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Crónica de la concentración por el pueblo Mapuche en Madrid

Fuentes: Rebelión

Unos 50 compañeros y compañeras nos concentramos ayer a las puertas del Consulado de Chile, para exigir la finalización de la represión del pueblo Mapuche. Exigimos la liberación inmediata de todos los presos y presas Mapuches, encarcelados por un estado represor que pretende dominar militar y económicamente todas las tierras, incluyendo aquellas donde han vivido […]

Unos 50 compañeros y compañeras nos concentramos ayer a las puertas del Consulado de Chile, para exigir la finalización de la represión del pueblo Mapuche. Exigimos la liberación inmediata de todos los presos y presas Mapuches, encarcelados por un estado represor que pretende dominar militar y económicamente todas las tierras, incluyendo aquellas donde han vivido pueblos indígenas desde la memoria de los tiempos.

La lucha del pueblo Mapuche es la lucha de todos. Es la lucha de los explotados contra los explotadores, de los pobres contra los ricos, de los pueblos contra los ejércitos; es la lucha por la libertad. Como anarquistas, apoyamos todos los frentes de lucha donde se combata la imposición y el autoritarismo de los estados sobre los pueblos y las personas.

La concentración transcurrió sin incidentes de ningún tipo, coreando nuestras consignas y canciones, con nuestra pancarta y banderas, y repartiendo panfletos como es habitual. Durante hora y media dimos buena cuenta de nuestra posición ante el consulado.

La policía, en su papel

Una vez disuelta la concentración, las personas que quedábamos nos dispersamos en pequeños grupos para iniciar el camino de vuelta. Fue en ese momento cuando la policía aprovechó para elegir uno de esos pequeños grupos, y dentro de él a una persona cualquiera para iniciar la provocación. Es superior a ellos, no pueden evitarlo. Allí donde haya libertarios/as deben hacer lo que sea para dejar claro quién lleva la pistola, quién manda. Así que en breves segundos pararon a un compañero, con la excusa de que iba medio tapado y llevaba un palo (una bandera!) lo cual estaba absolutamente prohibido. En seguida nos dimos cuenta de que les habría dado igual que fuera un anciano llevando en la mano una cafetera, lo único que querían era provocarnos antes de irnos, a ver si podían repartir unas cuantas hostias.

Como siempre, esperaron a que quedáramos pocos y nos hubiéramos dispersado. Como siempre, se inventaron una excusa ilegal y ridícula para iniciar una provocación, cuando no había ninguna necesidad. Como siempre, utilizaron el miedo, la violencia y la represión para atacar a los que no se pueden defender. Hay definiciones de diccionario que, leídas literalmente, definen la actitud de estos señores de azul, pero que no podemos reproducir porque seríamos llevados ante la justicia. Finalmente incautaron la bandera (no quisieron devolvernos ni la tela) y dijeron que iban a denunciar al compañero.

La represión del pueblo Mapuche la sufrimos todos, pues no hay fronteras entre los explotadores del mundo. Todos los estados están en el mismo bando, y todos los cuerpos represivos son sus fieles servidores. La lucha de clases debe estar más vigente que nunca. Qué gran día será aquel que todos los explotados asuman esta realidad.