El muro de Berlin estaba solo en el mundo. No tenía parangón. Cada huida del muro o tentativa de huida que terminaba en sangre era un acontecimiento mundial. No había medio de comunicación que no le dedicase un lugar de destaque en sus cabeceras. Si alguien conseguía escapar (del lado Este, que lo había construido) […]
El muro de Berlin estaba solo en el mundo. No tenía parangón. Cada huida del muro o tentativa de huida que terminaba en sangre era un acontecimiento mundial. No había medio de comunicación que no le dedicase un lugar de destaque en sus cabeceras. Si alguien conseguía escapar (del lado Este, que lo había construido) era paseado en el Oeste como un héroe, como un símbolo más de la indomable voluntad del ser humano por conquistar la libertad, aunque a los pocos días fuese olvidado para abrir la expectativa del siguiente. El maldito muro, el muro de la vergüenza, un muro separando a seres humanos, a familias, indigno de un mundo civilizado, cuyo fin tendría que ser el fin de todos los muros. Y así lo celebraron los que se encaramaron a él en días de infinita alegría. Cayó el maldito muro y la Historia pareció que pasaba una página. Nunca más.
Ja, ja y ja. ¿Cuántos muros se han erigido desde entonces?
Hagamos un pequeño repaso:
Frontera entre EE UU y México.
Cisjordania y Gaza.
Sahara
Los muros de Bagdad donde se protegen los invasores y el «gobierno».
Cualquiera de ellos deja al de Berlín a la altura del betún.
El ejemplo cunde y cada uno construye el suyo. Como no podemos ser menos, nosotros tenemos el de Melilla.
No hace mucho que salió en la prensa que el alcalde de Rio de Janeiro había propuesto construir un muro entre los barrios residenciales y las favelas. Parece que no se lo aprobaron, pero el caso es que ya ni sonaba extraño.
La empresa privada también toma nota. Según noticia la prensa del día 4 de julio (El Mundo) «Repsol YPF ha levantado un muro de hormigón de tres metros de altura, coronado por un alambrado de púas en forma de espiral que se levanta otro metro más» con una extensión de 3,5 kilómetros alrededor de sus instalaciones petrolíferas, para protegerse de los «piqueteros».
Y en Escocia, para proteger a los «líderes» mundiales, se ha instalado una larga valla de acero.
Como vemos proliferan los muros y hasta es posible que no haya citado todos.
¡Pobre muro de Berlín! Te derribaron, te destronaron y finalmente…te imitaron y te multiplicaron. Pero..¿dónde están los medios de comunicación cuando alguien consigue la libertad saltando uno de esos muros? ¿O es que esos no separan a los seres humanos? ¿O es que esos no separan un lado «libre» de otro «esclavo»? ¿Es que separan dos lados «libres»? ¿O separan dos lados «esclavos»? ¿En que lado está la libertad? ¿De que lado hay que escapar al otro? ¿Qué es la libertad?
Es de suponer que permanecen vivos muchos de los que llenaban columnas mostrando su indignación por el muro de Berlín cada vez que se les presentaba una oportunidad, clamando por la libertad de todos los seres humanos, sin entrar en más disquisiciones, simplemente colocando frente a frente como opuestos la libertad y un muro. ¿Dónde están ahora? ¿No tienen nada que decir? Mirándolo bien, mejor que callen, porque de seguro nos dirían que hay muros y muros. Muros buenos y muros malos.
El capitalismo derribó un muro entre vítores y aplausos. Ahora, en silencio, los erige por doquier.