Amiga, hace días tengo pendiente una especial felicitación para el MEPLA [Centro de Investigaciones «Memoria Popular Latinoamericana»] en su cumpleaños. Especial porque de verdad creo que ha contribuido, como tu dices, a «establecer puentes». Pero también ha contribuido a algo muy importante y es que, a su particular manera, MEPLA dejo escrita para el futuro […]
Amiga,
hace días tengo pendiente una especial felicitación para el MEPLA [Centro de Investigaciones «Memoria Popular Latinoamericana»] en su cumpleaños. Especial porque de verdad creo que ha contribuido, como tu dices, a «establecer puentes». Pero también ha contribuido a algo muy importante y es que, a su particular manera, MEPLA dejo escrita para el futuro la historia «invisible». Me refiero a la historia de nuestros pueblos dando pasos por construir y construirse. El pueblo y sus luchas se hicieron visibles en todas las publicaciones del MEPLA.
Los líderes, los «grandes dirigentes», aparecen en ellas casi siempre referidos al «otro», es decir, al pueblo, y, el pueblo, aparece hablando. Entra a escena irreverente, como gran protagonista de todas las acciones, de todos los cambios. Los líderes y las instituciones se reflejan como instrumentos, a lo sumo, como personas en determinadas circunstancias, no como personajes.
Creo, Marta, que hay una especie de «estilo MEPLA» de decir y de contar la historia, nuestras historias. Es un estilo provocador porque implica acción y reacción, porque muestra el rostro de las propias contradicciones, porque no transige con cierta mediocridad sino que la confronta en la misma medida que la muestra.
Pero, sobre todo, es provocador porque se involucra, no es neutro (contigo al frente jamás podría serlo !!!) y no es neutro porque se compromete. Entonces es un «estilo» que asume compromiso. Creo que por eso estas tu aquí entre nosotros. No podía ser de otra manera. Y por eso mismo esta felicitación es muy especial. No se trata de un «reconocimiento» ni de un «agradecimiento». No. Eso no tiene ningún sentido decirlo entre quienes luchamos desde el pueblo por la justicia, la verdad y la belleza. Más bien se trata de arrojar más fuego a la hoguera del compromiso, hasta ver a todas las patrias de nuestro mismo pueblo liberadas.
Para ti, amiga, un fuerte abrazo en esta «distancia cercana» que no es nada fácil. Para el MEPLA un aplauso exigente porque, ojalá, siempre estemos inconformes con lo que hacemos y también con lo que dejamos de hacer.
María Cristina