Más de dos centenas de personalidades norteamericanas de las artes y los espectáculos firmaron hasta hoy una carta abierta, dirigida al presidente George W. Bush, para respaldar las relaciones culturales de Estados Unidos y Cuba. «Presidente George W. Bush, nosotros estamos escribiéndole como representantes de la esfera cultural en Estados Unidos, pero también le escribimos […]
Más de dos centenas de personalidades norteamericanas de las artes y los espectáculos firmaron hasta hoy una carta abierta, dirigida al presidente George W. Bush, para respaldar las relaciones culturales de Estados Unidos y Cuba.
«Presidente George W. Bush, nosotros estamos escribiéndole como representantes de la esfera cultural en Estados Unidos, pero también le escribimos como ciudadanos norteamericanos», reza el encabezamiento de la misiva.
«Escribimos para expresar nuestro desacuerdo con la continuación de la hostilidad de su administración hacia Cuba. Además nos oponemos a políticas federales que nos mantengan alejados de nuestros colegas cubanos», subraya el texto.
«Consideramos que llegó el momento de dar pasos hacia el intercambio cultural, la cooperación y las relaciones constructivas con Cuba», enfatiza el documento publicado en el sitio digital del grupo The Cuba Research and Analysis Group (CRAG).
La carta remitida a la Casa Blanca lleva la rúbrica de Harry Belafonte, Ry Cooder, Peter Coyote, Danny Glover, Sean Penn, José Pertierra y Alice Walker, hasta sobrepasar los dos centenares de actores, músicos, abogados, cineastas, productores, y otras prestigiosas personalidades.
Al inicio la declaración aplaude la labor de Alicia Alonso, primera bailarina cubana y directora del Ballet Nacional en la Isla.
Alonso, también Embajadora de Buena Voluntad de Naciones Unidas, ha recorrido extensamente Estados Unidos y su trabajo ha sido bien admirado por la comunidad de artistas norteamericanos, críticos y el público, comenta la nota.
Agrega que las políticas actuales del gobierno de Washington impiden posibilidades de amistad y vínculos culturales con la nación caribeña. «Al negarnos la posibilidad de comunicación y expresión, se violan derechos fundamentales de la Constitución», remarca la carta.
Tal realidad -enfatiza la comunicación- contradice criterios de la propia administración. Por ejemplo, en septiembre de 2006, Laura Bush dijo que «la cultura es una de las maneras de fortalecer nuestra amistad con personas de todos los países del mundo».
«Como ciudadanos, artistas, educadores o delegados culturales de varias disciplinas académicas, demandamos que usted, Presidente, tenga en cuenta nuestro reclamo», recalca la carta.
Pedimos iniciar un diálogo respetuoso con el gobierno y el pueblo de Cuba, poner fin a las prohibiciones de viajes hacia la Isla, y trabajar en pos de un proceso que redunde en el desarrollo de relaciones bilaterales normales, concluye la misiva.
Sucesivos gobiernos estadounidenses han mantenido desde 1962 un férreo bloqueo económico, comercial y financiero contra la nación antillana que ha costado más de 89 mil millones de dólares a Cuba.
Por décimo sexto año consecutivo, la Asamblea General de Naciones Unidas aprobó el mes pasado una resolución que condenó por 184 votos a favor, cuatro en contra y una abstención el cerco comercial de Estados Unidos hacia Cuba.
La ONU adoptó el documento elevado por Cuba en el que se impugna el bloqueo de Washington por obstaculizar el desarrollo y bienestar de la Isla y someter al hambre y enfermedades a su pueblo.
De los 59 países que apoyaron el texto contra Estados Unidos en 1992, -año en que se votó por primera vez la cifra fue aumentando hasta 179 en 2004, 182 en 2005, 183 en 2006, y 184 este año.