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Un libro para la memoria histórica

«Barcelona, mayo 1937. Testimonios desde las barricadas»

Fuentes: barcelona.indymeida.org

En mayo de 1937, Barcelona vio de nuevo, sólo diez meses después de julio de 1936, como la clase obrera levantaba barricadas en toda la ciudad. Este libro es una recopilación de testimonios de militantes extranjeros, de diversas nacionalidades (italianos, alemanes, británicos, estadounidenses) y muy distintas corrientes políticas (anarquistas, trotskistas, demócratas, etcétera). Estos textos, traducidos […]


En mayo de 1937, Barcelona vio de nuevo, sólo diez meses después de julio de 1936, como la clase obrera levantaba barricadas en toda la ciudad.

Este libro es una recopilación de testimonios de militantes extranjeros, de diversas nacionalidades (italianos, alemanes, británicos, estadounidenses) y muy distintas corrientes políticas (anarquistas, trotskistas, demócratas, etcétera). Estos textos, traducidos del inglés, francés, italiano o alemán, inasequibles al lector español, llenan un vacío notable de la historiografía española. La variedad de esos testimonios, no sólo radica en la nacionalidad o la orientación política de sus autores, sino también en sus características: unas veces descriptivas y otras analíticas.

El resultado es un mosaico enriquecedor y plural, que nos ofrece un amplio panorama sobre las Jornadas de Mayo de 1937. Esta recopilación cuenta con el inmenso mérito de recuperar unos textos hasta ahora desconocidos o «perdidos».

El libro añade un plano del centro de la ciudad (pp. 190-191) en el que se señalan los principales localizaciones mencionadas en los textos. Aquí debemos indicar al lector un pequeño error que se salva leyendo «cuartel Carlos Marx», donde está escrito «cuartel Voroshilov». El plano es muy detallado, ya que señala no sólo cuarteles y edificios de los distintos grupos enfrentados, sino también el más difícil de las barricadas, lo cual permite la fácil localización de los lugares citados en los textos recopilados.

El libro se completa con un excelente anexo de notas biográficas que nos facilita la clave vital y política de los combatientes y/o de los autores extranjeros de los textos, sobre los que no existen apenas referencias para el lector español. Sin ese apéndice los textos traducidos estarían plagados de nombres propios sin significado alguno.

La introducción merece ser destacada por méritos propios, porque Carlos García, Sergi Rosés y H. Piotrowski escriben algo más que un mero prefacio adecuado para presentar ese libro de testimonios de combatientes extranjeros en las barricadas de mayo de 1937. Esa introducción es nada más y nada menos que un sobresaliente análisis crítico, político y social, de la historiografía española sobre la II República , la Guerra de España y la dictadura franquista. Son sólo dieciocho páginas, cada una un cañonazo contra el fascismo que sobrevive en la instituciones y vida cotidiana de este país, y todas juntas una acusación irrefutable contra el uso y abuso de la historia por parte de los herederos del franquismo y del antifranquismo, esto es, de los demócratas de la izquierda y la derecha del capital, con el único objetivo de ocultar que la clase obrera española vivió en 1936-1937 una situación revolucionaria.

Franquistas y antifranquistas intentan, hoy, escamotearnos que existió un movimiento obrero revolucionario que planteó una guerra de clases que fue desviada rápidamente por la izquierda del capital (socialistas, comunistas y nacionalistas periféricos) hacia un enfrentamiento bélico entre fascismo y antifascismo. Socialistas, catalanistas y comunistas intentan, aún hoy, ocultar el papel contrarrevolucionario y represivo jugado por sus organizaciones en el bando republicano. La historiografía oficial, formada por neofranquistas y demócratas, oculta los aspectos críticos del período republicano y la existencia de una radicalización revolucionaria del movimiento obrero. Fueron las organizaciones obreras (socialistas y cenetistas) las que pararon el golpe militar fascista. Pero los trabajadores no luchaban contra el fascismo para defender el liberalismo o la democracia. Como bien se dice en la introducción «fascismo y liberalismo no son sino dos expresiones políticas que, de acuerdo con las circunstancias, puede adoptar la dominación del capital».

Y es que la historia es un campo más en el que se desarrolla la lucha de clases.

La historiografía oficial (y aquí coinciden en sus objetivos neofranquistas y antifranquistas demócratas, en su variedades socialista, neocomunista y nacionalista periférica) debe negar la existencia de ese movimiento revolucionario. Hay que ocultar a toda costa que la mayoría de los trabajadores no combatían por la democracia y la República, sino por la revolución, para cambiar el mundo en que vivían. Quien borra la historia, también quiere evitar su repetición en el futuro. ¿Pueden asumir los herederos del estalinismo que el PSUC y el PCE jugaron un papel contrarrevolucionario? ¿Pueden asumir los herederos del nacionalismo catalán que, frente a la revolución, siempre piden socorro al ejército español?

Después de mayo del 37, derrotada toda perspectiva revolucionaria, una represión brutal (cárcel, checas, desapariciones, torturas, fusilamientos, persecución política, asesinatos) organizada por los vencedores, esto es, por el PSUC-PCE, el gobierno de la Generalidad, con la integración en el aparato estatal de la burocracia cenetista, ERC y las fuerzas de orden público republicanas, se abatió contra los vencidos, esto es, los poumistas, los escasos trotskistas y amplios sectores de la militancia cenetista. Pero esto aún no se debe decir; es tabú. La historiografía oficial, y muy especialmente los cátedros de procedencia estalinista, no quieren ni pueden decirlo. Tampoco es un tema fácil para los historiadores de tradición ácrata, porque hubo una fuerte integración de la burocracia cenetista en el aparato estatal, que secundó esa represión, que se cebó en los revolucionarios (muchos de ellos de militancia anarcosindicalista).

En la contraportada del libro podemos leer una rigurosa síntesis de su contenido: «En la primera semana de mayo de 1937 Barcelona, y otras localidades catalanas, se llenaron de barricadas, y se produjo un enfrentamiento armado entre las diferentes fuerzas del campo republicano. Esta lucha ha sido mostrada como una de las causas que explican la derrota de los republicanos: Los Hechos de Mayo serían el máximo exponente de la incapacidad congénita de la izquierda para dejar de lado las diferencias secundarias ante los problemas principales.

Pero esta explicación democrática de la guerra civil, que la mayoría de la «izquierda» hace suya, obvia un hecho fundamental de la II República : que en 1931 se inauguró un periodo revolucionario que iba más allá del simple cambio de las estructuras políticas y que abrió la posibilidad real de una transformación social.

Para una parte importante de la clase obrera, el horizonte político de la II República no era la meta sino, en todo caso, una estación más; de lo que se trataba era de derribar el capitalismo, con una visión clara de que el cambio real estaba en la transformación social, y en el fin del capitalismo. Los Hechos de Mayo, con el enfrentamiento armado entre la república democrático-burguesa y los trabajadores revolucionarios, representan el clímax de esta situación: la derrota obrera supuso el fin de la transformación social.»

En resumen, un libro necesario, a destacar entre tanto producto editorial, pío o vacío de contenido, aunque tenga formato de libro:

GARCIA, ROSES, PIOTROWSKI (editores): Barcelona, mayo 1937. Testimonios desde las barricadas. Alikornio, Barcelona, 2006, 216 páginas

http://barcelona.indymedia.org/newswire/display/293770/index.php