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Debate sobre el valor del arte

Fuentes: Rebelión

Hace varios meses publiqué un artículo titulado ¿Cuál es el valor del arte? (1) Recientemente ha generado algunos comentarios (2). A responderlos, van dedicadas estas líneas. Aclaro,  que bajo el espíritu del diálogo entre marxistas, siempre con el deseo de enriquecer, retroalimentar y mejorar, es que hago esta contestación. Manuel Martínez Llaneza para refutar lo […]

Hace varios meses publiqué un artículo titulado ¿Cuál es el valor del arte? (1) Recientemente ha generado algunos comentarios (2). A responderlos, van dedicadas estas líneas. Aclaro,  que bajo el espíritu del diálogo entre marxistas, siempre con el deseo de enriquecer, retroalimentar y mejorar, es que hago esta contestación.
Manuel Martínez Llaneza para refutar lo que se plantea en mi artículo, menciona ideas explícitas de Marx y Engels. Poco importa en este texto la veracidad de dicha referencia a partir de hacer una contextualización del momento metodológico del planteamiento en que se basa -sobre todo porque su análisis trascendería el espacio disponible para este artículo-.
Pero sí habría  que tener en cuenta que la obra de Marx debe asumirse siempre de manera crítica. Que ser marxista, o seguidor -afiliado- de cualquier ismo no quiere decir la repetición descontextualizada de un autor, como quien sigue mecánicamente las sagradas escrituras. En todo caso, está más asociado a apropiarse de las lógicas y continuarlas, lo que incluye las rectificaciones a los posibles errores consigo mismo -propias de cualquier ser humano-. Por ello, el simple hecho de una cita de Marx -como un criterio de autoridad- no es un argumento para rebatir idea alguna. Cada marxista, en ejercicio crítico y compromiso con la obra del Moro, donde ha tenido que señalar lo que ha considerado error de este o de las interpretaciones realizadas, lo ha hecho.
Por eso, lo que presento aquí responde a aplicar las formas de generar pensamiento de la dialéctica, trayéndola como sistema a los problemas de la actualidad, y no con la presentación de ideas acabadas que responden otras interrogantes diferentes a las que puede generar nuestra realidad. Y a pesar de que se me responde con la apelación a una idea explícita y no con un despliegue argumental, expondré mi réplica.
Es necesario aclarar el centro de mi texto, y lo que se le imputa. En ¿Cuál es el valor del arte? se plantea que el arte -los resultados de la actividad humana considerados socialmente de esa manera- tiene valor: el reconocimiento social alrededor de este, que se figura -toma cuerpo- en el dinero.
A ello se me responde de una forma tal, que para ser honesto, no me queda bien clara. Según pude entender, mi punto sobre el valor está equivocado porque Marx y Engels niegan que las obras de arte tengan valor. Además, afirma que el valor no es reconocimiento social, y que por tanto hago una transgresión -mal hecha, según dice- a la teoría marginalista y a enfoques subjetivistas del valor. Lo restante, son una serie de ideas que no guardan ninguna relación clara con las mías. 
Debo decir que no me parece muy certero el señalamiento basado en la idea de Marx que apunta hacia las obras de arte, por ser un sentido muy estricto, mientras que yo me referí al arte de forma general, a todo aquello que sea asumido como arte socialmente, que va desde la literatura, la música, hasta el cine. Cuestión esta que pone en contraste la relación entre tal señalamiento y la idea que había expuesto en ¿Cuál es el…, porque es muy normal que Marx considerara que obras de arte -costosas-, cuyo movimiento quedaba limitado a los círculos de élites, fueran de poca trascendencia para el resto de la sociedad, y que estaban sujetas a reglas de reconocimiento algo inestables, por lo que estudiar su valor sería de poco aporte para entender el capitalismo. A pesar de esa diferencia -nada despreciable-, asumo que ese argumento se esgrime para todo el arte por Martínez Llaneza.
Hay que tener cuidado que la obra de Marx sobre el capitalismo, no se traiga a pelos a hoy día como un deber ser, porque como sabemos, la dialéctica no puede ser una filosofía del deber ser, porque lo lógico y lo histórico no podemos desconectarlos. Este último hay que extraerlo de lo primero, de la realidad, y en el devenir compartido de ambos, verificar la solidez de la teoría. Para ello, mirar alrededor con objetividad no puede faltar.
Al hacerlo, nos encontramos con un hecho evidente: hay toda una industria alrededor del arte. Hay movimiento de capital alrededor de este, y es una industria rentable. Contexto muy diferente al de Marx, donde la mercantilización no había alcanzado a esa esfera de manera generalizada, por cierto. Volviendo al presente, si es un hecho el capital que circula en torno al arte, este es una mercancía (¿con valor?).
Siendo consecuentes con la idea de Martínez Llaneza de que no se puede aplicar la lógica de valor al arte, ¿qué hacer, decir que todo aquello que se mercantiliza no es arte -según interpreto que dice Martínez-, justo porque se mercantilizó? Es decir, separar y excluir la existencia del valor, del arte, donde el segundo no puede estar en el primero, implica decir que todo aquello que es arte, no tiene valor, o viceversa -porque Marx lo dijo-. Pero abordar esa cuestión, habría que repasar el valor.
Según se me cuestiona, el valor no puede ser reconocimiento social, que eso sería un subjetivismo. Ya en otras ocasiones me he referido a la objetividad del valor (3), pero mencionaré par de elementos. La lógica de la objetividad y la subjetividad se ha asumido desde la metafísica y no desde la dialéctica. Lo subjetivo es lo relativo a la lógica del  sujeto, y lo objeto a la objeto. Para la dialéctica, ambas están en relación. Desde la lógica del sujeto -quien reflexiona, teoriza- se llega a la del objeto. Se tiene además que una lógica del objeto, siempre está aprendido en el sujeto. Lo que habría que distinguir, es cuando una idea es concerniente a la lógica verdadera del objeto también,  y cuando es un resultado distorsionado de la percepción del objeto por parte del sujeto, y que atomiza a cada sujeto.
Dado que vivimos en sociedad, y la relación planteada entre objetivo y subjetivo, la subjetividad generalizada, es una objetividad. Es una idea objetiva, lo que sea considerado socialmente así. Como por ejemplo, la ciencia, la poesía, la música, lo bello, es lo aceptado socialmente como ciencia, poesía, etc. Lo que se resume en que la subjetividad, es un momento -abstracción- de la objetividad -y viceversa-, ya que todo objetividad pasa por la subjetividad -mediada por esta- y toda subjetividad pasa por la objetividad -lleva implícita una lógica del objeto-.
Lo que ha ocurrido, es que se ha arrastrado aquella vieja interpretación de la metafísica aristotélica de la existencia extramental, donde lo objetivo responde a una existencia física. De ahí que para muchos todavía, lo objetivo sea así. Un ejemplo es esa noción de valor donde su objetividad está dada no por el cierto grado de socialización de alguna subjetividad, sino por existir como sustancia física (media de horas).
La división entre teorías objetivas y subjetivas, responda la separación y aislamiento de estos momentos como si fueran partes – según su metafísica-, y dónde se ven dichos momentos como independientes y contrapuestos. Entonces, todos aquellos modos que asumen esos antagonismos tan propios de la lógica kantiana, está aun lejos de un pensar dialéctico, y está todavía inmerso en dilemas que no superan  el entendimiento formal, por tanto, moviéndose en términos y lógicas no consecuentemente marxistas.
Regresando al valor, puede decirse que en su objetividad está  incluida la subjetividad, la de los sujetos que se insertan en el objeto social. Dicho esto, puede comprenderse cómo al referir al valor como reconocimiento social, no hay ningún tipo de subjetivismo, al menos desde la dialéctica.
Pero para establecer la relación del arte con el valor se necesita recordar qué es el valor como categoría. Esta no hace referencia a un algo externo, sino una dinámica relacional -la dialéctica no usa sus categorías como un existente definido, sino como relaciones en movimiento-. Por tanto, el valor, la categoría, se refiere a las relaciones intersubjetivas que se dan entre los hombres en el cambio, donde tal relación construye un signo alrededor del objeto (no una coseidad siempre) susceptible de dicho cambio. Es decir, se reflejan  las relaciones de reconocimiento que se dan en todo proceso de canje. Es una categoría que usa Marx para explicar las relaciones sígnicas que construye la mente humana en este, y es el fundamento para explicar el capital (4).  No trata el valor, por tanto, de otra cosa que de ser un determinado nivel de abstracción sobre las relaciones que se están dando en las interacciones humanas. La discusión de si tiene valor o no, dada esa lógica, carece de sentido. Todo aquello que sea susceptible de dicho cambio, puede entenderse que ahí hay un reconocimiento estable (valor). Recordando  aquello de que algo es en sociedad, en dependencia de sea considerado como tal, y que el valor es una abstracción sobre el signo generado en el cambio: donde quiera que exista ese proceso -con relativa  estabilidad de las proporciones-, hay valor.
Por otro lado destaca, como se mencionaba al inicio, que el arte se mercantiliza, y la mercancía es esencialmente valor. Por tanto, todo aquello que sea mercancía, puede comprenderse -normalmente- su valor.
La discusión sobre si algo tiene valor o no, presiento que viene de aquello de pensarlo como un algo, y desconocerlo como fundamento teórico. Tal categoría, exige una lectura dialéctica, como herramienta explicativa. Mientras no sea así, seguirá siendo un elemento para crear una falsa discordia. Esta, nos empaña en concebir un mundo que mercantiliza algo continuadamente, y a eso se le niegue que tenga valor. Esa simple contradicción debería ser un llamado a la revisión de muchas maneras de pensar a Marx.

Bibliografía
1. Hayes Martínez, Miguel Alejandro. ¿Cuál es el valor del arte? Rebelión. [En línea] 17 de 03 de 2019. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=239074.
2. López Arnal, Salvador. Entrevista a Manuel Martínez Llaneza. Foicebook. [En línea] 01 de 2019. [Citado el: 17 de 03 de 2019.] http://foicebook.blogspot.com/2019/01/nao-ha-que-tomar-obra-de-marx-como-algo.html?m=1.
3. Hayes Martínez, Miguel Alejandro. Si de filosofía se trata . Rebelión. [En línea] 20 de 02 de 2019. [Citado el: 17 de 03 de 2019.] http://www.rebelion.org/noticia.php?id=252750.

4. -. El valor: el capital y su fundamento. Rebelión. [En línea] 05 de 03 de 2019. [Citado el: 17 de 03 de 2019.] http://www.rebelion.org/noticia.php?id=253214.

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