Acercarse a la época del Che hoy, es también acercarse al tiempo en que Fidel y el Che transitaron juntos. En nuestra ponencia ubicamos la época entre finales de la II Guerra Mundial y finales de los años sesentas. La segunda guerra mundial, a diferencia de la primera, no solo tuvo lugar en el escenario […]
Acercarse a la época del Che hoy, es también acercarse al tiempo en que Fidel y el Che transitaron juntos. En nuestra ponencia ubicamos la época entre finales de la II Guerra Mundial y finales de los años sesentas.
La segunda guerra mundial, a diferencia de la primera, no solo tuvo lugar en el escenario europeo; también en África y en Asia se libraron importantes campañas militares en la que participaron los pueblos de los países colonizados. Las metrópolis coloniales se vieron obligadas a apoyarse en determinadas fuerzas que en muchas oportunidades formaban parte del movimiento de liberación nacional.
En esa guerra jugó un papel decisivo la Unión Soviética; ella llevó el mayor peso en la lucha contra el nazifascismo en Europa y sus fuerzas militares le infringieron las derrotas decisivas que llevaron a la capitulación de Alemania.
En el curso de la guerra los EE.UU. aumentaron su poderío económico y militar, al no ser afectado su territorio por los efectos de la guerra, como lo fue el de las otras potencias capitalistas. Al finalizar la guerra la producción industrial de EE.UU pasa a ser casi la mitad de la del mundo, su participación en el comercio mundial era de 47%,sus reservas de oro eran cerca del 70% de las mundiales ,su productividad era varias veces superior a la de otros países y sus Fuerzas Armadas estaban desplegadas en numerosos países capitalistas. Además poseían el monopolio de la Bomba Atómica y por último EE. UU pasa a ser el país cuya moneda nacional se convierte en divisa mundial.
En consecuencia al finalizar la segunda guerra mundial surgió una situación internacional nueva con dos rasgos importantes.
En primer lugar, la guerra tuvo dos vencedores, los EE.UU. y la URSS, cuyos objetivos políticos diferían, cada uno de ellos tenía un campo de influencia. De hecho aparece en primer plano la división del mundo en dos bloques antagónicos: el capitalista y el socialista.
En segundo lugar entra en crisis el sistema colonial del imperialismo por la lucha de las colonias por independizarse.
La emergencia de los EE.UU como potencia hegemónica capitalista se da en condiciones tales que le permiten ser el organizador y el dirigente del sistema mundial capitalista, por lo cual tienen que asumir la lucha por la no contracción del sistema, tanto por la emergencia del llamado campo socialista (los países bajo la influencia soviética) , como por las luchas por la liberación y la independencia de las colonias.
En apretada síntesis se puede decir que finalizada la Segunda guerra Mundial una ola de cambios sociales y revolucionarios recorrió el mundo y sus efectos se sintieron tanto en el centro como en la periferia del sistema capitalista. Hizo crisis el sistema colonial del imperialismo. Surgieron nuevas naciones independientes en Asia y en África como resultado de la lucha anticolonial, en ocasiones por la vía armada.
Menciono algunos jalones de ese proceso. Proclamación de la República de VietNam, Independencia de Filipinas, India, Indonesia, Birmania, Siria, Líbano. Derrota del colonialismo francés en Dien Bien Phu, triunfo del Movimiento de los Oficiales Libres en Egipto y de un movimiento militar progresista en Irak – que puso en crisis el pacto de Bagdad- , en África aparecieron las primeras naciones independientes que llevaron a declarar el año 1960 como año de África por la cantidad de Estados que alcanzaron la independencia.
En el ámbito internacional marcó pauta la Conferencia de Bandung y la aparición del neutralismo positivo y la creación de la Organización de Solidaridad de los Pueblos de Asia y África (OSPAA).
En América Latina es el tiempo de las revoluciones a medias (Costa Rica, Guatemala, Bolivia) y de los proyectos nacional populistas que se frustran (Cárdenas, Vargas, Perón), de dictaduras militares y Golpes de Estados, y también de guerrillas en Colombia (La violencia) y Perú (Hugo Blanco).
Es en ese contexto que triunfa la Revolución Cubana que tiene una proyección internacional inmediata. Cuba lanza la iniciativa de una conferencia mundial de países subdesarrollados que, aunque no se realizó, contribuyo a vincular América Latina con los procesos que tenían lugar en Asia y África. En 1961 se celebró la Primera Conferencia de Países No alineados. Cuba estuvo presente. En 1966 se celebró en La Habana la Conferencia Tricontinental en la que participaron movimientos de liberación de Asia, África y América Latina.
En los años sesentas la conflictividad social también tiene como escenario los países del centro del sistema capitalista; en los EE.UU. la lucha por los derechos civiles de la población negra que tiene su manifestación más radical en el movimiento del poder negro, que tuvo diversas expresiones, entre ellas los Panteras Negras que rompieron el mito de que solo los blancos podían tener armas. Las protestas contra la guerra en VietNam tuvieron carácter masivo,-en ellas jugaron un papel importante los estudiantes universitarios y participaron sectores de la clase media-,lo que llevó a que se introdujeran cambios en el sistema de reclutamiento para las fuerzas armadas de EE.UU.
En Europa las protestas estudiantiles estremecieron la sociedad en varios países, (Alemania, Italia), alcanzando su punto más alto en el mayo francés de 1968, una especie de segunda Comuna de París.
En América Latina se desarrollaron luchas guerrillera en varios países, entre ellos, Guatemala, Nicaragua, Colombia, Venezuela, Brasil, Uruguay, Argentina y la gesta del Che en Bolivia.
Incluso las ciencias sociales fueron impactadas por esos procesos y apareció la teoría de la Dependencia.
Objetivamente era una época de la posibilidad de la Revolución a escala internacional
Sin embargo esa ola revolucionaria internacional no alcanzó la victoria y el sistema capitalista pudo recomponerse. El análisis de los factores de ese fracaso, a mi juicio, aún está pendiente.y es necesario hacerlo, para sacar experiencias para los combates futuros.
De todas formas si quiero enunciar una línea de Cuba, de Fidel, en esa coyuntura y siempre, la lucha por la unidad del movimiento revolucionario y popular. Buscar todo lo que nos une, luchar contra todo lo que nos separa. El respeto a otras posiciones sin excluir en bloque a los que no comparten las nuestra tiene que ser una brújula del accionar de los que quieren otro mundo posible y necesario.
De esa actitud tenemos que aprender en las relaciones entre organizaciones.
Lo otro, una característica de Fidel:
No desmayar jamás, reponerse ante cada revés y continuar la lucha, analizar las causas del no éxito y buscar camino para tenerlos.
CÓMO VEMOS LA ÉPOCA ACTUAL
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Vivimos un momento terhrmidoriano de la historia.
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Hay avances y retrocesos, pero va quedando un sedimento que servirá para avances futuros.
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La primera década del siglo XXI parecía que estaba a las puertas la segunda ola emancipatoria de América Latina, sin embargo ahora hay algunos retrocesos y ha aparecido una nueva derecha en escena.
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Hay un proceso de criminalización de la izquierda y de la protesta social.
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El imperialismo aprendió y ha logrado estructurar una respuesta más efectiva que combina los medios de comunicación , las redes sociales, los mensajes audiovisuales, la judicatura conservadora y los poderes económicos locales asociados a él y una gama de políticas punitivas para desarticular el movimiento popular y dificultar , cuando no derribar a los gobiernos no sumisos.
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El imperialismo trabaja activamente para imponer la cultura de la banalidad. No es solo el pensamiento único, sino también el no pensar, sumergirse en el entretenimiento.
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Objetivamente los E.UU. pierden terreno en la economía mundial.
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Hay una sobremilitarización de los Estados Unidos, la guerra y el chantaje de la guerra, son, de hecho, el principal instrumento de política exterior, ante el surgimiento de otros centros económicos que lo ponen en jaque.
EL TOPO DE LA HISTORIA
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Los movimientos sociales como actores activos antisistemicos.
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El neoliberalismo a escala global conducirá a nuevas explosiones sociales y hay que prepararse para ellas.
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La unidad y la lucha por la unidad de todos los perjudicados por el sistema es tarea importante, como lo es la coincidencia de acciones de distintas fuerzas políticas en escenarios concretos.
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Necesidad de estudiar para actuar , investigar cuales son los cambios acaecidos en cada una de nuestras sociedades en cuanto a estructura social, dinámica de las clases, etnias y agrupaciones sociales, para encontrar los elementos que lo sumen a un proyecto de cambio del actual estado de cosas.
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La búsqueda de coincidencia de acciones entre organizaciones y movimientos del Norte y del Sur es una necesidad de nuestro tiempo. Trabajemos para ello.
Una idea final:
La segunda guerra mundial comenzó realmente con la agresión fascista a la República española en 1936, con la complicidad de las potencias capitalistas, hoy es posible que la tercera guerra mundial pueda comenzar en Siria.
De hecho los Estados Unidos han logrado imponer la ideología de la «lucha contra el terrorismo» que ha ocupado el espacio ideológico de la lucha contra el comunismo, a la vez trata de crear las condiciones para una nueva guerra fría, esta vez frente a Rusia. En este objetivo tiene a Europa a remolque.
A pesar de todas las bravuconadas del actual presidente, están empantanados en Afganistán, están destruyendo ese país en una guerra aérea, aunque no pueden dejar de tener soldados en el terreno. Una guerra que lleva 17 años y que no pueden ganar ni perder.
Irak no es página pasada, no está en los titulares de prensa, han logrado imponer un gobierno ambiguo y apoderarse del petróleo de ese país, pero la situación puede estar previa a la ebullición.
En América Latina junto a la recomposición de la derecha , tienen en la manga una acción militar contra Venezuela con el pretexto de una acción humanitaria, pero esto de suceder puede desatar un avispero en el continente que en lugar de detener luchas las acelere.
De hecho la guerra, la amenaza de guerra y las sanciones económicas constituyen hoy los principales instrumentos de la política exterior del imperialismo norteamericano.
Todo esto nos lleva a plantear la necesidad de revitalizar el movimiento de partidarios de la paz y la lucha por la paz a escala internacional con movilizaciones contra el guerrerismo y contra el armamentismo. En esa dirección se pueden sumar personas de todo el espectro político.
Los tiempos que vienen serán de luchas cada vez más intensas y debemos prepararnos para ello.
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