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Científicas cubanas piden posicionar brechas en una agenda política

Fuentes: IPS

De las 89.214 personas dedicadas a actividades de ciencia, tecnología e innovación a nivel nacional, el 53 por ciento son mujeres.

Reconocerse, tejer alianzas, apoyarse y continuar derribando barreras es el mandato y el camino en la lucha por la equidad, sostuvieron expertas de diferentes disciplinas, reunidas en el panel “Mujeres con ciencia”, a propósito del 8 de marzo.

En la Casa del ALBA Cultural en La Habana y organizado por la Editorial Nuevo Milenio, desde sus diferentes ámbitos, las doctoras en ciencias Mariela Castro, Rosa Campoalegre, Yamila González y Belinda Sánchez dialogaron sobre avances y brechas.

En el mundo femenino cubano, contrastan sus logros en la incorporación a las universidades, las llamadas ciencias duras y las sociales, la educación y la medicina, con la sobrecarga doméstica que enfrentan y su rol preponderante en los cuidados.

Sesgos patriarcales y feminismos

Castro, doctora en Ciencias Sociológicas, destacó que la ciencia cubana está perdiendo los significativos aportes de las mujeres científicas que han asumido la responsabilidad de los cuidados de menores, ancianos y familiares como problema de salud, incluso en el sector de la biotecnología, con un costo para la sociedad.

De acuerdo con la información disponible de los últimos 10 años, dijo, ellas han predominado como personal administrativo y técnico y han tenido un comportamiento favorable en la categoría dirigente, pero no han logrado rebasar el 36 por ciento.

“Estamos contentísimas con lo logrado, pero tenemos que seguir escudriñando y buscando todos los sesgos patriarcales y androcéntricos que se atraviesa en nuestras vidas profesionales y, sobre todo, de las mujeres científicas”, exhortó.

A su vez, destacó cómo las mujeres trans, a quienes las políticas públicas dan igualdad de oportunidades en la educación, suelen enfrentar el bullying transfóbico que las puede llevar a abandonar los estudios, lo que cercena sus posibilidades para el empleo y, cuando además son expulsadas de sus casas, las conduce a la prostitución.

Según destacó, las conquistas de las mujeres en la Revolución, sus aportes y beneficios, reconocidos y legitimados, llenan de orgullo, “pero también de capacidad crítica para problematizar las contradicciones y posicionarlas en una agenda política, que nos permita monitorear su cumplimiento, impacto y efectividad”.

La socióloga Rosa Campoalegre, del grupo de estudios sobre familias del Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas (CIPS) y al frente de su Cátedra Nelson Mandela, defendió la existencia y las contribuciones de los feminismos negros en Cuba.

“Las feministas, aseveró, hace mucho que sabemos que hay muchos feminismos, tantos como la diversidad de mujeres, y mientras haya corazones, pensamientos y barreras que deconstruir habrá feminismos negros y otros”.

Los feminismos negros, aclaró, no nacieron en Estados Unidos, “eso es manipulación, es hegemonía del poder, del saber y del género, nacieron en África, con el performance político que cada mujer negra hizo ante sus captores, en el barco negrero, nacieron en Cuba con Carlota (lideró una sublevación en el ingenio azucarero Triunvirato, en noviembre de 1843), con su performance de liderazgo contra el colonialismo español”.

“Somos feministas porque luchamos contra el patriarcado, el feminismo negro es insurgente, viene desde los márgenes, es teoría crítica, es campo de batallas y, a su vez, un lugar de enunciación, porque es el punto de vista de las mujeres negras, diferente por las condiciones históricas en que hemos llegado a la lucha por nuestra liberación”, dijo.

Daños del enfoque machista

La jurista y profesora Yamila González alertó sobre los principales puntos neurálgicos con respecto al proyecto de Código de las Familias (matrimonio entre personas del mismo género, adopción y cambio en la denominación de patria potestad por responsabilidad parental), actualmente en consulta popular.

A su juicio, “están vinculados a todos los estereotipos patriarcales y machistas que existen en nuestra sociedad”, además de que no pocos, sin leerlo, asumen criterios e interpretaciones de terceras personas que, por ignorancia unos y por mala intención otros, están manipulando estos contenidos del proyecto.

La jurista enfatizó en que una cosa es la opinión un modelo familiar y otra, bien diferente “pretender en nombre de ese derecho, limitar el derecho de otras personas a disfrutar su vida y su proyecto de vida como entiendan y ser protegidos por el derecho”.

De esto se trata, acotó, “estamos hablando de una cuestión de derechos, de derechos humanos, de protección y de garantía” y consideró que se requiere “una cultura de derechos para que se pueda entender cuáles son los límites entre mi opinión y una posición discriminatoria”.

La doctora Belinda Sánchez, del Centro de Inmunología Molecular (CIM), se refirió a su experiencia dentro de equipos científicos, mayoritariamente integrados por mujeres.

La científica consideró que “algo que debemos aprender las mujeres es a reconocernos, sabernos lindas, capaces, fuertes, inteligentes, iguales. Más allá del trabajo que hay que hacer a nivel social, hay que hacerle entender a la mujer lo que ella es y vale”.

En la labor realizada por Cuba en la obtención de vacunas contra la covid-19, señaló, “ellas han sabido poner su impronta y sensibilidad, el extra que hace falta a veces para que la unión entre los colectivos sea real y los resultados se logren más rápido”.

Fuente: https://www.ipscuba.net/genero/cientificas-cubanas-piden-posicionar-brechas-en-una-agenda-politica/