Corea del Sur sigue defendiéndose de una posible «invasión comunista» de sus vecinos del norte. El ministro de Defensa surcoreano ha presentado una medida con la cual todos los militares tendrán prohibido leer y llevar libros a sus barracones considerados demasiado de izquierdas para evitar repercutir en la «fortaleza mental» de los soldados. Los que […]
Corea del Sur sigue defendiéndose de una posible «invasión comunista» de sus vecinos del norte. El ministro de Defensa surcoreano ha presentado una medida con la cual todos los militares tendrán prohibido leer y llevar libros a sus barracones considerados demasiado de izquierdas para evitar repercutir en la «fortaleza mental» de los soldados.
Los que no acataran la norma podrían enfrentarse, incluso, a un proceso judicial. De hecho, el portavoz del Ministerio ha anunciado que se «constituirá un equipo de investigación» para analizar los casos detectados.
Existe una lista de 23 libros prohibidos. Entre ellos figuran obras del norteamericano Noam Chomsky o Malos Samaritanos del profesor, también surcoreano, de la Universidad de Cambridge Chang Ha Joon. Todos, sin excepción, han sido catalogados como excesivamente izquierdistas para poder ser introducidos en las bases militares.
Por otro lado, algunos soldados han criticado la medida al considerarla como un medio de censura. La norma, absurda según ellos ya que no comparten la opinión del gobierno de que puedan ser tan fácilmente influenciados de las ideologías de Corea del Norte, sólo veta los libros en el lugar de trabajo de los soldados, donde en muchos casos también residen.