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Desempleo y elecciones presidenciales

Fuentes: Barómetro Internacional

Recientemente (30/09/09) el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) dio a conocer la tasa de cesantes que registra Chile, y que alcanza a un 10,8% y que no varía de forma ostensible a las cifras entregadas anteriormente. De allí que los desempleados registrados producto de la crisis económica internacional del capital neoliberal alcanza a los 784.590 […]

Recientemente (30/09/09) el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) dio a conocer la tasa de cesantes que registra Chile, y que alcanza a un 10,8% y que no varía de forma ostensible a las cifras entregadas anteriormente. De allí que los desempleados registrados producto de la crisis económica internacional del capital neoliberal alcanza a los 784.590 personas en el país del cono sur. A ello hay que agregarle los desempleados que se encuentran en alguna actividad laboral temporal productos de los subsidios de cesantía entregados para paliar en parte el flagelo generado por los especuladores y las mafias que forman parte del sistema bancario y financiero mundial del capitalismo. Cifra que alcanzaría a 957 mil personas sin una fuente laboral segura. Pero también cabe agregar que esto forma parte de la cifra oficial del INE, lo que nos indica que en términos reales la cifra de desocupados es mucho más alta todavía, estimándose en alrededor del 15%.

A todo esto, la presidenta Bachelet, como su ministro de Hacienda el neoliberal Andrés Velasco y su ministra del Trabajo, Claudia Serrano, han desplegados grandes esfuerzos mediáticos para tratar de minimizar las cifras y las consecuencias sociales que tiene este flagelo en la ciudadanía. Al respecto el propio ministro de Hacienda, una vez más insistido que la economía chilena se encuentra blindada pero lo que no ha dicho es que este blindaje esta compuesto de «lata» de la peor calidad.

Informaciones procedentes de los medios de prensa neoliberales del sistema, reiteran que el número total de desocupados en el país es de 784.590 personas, 195 mil más que hace un año. Los cesantes aumentan en un 31% y los que buscan trabajo por primera vez en un 45%. Para luego agregar que «en el trimestre más malo, el desempleo no subió, se mantuvo igual que el período anterior, lo que permite afirmar que hemos alcanzado el peak de desempleados como consecuencia de la crisis económica mundial del capitalismo».

Sin embargo diferentes fuentes económicas nos señalan que el desempleo continuara en torno de los dos dígitos sin que se produzcan cambios que indique que la situación vaya a mejorar, mas aún cuando en las informaciones de la prensa internacional y sus respectivas secciones económicas se viene expresando que producto del alto endeudamiento público, se avizoran en el horizonte la aparición de más y nuevas basuras toxicas llamadas «burbujas de liquidez», que provienen directamente de la economía virtual o de papel, y cuyos sostenedores son las mafias bancarias y financieras del sistema capitalista mundial. De allí que la incertidumbre y las contradicciones siguen asolando a los sostenedores del sistema capitalista neoliberal que temen una recaída grave de la crisis, que podría llevar a una catástrofe económica de insospechadas consecuencias.

Lo cierto que en el caso particular de Chile, con una economía completamente dependiente de las fluctuaciones y vaivenes del capital neoliberal internacional, no se puede esperar que las cosas vayan a mejorar en el corto plazo, pues a ello hay que agregarle además los propios desaciertos económicos establecidos por los neoliberales enquistados en el gobierno de la Concertación y su cogobierno económicos con los grandes empresarios y la Alianza por Chile. Recordemos que Chile de forma vergonzosa antes de la aparición de la crisis, venía manteniendo el país con un desempleo estable que se mantenía entre un 7 y 8% respectivamente, lo que ha puesto en duda la efectividad de los famosos tratados de libre comercio establecido de forma bilateral con los más diversos países, y que no ha tenido un efecto positivo en la creación de nuevos empleos en el país del cono sur.

Mientras en la llamada zona euro el desempleo aumentó una décima el pasado mes de agosto hasta alcanzar un 9,6%, la tasa más elevada desde marzo de 1999, lo que tiene profundamente preocupado y desconcertado a los respectivos ministros de finanza, que dudan de la recuperación económica, pues hasta el momento lo único que ven crecer es el ejercito de cesante en todo el mundo. Mientras que en Chile los neoliberales no se inmutan y se limitan a decir que la economía esta blindada.

Chile que en diciembre próximo se ve enfrentado a nuevas elecciones presidenciales y de renovación del parlamento, los cuatro candidatos presidenciales que aspiran al sillón de primer mandatario, tienen sus propias propuestas para enfrentar el flagelo del desempleo. Por ejemplo el representante de los grandes empresarios, el especulador financiero y estafador Sebastián Piñera, candidato del pinochetismo y la Alianza por Chile, es el presidenciable más demagogo de todos los que están en competencia. Este le ha ofrecido al país un millón de nuevos empleos, en otras palabras la vuelta al país del PEM y el POJH implantado por la dictadura y de triste recuerdo para miles de chilenos.

El candidato presidencial de la Concertación, el empresario encubierto y que también adhiere al neoliberalismo, Eduardo Frei, y que representa a un sector del empresariado nacional, ofrece empleos de calidad y productivos, luego pone en duda el llamado crecimiento económico de la propia Concertación, pues dice que el país necesita un «crecimiento económico que se capaz de generar empleos».

La propuesta del candidato presidencial independiente Marco Enríquez-Ominami, que se autodenomina progresista liberal y que también es un apóstol del neoliberalismo cuenta con unas de las propuestas más ambiguas y poco claras con respecto a lo que es el desempleo, pues en su presentación ante el antro pinochetista conocido como la CEP, señala que «mejorar las condiciones bajo las cuales se genera emprendimiento «produce un aumento general de la ocupación». Y luego agrega que «mayores tasas de ocupación «mejoran los sueldos?

Enríquez-Ominami señala que los salarios dependen de la productividad, por lo tanto hay que invertir en «educación y capacitación». MEO como suelen decirle en Chile, señala además que hay que subsidiar a los empresarios, para que esto «genere empleo seguro e indefinido».

Los tres candidatos anteriores, ni siquiera se hacen eco de las preocupaciones de la Iglesia Católica o de la Central Unitaria de Trabajadores, que en forma reiterada han manifestado la necesidad de buscar soluciones reales al problema del desempleo, además de manifestar que los trabajadores en general debieran percibir un sueldo mínimo de 250 mil pesos, o sea alrededor de 452 dólares al mes.

El candidato presidencial de la izquierda, representado por el Juntos Podemos Más-Frente Amplio, Jorge Arrate, que tiene una de las propuestas mas coherente y no demagógica, señala que para enfrentar la crisis económica generada por los neoliberales, se hace necesario que frente al desempleo propiciado por los empresarios, se hace fundamental entrar en defensa de los trabajadores que se ven enfrentados a la cesantía de forma arbitraria, además de apoyar a las pequeñas empresas que son discriminadas por los créditos bancarios, también se busca crear un nuevo modelo económico-social, cuyo eje central sea la redistribución equitativa y más justa de la riqueza nacional, en donde los trabajadores tengan ingresos dignos y no de sobrevivencia, como suele ocurrir hasta ahora. Terminar con las políticas asistenciales, buscando soluciones reales y efectivas para los trabajadores, además de asegurar los equilibrios de poder entre empresarios y clase trabajadora.

El candidato de la izquierda señala que una cuestión fundamental para el mundo laboral, en la nueva realidad económica y política que vive el país, es su derecho a la sindicalización y contar con la herramienta de la negociación colectiva, para mejorar sus condiciones de vida. También destaca que se hace necesario terminar con la figura de la subcontratación en el giro principal de las empresas, poniendo fin así, a las múltiples razones sociales con las cuales operan muchas empresas.

De allí que frente a las diversas propuestas o ofertones que realizan los candidatos presidenciales, se hace necesario que la ciudadanía y los electores puedan tener un acceso justo e igualitario a los programas de gobierno de cada uno de los candidatos, y puedan discernir en conciencia cual es la propuesta gubernamental con la cual se puedan sentir más identificado, sobretodo en lo que respecta al mundo laboral Es de vital importancia que los chilenos sepan distinguir lo que es el populismo, la demagogia, las falsas promesas electorales, el cohecho electoral y las campañas multimillonarias que realizan algunos de los candidatos, con el objeto de comprar los votos, más aún en periodos de crisis económica cuya mayor consecuencia es la cesantía para miles de chilenos y con todas las consecuencias sociales de lo que esto significa.


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