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Democracia «al dente»

Fuentes: Rebelión

(Dedicado a Barak Obama, Angela Merkel, Silvio Berlusconi, José Luis Rodríguez Zapatero, Nicholas Sarkozy, David Cameron, Alan García, Juan Manuel Santos, Porfirio Lobo, Sebastián Piñera, José Miguel Insulza, Yoani Sánchez, Fernando Savater, Rosa Díez, Zoe Valdés, Luis Posada Carriles, Rodolfo Ares, Manuel Chaves, Cándido Conde-Pumpido, Las Damas del Cheque en Blanco, Alfredo Pérez Rubalcaba, Manuel […]

(Dedicado a Barak Obama, Angela Merkel, Silvio Berlusconi, José Luis Rodríguez Zapatero, Nicholas Sarkozy, David Cameron, Alan García, Juan Manuel Santos, Porfirio Lobo, Sebastián Piñera, José Miguel Insulza, Yoani Sánchez, Fernando Savater, Rosa Díez, Zoe Valdés, Luis Posada Carriles, Rodolfo Ares, Manuel Chaves, Cándido Conde-Pumpido, Las Damas del Cheque en Blanco, Alfredo Pérez Rubalcaba, Manuel Fraga, Juan Carlos de Borbón, y demás alumnos aventajados de la familia Corleone)

La Organización Mundial de la Cocina, ante el encarecimiento de los productos alimenticios básicos, lamentando el hambre que asolará en los próximos años a millones de ciudadanos del primer mundo, alerta a los gobiernos sobre futuras revueltas populares, por lo que para evitar acontecimientos luctuosos en las esferas de la clase media, alta, más alta, la nobleza y realeza, pone al servicio de los poderes políticos, económicos, militares y culturales, la siguiente receta, sencilla y económica, que hemos bautizado como Democracia al Dente.

El comité responsable de la confección del plato, debe estar atento a estas diez normas, diez ingredientes, encargándose de la observancia y acatamiento de los puntos que señalo a continuación.

1.- Tómese un país, preferentemente del tercer mundo, al que se dotará de un artilugio electoral consistente en una ley (la D’ Hont es muy recomendable) que deje prácticamente fuera de juego a los partidos de izquierda. Para que el plato quede a gusto, elija previo consenso con el Banco Mundial, el Mossad, la CIA , el M-5, FMI y la Confederación de Empresarios y Banqueros, a una serie de líderes que representen, al menos, a una derecha resultona y un centro derecha que asuma tibios principios (habituales en los establecimientos de la izquierda blanda), para que dicha mezcla posea un sutil aroma socialista. Financie a esas familias con un monto económico, que les ate definitivamente a la banca privada durante los próximos cincuenta años. En caso de ruina, el erario público se haría cargo de los pagos.

2.- Recoja las inquietudes de los trabajadores a través de unos sindicatos (mejor verticales que dotados de cierta horizontalidad), para conseguir la mínima representatividad y el máximo provecho, procurando que en las primeras huelgas el lenguaje de los dirigentes sea reivindicativo Up To A Certain Point (hasta cierto nivel), pero que contenga elementos de disuasión, en orden a que un conflicto no dure más allá de una semana.

3.- Financie con millones de euros o dólares a las Confederaciones de Iglesias allí practicadas (preferencia absoluta para los católicos o protestantes y ortodoxos, si conviniese), incluso en los de creencia islámica; fe de la que se elegirá a los delegados menos proclives a cumplir los textos del Corán. En esas reuniones, ha de establecerse previamente que los dioses respectivos nunca se inmiscuyen en los asuntos terrenales, es decir, en temas políticos, bélicos, laborales, económicos y culturales. Esa verdad única ha de ser digerida por los fieles, aunque puedan existir ulteriormente algunos disidentes a quienes se acusará de cualquier delito, preferentemente de contenido sexual.

4.- Tómese a un grupo de generales, coroneles y capitanes, a quienes previamente se ha ingresado en sus respectivas cuentas corrientes un monto económico suficiente como para que vivan con cierta holgura en los próximos veinte años. Al propio tiempo se tendrá certeza de que casi todos ellos (no conviene una absoluta unificación ideológica) son anticomunistas.

5.- Reúna a un grupo de industriales del primer mundo, ofreciendo las riquezas naturales de esa nación a un precio irresistible, pero reservando un tanto por ciento de las ganancias, como garantía del trato, para el presidente o rey. Ese detalle hará que los directivos de las multinacionales estén seguros de que, en caso de traición, el mandatario está cogido hasta por los cuernos.

6.- Organice en institutos, fórums, colegios, universidades y museos, ciclos monotemáticos de toda índole, por ejemplo «Democracia y Terrorismo», «Los peligros del Castrismo», «Bolívar condena a Chávez», «Cultura y Derechos de Propiedad Intelectual», «La Caída del Imperio Chino», «EEUU líder de la Libertad» y otros, ofreciendo participación de toda especie a los directivos de dicho centros culturales del país, e intente que ellos, a su vez, coordinen seminarios y congresos con profesores y catedráticos que hayan mostrado curiosidad por conocer cómo se abre una cuenta corriente en Suiza.

(El alumnado conviene que sea contagiado de cierta dosis de idealismo, como objeto decorativo para la prensa internacional. Alguno de esos líderes estudiantiles deberá comparecer ante una comisión de rectores, al objeto de estudiar su posible adquisición, en orden a mantener un cierto grado de disidencia controlada. No olvide la inclusión de intelectuales y artistas de la catadura de Alejandro Sanz, Mario Vargas Llosa, Imanol Arias, Luis García Montero, Fernando Savater, Pedro Almodóvar, Juan Luis Cebrián y otros demócratas de manos limpias).

7.- Adiestre a las agrupaciones y organizaciones a las que pertenezcan jueces, abogados, notarios y otros profesionales del derecho, en la aplicación de una constitución cuyos artículos fuesen un calco exacto del espíritu que animó la Declaración Universal de los Derechos del hombre y el ciudadano. El cumplimiento por parte del Estado de estos preceptos queda en manos de los gobiernos salidos de las urnas, por lo que en el improbable caso de que un presidente, rey o primer ministro, mostrase preocupación por el respeto y observancia de esas normas, el poder judicial hará caso omiso de dicha reclamación, preparando la inmediata dimisión forzada del disidente.

8.- De acuerdo con las necesidades de las instituciones bancarias, no ponga obstáculos en la privatización todos los servicios sociales del país, incluyendo la sanidad, la educación y las pensiones, coordinando con los sindicatos el monto económico que mensualmente deberán percibir sus líderes, para que convenzan a la masa trabajadora del acatamiento de la semi esclavitud, como solución menos dramática a su futuro. Disponer de techo y alimentación debe ser la única motivación para las personas honradas, que deberán ejercer su derecho al voto (e incluso sería más conveniente que practicaran la abstención) cada cuatro o cinco años.

9.- Una vez terminadas las primeras elecciones, si hubiera triunfado, (no obstante lo previsto), una coalición de partidos de izquierda, se articularán con la máxima urgencia las estrategias económicas y mediáticas convenientes, en orden al derribo del Parlamento surgido de los pactos previamente acordados por los miembros de dicha coalición. Para ello, se deberá lograr la colaboración del mayor número posible de empresarios relacionados con el periodismo (Murdoch, Slim, etc.), para denigrar a los miembros del gobierno elegido, ofreciendo dinero a los ministros para abandonar sus cargos, manipulando datos en todas las esferas gubernamentales, alterando declaraciones, e incluso solicitando ayuda de las Fuerzas Armadas USA, sus agencias de espionaje, públicas y privadas, para forzar la dimisión y renuncia de generales, diputados, intelectuales y profesionales adictos al sistema. No se contratará en el exterior a los artistas favorables a ese tipo de gobiernos.

10.- Cuando el presidente de los EEUU considere oportuno, previa consulta a la Comunidad Europea y al gobierno de Israel, y siempre a través de los servicios secretos correspondientes, se aceptará como hecho consumado el asesinato por atentado de un líder molesto para los intereses del Banco Mundial, ya se tratara de Fidel o Raúl Castro, Rafael Correa, Evo Morales, Hugo Chávez, Mahmud Ahmadineyad, Bashar Al Assad, Kim Jong-il, Muamar Gafadi o Alexander Lukashenko.  

A partir de ese momento, deje la olla a enfriar y luego cómase lentamente, degustando con parsimonia la sangre vertida en el logro de una verdadero régimen democrático, como el que se ofrece actualmente a diversas naciones árabes, protegiendo el exilio de los actuales y futuros mandatarios, expulsados de sus cargos, alimentando las ilusiones de libertad de sus ciudadanos, pero aplicando nuestra receta para lograr que no se produzca una revolución de carácter socialista en ninguna de las naciones del tercer mundo.

La moda en política exige cambios de estilo y look, que cumplen a la perfección Borbones, Berlusconis, Zapateros, Mohameds, Obiangs, Klaus, Komorowskis, Santos, Macapagales, Camerons, Reinfeldts, etc. El IV Reich se diferencia del III en que las víctimas pertenecen a todas las nacionalidades, excepto israelíes leales al sionismo.

Para Washington y Bruselas, el tiempo de las dictaduras y monarquías bananeras ha comenzado a extinguirse. Viva la democracia bien cocinada.

En el blog del autor: http://tenacarlos.wordpress.com/2011/02/16/democracia-al-dente/

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.