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Desokupas

Fuentes: Impresiones Mías

En Estados Unidos la cifra de ejecuciones hipotecarias en 2.010 se estima en más de 1.000.000, aunque en más de 3.000.000 de hogares se recibirá durante el mismo periodo un aviso de ejecución de hipoteca, el primer paso de un camino casi siempre sin retorno. En el entorno inmediato de las grandes ciudades del país […]

En Estados Unidos la cifra de ejecuciones hipotecarias en 2.010 se estima en más de 1.000.000, aunque en más de 3.000.000 de hogares se recibirá durante el mismo periodo un aviso de ejecución de hipoteca, el primer paso de un camino casi siempre sin retorno. En el entorno inmediato de las grandes ciudades del país del libre mercado siguen creciendo las infra-ciudades, compuestas por centenares de tiendas de campaña (made in China) y por las que se arrastran, como fantasmas idos antes de tiempo, miles de ciudadanos que lo han perdido todo a manos de la más inhumana y efectiva máquina de empobrecer: el Capitalismo. (Ver artículo: «Todo parecido con la coincidencia es pura realidad«).

En los alrededores de Buenos Aires, Argentina, 13.000 desposeídos acampan, sobreviven, infraviven, en casas improvisadas con cartón, madera, chapa y plástico, a esto lo llaman los capitalistas, usurpación de parcelas privadas. Cómo se les calienta la boca a los capitalistas cuando la usurpación de propiedades la practican los demás.

En España, en materia de ejecuciones hipotecarias, el CGPJ estima para 2.010 un total de 118.000 operaciones, lo que eleva a más de 350.000 los embargos que han tenido lugar en los últimos años. Es decir, más de 350.000 familias que han perdido su casa a manos del banco. De ese mismo banco que un buen día les hizo ver que no era tan raro que una unidad familiar con ingresos netos mensuales de 2.000 euros, accediese a una hipoteca de más de 1.000 euros al mes. De ese mismo banco que hizo la vista gorda cuando aprobó la tasación en 300.000 euros de una vivienda cuyo valor real nunca paso de 200.000 euros. De ese mismo banco que les dijo, «no se preocupe si algún día no puede pagar la cuota, vende usted su casa y listo. Créame, la vivienda nunca bajará de precio». De ese mismo banco que les dijo «no voy armado» y acto seguido, incumpliendo su palabra, sacó un contrato de hipoteca y les invitó a firmarlo. Ahora cuando miles de familias ahogadas por el coste del rescate a los bancos y teniendo que elegir entre dar de comer a los hijos propios o a los hijos de una puta, eligen a sus hijos antes que a los bancos (con todo mi respeto a las meretrices). Ahora viene el banco y reclama lo que es suyo y hasta lo que no es suyo, a esto se le llama espíritu capitalista. El banco reclama hasta el embargo de otros bienes del deudor, en concreto todo aquello que quede por encima del salario mínimo, pero como en este país, el salario mínimo lo fijan (y muy mínimo) los propios bancos entre otros ministros de ese gobierno en la sombra a quien se deben los políticos, pues todo queda en casa. Parte de lo que reclama el banco en un embargo, son los intereses de la deuda, que son inflados artificialmente gracias a todo tipo de trampas y subterfugios nada sutiles. La existencia en muchos contratos de préstamo de la cláusula suelo, que impide que el tipo de interés aplicado al préstamo baje de un mínimo establecido aunque baje el euribor; y la ausencia al mismo tiempo de la que sería su lógica correspondencia «cláusula techo», permite al banco robarnos mediante usura legal miles y miles de euros durante la vida del préstamo.

Un ejemplo de esta y otras prácticas mafiosas llevadas a cabo por los bancos, es el de José Luis Burgos, víctima del Banco de Santander.

Puede que solo sean impresiones mías, pero en ese gobierno en la sombra que forman banqueros y otros empresarios sin escrúpulos no hay ministros sin cartera, es más creo que entre ellos se reparten todas las carteras, incluidas las nuestras.

 

Fuente: http://impresionesmias.com/2010/12/21/desokupas/