«Ahora que me acompañan ustedes, todo mi pueblo y la dignidad del mundo..» Ramón LabañinoLas cartas suelen ser, en determinados momentos de nuestras vidas, mucho más que un simple papel escrito. Cuando se está preso, lejos de los que uno ama, lejos de la patria y en el centro de una colosal injusticia, esas cartas […]
«Ahora que me acompañan ustedes, todo mi pueblo y la dignidad del mundo..»
Ramón Labañino
Las cartas suelen ser, en determinados momentos de nuestras vidas, mucho más que un simple papel escrito. Cuando se está preso, lejos de los que uno ama, lejos de la patria y en el centro de una colosal injusticia, esas cartas cobran un valor incalculable. Se transforman en el único alivio para tanta tortura y soledad; el aviso certero de que existimos, la constancia de que no nos han vencido. Cartas esperadas en días, meses y años por madres, esposas e hijos. Cartas que los carceleros han retenido para que no lleguen a las manos de sus destinatarias. Cartas de amor y esperanza que cubren todo el vacío que ha dejado la injusticia cometida contra cinco jóvenes que hacen honor a la dignidad de Cuba.
El libro, presentado esta mañana con la presencia de Ricardo Alarcón, Presidente del Parlamento de Cuba, Abel Prieto Ministro de Cultura, personalidades, amigos y familiares de los Cinco Patriotas Cubanos, brinda al lector parte de la intimidad de estas personas. Pone en nuestras manos las cartas, mensajes, fotos, dibujos, sueños y esperanzas de seres humanos excepcionales. Reflexiones profundas y hermosos poemas que a partir de ahora serán patrimonio no sólo de ellas y ellos, sino de todos nosotros. Para que pueda conocerse desde otro ángulo la historia real de cinco familias cubanas cuyas vidas, sacrificios y compromiso con la humanidad no han tenido límite.
Este volumen nos sorprende desde su título: «El dulce Abismo». El nombre fue tomado de la canción del trovador Silvio Rodríguez, cuyas estrofas preceden la presentación de la escritora norteamericana Alice Walker y el prólogo de la poetisa cubana Nancy Morejón, quien al respecto nos dice que «por primera vez sale a flote la verdadera historia de un suceso cuyas claves han sido distorsionadas y, más aún, alevosamente silenciadas.»
Alice Walker cuenta su experiencia ante estas cartas destacando: ³es este un libro en que la belleza se aprecia lentamente, en la medida en que el lector comprende de manera gradual la seriedad de lo que se está intentando: nada menos que estar completamente presente en el crecimiento de los hijos, mientras se está no solo ausente, sino encerrado, lejos, en pequeñas celdas de prisión²; y agrega: ³Estos hombres (…) están demostrando algo extraordinario que no debe ser ignorado por el resto de nosotros: que el continuar amando con profundidad y ternura honra los mayores logros de la Revolución².
El epílogo de Leonard Weinglass, abogado defensor de Antonio Guerrero, refleja el amañado proceso del que han sido objeto y la disyuntiva que se abre ante los jueces de Atlanta cuya respuesta aún está pendiente. El brillante abogado, defensor de innumerables causas progresistas revela: ³en el momento que se hace este escrito sus casos están bajo apelación ante el Onceno Circuito de Atlanta, cuya decisión marcará otro capítulo de la larga lista de injusticias contra Cuba, o, con suerte, será una ruptura inteligente y necesaria con ese pasado vergonzoso²
Este es un libro que nos enriquece, que enaltece el espíritu humano, donde todos de alguna manera veremos reflejado lo mejor del hombre. Se comprobará, una vez más, hasta donde es capaz de llegar el gobierno de Estados Unidos contra Cuba y la dignidad que representan sus cinco hijos presos.
Se verificará que el gobierno de EEUU en complicidad con los sectores ultraderechistas de Miami no tuvo reparos en arrestar y luego deportar a Olga Salanueva, sin cargo alguno, por el solo hecho de presionar y chantajear a su esposo René González. Se conocerá como han sido violados reiteradamente los derechos de la pequeña Ivette González Salanueva a visitar a su papá acompañada de su mamá. Nos daremos cuenta que la negativa a conceder visa a Olga para visitar a René se gestó en agosto del 2000, fecha en que fue detenida y desde la cual no ve a su esposo. También del amor de esta pareja de 21 años de matrimonio que no ha podido destruir ni la prisión ni todas las presiones ejercidas contra ellos. La dignidad, la entereza y el amor de ambos son mucho más fuertes que toda la injusticia volcada contra ellos.
Transcurrir por estas páginas nos acercará al amor y el dolor de Adriana y Gerardo, privados de verse desde hace seis años por la negativa del gobierno norteamericano de concederle visa a Adriana; sin embargo el odio arrojado contra ellos no les ha impedido planificar el nombre y la crianza de los hijos que vendrán cuando la justicia se abra paso.
Hijos a los que han tenido que renunciar Rosa y Fernando González Llort producto de esta cárcel injusta. Hijas que esperan la visa de su madre para viajar lejos a visitar a papá Ramón, como llaman Lisbeth y Laura, las niñas de Elizabeth y Ramón Labañino a su papá, condenado a cadena perpetua. Hijos como Antonio Guerrero que escriben poemas llenos de belleza a su madre Mirtha y a sus hijos Tonito y Gabriel.
Todo el amor de estas parejas, de estos hijos que responden, como la pequeña Ivette cuando le hacen la clásica pregunta de a quien quiere más : «Por ahora quiero más a mi papá… porque es el que está solito».
Cartas que se transforman en puentes de amor entre la oscura soledad de la cárcel y una isla llena de esperanza.
Mucho más allá de todo lo que este valioso libro nos devela, está la bondad, la humildad y el amor de cada uno de estos seres humanos que hablan en plural, jamás hablan de ellos mismos y siempre lo hacen a nombre de los Cinco y de su pueblo.
No sabíamos las razones por las cuales el Presidente cubano Fidel Castro dijo hace tres años sobre ellos: «Los Cinco, son un Quinteto de Gigantes»; y agregó: «Volverán».
Este libro, editado por el Instituto Cubano del Libro y la Editorial José Martí, magistralmente coordinado por Rosa Miriam Elizalde, Silvia García y Ana Mayra Rodríguez, nos da a conocer las claves de esas razones.