Recomiendo:
0

Arte y Unidad Popular: Homenaje a un proyecto inconcluso

Fuentes: Rebelión

Hace 46 años, luego del golpe de estado en Chile contra el gobierno constitucional de la Unidad Popular liderado por Salvador Allende, de la casa de los presidentes ubicada «Tomas Moro» numero 200, bombardeada por la aviación incluso antes que La Moneda, fueron robadas por vándalos y militares sin honor, numerosas obras de arte, entre […]

Hace 46 años, luego del golpe de estado en Chile contra el gobierno constitucional de la Unidad Popular liderado por Salvador Allende, de la casa de los presidentes ubicada «Tomas Moro» numero 200, bombardeada por la aviación incluso antes que La Moneda, fueron robadas por vándalos y militares sin honor, numerosas obras de arte, entre ellas de Miró, Guayasamín y Siqueiros, de las cuales, se han recuperado algunas. No pudiendo, por su naturaleza, sustraer del inmueble una obra de Marie Martner, la misma fue tapiada por la dictadura.

A la entrada de esa histórica casa Marie Martner realizó una bella y trascendente obra de arte: el escudo de la Patria, singular obra muralista en piedras, que realizó por encargo del presidente Allende. Fue en octubre de 1972 a un año de adquirida la vivienda por el gobierno de la Unidad Popular, que Allende inaugura la obra.

Durante la dictadura, la obra estuvo aparentemente olvidada. Embadurnada de pintura, como pretendiendo ocultar y borrar la huella digna de un gobierno popular y democrático que elevó la cultura nacional a niveles nunca antes alcanzados, la obra estaba cautiva. Aquella obra era todo un símbolo. Devuelta la democracia a Chile mediante un NO a la dictadura, ganado en las urnas por el pueblo, la artista tuvo a su cargo la restauración de la obra. En ese empeño laboraron varios chilenos de fibra artística y patriótica. Sin ellos, la restauración, harto difícil, no hubiera sido posible. Pusieron amor a su Patria, a su historia y fuerza en sus manos para lograr la restauración casi perfecta del escudo chileno.

Mas reciente se logró rescatar otra obra: «El primer gol del pueblo chileno», mural de la autoría de Roberto Matta, obra que también había sucumbido ante el desprecio cavernícola de la dictadura. Obra también emblemática del triunfo de la Unidad Popular e icono cultural de la «via chilena al socialismo». Al igual que la obra de la Martner, la de Matta generó un movimiento de recuperación que contó con la ayuda de autoridades y artistas plásticos. Fue preciso levantar múltiples capas de pinturas para recuperar la obra original. Una labor de restauración encomiable.

Matta, pintó el mural con participación de los grupos de propaganda de la Brigada Ramona Parra, integrado mayoritariamente por jóvenes de la época. La obra constituyó entonces y será siempre un símbolo del proceso revolucionario que encabezó Allende. La cultura de un pueblo, deja siempre una de las huellas de mayor prevalencia para la historia de un país. Hay obras que son emblemáticas por destacar hechos, personalidades y circunstancias en el desarrollo de la civilización. Guardan relación estrecha estas dos obras creadas al calor de los años de Unidad Popular, obras del arte genuinamente revolucionario que en pleno crisol de creación fue cercenado por un brutal golpe de estado que llevó consigo la anulación de toda esperanza al arte renovador, de masas, del pueblo. Durante 17 años de dictadura, el arte chileno estuvo encadenado o clandestino. El primer gol a la «via chilena al socialismo», como en un imaginario juego deportivo, mantuvo la ventaja durante tres tiempos, tres fructíferos años de cultura. En apenas mil días, la cultura y su principal herramienta: la educación, fue tomando forma, concretándose en toda la sociedad chilena, hasta lograr resultados inobjetables. Disminuyó el analfabetismo a niveles jamás visto en Chile, tanto por la decidida acción del gobierno, como por la invaluable aportación de miles de jóvenes estudiantes voluntarios y el acceso a la educación estatal gratuita como un derecho legítimo. Escuelas, Colegios y Universidades recibieron a miles de niños y jóvenes por sus capacidades intelectuales y no por la capacidad de pago de sus familias. Recuérdese el proyecto de la Escuela Nacional Unificada (ENU) destinada a transformar el sistema educativo chileno, proyecto que fue abortado por la oposición de sectores de derecha. Se abrió también, por primera vez, el acceso de los trabajadores a los planteles universitarios. ¿Que no habría alcanzado entonces aquella sociedad dirigida entusiasta y democráticamente por la Unidad Popular y liderada por un hombre de la valía y dedicación de Salvador Allende a la cultura de su pueblo?

Llevando aquel ritmo de creación y de participación popular, el brillo de un Chile culto, con un desarrollo educacional basado en la justicia social y en el derecho de todos a su acceso, hubieran convertido a la nación entera en un baluarte cultural, una Atenas en Latinoamérica.

Recordemos entonces al propio presidente Allende con sus palabras: «crear una nueva sociedad en que los hombres puedan satisfacer sus necesidades materiales y espirituales, sin que ello signifique la explotación de otros hombres. … que asegure a cada familia derechos, seguridades, libertades y esperanzas. … una sociedad capaz de progreso continuado en lo material, en lo técnico y en lo científico y también capaz de asegurar a sus intelectuales y artistas las condiciones para expresar en sus obras un verdadero renacer cultural».

Digamos entonces que está pendiente aun la gran obra del pueblo chileno, una sociedad como la soñada por Salvador Allende, sueño posible a realizar algún día.

————–

Nota del autor: Recomiendo ver para mayor cultura sobre el particular las siguientes direcciones:

http://apuntesderabona.com/2019/02/26/roberto-matta-primer-gol-del-pueblo-chileno/

http://www.monumentos.gob.clmonumentos/monumentos-historicos/mural-vida-oceanica-maria-martner

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.