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Carta al Viejo Pascuero

Fuentes:

Querido Viejo Pascuero; siempre tuve confianza en ti, sin embargo de las falsificaciones, de esos remedos de ti que se pasean por el Paseo Ahumada o por los «mall´s», atosigados de cojines y otros embustes para simular tu aspecto de escandinava obesidad. Jamás perdí la confianza en ti, incluso en los duros momentos en los […]

Querido Viejo Pascuero; siempre tuve confianza en ti, sin embargo de las falsificaciones, de esos remedos de ti que se pasean por el Paseo Ahumada o por los «mall´s», atosigados de cojines y otros embustes para simular tu aspecto de escandinava obesidad. Jamás perdí la confianza en ti, incluso en los duros momentos en los que, mirando una película francesa, sentía también la rabia, la pura bronca de un niñito chileno que, luego de recordarte sus estupendas notas en la escuela, y la decepción que le significó recibir un trompo y una corneta en lugar de la bicicleta solicitada como premio a su esfuerzo, te llamaba «viejo maricón», te deseaba un buen sida, y te invitaba, muy soezmente, a meterte el trompo y la corneta en el mismísimo poto. Y había que tener voluntad para seguir creyendo en ti luego de la jugarreta hecha al niño de la película. Sin embargo, Viejo Pascuero, hoy que es 13 de Diciembre, cuando faltan todavía doce días para Navidad, te has reivindicado ante todos los chilenos y chilenas, de todas las edades y pelajes. ¡Qué regalo, Viejo! Pinochet será procesado por su evidente responsabilidad en la «Operación Cóndor», uno de los tantos crímenes contra la humanidad de los que debe responder, sin contar con los otros chanchullos que enriquecieron a su familia de pungas, y que deben culminar en un embargo pronto de todos sus bienes mal habidos. Siempre creí entender que tu vestimenta roja no se debía a pura coquetería polar, siempre creí que había algo más en ese detalle de tu indumentaria, y el regalazo que hoy nos haces me lo confirma. Entonces, en nombre de todos los que nos faltan y de los que quedamos sedientos de justicia, gracias, muchas gracias, querido Compañero Viejo Pascuero.