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Utopías o pesadillas

¿Con qué sueña una anciana?

Fuentes: Noticias de Navarra

Ya sé que Alfonso R. Castelao no está de moda. No es una marca de ropa, ni el nombre del próximo fichaje de fútbol. Solo era alguien del común que supo reflejar la realidad con agudeza y sencillez, como hizo en ese dibujo en el que un hombre calado con un sombrero humilde y un […]

Ya sé que Alfonso R. Castelao no está de moda. No es una marca de ropa, ni el nombre del próximo fichaje de fútbol. Solo era alguien del común que supo reflejar la realidad con agudeza y sencillez, como hizo en ese dibujo en el que un hombre calado con un sombrero humilde y un niño agotado dormitan, uno junto al otro, sentados en el suelo. La ilustración se completa con una frase que lo dice todo: «Non soñan máis que cando durmen«. En efecto, las personas que ya no tienen nada únicamente pueden soñar cuando duermen, aunque en ocasiones su imaginación soporte pesadillas. 

Hace unos días me contaron el sueño de una mujer mayor, muy mayor, nonagenaria ya, que vive sin ascensor en un cuarto piso de una de esas calles del casco viejo de un viejo reino con un viejo régimen. La anciana sueña que está en un concurso, cuyo presentador es el mismísimo presidente del gobierno del Estado, ese dirigente que suprime derechos y añade sufrimientos a diario. El pintoresco presentador le propone que suba las escaleras de los cuatro pisos y, a cambio, obtendrá un premio. La anciana, aunque es consciente de sus 92 años, piensa que merece la pena sacrificarse, dado que habitualmente tiene que sobrellevar todos esos escalones.

Decidida consigue recorrer todos los peldaños, pero al final de su trayecto el conductor del concurso, ese dirigente gubernamental, le deniega el premio y le sorprende con la petición de que suba otros cuatro pisos. Aunque la anciana reconoce lo penoso de la situación resuelve hacer otro acto de voluntad y darlo todo. Cuando ya ha conseguido alcanzar los ocho pisos, pregunta entonces por su ansiado premio. El singular presentador, sin embargo, le espeta: «Como ha conseguido subir los ocho pisos, está estupenda de salud. Así que le quito la pensión y a trabajar».

Con cierto humor, mas también con gran estupor, así lo relató la anciana a una persona que después me lo contó a mí. No sé el significado que tendrá este sueño para esa mujer. Yo veo en él la cumplida profecía del deseo nunca satisfecho y el miedo a perderlo todo, incluido lo más básico, dentro de una estafa piramidal, donde a pesar de los sacrificios asumidos, peldaño a peldaño, escalón a escalón, en la última grada descubrimos que la realidad se desmorona y se nos arrebatan todos nuestros sueños.

La misma semana que escuché el sueño de la anciana, en otra calle de esa vieja capital vi una pintada en una pared que rezaba: «Creo en la utopía porque esta realidad me parece imposible». A los pocos días pude comprobar que los operarios del ayuntamiento de esa vieja Iruña ya la habían hecho desaparecer. Está claro que están dispuestos a limpiarse todo lo que les molesta, quizá porque les ofenden nuestros sueños utópicos o tal vez porque temen que un día nos despertemos y nos neguemos a subir más escalones en esta pesadilla.

Fuente original: http://www.noticiasdenavarra.com/2014/03/23/sociedad/con-que-suena-una-anciana