Los abajo firmantes hemos visto cómo los sucesivos gobiernos norteamericanos utilizaron la Comisión de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra, Suiza, para intentar condenar a Cuba por supuestas violaciones a los derechos humanos. La administración Bush vino ejerciendo presión sobre la mayoría de los 53 países que integran dicha Comisión, para calumniar y hacer […]
Los abajo firmantes hemos visto cómo los sucesivos gobiernos norteamericanos utilizaron la Comisión de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra, Suiza, para intentar condenar a Cuba por supuestas violaciones a los derechos humanos.
La administración Bush vino ejerciendo presión sobre la mayoría de los 53 países que integran dicha Comisión, para calumniar y hacer falsas acusaciones a Cuba. Esto, a pesar de que este país bloqueado por ese imperio desde hace más de 45 años, no sólo respeta los derechos humanos sino que también ha erradicado el analfabetismo y la desnutrición infantil, ha elevado notablemente la salud, la educación y la cultura de su gente, y no ha tenido casos de asesinatos políticos, detenciones-desapariciones ni torturas.
Denunciamos el accionar de Bush y sus representantes ante la CDH. Son como el ladrón que grita «al ladrón» para desviar la atención. Los grandes violadores de los derechos humanos están en la Casa Blanca, el Pentágono y la CIA, en los directorios del FMI y el Banco Mundial. Ellos son los que violan los derechos básicos de una humanidad que tiene mil millones de seres humanos sufriendo hambre y sin saber leer ni escribir.
Son los gobernantes de la superpotencia los que atacan militarmente a países soberanos como Afganistán e Irak, incluso sin consentimiento de la ONU, imponen misiones militares en Haití y promueven el golpismo en Venezuela. Ellos son los que bloquean ilegalmente a Cuba y amenazan agredirla en lo militar luego de catalogarla como integrante de «las tiranías», nueva denominación del «eje del mal». Ellos son los mayores emisores de gases contaminantes que producen el «efecto invernadero» y encima se niegan a firmar el Tratado de Kyoto.
Por lo tanto creemos que en la 61º Sesión de la Comisión de Derechos Humanos no se está discutiendo realmente la temática humanitaria. Si así fuera, el condenado debería ser la máxima autoridad estadounidense por invadir países, bombardear pueblos, bloquear naciones, asesinar población civil, torturar prisioneros en Guantánamo y Abu Ghraib, fomentar golpes de Estado, instruir militares genocidas en la Escuela de las Américas, etc.
En consecuencia nos pronunciamos y nos movilizamos para demandar al presidente Néstor Kirchner que la representación argentina ante la CDH no se abstenga. Solicitamos que vote en contra de la resolución yanqui que injustamente quiere condenar a la patria de José Martí, pueblo hermano latinoamericano que defiende su dignidad, su soberanía e independencia, ya que una condena en esa sede internacional será un pretexto para agredir e intervenir en Cuba. Los demás gobiernos que tienen delegados ante la CDH también deben oponerse a la maniobra de Bush. No se puede ser «neutral» entre el bloqueo, la deuda externa, la generalización de la pobreza y los misiles yanquis, de un lado, y las vacunas cubanas y médicos internacionalistas, el programa alfabetizador «Yo sí puedo», las becas para estudios universitarios de jóvenes del Tercer mundo y los esfuerzos de Cuba por la integración latinoamericana, por el otro lado.
Reiteramos que «SI TOCAN A CUBA SE LEVANTA EL MUNDO».
Adhesiones: