La Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie) encabezó el miércoles las movilizaciones y cortes de ruta en el segundo día consecutivo de protestas contra las políticas económicas del presidente Guillermo Lasso
Alimentadas por una suba de hasta el 12 por ciento en los combustibles (con un incremento acumulado del 90 por ciento desde 2020), las movilizaciones de las que también participaron campesinos, estudiantes y trabajadores son las mayores en cinco meses de gestión de Lasso. También pesó en las concentraciones el escándalo de los Pandora Papers, en los que aparecieron las propiedades del mandatario ecuatoriano en paraísos fiscales. «El actual ciclo de protesta obedece a la reacción social ante la crisis social y económica desatada por las políticas neoliberales del gobierno de Lasso y de Moreno», resumió en diálogo con Página/12 Pablo Iturralde, dirigente social y coordinador de la Asamblea Nacional Ciudadana (ANC).
A la espera de una actualización, las protestas dejaron hasta el momento un saldo de 37 detenidos y dos militares retenidos por manifestantes, que fueron finalmente liberados al norte de Quito. Un periodista y líder indígena murió accidentalmente el miércoles durante la cobertura de las actividades en la provincia de Cotopaxi. En la capital ecuatoriana, un manifestante sufrió una lesión el martes al ser golpeado en la frente por una bomba lacrimógena. Además, un trabajador de prensa recibió el impacto de una bala de goma disparada por un policía, de acuerdo con la organización Fundamedios.
Cortes, marchas y reclamos
La poderosa Conaie montó bloqueos con piedras, troncos y ruedas en llamas en varios puntos de la ruta Panamericana, en la salida norte de Quito. Los manifestantes talaban árboles de un cerro aledaño para fortalecer las barricadas sobre la principal arteria que conecta la capital ecuatoriana con Colombia por la zona andina. «Cerramos los carriles con el material de unas volquetas. El gobierno ha hecho pendejadas con subir a cada rato la gasolina», expresó Dennis Viteri, un obrero textil de 28 años.
Las autoridades también reportaron cortes de ruta en provincias como Chimborazo, Tungurahua, Imbabura, Bolívar, Cotopaxi, Morona Santiago, Pastaza y Azuay. Además de esa modalidad de protesta se registraron marchas de trabajadores, profesores y estudiantes en Quito, en las que se registraron enfrentamientos con la policía cerca de la sede del Ejecutivo.
En una rueda de prensa desde Quito, los dirigentes de diferentes sindicatos y movimientos sociales del país calificaron la jornada de «exitosa» y anunciaron para la semana próxima una convención nacional en la que buscarán promover una huelga nacional.
Mauricio Chiluisa, presidente nacional de la Federación de Estudiantes Universitarios del Ecuador (FEUE), estuvo presente en las manifestaciones. En diálogo con Página/12, sostuvo que se sumó para expresar su rechazo a «las políticas neoliberales del gobierno de Guillermo Lasso, que contemplan reducción de presupuesto para educación y salud», y también «buscan aplicar una serie de recortes que afectan a las clases trabajadoras del país».
Las protestas del martes y miércoles se desarrollaron en medio de un estado de excepción por 60 días decretado por Lasso el 18 de octubre para combatir la criminalidad ligada al narcotráfico, con un repunte de homicidios y masacres carcelarias que este año dejan más de dos mil muertos en el país. El gobierno desplegó militares en las calles para apoyar a la policía, lo que derivó en agresiones a los campesinos e indígenas que se manifestaron cortando los caminos.
Este miércoles Lasso volvió a llamar al diálogo a todos los sectores durante un acto militar, aunque no cedió un centímetro ante los reclamos de la sociedad. «Es el momento de estar unidos, de pensar en el bien del país, no en intereses personales, partidistas o gremiales», manifestó el mandatario, quien además ratificó su apoyo a las fuerzas de seguridad.
Los principales motivos de la protesta
Lasso decretó recientemente nuevos precios de combustibles, con lo que el galón (3,8 litros) de diésel trepó a 1,90 dólares, frente al dólar que costaba un año atrás. El viernes, en un intento por frenar la indignación de una parte de la ciudadanía, el mandatario anunció el congelamiento de los precios, lo que no persuadió ni a los sindicatos ni a los sectores sociales más afectados por la crisis que vive el país. Estos exigen que el congelamiento se haga en base a los precios del mes de junio y no los de septiembre, que son mucho más altos.
El anterior gobierno de Lenín Moreno (2007-2021) buscó eliminar gradualmente los subsidios a los combustibles, medida atada a los acuerdos firmados con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para recibir préstamos. La Conaie lideró masivas protestas en 2019 contra esa medida, que dejaron 11 muertos y obligaron a dar marcha atrás a Moreno, quien en mayo de 2020 dictó reajustes mensuales de precios según la cotización del petróleo, que está en alza. Lasso, quien asumió en mayo de 2021, mantuvo ese mecanismo hasta que el pasado fin de semana decretó los mencionados aumentos en los combustibles.
Andrés Tapia, dirigente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonia Ecuatoriana (Confenaie), sumó otros motivos de descontento en las comunidades originarias y los sectores campesinos. «Se exige la derogatoria de dos decretos por el tema petrolero y el tema minero que viabilizan la ampliación de la frontera extractiva, sobre todo la duplicación de la extracción petrolera en el nor-oriente amazónico y también en el centro-sur», expresó quien también se encarga de la comunicación de la organización.
Desde la ciudad amazónica de Puyo, Tapia aseguró a este diario que es cada vez más amplio el descontento social que existe con el gobierno de Lasso, quien en medio de las protestas «ha tomado la decisión de salir del país para cumplir con su agenda internacional en la COP26 (la cumbre del cambio climático) y en otros países de Europa».
Ecuador, que exporta petróleo pero importa combustibles, encara una crisis reflejada en una deuda externa de casi 46 mil millones de dólares (el 45 por ciento del PBI) y un déficit fiscal del cinco por ciento. Además acumula un 47 por ciento de pobreza y un 28 por ciento de desempleo. Como si fuera poco, Lasso enfrenta investigaciones en la Fiscalía y el Congreso por su relación con el escándalo de los Pandora Papers, que reveló los paraísos fiscales de los hombres más poderosos del mundo.
Pablo Iturralde, coordinador de la ANC, entiende que «mientras continúe la imposición ortodoxa del modelo neoliberal por parte de Lasso, el ciclo de protesta no solo va a continuar sino que se va a incrementar en estos meses y los primeros del año 2022». En la misma línea se manifestó el dirigente estudiantil Mauricio Chiluisa, quien asegura que «existe un sentimiento de indignación e impotencia, pero también de lucha entre quienes unidos buscamos mejores días para el Ecuador».
Fuente: https://www.pagina12.com.ar/