Recomiendo:
1

Colchane y quehacer frente a la cuestión migratoria

Fuentes: Revista Confrontaciones

Colchane es una pequeña localidad fronteriza con Bolivia, con alrededor de 1700 habitantes. En las últimas semanas ha sido foco de atención de la política nacional. El hecho que la puso en escena fue la llegada masiva migrantes ilegales.

Si bien una gran cantidad ingresaron a inicios de febrero, se calcula que más de 1800 personas han llegado a Colchane –prácticamente la misma cantidad que los que allí residen– con el objetivo de ingresar al país para trabajar y vivir en él. 

La situación, ya trágica por el sufrimiento y los muertos que dejó la espera de los migrantes en el frío altiplánico y la falta de condiciones básicas de vida, fue enfrentada por el gobierno con la expulsión de más de 100 personas en los últimos días –en su mayoría venezolanos– bajo el denominado “Plan Colchane”.

Estos hechos han vuelto a colocar la cuestión migratoria en el centro de la política nacional, dejando a la vista la posición que la burguesía chilena maneja la cuestión. En ese sentido, frente a la expulsión de migrantes comandada por la derecha, la oposición socialdemócrata y progresista instala sus críticas “humanitarias”, lamentando el trato dado a estos, las que sin embargo no cambian en nada su suerte ni plantean una política distinta.  Tampoco desde la izquierda se ha levantado la voz. Aquí más bien se ha hecho eco de la mirada humanitaria o se ha guardado un vergonzoso silencio. 

Referirse a la cuestión migratoria actual en Chile debería ser un imperativo programático para el grueso de la izquierda local, ya que un importante componente de la clase obrera corresponde a trabajadores extranjeros

En este sentido, una reivindicación programática fundamental de la lucha de la clase trabajadora y la izquierda en Chile es el derecho a la libre migración. En efecto, la constante revolución capitalista de los medios de comunicación y transporte, junto con extender la explotación a nivel mundial, ha terminado con los lastres que ataban a las personas a un lugar en específico. En dicho sentido, la reivindicación por la libre migración encaja perfectamente con las tendencias del desarrollo capitalista y al mismo tiempo vela por la unificación de intereses de clase de todos los trabajadores y trabajadoras, independiente del rincón del mundo que provengan.

Asimismo, resulta importante plantear y luchar por la igualdad de derechos entre chilenos y extranjeros. La distinción de los derechos de los trabajadores según su nacionalidad responde solo a los intereses del capital local. La derogación de las trabas que existen actualmente en el código laboral, que hacen diferencias entre trabajadores extranjeros y nacionales, el derecho político a escoger y ser escogido para cargos de elección popular, entre otros, resulta fundamental en pos de la unificación de los trabajadores que habitan en Chile y de la educación de estos en las ideas del socialismo y el internacionalismo.

Esta no es una tarea simple. Requiere confrontar la ideología burguesa instalada en amplios sectores de trabajadores que ven al trabajador extranjero como una amenaza para sus puestos de trabajo. Es fundamental una propaganda sistemática al respecto, que haga entender la importancia para las luchas obreras de la unidad de los trabajadores independientemente de su nacionalidad. De lo contrario, de persistir con las diferencias y los conflictos a propósito de la nacionalidad de trabajadores, se corre el riesgo de hipotecar los frutos que una acción mancomunada podría tener, de mantener a la clase trabajadora bajo el chantaje del capital y de dejar a los trabajadores migrantes en la indefensión. Es que sin tener donde echar mano para la defensa de sus derechos, estos últimos seguirán viéndose obligados a someterse a brutales niveles de explotación, o bien, a arrojarse a prácticas ilícitas con tal de sobrevivir.

Finalmente, la situación de la migración, y especialmente la llegada masiva de venezolanos al país, vuelve a interpelar a la izquierda local sobre su postura y lazos con el chavismo. A estas alturas no quedan dudas que este representa un régimen burgués que, no solo no tiene ninguna perspectiva socialista o popular, sino que además tiene sumergido a Venezuela en una catástrofe humanitaria sin precedentes. Esta ha empobrecido y sometido políticamente a la clase obrera venezolana, obligándola a una desesperada diáspora que se cuenta por millones de personas vagabundeando por los países de la región en busca de mejores condiciones de vida. La crisis migratoria en Chile obliga necesariamente a pronunciarse respecto de la crisis venezolana y revisar la actitud cómplice que la izquierda local y regional tiene con el chavismo. No hay otra forma de superar la bancarrota política e ideológica que arrastra la izquierda latinoamericana al abrazar las ideas del nacionalismo y de, al mismo tiempo, atraer a los migrantes venezolanos a la lucha por las ideas del socialismo.

https://revistaconfrontaciones.com/2021/02/18/editorial4-colchane-y-quehacer-frente-a-la-cuestion-migratoria/