una suprema fe en el tesoro que el hombre, por el hecho de existir, representa.” (33)
“Lo que produce la náusea es el desencanto, y lo que puede devolver al hombre la actitud combativa es la fe en su misión, en lo individual, en lo familiar y en lo colectivo.” (23)
“(…) el marxismo (…) operaba sobre un descontento social. La náusea – como entelequia – opera sobre el desencanto individual.” (20)
COMENTARIO:
Es importante tener en cuenta que El Manifiesto advierte que la aplicación de los principios dependerá siempre de las circunstancias históricas concretas.
En cuanto a principios y valores, El Manifiesto se basa en la solidaridad y unidad de los trabajadores, y de sus organizaciones, para luchar por sus intereses, pudiéndose ver una coincidencia con La Comunidad Organizada cuando en esta se reivindica la participación del individuo en el movimiento social, en lo colectivo.
En La Comunidad Organizada se dice que el marxismo opera sobre el descontento social. En realidad, opera sobre la objetiva necesidad de resolver las contradicciones fundamentales del capitalismo mediante la construcción de una sociedad superadora, donde ya no exista la propiedad privada de los medios de producción y distribución de riqueza, la explotación del hombre por el hombre y la división de la sociedad en clases sociales, tarea que solo puede resolver la clase trabajadora.
Se puede encontrar una coincidencia de fondo en lo siguiente: Perón afirma que su movimiento justicialista es colectivista, aunque basado en un individualismo cuyo tesoro es la propia existencia del individuo. Marx desarrolló en otros trabajos las razones por las cuales, en esa nueva sociedad, que denominó comunismo, por fin en la historia el individuo será verdaderamente libre.
La náusea del individuo en la actual sociedad, según refiere Perón, tendría relación con el concepto, desarrollado por Marx, de alienación del individuo en el capitalismo.
JUSTICIA SOCIAL O SUPERACION DEL CAPITALISMO
MEDIOS PARA LOGRAR LOS OBJETIVOS: CONCILIACIÓN DE CLASES O LUCHA DE CLASES
En su prefacio a una nueva edición del Manifiesto, Engels expresó lo siguiente: “La idea fundamental e íntima del Manifiesto – a saber: (…) la producción económica y la estructura social que resulta forman indefectiblemente, en cada época histórica, la base de la historia política e intelectual de esta época; (…) por consecuencia (después de la desaparición de la primitiva propiedad común del suelo), toda la historia ha sido una historia de luchas de clases, de luchas entre las clases explotadas y las clases explotadoras, entre las clases dominadas y las clases dominantes, en los diferentes estados de su desenvolvimiento histórico; pero (…) esa lucha atraviesa actualmente una etapa en que la clase explotada y oprimida (el proletariado) no puede emanciparse de la clase que la explota y oprime sin emancipar al propio tiempo, y para siempre, a toda la sociedad de la explotación, de la opresión y de las luchas de clases, – esta idea fundamental pertenece única y exclusivamente a Marx.” (11)
“El proletariado se servirá de su supremacía política para arrancar poco a poco todo el capital a la burguesía, para centralizar todos los instrumentos de producción en manos del Estado, es decir, del proletariado organizado en clase directora, y para aumentar rápidamente la cantidad de fuerzas productivas.” (64)
“La lucha del proletariado contra la burguesía, aunque en el fondo no sea una lucha nacional, reviste, sin embargo, al principio, tal forma.” (46)
“Estas medidas, entiéndase bien, serán muy diferentes en los diversos países. Sin embargo, para los países más avanzados las medidas siguientes podrán ser puestas en práctica:
l° Expropiación de la propiedad territorial y aplicación de la renta a los gastos del Estado;
2° Impuesto fuertemente progresivo;
3° Abolición de la herencia;
4° Confiscación de la propiedad de los emigrados y rebeldes;
5° Centralización del crédito en manos del Estado por medio de un Banco nacional con capital del Estado y con el monopolio exclusivo;
6° Centralización en manos del Estado de todos los medios de transporte;
7° Multiplicación de las manufacturas nacionales y de los instrumentos de producción, roturación de los terrenos incultos y mejoramiento de las tierras cultivadas según un sistema general;
8° Trabajo obligatorio para todos, organización de ejércitos industriales, particularmente para la agricultura;
9° Combinación del trabajo agrícola y del trabajo industrial, medidas encaminadas a hacer desaparecer gradualmente la distinción entre la ciudad y el campo, y
10° Educación pública y gratuita de todos los niños, abolición del trabajo de éstos en las fábricas tal como se practica hoy; combinación de la educación con la producción material, etcétera.” (64)
“Los comunistas no forman un partido distinto, opuesto a los otros partidos obreros. No tienen ningún interés que los separe del conjunto del proletariado. No proclaman principios sectarios sobre los cuales quisieran modelar el movimiento obrero.” (49)
“En fin, los comunistas trabajan por la unión y la cordialidad de los partidos democráticos de todos los países.” (88)
“La edad del materialismo práctico (…) ha correspondido con un gigantesco progreso económico.” (3)
“Algo falla en la naturaleza cuando es posible concebir, como Hobbes en el Leviathan, al Homo hominis lupus, el estado del hombre, todos contra todos, y la existencia como un palenque donde la hombría puede identificarse con las proezas del ave rapaz. Hobbes pertenece a ese momento en que las luces socráticas y la esperanza evangélica empiezan a desvanecerse ante los fríos resplandores de la Razón, que a su vez no tardará en abrazar al materialismo. Cuando Marx nos dice que de las relaciones económicas depende la estructura social, y su división en clases, y que por consiguiente la Historia de la humanidad es tan sólo historia de las luchas de clases, empezamos a divisar con claridad, en sus efectos, el panorama del Leviathan.” (10)
“La senda hegeliana condujo a ciertos grupos al desvarío de subordinar tan por entero la individualidad a la organización ideal, que automáticamente el concepto de humanidad quedaba reducido a una palabra vacía: la omnipotencia del Estado sobre una infinita suma de ceros.” (14)
“Ni la justicia social ni la libertad, motores de nuestro tiempo, son comprensibles en una comunidad montada sobre seres insectificados, a menos que a modo de dolorosa solución el ideal se concentre en el mecanismo omnipotente del Estado.” (31)
“Al pensamiento le toca definir que existe, eso sí, diferencia de intereses y diferencia de necesidades, que corresponde al hombre disminuirlas gradualmente, persuadiendo a ceder a quienes pueden hacerlo y estimulando el progreso de los rezagados. “ (10)
“La lucha de clases no puede ser considerada hoy en ese aspecto que ensombrece toda esperanza de fraternidad humana. En el mundo, sin llegar a soluciones de violencia, gana terreno la persuasión de que la colaboración social y la dignificación de la humanidad constituyen hechos, no tanto deseables cuanto inexorables. La llamada lucha de clases, como tal, se encuentra en trance de superación.”(13)
COMENTARIO:
Aquí, en esta temática, está el meollo de la principal diferencia entre El Manifiesto y La Comunidad Organizada: Lucha de clases o conciliación de clases.
Obviamente que, en las sociedades divididas en clases sociales, según lo muestra la historia, se ha producido la lucha de clases. Esto lo reconoce Perón en su texto cuando, por ejemplo, dice que “Aquéllos (poseedores de “medios y recursos”) han tratado de retener indefinidamente esa condición privilegiada, y ello ha conducido al desquiciamiento motivado por la acción reivindicativa, no siempre pacífica, de los peor dotados.” (12)
Pero Perón, reivindica como fundamentos del individuo los valores cristianos, particularmente el amor entre ellos (según el evangelio Jesús les dijo a sus discípulos “amaos los unos a los otros” (Juan 13:33-35). Esto lo lleva a opinar que “la lucha de clases … ensombrece toda esperanza de fraternidad humana”, por lo que preconiza la colaboración social mediante el diálogo, o sea la negociación entre las organizaciones de la clase trabajadora y la clase capitalista, “sin llegar a soluciones de violencia”, “persuadiendo a ceder a quienes pueden hacerlo y estimulando el progreso de los rezagados. “
Para Marx y Engels, la lucha de clases es una realidad objetiva, que puede ser pacífica en la medida de que por vías democráticas la clase trabajadora consiga obtener sus reivindicaciones, o violenta si la clase capitalista lo impide por vías antidemocráticas y represivas.
El objetivo, que plantea el marxismo, es que la clase trabajadora llegue al gobierno y, utilizando las herramientas de Estado, concrete la satisfacción de sus reivindicaciones inmediatas, pero que gradualmente construya una sociedad socialista, como etapa de transición hacia una sociedad comunista donde la propiedad de los medios de producción y distribución de riqueza sean propiedad del conjunto de la población y sean autogestionados por ella, resolviendo así la contradicción creciente en el capitalismo entre el desarrollo de las fuerzas productivas y las relaciones económico sociales y, donde, por lo tanto, ya no exista la explotación del hombre por el hombre y la división de la sociedad en clases sociales. Ese objetivo implica construir una sociedad fraterna, colaborativa, sin la violencia que implica la explotación de clases, donde finalmente el sistema de organización social haga posible el amor entre los seres humanos, que reivindica Perón.
Que esto se logre por vías democráticas y pacíficas o por vías que incluyan violencia, depende de la reacción de la clase capitalista. La clase trabajadora no tiene, objetivamente, ningún interés en la vía violenta, solo puede ser forzada a ello por la reacción antidemocrática, represiva y por lo tanto violenta, de la clase capitalista a través de sus órganos de poder, particularmente utilizando al Estado para ello.
Otro tema de gran importancia es que Perón expresa que el triunfo de la clase trabajadora por medio de la lucha de clases, preconizado por el marxismo, llevaría necesariamente al establecimiento de un estado Leviathan, como el mencionado por el filósofo inglés Thomas Hobbs (1588-1679) en su famoso libro “Leviathan, or The Matter, Forme and Power of a Common-Wealth Ecclesiasticall and Civil”, donde hace una analogía entre, por un lado, el Leviathan mencionado en la biblia, mítico monstruo marino que, por su enorme poder, producía temor entre los hombres y, por otro lado, la necesidad de un Estado fuerte.
Hobbs, en su libro, opinaba que los hombres en la busca de satisfacer sus deseos personales, entraban en conflicto y lucha entre ellos, por lo que decía metafóricamente que “el hombre es lobo del hombre”, por lo que, para que sea posible una sociedad organizada, se necesitaría que haya un Estado fuerte, que genere temor y le imponga sus reglas al conjunto del pueblo, aunque para ello deba reprimir, incluso censurar a aquellos que, aunque predicaran verdades, a juicio del Estado representaran un riesgo para el interés del conjunto social.
DISCUSIÓN
Hay que considerar que Perón hizo su disertación en 1949, época en que el principal ejemplo de una sociedad de tipo socialista era la Unión Soviética, presidida entonces por Iósif Stalin, cuyo Estado era ampliamente considerado por la prensa capitalista como represivo, censurador y anulador de las libertades individuales. No es este el lugar para analizar la evolución del Estado soviético, pero sí creo necesario recordar que se fue construyendo en las extraordinariamente excepcionales condiciones adversas de los efectos de: la 1ª guerra mundial; la terrible guerra civil entre los soviéticos revolucionarios y los contrarevolucionarios, incluyendo la intervención en favor de los contrarevolucionarios de 20 potencias extranjeras; la invasión a la Unión Soviética de la Alemania nazi y sus aliados; la guerra fría, de graves exigencias para la Unión Soviética, impulsada por EE.UU y sus aliados tras la victoria de la Unión Soviética contra la Alemania nazi en el este europeo.
Hoy, podemos dar como ejemplo el socialismo de China, que tiene características profundamente diferentes al socialismo de la Unión Soviética, incluyendo en cuanto a las libertades individuales. China ha tenido capacidad para demostrar que su sistema socialista, por la vía particular de ese país, ha sido capaz de impulsar el desarrollo de las fuerzas productivas, con beneficio colectivo, hasta transformar ese país, con una de las dos mayores poblaciones del mundo y con la tercera mayor extensión territorial mundial, en el que tiene el mayor PBI del mundo, medido en Paridad de Poder Adquisitivo, como lo hace el Banco Mundial, que está a la vanguardia en varios sectores de alta tecnología, y que ha eliminado completamente la pobreza en su población.
China tiene un sistema basado en que, en cuanto al régimen de propiedad de medios de producción y distribución de bienes y servicios, el Estado tiene la principal parte, en segundo lugar están las cooperativas, en tercer lugar las empresas mixtas, donde en general el Estado posee la mayoría de las acciones y, por último, las empresas privadas, donde la Constitución china impone que sean de propiedad exclusiva de chinos, que en general son PYMES, pero donde también hay empresas grandes, como Huawei, donde, sin embargo, el 99% de las acciones pertenecen al personal de la misma. Todo esto sometido a un sistema de planificación central estatal. Es un sistema de Capitalismo de Estado, donde el control lo tiene el Estado y este, a su vez, está administrado por el gobierno ejercido por el Partido Comunista de China, en representación de la clase trabajadora. Los dirigentes comunistas chinos llaman a este tipo de Capitalismo de Estado, “socialismo con característica propias de la sociedad china”.
Es oportuno recordar que, luego de la aplicación en la Unión Soviética de la denominada Nueva Política Económica, una vez finalizada la guerra civil, desde marzo de 1921 hasta comienzos de 1929, donde se reprodujeron parcialmente formas capitalistas y se atrajo inversiones de empresas extranjeras, Lenin categorizó este sistema como Capitalismo de Estado, pero que, al estar dominado por el Estado, y este gobernado por el partido de los soviéticos, expresó que ese sistema era una forma de socialismo.
Hay que considerar que el socialismo es un sistema de transición entre el capitalismo y el comunismo, por lo que es lógico que coexistan formas de lo viejo y de lo nuevo, pero bajo el control del Estado administrado por un espacio político que represente los intereses de la clase trabajadora y demás sectores populares.
Perón, en su gobierno de 1946 hasta el golpe de estado de 1955, se propuso también construir un tipo de Capitalismo de Estado, aunque diferente del actual de China, ya que se trataba de una alianza entre sectores de una importante burguesía nacional de entonces, con la clase trabajadora, para impulsar un desarrollo económico capitalista, sobre todo industrial, con inclusión social y política exterior independiente. Hoy, los burgueses nacionales son sobre todo PYMES, con fuerza solo para apoyar gobiernos de frentes populares, cosa que algunas de sus Cámaras en general han hecho.
Por otro lado, cuando Perón hizo su disertación, en 1949, en el mundo creció la implementación de los denominados Estados de Bienestar, con amplia participación del Estado, donde hubo importante crecimiento económico con inclusión social, lo cual se considera que duró desde 1945 hasta 1975, los denominados “30 años gloriosos”. En esto contribuyó, desde el fin de la segunda guerra mundial, por una parte, el fortalecimiento de las organizaciones gremiales y de los espacios de izquierda, entre otras cosas estimulados por la gran victoria de la Unión Soviética sobre la poderosa Alemania nazi, y por otra parte, porque la clase capitalista temía que el ejemplo de la construcción del socialismo en la Unión Soviética y el notable fortalecimiento económico y social de esta, estimulara el avance del socialismo en el mundo, por lo que en general se avinieron a que se incorporara la inclusión social al crecimiento económico. Esto podía verse, por ese entonces, como el éxito de la negociación de clases en lugar de la lucha de clases, lo que tal vez llevó a Perón a manifestar que “en el mundo, sin llegar a soluciones de violencia, gana terreno la persuasión (y) la colaboración social” y que “la llamada lucha de clases, como tal, se encuentra en trance de superación.”
Los acontecimientos posteriores a mediados de los años 70 en el capitalismo, la profundización de la crisis capitalista, y la implementación consecuentemente pro oligopolios capitalistas multinacionales de las políticas denominadas neoliberales, degradó, más pronto que tarde, la idea de la vía de la conciliación de clases.
Perón coincidía, en su texto, en que las ideas cambian con el desarrollo histórico de la sociedad, por lo que es pertinente suponer que aquello que dijo, en 1949, sobre la relación entre las clases sociales, lo habrá cambiado con los sucesos posteriores en el mundo, y con los que le tocaron personalmente vivir como dirigente principal del movimiento justicialista.
Así entonces, podemos ver, como ejemplo, lo dicho por Perón en una carta que le envió al máximo dirigente de China y del Partico Comunista de China, Mao Tse Tung, fechada el 15/07/1965, con motivo de la visita a China de militantes del MRP (Movimiento Revolucionario Peronista), de la cual citamos el siguiente significativo párrafo:
“La acción nefasta del Imperialismo, con la complicidad de las clases traidoras, ha impedido en 1955 que nosotros cumpliéramos la etapa de la Revolución Democrática a fin de preparar a la clase trabajadora, para la plena y posterior realización de la Revolución Socialista. Pero, de la derrota de esa fecha, hemos recogido grandes ejemplos que nos permitan prepararnos con mucha más firmeza, para que nuestro pueblo pueda tomar el poder y así instaurar la era del gobierno de los oprimidos – la clase trabajadora – única capaz de realizar una política de paz y felicidad para nuestro pueblo. Nuestros objetivos son comunes, por eso me felicito de este contacto de nuestros luchadores, con esa gran realidad que son ustedes.” (suministro al final de este artículo el enlace para ver una imagen de la citada carta de Perón a Mao).
Si bien se puede constatar que la idea de Perón, en esa carta de 1965, de que “nuestro pueblo pueda tomar el poder y así instaurar la era del gobierno de los oprimidos – la clase trabajadora –“, no se ha producido hasta hoy, conviene recordar que los tiempos de la historia no son los mismos que los de los seres humanos.
En todo caso, en las terribles circunstancias por las que atraviesa actualmente nuestro país, gobernado por una mezcla de neoliberalismo y anarcocapitalismo, con grave sufrimiento para la clase trabajadora y demás sectores populares, es cada vez más necesaria la unidad de los espacios sociales, sindicales y políticos, de las diferentes corrientes históricas (de las cuales la principal es el justicialismo), que expresen los intereses de la clase trabajadora, que son los de la mayoría popular; para enfrentar al gobierno actual, que objetivamente representa principalmente los intereses de los oligopolios financieros multinacionales, y para avanzar hacia un cambio en la relación de fuerzas que permita la llegada al gobierno del espacio unitario, encabezado por la clase trabajadora, que pueda realizar los profundos cambios estructurales necesarios, para salir de la recurrente crisis, y para iniciar el camino de construcción de una sociedad superadora.
*Carlos Mendoza, ingeniero, escritor, especializado en temas políticos y de economía política, miembro del Consejo Editorial de Tesis 11.
Carta de Perón a Mao Tse Tung: https://dangdai.com.ar/wp-content/uploads/sites/5/2024/03/peron-Mao-2-1152×1536.jpg
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.