En la era de la información, los medios de países democráticos como el nuestro ejercen un nuevo tipo de censura, consistente en crear ruido para ocultar hechos. Pascual Serrano desvela los mecanismos y los peligros de esta manipulación.
Baste un pequeño ejercicio para averiguar la efectividad de la censura: es probable que cualquiera de nosotros, ciudadanos con cultura media y acceso libre a la prensa, televisión e internet, tenga ideas muy precisas sobre algunos temas «de actualidad» y muy vagas sobre otros. Seguramente, nos hemos formado opiniones que no cuestionamos demasiado sobre el Parlamento Europeo (necesario pero lastrado por la burocracia), sobre los programas de los candidatos a la presidencia de Estados Unidos (poco distintos unos de otros), sobre Hugo Chávez (populista, folclórico), sobre África (incomprensible, tribal), sobre Cuba (donde se violan los derechos humanos), sobre Afganistán (reino de los talibanes y el opio), sobre la monarquía española (discretos, útiles) y sobre Marruecos (país amigo y moderado). También es probable que no sepamos decir mucho acerca de Perú, los acuerdos del Mercosur, los flujos migratorios que se dan entre países africanos o los informes internacionales que miden las condiciones objetivas de vida y desarrollo en los países del mundo.
Y una vez hecho el examen, conviene meditar si nuestros juicios sobre geopolítica están basados en datos contrastados o sólo en impresiones. Preguntémonos si estamos siendo críticos o sumisos con quienes dirigen las opiniones de la masa y pensemos a quién favorece nuestra desinformación. Si nos hemos acostumbrado a leer las noticias filtradas por periodistas vendidos a sus anunciantes en lugar de consultar fuentes directas (que están a un clic de distancia), tal vez nos convenga leer este libro para aprender a ejercer con lucidez nuestro derecho a estar informados.
Pascual Serrano, periodista especializado en política internacional y fundador de la publicación digital Rebelión, ha concebido este libro como un recorrido guiado por los acontecimientos mundiales que han ocupado las portadas y los editoriales en los últimos años, así como por aquellos que han sido silenciados. Caso a caso (del Katrina a Colombia, de Ruanda a Israel) compara los hechos con sus interpretaciones, desvelando las tácticas empleadas por los medios para dirigir la opinión pública hacia conclusiones interesadas y proponiendo pautas para una lectura más documentada y equidistante. Así, analiza algunas de las habituales estrategias de la prensa, como la ley de «portada/silencio», la noticia sin contexto, la demonización de las víctimas, la apropiación del supuesto «sentir general», la apelación a expertos sin nombres, la recopilación del testimonio individual como ilustración de una realidad, el juicio a priori, el uso de fuentes gubernamentales como si fueran informantes acreditados, la presentación de la normalidad con tintes de escándalo, etc.
Sin embargo, no parece que la cortina de ruido que los medios de comunicación interponen entre nosotros y la realidad sea impenetrable y tal vez el afán por censurar revele en realidad el miedo de quienes intentan dominar la opinión pública. Como señala el autor citando a Vicenç Navarro, «la gente de a pie es mucho más progresista de lo que el establishment desea que sea, y de ahí este enorme control de la información». Los datos lo corroboran: una firma crítica en un periódico digital alternativo tiene más lectores que un editorial en El País y cada vez son más numerosas las voces como Le Monde Diplomatique, Diagonal, La Jornada o Democracy Now que se dirigen, como este libro, al lector que quiere información y no doctrina.
Desinformación. Cómo los medios ocultan el mundo. Pascual Serrano. Península junio 2009