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Reseña del libro "Milagros de vida. Una autobiografía", de J.G. Ballard

Despedida de un profeta

Fuentes: Revista ADN - La Nación

James Graham Ballard, quizás el más acertado profeta de los miedos actuales, se le anticipa a la muerte y se despide de este mundo con Milagros de vida. Una autobiografía, fascinante y exquisito repaso de su inusual existencia. En esta ocasión, la implacabilidad de un cáncer ha hecho que el mago confesara finalmente sus secretos. […]

James Graham Ballard, quizás el más acertado profeta de los miedos actuales, se le anticipa a la muerte y se despide de este mundo con Milagros de vida. Una autobiografía, fascinante y exquisito repaso de su inusual existencia. En esta ocasión, la implacabilidad de un cáncer ha hecho que el mago confesara finalmente sus secretos.

Ballard no revolucionó la ciencia ficción, tampoco innovó en la ficción científica, sino que supo fundir y bruñir la literatura británica hasta lograr una nueva poesía en prosa de los metales retorcidos, una amalgama de aleaciones y carne humana de un futuro cercano donde la anomia social y los efectos colaterales de la publicidad y el espectáculo elevan lo humano a planos psicopatológicos estridentes .

Su fama comenzó en 1996, cuando David Cronenberg hizo una película de su libro Crash (1970), en el que los ensayados choques automovilísticos fusionaron escandalosamente el sexo, las mutilaciones y las prótesis.

Si el surrealismo fue «el bello encuentro casual entre una máquina de coser y un paraguas sobre una mesa de disección», el cercenado útero de Elizabeth Taylor sobre el capot destrozado de su limousine seguía siendo algo mucho menos abstracto, incluso para un público de fines del siglo XX. Ballard ya había bosquejado esas obsesiones de la «pornomecánica» en La exhibición de atrocidades (1966), una híbrida y sublime farmacopea de pulsiones asesinas y folletos de armas, regada con el mejor napalm de laboratorio.

Pero Milagros de vida corrobora que la ficción nunca podrá superar la realidad. Si Steven Spielberg mostró en El Imperio del sol una travestida biografía de Ballard, en Milagros… El niño J. G. nace en 1930 en Shanghai y vive su infancia y adolescencia entre la acartonada sociedad de ricos europeos, atendidos por sirvientes chinos en sus enclaustrados barrios residenciales. Allí se soñaba una distante y avanzada Inglaterra que contrastaba con la etapa superior del colonialismo. Durante 17 años, Ballard se acostumbrará, pero nunca olvidará, la miseria de una China aún bucólica y feudal, asolada por el imperialismo europeo y la invasión japonesa de 1937.

Casi la mitad de Milagros de vida es un fresco puntilloso de un Extremo Oriente donde el niño Ballard conquistó su sexualidad junto a los cadáveres de los campos de batalla; donde la amistad, la familia y la felicidad crecieron alegremente entre 1943 y 1945 en medio de las miserias cotidianas de un campo de concentración japonés para occidentales en suelo chino.

En 1947, Ballard conoció y se mudó definitivamente a Gran Bretaña, donde nunca abjuraría de aquella realidad. Pasó así a ser de manera indefectible un inadaptado fantasma entre las bombardeadas y puritanamente grises ruinas de una Londres de posguerra. Él admite que su literatura no será más que un grito para exorcizar esos amasijos baconianos de bombardeados cuerpos chinos, en una Inglaterra picada aún de viruela por las bombas V-1 y V-2 alemanas.

Ballard nos confiesa ahora que en vez de ser uno de los mejores escritores de ficción anticipativa, no fue más que el mejor escritor «naturalista» del salvaje colonialismo en Oriente. El «chino» Ballard, como ya había hecho antes el «polaco» Joseph Conrad, hizo simplemente un transplante que devolvió el corazón de las tinieblas al centro mismo del Imperio; ambos proyectaron la misma línea de sombra de la fulgurante civilización europea.

La segunda mitad de Milagros…muestra su pulido final como escritor: sus posteriores y abortadas experiencias como piloto de bombardero de la OTAN en la desolación boreal canadiense, y sus disecciones de cadáveres como estudiante de medicina explican cómo Ballard logró galvanizar una ficción social paranoica donde transparentes jubilados alemanes, borrachos del hastío empresarial, planifican en millonarios resorts mediterráneos quermeses de terrorismo turístico; donde aburridos hedonistas británicos vuelan el Tate con placer pornográfico, ponen barricadas por deporte, asesinan como creativos o se mutilan como publicistas .

En éste, quizás su último libro, Ballard se despide para dar una vuelta por un Más Allá que siempre le resultó familiar y que bien nos enseñó que está mucho más acá de lo que creemos. Quizás sea condenado al infierno, un lugar no mucho peor que el que nos mostró que existe en cada uno de nosotros.

Andrés Criscaut © LA NACION [email protected]

Revista ADN – El sitio cultural del diario LA NACION – Sábado 28 de febrero de 2009 / Bs. As. Argentina

http://adncultura.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1102902&origen=acumulado&acumulado_id=6733