La Habana, 24/03/11.- ¡Cuba, hervorio caribeño de las ninfas de telúricas cinturas, al tiempo que sufre en su paisaje mediático a los pseudoeconomistas, ahora en rol de «inquisidores de la Fe», teas a la mano!
Ultimas noticias informan del presunto enjaulamiento del exvicepremier y exministro de Economía y Planificación Alejandro Gil Fernández; dice una nota oficial que por graves hechos cometidos de corrupción, simulación e insensibilidad, mientras los pseudoeconomistas del patio lanzan una consigna: ¡a la hoguera El Toque!
Nadie siquiera insinúe que este periodista defiende a ese medio de prensa digital, opuesto al proyecto socialista cubano; simplemente, no pierde de vista que, al decir de Lenin, «en el juicio de un enemigo inteligente, es rara la total confusión; dime quién te alaba, y te diré en qué te has equivocado».
El Toque lo es, por lo general y por lo particular: más que todo, porque ha sabido hacerse de un espacio de servicio público que ni el Banco Central de Cuba (BCC), ni la prensa, han ocupado: ofrecer la evolución diaria del mercado informal de divisas, en un escenario de estancamiento de largo plazo del Producto Interno Bruto (PIB), severo déficit y hasta shock de oferta, dolarización creciente, inflación galopante, caída del Índice de Desarrollo Humano de un lugar 53 en el 2007, a un 83 en el 2022, e incremento de la desigualdad social hasta ¿lindar con la pobreza, eufemísticamente llamada vulnerabilidad?
Mercado cambiario informal, sí, porque el formal es incapaz de suplir una demanda creciente, en la que subyacen amenazas de seguridad nacional, como es que en un par de años ha emigrado por distintas vías más de medio millón de cubanos, lo cual ya está avisando de un grave déficit de recursos laborales para el 2030.
Lógico: quienes emigran demandan divisas; venden casas, autos, y hasta tumbas de lujo se han vendido, muchos para emprender el «camino de los volcanes», un riesgoso periplo desde Centroamérica a Estados Unidos.
El Toque, su servicio público, es descrito por el economista Eddy Jorge Domínguez González en los siguientes términos: «si El Toque no existiera habría que perder tiempo (costo no pecunario) en averiguar con amigos, vecinos, colegas de trabajo, grupos de WhatsApp, Telegram para averiguar a cuánto está y hacer uno mismo un proceso de arbitraje (buscar la mejor opción de precios); los mercados cambiarios informales son casi siempre de libre competencia y este tipo de estructura de mercado tiene un enemigo formidable en las asimetrías de información; mientras más grande sea el mercado (es decir que no sean mercados parcelados, desconectados entre sí), menos información asimétrica habrá y los participantes en este mercado podrán hacer mejor la función de arbitrar precios».
No queda atrás su colega Joel Ernesto Marill Domenech, quien al referirse a la inflación y el mercado cambiario informal, apuntó que » Las distorsiones antes comentadas, y ésto es fundamental, no son el resultado del accionar de ningún actor económico en particular, es una consecuencia de las deformaciones del mercado de cambios dado su carácter informal. Corregir estas distorsiones y avanzar en un proceso de formalización progresiva de dicho mercado, que garantice el acceso en igualdad de condiciones a todos los agentes económicos y que a la par venga acompañado de la creación de condiciones monetarias para la estabilidad de su tipo de cambio debería ser el verdadero foco del debate sobre estos temas».
Nada de teorías conspiranoides, nada de teas al estilo Razones de Cuba.
Por cierto, El Toque hace pública su metodología de cálculos, lo cual ha permitido su evaluación en Cuba, tal como apuntó el conocido economista Dr. Juan Triana Cordoví en el blog Segunda Cita, del cantautor Silvio Rodríguez:
«En cuanto a la tasa de cambio de El Toque lo que les puedo decir es que el Centro de Estudios de la Economía Cubana (CEEC) invitó al Centro de Estudio de la Complejidad (Centro de Sistemas Complejos, Facultad de Física, Universidad de La Habana) a hacer un ejercicio sobre esa tasa de cambio utilizando instrumentos bien sofisticados y sus resultados fueron que la metodología utilizada por El Toque es perfectamente válida, responde a los datos disponibles y a sus supuestos (declaraciones de intención de compra y venta). Ellos incluso la aplicaron a otros mercados y dio resultados dentro de los parámetros», apuntó Triana.
No los pseudoeconomistas, sino los de verdad, los que tienen obras y doctorados, bastante que están insistiendo en las graves carencias del modelo económico cubano, en su incapacidad para lograr su reproducción ampliada y en el riesgo político que está representando una situación donde la Mayor de las Antillas está bajo cortes de electricidad de muy largas horas, crisis alimentaria, déficits de salud y ¡ahora! un escándalo de corrupción.
Sin embargo, mientras la inflación galopante hace de las suyas, y el dólar se cotiza en el mercado cambiario informal a más de 300 pesos (1 dólar = 6% salario medio mensual), los pseudoeconomistas parecen gozar de espacios de prensa que, salvo excepciones, no están a la mano de los mejores exponentes del pensamiento económico cubano. Al menos, no en todo lo deseable.
¿Tea para El Toque?
Tal es el caso de una reciente publicación en Razones de Cuba, reproducida por Granma y Cubadebate, en la cual se formula algo como una teoría conspiranoide, según la cual El Toque, bajo los auspicios del gobierno de Estados Unidos, es el ejecutor de «una serie de maniobras realizadas para inducir la inflación a lo interno del mercado cubano».
Según la nota, titulada Revelan operación de servicios de inteligencia de EE.UU. contra finanzas de Cuba , «La estrategia se divide en cuatro etapas: Desabastecimiento, inflación inducida, boicot de suministros y bloqueo financiero (…).En un primer momento, limitan al máximo la entrada de divisas al país, fundamentalmente de dólares. Las medidas restrictivas del bloqueo dificultan la utilización de esta moneda por parte del gobierno de la Isla, lo que obstaculiza el acceso del pueblo cubano a alimentos, medicinas y otros bienes de primera necesidad».
Hasta aquí, parte de razón: buena parte de las vicisitudes criollas son consecuencia directa de las medidas coercitivas unilaterales de Estados Unidos contra Cuba, vulgo bloqueo; éste ha sido denunciado en los informes de Cuba a la ONU y condenado casi por unanimidad en sucesivas asambleas generales de la organización, aparte de que según esos informes, obstaculiza el crecimiento económico cubano en no menos de 4-5% anual.
Sin embargo, hasta con leyes estadounidenses que de cierto modo atenúan ese bloqueo, y en otros casos lo arrecian, es nada irrelevante el trasiego de personas , mercancías y dineros que existe entre Estados Unidos y Cuba; circulan importaciones de alimentos a la Mayor de las Antillas – pagadas en efectivo -; exportaciones a Estados Unidos, y hasta contrabandos de dólares en los que podría estar involucrado el ex-vicepremier Gil Fernández, de creer a medios de prensa del sur de La Florida .
«La segunda fase – continúa Razones de Cuba -incluye la utilización de plataformas financiadas por la administración norteña, como El Toque, para estimular la inflación (…) El denominador común de las tentativas es el empleo de redes sociales digitales como Facebook, Whatsapp y Telegram, donde individuos anónimos y desconocidos ponen precio a la moneda libremente convertible, en un círculo cerrado, al cual resulta muy difícil acceder».
¿Difícil acceder a Facebook, WhatsApp o Telegram, en un país cuya cobertura de Internet ya alcanza al 68% de la población y las redes sociales son entre la segunda y tercera fuente de información, de acuerdo con una investigación del vicepresidente del Instituto de Información y Comunicación Social (IICS) Jorge Legañoa Alonso, citada por este periodista?
¿ Acaso será que los autores no tienen dólares para canjear en el mercado informal o que en éste les «cierran las puertas», sabiéndose quiénes son? ¿»Círculo cerrado, al cual resulta muy difícil acceder»; saben en Razones de Cuba cómo está operando el mercado cambiario informal?
Razones de Cuba apunta que «El principal objetivo de las maniobras de la CIA es manipular los precios de los productos y finalmente, subvertir el orden en la nación antillana».
Desde luego, subvertir el orden es «trabajo de la CIA»: este periodista dedicó once años de su vida a combatir esa subversión, a riesgo de mucho, como combatiente secreto de la Seguridad del Estado cubano. Pero unas son un bloqueo calificable de criminal y su coloralio la subversión, y otra muy distinta justificar – propaganda favorecida mediante -, las carencias derivadas del agotamiento de un modelo económico que, ahora mismo, pugna por desplegar muy importantes reformas, en medio de dogmas «a la soviética» y resistencias burocráticas que ¿sostienen Intereses creados de una suerte de «clase en sí y para sí», la cual siempre se vale de aquiescentes voceros?
Curioso, curioso: parece que en Razones de Cuba no se informan; véase qué dicen destacados economistas, entre éstos el casi legendario ex-ministro de Economía y Planificación Dr. José Luis Rodríguez y el actual de Finanzas y Precios Vladimir Regueiro Ale. Todos concurrieron al espacio televisivo especializado en Economía «Cuadrando la Caja»«, o han rendido informes a la Asamblea Nacional del Poder Popular, y ninguno parece haber aludido a la presunta subversión financiera de El Toque.
Hablan los economistas:
Los economistas, los de verdad, los de ejecutoria en el complejo escenario cubano, mencionan como causas de la inflación galopante, grosso modo:
1) urge un programa de estabilización macroeconómica; éste no acaba de concretarse, añade este periodista;
2) monetización del déficit fiscal; según datos públicos, éste ascendería en el 2024 a 18,5% del PIB, cuando los expertos señalan que lo recomendable es entre 3-5%;
3) dolarización de la economía y, por ende, fracaso estrepitoso de la pretendida unificación monetaria y cambiaria, que hoy provoca la circulación formal e informal de tres monedas y dos unidades de cuentas;
4) desequilibrios entre los ingresos y gastos;
5) procesos de control de precios que distorsionan los mercados;
6) reducción del déficit presupuestario, no emitir dinero sin contrapartida de bienes y servicios, lo cual es vox populi se está haciendo;
7) inyección en la economía de recursos que no están respaldados por bienes y servicios, con causa justificada o no, lo que provoca inflación, ante un escenario de falta de ofertas;
8) demanda muy solvente e insatisfecha, los recursos monetarios en manos de la población crecen mucho más rápido que los bienes y servicios en oferta.
Ni uno de estos economistas, no los únicos y más de uno militante del Partido Comunista de Cuba, nombró ni por asomo a El Toque como causante de la «subversiva inflación» que Razones de Cuba imputa al medio, sin dudas un adversario del proyecto socialista cubano, pero también uno que supo aprovechar un espacio que lo institucional de Cuba descuidò.
Por cierto, en país de tantos economistas de probada capacidad, compromiso y ejecutoria, por regla gustosos de hacer declaraciones de contenido técnico a quien se las pida, en país de ya muchas fuentes abiertas en materia de Economía – indudable logro, aunque falta bastante -, Razones de Cuba funda sus argumentos sobre un sorprendente clandestinaje: «Información filtrada recientemente muestra una serie de maniobras realizadas para inducir la inflación a lo interno del mercado cubano».
¿Peca Razones de Cuba del secretismo que tanto el General de Ejército Raúl Castro Ruz ha denostado, o es un cuestionable recurso para pasar «gato por liebre» al lector incauto?
¿Se defiende así a la Revolución, se cumple como prensa que se supone aspira a servidora pública con éso que se nombra información veraz y oportuna?
¿Por qué se recurre a la suerte de auto de fe, y no se promueve con real voluntad política «avanzar en un proceso de formalización progresiva de dicho mercado, que garantice el acceso en igualdad de condiciones a todos los agentes económicos», tal cual propone el economista Marill Domenech?
Ojo atento con Razones de Cuba, ojo atento con la reproducción en otros medios de ejercicios tan pobres en fundamentos, porque así no se sirve al pueblo. Ojo atento, porque ya se sabe que tras un «inquisidor de la Fe», suele ocultarse el oportunista.
Para concluir, sólo un punto: no es la primera ocasión en que la teoría conspiranoide de marras aparece en un medio cubano; pero esta vez aparece señalando en concreto y con ecos en similares en Cuba y el extranjero; no sólo en Razones de Cuba, Granma o Cubadebate; hasta en Al Mayadeen Español ha aparecido, por citar un ejemplo.
Por tanto, alerta: la Historia de Cuba ofrece sobrados ejemplos de cuánto daño han causado los «inquisidores de la Fe»; ahora, en esta encrucijada para el proyecto socialista cubano, el peligro acecha. Y no es El Toque…
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.