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Teatro / Teatre Lliure

Bertolt Brecht, ayer y siempre

Fuentes: El Mundo

Autor: Bertolt Brecht./ Obra: Santa Juana de los Mataderos./ Dirección y adaptación: Alex Rigola./ Intérpretes: Nao Albet, Pere Arquillue, Ivan Benet, Joan Carreras, David Cuspinera, Kim Dalmau, Daniela Feixas, Nathalie Laviano, Aurea Márquez y otros./ Escenario: Teatro La Abadía./ Festival de Otoño. Dicen que Santa Juana de los Mataderos es un Brecht primitivo, un Brecht […]

Autor: Bertolt Brecht./ Obra: Santa Juana de los Mataderos./ Dirección y adaptación: Alex Rigola./ Intérpretes: Nao Albet, Pere Arquillue, Ivan Benet, Joan Carreras, David Cuspinera, Kim Dalmau, Daniela Feixas, Nathalie Laviano, Aurea Márquez y otros./ Escenario: Teatro La Abadía./ Festival de Otoño.

Dicen que Santa Juana de los Mataderos es un Brecht primitivo, un Brecht de un marxismo escénicamente primario y doctrinalmente elemental. Mas si lo fuera, que dudo, ello respondería a una verdad tan primaria y elemental como la lucha de clases, la especulación y el paro: primitivos y, por el momento, parece que eternos. ¿O no? ¿Cómo llamaremos hoy a los pelotazos impunes, los monopolios devastadores de la libertad, incluso de la libertad de mercado y la ingeniería financiera?

En cualquier caso, Alex Rigola se encarga de resaltar, por medios audiovisuales como las proyecciones en un gran panel y los títulos en un luminoso, que la cosa de los trabajadores y el patrón continúa; que el obreraje está en pie de guerra porque el patronaje sigue siendo, más o menos, el mismo; el pez grande se come al chico, lo despedaza y esparce sus despojos sangrientos por el inmenso mar como cebo y estímulo de otras luchas y otras cacerías. Eso parecen sugerir las dentelladas de tiburón que describe y narra el vídeo de la derecha del escenario.

Todos estos elementos de información didáctica no sé si contribuyen a acercar o a distanciar la gran aventura que supone Santa Juana de los Mataderos. La tan traída, llevada y manoseada distanciación brechtiana es una aproximación del mensaje, más por medios cerebrales que por resortes emocionales.

Brecht escribió esta obra en 1930, cuando aún volaban desde los rascacielos perplejos los cadáveres de los arruinados por el crash del 29. A eso alude en el vídeo la lucha de las masas trabajadoras ante las fábricas y el derrumbe de los edificios de oro y papel moneda; el capital despedazándose a sí mismo, la clase obrera traicionándose también. Y Santa Juana iluminada por la caridad y por una religión piadosa en lo inmediato y distante en el objetivo final. Una Santa Juana manipulada por el patrón y la religión, su muerte y santificación. Puro Bertolt Brecht.

Lo demás, para hacer viable en escena un texto en exceso discursivo, lo ha puesto Alex Rigola: la caja de cristal como elemento central del espacio y de la acción, la irrupción en escena de Bertolt Brecht explicando por boca de los personajes su doctrina. Y un equipo de actores en el que todos destacan por igual, aunque quizá no sea injusto subrayar el Mauler de Pere Arquillue y la Juana de Aurea Márquez; actores todos que hacen pasar por el frenesí de sus cuerpos la violencia que emana de Santa Juana.Este espectáculo de Rigola es ejemplo de cómo iluminar un texto desde el «conservadurismo» del respeto riguroso y la modernidad aventurada de su visualización.