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De la Memoria Histórica a la Historia-Acción

Fuentes: Rebelión

Para generar un cambio social en la humanidad hace falta la organización y la movilización de la gente hacia la protesta. Pero esto no es suficiente sino se logra sacudir en la sociedad la conciencia de la gente. De esta manera hay que estimular a la gente que piense por sí misma para que no […]

Para generar un cambio social en la humanidad hace falta la organización y la movilización de la gente hacia la protesta. Pero esto no es suficiente sino se logra sacudir en la sociedad la conciencia de la gente. De esta manera hay que estimular a la gente que piense por sí misma para que no se deje engañar y genere cambios sustanciales en un colectivo. Las sociedades deben construir en colectivo sus mecanismos de luchas, pero consciente de lo que afrontan y por qué luchan. Deben comprender su realidad social como elemento clave de una realidad histórica. Y esta realidad histórica es el estudio del presente que se traspola al pasado para extraer de él conocimiento desconocido, para así entender la realidad presente y lo que será su futuro. Desde este planteamiento, se puede decir que la historia es un potente instrumento para el cambio social.

Hoy en día las sociedades protestan ante la grave crisis económica que cachetea los rostros viles del capitalismo europeo y norteamericano. Esto es una realidad inocultable. Los pueblos se levantan e insurgen con la conciencia de porque protestan a las puertas de los gobiernos nacionales y frente a la banca que los aniquila. El capitalismo está liquidando el Estado de bienestar, que por largo tiempo gozaron los países capitalistas.

Hablar de historia es hablar de política porque los pueblos son una consecuencia del desarrollo político de las sociedades que se transforma de acuerdo a sus diferentes relaciones de producción en un modo de producción. De ahí se desprende las siguientes definiciones:

1.- La historia no puede ser neutra de toda posibilidad política y tampoco puede estar desprovista de un sentido ideológico.

2.- La historia no es una ciencia autónoma ni está aislada de otras ciencias.

3.- La historia es conocimiento. La historia restituye la memoria del pasado pero puede también rectificarla.

4.- La historia no es un montón de hechos sociales, con sus particularidades y sin conexión a una suma de múltiples determinaciones que hacen de la historia una totalidad i

La historia por su carácter científico en que debe constituirse es también un espacio para las interpretaciones; es campo de batalla para exponer sus ideas, visiones, intereses e ideologías construidas. En pocas palabras la historia debe tener un sentido crítico, que no solo enfrente la historiografía tradicional, sino que sea una historia comprometida políticamente, caracterizada por dar a la luz pública una memoria colectiva que acerque al hombre y a la mujer a las propias raíces de los grupos humanos. La historia es una relación a la inversa entre el presente y el pasado; es una relación activa, donde el presente interroga el pasado, siendo el historiador un agitador de oficio.

Todo historiador sin memoria colectiva tiende a corto y largo plazo ha de-construirse; a perder su fisonomía e identidad, asumiendo nuevas identidades y actores totalmente ajenos a su realidad social. El historiador Josep Fontana dice que sería triste que tuviésemos que repetir la lapidaria queja de Marc Bloch que decía: «no nos hemos atrevido a ser en la plaza pública la voz que clama en el desierto (…) Hemos preferido encerrarnos en la quietud de nuestros talleres (…). No nos queda, a la mayor parte, más que el derecho a decir que fuimos buenos obreros. ¿Pero hemos sido también buenos ciudadanos ii . Es necesario estar completamente convencido acerca de la responsabilidad social y política del historiador, con el fin de que escriba historias con sentido, que sirvan, tanto a los hombres como a mujeres para entender el presente y así proyectar su futuro.

Berthold Brecht dijo lo siguiente, en relación al anterior planteamiento: «quien quiera hoy día combatir la mentira y la ignorancia y escribir la verdad, tiene que vencer, por lo menos, cinco obstáculos. Deberá tener el valor de escribir la verdad, aun cuando sea reprimida por doquier; la perspicacia de reconocerla, aun cuando sea solapada por doquier; el arte de hacerla manejable como un arma; criterio para escoger a aquellos en cuyas manos se haga eficaz; astucia para propagarla entre estos. Estos obstáculos son grandes para aquellos que escriben bajo la férula del fascismo, pero existen también para aquellos que fueron expulsados o han huido, e incluso para aquellos que escriben en los países de la libertad burguesa iii «.

  La historia debe ser instrumento indispensable para el análisis y la reflexión, que ayude al hombre y a la mujer a comprender su sociedad y con esta rebelarse con lo que los oprime, así tenga que ir contra el sistema que reina e impera. La historia en un sentido amplio; es un pensamiento crítico que devela los mecanismos de explotación y opresión en el presente, pero afincado en una historia como proceso que define a los sujetos históricos entre dominantes y dominados iv

La historia es una continuidad de procesos que libera o encubre las realidades de una sociedad. Somos producto del pasado y vivimos sumergidos dentro de él, que por todas partes nos oprime. El historiador no narra, no describe sino que interroga el pasado, lo escudriña para recrear una nueva memoria histórica. Por lo tanto, podemos decir que la historia es investigación, donde la elección del objeto de estudio está en consonancia con lo intereses, hechos y situaciones que preparan el advenimiento de su presente. En este sentido, es importante destacar, lo fundamental en que se convierte la memoria histórica que como objeto dado, es necesario escudriñarla para convertirla en un objeto del saber v .

A modo de conclusión podemos decir; que el historiador no puede permanecer sentado, no ser un burócrata de la historia; al contrario debe ser un caminante, fiel a su deber de explorar y aventurarse en el mundo de la investigación. Desmenuzar de las fuentes históricas conocimiento, es decir, de cada papel, de cada entrevista, de cada imagen, de cada apreciación de otro autor, extraer y producir conocimiento. Extraer de la gente lo que piensa y cree de la historia o de un hecho histórico. La historia debe servir para dar explicación de lo vivido.


Notas:

i Definiciones construidas a partir de los siguientes autores: Fontana Josep: «La historia de los hombres: el siglo XX». Editorial Crítica. 1era edición, Barcelona, España 2002 y Schaff Adam: «Historia y Verdad» . Editorial Crítica, Grupo Editorial Grijalbo. Segunda edición, 1983. Barcelona -España.

ii Grez Toso Sergio: «Charla inaugural del año académico del departamento de ciencia históricas de la universidad de Chile. Una historia para el presente y el futuro». http://rebelion.org/notica.php?d=150001

iii Brecht Berthold: «Cinco obstáculos para escribir la verdad«. En el arte y la política. Editorial Nueva Nicaragua, Managua, 1985. Pp, 222-223

iv Vega Cantor Renán: «Elogio del pensamiento crítico». http//www.rebelion.org/noticia.php?id=149334

v Fazio Hugo: «La nueva historia francesa: radiografía de una nueva historia». http://historiacritica.uniandes.edu.co/view.php/89/1.php)

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