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Buenas noticias desde Noruega y Alemania

Fuentes: Rebelión

Si todavía son las 10:42 horas del sábado 18 de mayo y puede usted escribir en el buscador «Venezuela Noruega», en la primera página de Google solo aparece un medio español, «La Varguardia», de Barcelona, entre los que se hacen eco de la noticia que, justo es reconocerlo, he escuchado en La SER hace 42 […]

Si todavía son las 10:42 horas del sábado 18 de mayo y puede usted escribir en el buscador «Venezuela Noruega», en la primera página de Google solo aparece un medio español, «La Varguardia», de Barcelona, entre los que se hacen eco de la noticia que, justo es reconocerlo, he escuchado en La SER hace 42 minutos: el país nórdico está acogiendo alguna suerte de mediación entre los de Maduro y los de Guaidó.

De hecho, he escuchado al presidente decir que lo de Noruega va bien, sin voz de molestar a ningún adversario.

Pero por qué será que ya no nos sorprende que la prensa española celebre menos las expectativas de paz que las de violencia en un país tan querido como Venezuela.

Fracasado el intento de golpe de Estado del autoproclamado, un verdadero irresponsable por el riesgo para vidas inocentes que siempre implica convocar a la rebelión de las fuerzas armadas, pero protegido por Trump y sus «aliados», también el país que veo detrás cuando me miro al espejo, parece que hasta en el presidente ejecutivo de Venezuela hay más autocontrol efectivo que en el que resulta de sumar en nuestro Congreso a la oposición habitual y al gobierno.

Lo afirmo porque el sucesor de Chávez ha sido capaz de sujetar los machos desde la no detención de Guaidó en enero pasado hasta lo de buscar y encontrar a un «hombre bueno» noruego, al que no llamaré «relator» para que nuestras tres derechas no decidan fracasar en Caracas montándole allí un «Colón» al bolivariano. En cambio, ninguno de los sucesores de un tal Adolfo Suárez, verdadero salvador de la monarquía restaurada por Franco y quien sabe si cuando se lo confesó a la Prego no se estaba arrepintiendo un poco, han sido capaces de actuar como si comprendieran algo de Catalunya a lo largo de los últimos 40 años, igual que todos sus predecesores de especies parecidas a lo largo de los últimos siglos.

Y que no se diga que Maduro está acosado por la ruina económica que «ha provocado» en Venezuela, porque el primero que esté libre de una deuda igual a todo su PIB anual, y por tanto al borde del abismo a poco que a Trump se le vaya la mano con lo de los aranceles, que tire la primera piedra.

Cruzas el Atlántico y si un minuto después buscas «Bundestag Catalunya», encuentras que las diez primeras líneas de Google están ocupadas por siete medios catalanes, entre los que «El Nacional» ha elegido «Desconcierto en Madrid ante la moción sobre Catalunya en el Bundestag». Los otros tres son de ámbito estatal, en concreto, «Público», «Diario 16» y, en la penúltima línea, el «ABC». Es decir, nada de «El País» ni de «El Mundo», ni de tantos de los más presumidos y también leídos.

Pues sí, resulta que el viernes mismo, 17 de mayo, y a propuesta del partido Die Linke, con menos porcentaje en el Bundestag que Unidas Podemos en nuestro Congreso, el Parlamento de Alemania ha aprobado debatir sobre el conflicto entre Catalunya y el Estado español en tres comisiones parlamentarias, la de Asuntos Exteriores, la de Derechos Humanos y la de Asuntos de la Unión Europea.

Es evidente que la decisión de no elegir una cárcel en España y sí el exilio en Bruselas, en sintonía con los consejos de sus abogados según leemos en libros de tapas amarillas, está dando buenos resultados.

Y no es menos cierto lo mucho que a la causa catalana le está ayudando la dirección del juicio de los siglos que protagoniza Marchena, sobre todo en estos días de testigos de las defensas, personas que el día 1 de octubre de 2017 fueron apaleados por fuerzas inoportunamente armadas.

Según las previsiones, las conclusiones del Bundestag sobre el conflicto político más importante de los existentes en Europa, con permiso del Brexit, se conocerán a principios de otoño. Entre las mismas, es muy probable que se apruebe una propuesta de mediación internacional, tal como vienen pidiendo Puigdemont y los suyos desde que consiguieron mayoría en el Parlament. Líbrame, imaginación, de una nueva tentación de escribir «relator».

Me temo que este año Sánchez, Rivera, quien mande en el PP tras el 26 de mayo y unas cuantas decenas de los dirigentes de esos tres partidos, deberán pedir permiso a una Espada de Damocles teutona antes de elegir el destino para sus vacaciones.

Siempre constructivos, nos permitimos recomendar terapias de grupo urgentes o confesionarios, pero cuidado con el cura que les pueda tocar para escuchar sus pecados.

Mientras tanto, presidente Sánchez, ¿vas a mantener «España Global» y a Lozano al frente?

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.